El Dr. Jigoro Kano (嘉納 治五郎 Kano Jigoro?), (28 de octubre de 1860, Mikage, distrito de Hyogo, Japón - 4 de mayo de 1938) fue el maestro fundador del arte marcial y deporte de combate Judo, además de profesor destacado de educación física, traductor en idiomas extranjeros (Inglés - japonés) y economista; así como miembro de la diplomacia japonesa.
En 1882, Kano fundó el Kōdōkan, o "Escuela para el Estudio de la Vía". Su sistema de artes marciales conocido como judo, basado en las antiguas escuelas de jiu-jitsu (principalmente las escuelas Tenjin Shin'yō-ryū, y Kitō-ryū), el cual se impuso sobre otros sistemas de lucha cuerpo a cuerpo o jujutsu, de la época en el Japón. Kanō logró que el Judo se incorporara con éxito al sistema educativo japonés, al ejército, e inclusive a la policía japonesa desde el principio del siglo XX, incluyendo la defensa contra golpes, y contra técnicas modernas como la defensa ante varios tipos de agresión con armas de fuego recopiladas en sus formas o kata.
Como deporte, el Judo se desarrolló en torno a los lanzamientos, los barridos, algunos derribos, las estrangulaciones, las luxaciones de brazo y la lucha en el suelo.
El maestro Kanō fue elegido representante del gobierno del Japón ante el Comité Olímpico Internacional. Pese a no estar convencido en un principio de que el Judo debiera ser un deporte olímpico, ya que solo el randori, un pequeño aspecto del judo, podía en ese entonces considerarse como un aspecto competitivo (ver carta al maestro Gunji Koizumi, traducida en parte más abajo) este hecho se hizo realidad en 1964, en los juegos celebrados en Tokio. Sin embargo, Kanō había fallecido hacía años, el 4 de mayo de 1938, a bordo del Hikawa Maru cuando realizaba un viaje de regreso al Japón.
Kano recibió a título póstumo la máxima graduación de Judo, o décimo (10) Dan, que viste el cinturón blanco. Según la filosofía del Judo, este es un camino de continuo aprendizaje y al morir es como si volviésemos a empezar (de ahí que la máxima graduación por cinturón, la blanca, coincida con la primera).
Actualmente el Judo es una de las cuatro disciplinas de combate, más practicada en el planeta, con doce millones de practicantes.
A pesar de su posterior dedicación al Judo, Jigoro Kanō se dedicaba en un principio a la enseñanza en las escuelas, y a la práctica regular del Jiu-jitsu (estilos Tenjin Shin'yō-ryū y Kitō-ryū), en privado. Posteriormente ingresó en la Universidad Imperial de Tokio en junio de 1881, Donde se especializó en ciencias políticas y economía, que en ese momento eran impartidas por el Departamento de estética y moral. Se graduó en julio de 1882, y al mes siguiente comenzó a trabajar como profesor en la Gakushuin, o Escuela de Pares, en Tokio. [32] Ya en 1883, Kanō fue nombrado profesor de economía en la Universidad Agrícola de Komaba (en la actualidad Facultad de Agronomía de la Universidad de Tokio), pero en abril de 1885 regresó a la Gakushuin.
En enero de 1891, Kanō fue nombrado para un cargo en el Ministerio de Educación. Sin embargo, en agosto de 1891 lo abandonó para convertirse en decano de la Quinta Escuela Normal Superior (hoy Universidad de Kumamoto). Casi al mismo tiempo contrajo matrimonio con Sumako Takezoe, hija de un exembajador japonés en Corea. La pareja tuvo seis hijas y tres hijos.
Durante el verano de 1892 Kanō fue a la ciudad china de Shanghái para ayudar a establecer un programa de intercambio que permitiría a los estudiantes chinos estudiar en Japón. Kanō volvería a visitar Shanghái en 1905, 1915 y 1921.
En enero de 1898 fue nombrado director de educación primaria en el Ministerio de Educación, y en agosto de 1899 recibió una beca que le permitió estudiar en Europa. Donde mejoró su conocimiento previo de los idiomas extranjeros, haciéndose intérprete y traductor. Su barco partió de Yokohama el 13 de septiembre de 1899, y llegó a Marsella el 15 de octubre. Pasó casi un año en Europa, y durante este viaje, visitó París, Berlín, Bruselas, Ámsterdam y Londres. Regresó a Japón en 1901. Poco después reasumió su cargo como presidente de la Escuela Normal Superior de Tokio, [33] permaneciendo en este cargo hasta su jubilación el 16 de enero de 1920.
Teniendo en cuenta que se especializó en ciencias políticas y economía, la familia de Kanō pensaba que después de graduarse de la universidad continuaría su carrera en un ministerio del gobierno. De hecho, a través de amigos influyentes de su padre se le ofreció inicialmente un cargo en el Ministerio de Hacienda. Sin embargo, su amor por la enseñanza le llevó en su lugar a aceptar una posición en la enseñanza de Gakushuin. Los estudiantes de la élite de Japón asistían a Gakushuin y eran de mayor posición social que sus maestros. Por ejemplo, a los estudiantes se les permitía viajar en carros tirados por personas (jinrikisha) mientras los maestros lo tenían prohibido. Los maestros a menudo se veían obligados a visitar los hogares de sus estudiantes para dar instrucciones o consejos. De algún modo, los profesores eran tratados aún como siervos, de la nobleza.
