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José Alperovich



¿Qué día cumple años José Alperovich?

José Alperovich cumple los años el 13 de abril.


¿Qué día nació José Alperovich?

José Alperovich nació el día 13 de abril de 1955.


¿Cuántos años tiene José Alperovich?

La edad actual es 69 años. José Alperovich cumplió 69 años el 13 de abril de este año.


¿De qué signo es José Alperovich?

José Alperovich es del signo de Aries.


José Jorge Alperovich (Banda del Río Salí, Tucumán, Argentina, 13 de abril de 1955) es un político argentino, que fue tres veces gobernador de la provincia de Tucumán entre 2003 y 2015, habiendo sido reelegido en dos oportunidades.

Tras su paso por la gobernación tucumana, en diciembre de 2015 asumió como senador nacional nuevamente. En noviembre de 2019 fue denunciado penalmente por abusos sexuales e imputado por las mismas, lo que causó que pidiese una licencia como senador nacional.[1][2][3]

Está casado con Beatriz Rojkés, que ocupó también el cargo de senadora nacional y presidenta del Partido Justicialista en su provincia.

Hijo del empresario León Alperovich, inmigrante venido de Lituania, y de Marta León, se crio en el seno de una familia judía. Se recibió de contador público, trabajando como tal por varios años.

Empezó su carrera política ganando como legislador provincial perteneciente al bloque de la Unión Cívica Radical en 1995. Fue presidente de la Comisión de Hacienda y Presupuesto durante la gestión de Antonio Bussi. Luego de la derrota electoral de Ricardo Bussi en las elecciones de junio de 1999, el nuevo gobernador justicialista, Julio Miranda, lo nombró ministro de economía como uno de los gestos pactados entre la dirigencia radical tucumana y el justicialismo tucumano. Este acuerdo pretendía mantener un canal fluido de comunicación con el gobierno de la Alianza presidido por Fernando de la Rúa. La crisis política en el gobierno de Fernando de la Rúa del año 2001, aceleró el alejamiento de Alperovich del radicalismo, tras lo cual se afilió al Partido Justicialista. En las elecciones legislativas de ese año fue elegido Senador Nacional

En 2003, ante la crisis política del gobierno de Julio Miranda y la debilidad de los sectores del justicialismo tucumano, el gobernador saliente impuso la candidatura de Alperovich para Gobernador. Esto provocó una controversia constitucional, ya que la Constitución provincial votada en 1990 establecía que el gobernador debía pertenecer a la confesión católica. Alperovich, quien pertenece a la confesión judía, impugnó esta cláusula que fue invalidada por la Justicia. En las elecciones de ese año, la fórmula José Alperovich - Fernando Juri se impuso frente a una coalición de partidos opositores liderados por Esteban Jerez.

El primer gobierno de Alperovich se centró en dos objetivos fundamentales: restaurar la autoridad del poder ejecutivo, bastante desacreditado luego de la gestión de Julio Miranda.

El primer objetivo, el resultado fue exitoso gracias a los contactos de José Alperovich con sectores empresariales y la aceptación de las clases alta y media de los centros urbanos. Intendentes y delegados comunales reconocieron en su persona, a la única autoridad política con capacidad de iniciativa y gestión. El segundo objetivo fue alcanzado en el año 2005, cuando una interna del partido justicialista enfrentó al gobernador con su vice-gobernador Fernando Juri, por la presidencia del partido, triunfando Alperovich por una amplia mayoría. Esto legitimó el control político del gobernador, mientras tejía lazos políticos con el Presidente Néstor Kirchner, que permitió a la Provincia de Tucumán realizar un amplio plan de obras públicas y el envío de fondos suplementarios para sostener la contención social de amplios sectores sociales excluidos. Esta estrategia obtuvo un amplio respaldo popular en las elecciones legislativas de octubre de 2005, cuando la lista del justicialismo se alzó con cinco diputados nacionales y la primera minoría para senadores.

En aquel entonces la Constitución provincial de Tucumán no tenía previsto la reelección, [cita requerida]lo cual fue modificado mediante una reforma constitucional. Esta reforma suplantó la reforma constitucional realizada por el bussismo en el año 1990. El Colegio de Abogados impugnó judicialmente algunas claúsulas.[4]​ lo que permitió que sea en 2007 reelegido para el cargo, con la fórmula José Alperovich - Juan Luis Manzur, con un amplio margen electoral por sobre los opositores cuya creciente atomización, reforzó el esquema de poder de Alperovich y sus socios políticos.

Crimen de Paulina Lebbos 26 de febrero de 2006, 25 acusados por falso testimonio, muchos de ellos funcionarios del gobierno de José Alperovich, como el exsecretario de Seguridad de la provincia Eduardo Oscar Di Lella, el exjefe de la Policía Hugo Raúl Sanchez y el ex sub jefe de la Policía Nicolas Barrera

En 2007 fue reelegido gobernador con más del 78 % de los votos.[5]​ El segundo período como gobernador de José Alperovich tuvo como rasgo político definido su adhesión al proyecto político representado por el expresidente Néstor Kirchner y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

En este periodo de gobierno, las alianzas con sectores empresarios comenzó a resquebrajarse como motivo de la disputa por las rentenciones a la actividad agrícola en 2008, produciéndose la renuncia de algunos funcionarios en protesta por su apoyo al gobierno nacional.[6]

En las elecciones del 28 de agosto de 2011, Alperovich fue reelegido para un nuevo período, obteniendo un 69,89 % de los votos válidamente emitidos.[7]​ Los resultados de estos últimos comicios reforzaron el liderazgo de Alperovich, por sobre las estructuras del Partido Justicialista y sus aliados, mientras la oposición aglutinada en el frente denominado «Acuerdo Cívico y Social», no registró un crecimiento electoral.

Debido a la modificación constitucional que realizó la provincia de Tucumán en febrero de 2006, se introdujo una cláusula que establece un máximo de dos gestiones consecutivas para el gobernador a partir del año 2007.[8]​ Alperovich había sido elegido por primera vez en 2003, y fue reelegido en 2007, es decir que la gestión 2007-2011 es su primera gestión con la modificación constitucional, lo que le permitió ser electo por tercera vez el 28 de agosto de 2011.[9]

De este modo, José Alperovich se convirtió en el primer gobernador de la historia moderna de Tucumán, en ser electo por tercera vez, ejerciendo efectivamente el mando. El único antecedente en la historia política contemporánea de la Provincia de Tucumán, de un gobernador triunfador en las urnas con vistas a un tercer mandato, pero que no asumió por divergencias en el Colegio Electoral, aconteció en el año 1942, cuando el gobernador Miguel Mario Campero se impuso numéricamente en los comicios, pero los desacuerdos y la posterior intervención federal, le impidieron asumir el cargo de gobernador.

Durante la segunda gestión el salario docente provincial en la educación obligatoria entre 2003 y 2012 creció un 750 % (salario básico de maestro de grado); y en igual período se han construido 166 escuelas nuevas y se han concretado obras de refacción, ampliación y reparación en otras 400.[10]

En las elecciones legislativas de 2013, tanto en la Primarias Abiertas y Obligatorias del 11 de agosto, como también, en las elecciones generales del 27 de octubre, el gobierno de José Alperovich logró imponerse en las urnas. La principal fuerza opositora fue el Acuerdo Cívico y Social (integrado por la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista, Libres del Sur y la Democracia Cristiana) le arrebató dos diputados al gobierno.[11]

La población con agua potable en el Gran San Miguel de Tucumán pasó del 66 por ciento en 2004 al 97 por ciento en 2012. Se amplió este beneficio a 370 000 tucumanos.Mientras en 2004 sólo el 32 por ciento tenía acceso a cloacas, esa cifra ascendió en 2012 al 65 por ciento. Se construyó la Planta de Tratamiento de Líquidos Cloacales de San Felipe que beneficia a 600 000 habitantes.[12]