Kanō creía que esto era inaceptable. Se negó a desempeñar un papel subordinado en la enseñanza de sus alumnos. Para él un profesor debía imponer respeto. Al mismo tiempo, empleó en sus clases los últimos métodos pedagógicos europeos y estadounidenses, influenciado especialmente por las teorías del educador estadounidense John Dewey. [38] Los métodos de Kanō no tuvieron el efecto deseado en sus estudiantes, aunque sus ideas no encontraron aceptación en la administración hasta la llegada de un nuevo director.
La filosofía educativa de Kanō era una combinación de los métodos tradicionales japoneses del neo-confucianismo y las filosofías contemporáneas de Europa y América, que incluían el instrumentalismo, el utilitarismo, y "progresismo evolutivo", como se denominaba entonces al darwinismo social.
Los objetivos de la filosofía educativa de Kanō o y sus métodos (que eran de hecho los de la mayoría de los programas japoneses educativos de principios del siglo XX) eran: el desarrollo de la mente, cuerpo y espíritu en igual proporción; el aumento del patriotismo y la lealtad, especialmente hacia el emperador; la enseñanza de la moral pública y el aumento de la fuerza física y la resistencia sobre todo con el propósito de hacer a los hombres jóvenes más aptos para el servicio militar.
La calistenia, era el sistema de ejercicio físico practicado en aquel momento, podía ser aburrida, especialmente en las enormes formaciones en que se practicaba; por otro lado, en los niveles educativos secundarios y universitarios, los deportes como el béisbol y el rugby no eran una fuente práctica de ejercicio físico para las masas sino un pasatiempo practicado en las pocas locaciones que había para su práctica, y buscaba ser aceptado por la mentalidad de aquel entonces. Además, a nivel de deporte de élite ninguno de esos deportes, incluso el propio judo, ponía demasiado énfasis en el desarrollo moral o intelectual de sus practicantes. En cambio, los entrenadores y los atletas de élite tendían a enfatizar la victoria a cualquier costo.
Para Kanō, la forma de incluir el deseado ejercicio físico en el marco de su filosofía educativa se resumió en una palabra: Judo. El Judo no se debía enfocar únicamente en el sentido de lanzar o derribar a otra persona, ni de ganar a cualquier costo; su enfoque era en el sentido de "conseguir la máxima eficacia con el mínimo esfuerzo" y "bienestar y beneficio mutuos". O como Kanō mismo le dijo a un periodista en 1938: "Cuando ceder es el uso más eficiente de la energía, entonces ceder es judo".
Kano, gracias a sus conexiones familiares y diplomáticas se involucró en las actividades del Comité Olímpico Internacional (COI) en 1909. Ello ocurrió después de que Kristian Hellström, del Comité Olímpico Sueco, escribiera a los gobiernos de Japón y China para preguntar si iban a enviar equipos representativos a los Juegos Olímpicos de 1912. El gobierno japonés no quería negarse a participar en un escenario internacional como aquel, por lo que se encargó al Ministerio de Educación, que se volvió hacia Kano, por entonces un profesor de educación física e idiomas, con experiencia reciente en Europa. Kano aceptó representar al Japón en el Comité Olímpico Internacional, y, después de hablar con el embajador de Francia en Japón y revisar la documentación enviada por los suecos, obtuvo, en sus palabras, "una idea bastante buena de lo que eran los Juegos Olímpicos".
Para cumplir sus funciones como miembro, representante del continente asiático en 1912 Kano ayudó a establecer la Asociación Atlética Amateur de Japón (Dai Nippon Tai-iku Kyokai), que tenía la misión de velar por el deporte aficionado. Kano fue el representante oficial de Japón para los Juegos Olímpicos de Estocolmo en 1912, y estuvo involucrado en la organización de la edición de los Juegos del Lejano Oriente que se celebró en Osaka en mayo de 1917. En 1920 Kano representó a Japón en los Juegos Olímpicos de Amberes, y durante la década de 1920 trabajó en el Consejo Japonés de Educación Física. No tomó parte importante en la organización de los Juegos del Lejano Oriente de 1923 (también celebrados en Osaka), ni asistió a los Juegos Olímpicos de 1924 en París, pero representó a Japón en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam (1928), Los Ángeles (1932), y Berlín (1936). De 1931 a 1938, también fue uno de los portavoces internacionales más importantes en la candidatura del Japón para los Juegos Olímpicos de 1940.
El objetivo principal de Kano era, según sus palabras, reunir a la gente por una causa común, con un sentimiento de amistad. Sus metas en principio no incluían el introducir al judo como deporte olímpico. Como él mismo dijo en una carta al maestro británico Gunji Koizumi en 1936:
En 1962, años tras el fallecimiento del maestro Kano, el Comité Olímpico Internacional (C.O.I.) decidió aceptar al Judo como parte del programa oficial de los Juegos Olímpicos, haciendo este deporte en la categoría masculina su aparición oficial en los JJ. OO. de 1964.
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