Los días 9 y 10 de diciembre de 2013 se produjo un acuartelamiento policial que tuvo como consecuencia 250 locales comerciales saqueados, casi 100 heridos y varios muertos.[13]

En 2014 se construyó una central de identificación informatizada, donde se digitalizan las huellas dactilares de los prontuarios y se integran con bases de datos de migraciones y otras policías. También se lanzó la implementación de un sistema integrado de emergencias 911, reforzado con la instalación de cámaras de vigilancia, GPS y equipos de comunicaciones en las principales ciudades del interior provincial.[10]

En 2013 se inauguró el Hospital Eva Perón —más conocido como "Hospital del Este"— en un predio de nueve hectáreas. Se trata de un centro médico de mediana complejidad, y el edificio cubre 12 500 metros cuadradas, entre la planta baja y el primer piso. Los alrededores se reservaron para el estacionamiento, las calles internas y los espacios verdes.[14]​ El Gobierno de Alperovich comenzó a trabajar en la instalación de la planta de líquidos cloacales en 2010, y el proyecto requirió una inversión de $ 270 millones. La planta fue terminada en 2013, diseñada para procesar los residuos cloacales de 600 000 habitantes.[15][16]

En materia de obra pública su administración se ha centrado en la construcción de grandes complejos habitacionales destinados a solucionar unos de los problemas sociales más críticos de la provincia. La construcción de la ciudad de Lomas de Tafí es el resultado más notorio de esta política.

Otra obra de importancia ha sido la inauguración del nuevo trazado de la transitada Ruta Nacional N° 38. También se realizaron obras de renovación de edificios escolares y de construcción de nuevos hospitales, en Aguilares y en Banda del Río Salí.

La desocupación en 2012 se ubicaba 10,9 por ciento.[cita requerida] Durante esta época se crearon 380 000 empleos en la provincia. La pobreza, que en 2003 llegaba al 54,6 %, descendió al 38,3 %.[cita requerida] Igualmente en el mismo período la indigencia ha pasado del 32,25 al 17 %.[cita requerida] La cifra de la población con agua relativamente potable en el Gran San Miguel de Tucumán pasó del 69 % en 2004 al 72 % en 2012.[cita requerida] Se construyó la planta de tratamientos de líquidos cloacales San Felipe que beneficia a 600 000 habitantes.[10]

El día 22 de noviembre de 2019 fueron presentadas dos denuncias penales[17]​ que relataban múltiples ataques sexuales por parte de Alperovich hacia la denunciante, su sobrina segunda, de 29 años. Ante la magnitud de la acusación, y ya que los hechos sucedieron en dos jurisdicciones distintas, quedaron asentadas en los tribunales penales tanto de la provincia de Tucumán como de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los reiterados abusos sexuales a los que la habría sometido datarían desde diciembre de 2017 hasta mayo de 2019, siempre en lugares donde Alperovich se movía con total libertad y seguridad.[nota 1]

Ante tales denuncias, el senador tucumano solicitó una licencia que fue aprobada por unanimidad por la Cámara alta.[19]​ En su solicitud, Alperovich dice ser “víctima de denuncias promovidas” en su contra y habla acerca de la supuesta “infamia” que está atravesando.

Además, el senador acusó a la denunciante, quien dice se presenta "falsamente como víctima", de "amenazas y exigencias indebidas". El dirigente tucumano contó que promovió con anterioridad denuncias en este sentido y develó la identidad de la joven de 29 años, contra su voluntad.[20]

Tras la denuncia, el Senado activó el protocolo de protección a las víctimas de la violencia laboral y de género, y separó a la denunciante del despacho de la senadora Beatriz Mirkin, compañera de bloque de Alperovich, en el que prestaba servicios al momento de radicada la denuncia.[21]

No escribo para convencer a nadie de nada. Estoy aquí contra la opresión del silencio y por la necesidad de recuperar mi vida, de sanar llamando a las cosas como son, sin suavizarlas ni teñirlas, poniéndole al monstruo nombre y apellido. Cuando no le ponés nombre, no existe.

El mío se llama Jose Jorge Alperovich, mi tío segundo y jefe, por quién fui violentada sexual, física y psicológicamente desde diciembre del 2017 hasta mayo de 2019. Durante un año y medio sufrí violaciones a mi integridad física y sexual. El avasallamiento fue demoledor. Tanto que ni siquiera pude ponerlo en palabras. Él oscilaba libre y cómodamente en los tres escenarios ante los que me posicionaba: el familiar, el laboral y el del horror de la intimidad que me forzaba a vivir con él.

No quería que me besara. Lo hacía igual. No quería que me manoseara. Lo hacía igual. No quería que me penetrara. Lo hacía igual. Inmovilizada y paralizada, mirando las habitaciones, esperando que todo termine, que el tiempo corra. Ya saldría de ahí y estaría en mi casa, ya habría más gente alrededor, ya el disimulo y el trabajo lo iban a alejar de mi. Ya se cansaría de mi, de que no quiera, de que sea "asexuada" como me llamaba. Pero su fijación no cesaba, durante mucho tiempo quiso más y más seguido, con más ganas, con más fuerza, con más violencia por mi resistencia.

La sensación de que nunca nadie iba a salvarme, de que no iba a haber una interrupción o algo que me sacara de esos lugares. Era expresamente su voluntad. Yo no podía salir sola del encierro porque sabía que tras la primera puerta había caseros, y policías y custodios armados. Todos sabiendo lo que estaba pasando adentro y cuidando las fronteras de él. Estaba completamente atrapada.
Yo nunca elegí estar ahí de esa manera. Se lo decía en cada no. Pero mis no para él nunca fueron suficientes. No se trataba del ímpetu ni de la cantidad de veces que se lo decía ni de como se lo explicaba ni de como mezquinaba mi cuerpo ni de como intentaba defenderme ni si lloraba o no. Nunca en mi vida lloré tanto.

Durante todo ese tiempo no tuve ni un respiro. Trabajé sin parar, sin vacaciones, sin feriados. Solo me liberaba cuando él viajaba. Pero cuando regresaba, volvía también la pesadilla. Hasta que se detuvo, hasta que las situaciones en las que el disponía quedarse solo conmigo para tocarme y penetrarme se volvieron situaciones ya de violencia y maltrato público, delante de personas. Pero ya no más por dentro, ya no más al hueso, ya no más solos.

Pensar en quién era yo antes, sin miedo, con deseo de desarrollarme, de aprender, de vivir. Si me conocías pensarías que era una mujer a la que jamás le podría pasar algo así. El peligro cayó sobre mí todo junto, encubierto en el afecto familiar y en la seriedad de lo laboral. Quedé atrapada y atravesada para siempre.

A mí esto me cuesta desde el día que empezó a pasar y en todos los sentidos. Solo quiero justicia. Recuperar mi vida. Tengo 29 años, soy libre, soy joven. Quiero volver a empezar poniendo cada cosa en su lugar. Responsabilidad de acciones, consecuencias para quien corresponde. Hasta ahora, sólo las cargo yo. Sacarme esta mochila que ya no puedo sostener más y entregársela a su dueño.

No miento, no busco fama. Nadie quiere hacerse famosa por contar el horror que vivió. No quiero dinero ni hay un trasfondo político detrás de mi denuncia. Soy mucho más que todo eso que se pueda especular. Esto es por mí. El motivo más importante de mi vida es mi renacimiento, mi sanación y la búsqueda de justicia. ¿Qué motivo más importante que el valor de mi propia vida puedo tener?

Estoy acá contando lo que viví por mi seguridad pero también para que otras mujeres se animen a hablar. Esto no me mato, me puedo proclamar y me puedo defender. Me puedo recuperar, me puedo cuidar, me puedo elegir. Hoy elijo no callarme nunca más. A pesar de que me decía, en pleno horror: 'cállate, ¿no ves como estoy?', para tapar todos mis no. No me callo nunca más. Este es mi nunca más. Ojalá también sea el nunca más de todas aquellas que queremos dejar de callar.



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