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José Huertas González



José Huertas González, más conocido como «Invader #1», es un luchador profesional puertorriqueño semiretirado, muy conocido en su país y también en el extranjero. Llegó a luchar en varios lugares de Estados Unidos y del mundo. La mayor parte de su carrera se desarrolló en el World Wrestling Council en Puerto Rico donde debutó a mediados de los años 1970 y fue uno de los luchadores más queridos, apodado como «El Jibarito de San Lorenzo».

Junto a «Invader #3» tuvo un breve pasaje en la WWC. En 1988 fue acusado del asesinato del también luchador Frank Goodish mejor conocido como «Bruiser Brody». Fue absuelto tras alegar que sus acciones fueron en defensa propia.

Mientras militó en WWC tuvo también a su cargo el puesto de booker y agente de talentos. Fue despedido de la WWC en 2002, debido a diferencias con los promotores. Un año después debutó en la empresa rival IWA, de donde se retiró en 2006. Regresó a la lucha libre en 2011, volviendo a trabajar para la WWC de Victor Jovica y Carlos Colon. En 2015 dejó la WWC y se sumó a las filas de World Wrestling League del promotor Richard Negrín. Biografía Y Carrera

El Invader, es si duda alguna uno de los más longevos y exitosos luchadores que ha dado la lucha libre boricua. José Huertas González, más conocido por su pseudónimo dentro de la lucha libre como El Invader I, nació en San Lorenzo, Puerto Rico. Con el paso de los años emigra a Estados Unidos, concretamente a la ciudad del viento, Chicago, donde tiene sus primeros contactos con la lucha libre. Empieza su carrera profesional en los años 60, y según propias palabras del Invader, sus primeros rivales en aquellos años fueron Harley Race, Larry Henning (padre de Curt Henning) y Dick The Bruiser. Su primer seudónimo dentro de las 12 cuerdas fue el Profeta y poco después un promotor le cambio el nombre por el de Sabú, con ese nombre estuvo luchando por unos 4 o 5 años. Al poco tiempo recala en la WWWF de Vince Mc.Mahon Sr., el cual le vuelve a cambiar el nombre y es rebautizado como José González. En la WWWF, no deja de ser un jobber y no llega a ganar ningún título importante como su compatriota Pedro Morales. Pasó unos 4 años con más pena que gloria en la plaza de los McMahon, para retornar en el 73 a Puerto Rico, cuando Carlos Colón y Víctor Jovica fundan Capitol Sports Promotions, futura WWC, y entra a formar parte de esta compañía. Aquí es donde nace el personaje del Invader. Huertas, nunca había luchado en Puerto Rico, ya que como hemos dicho con anterioridad sus comienzo fueron en Estados Unidos y debido a que su madre nunca acepto que su hijo luchara, decidió cubrirse el rostro con una máscara para ocultar su identidad, dándole un halo de misterio al que acompañaba la falta de un lugar de procedencia cuando era anunciado para una lucha. ¿Por qué Invader?, simple, porque era una especie de Invasor, de Invasor de la lucha libre boricua al no haber luchado nunca en su tierra. Durante su estancia en el germen de la WWC, tuvo grandes feudos con los nombres más punteros y referenciales dentro de la lucha libre de la isla; Carlos Colón, Dutch Mantell, Ox Baker, Michel Martel (y toda su familia), Chicky Starr, Abdullah “The Butcher”, Ray González, Bruiser Brody…son solo algunos de los nombres con los que este veterano ha batallado durante sus 33 años de carrera, en los que conquistó innumerables títulos (15 veces campeón por parejas, 1 vez campeón universal, 9 vez campeón de los pesos pesados de puerto rico, 4 veces campeón de los pesados de Norteamérica…y muchísimos más dentro de la WWC) además del reconocimiento por parte del estado Puertorriqueño a toda una carrera dedicada a la lucha. En 2003, el Invader se desvincula de la que había sido su casa dentro del mundo del wrestling por casi 30 años al dejar la WWC de Carlos Colón debido a una serie de problemas con este último y con Jovica. Recala finalmente en la competencia directa de la WWC, la IWA, en la que lucha desde junio de 2003 hasta el 16 de octubre de 2006. En su última lucha, El Invader José Huertas derrotó a uno de los máximos exponenciales de la lucha libre Boricua de finales de los 90, el ex-WWF Savio Vega. Lamentablemente y a pesar de haber sido un apasionado patriota, un teórico hombre de familia y toda una leyenda de la lucha libre Puertorriqueña, el mayor recuerdo que se tiene de José Huertas es el asesinato que perpetro el 16 de julio de 1988 contra uno de sus más duros rivales dentro del cuadrilátero, Bruiser Brody. Este suceso, conmocionó al mundo del wrestling, y supuso una puñalada mortal para la lucha libre en la isla, que vio como sus días de gloria se perdían inevitablemente por culpa de no saber llevar a buen terminó el choque de dos fuertes personalidades como fueron la de Goodish y Huertas. ¿Por qué se dio esta tragedia? ¿Por qué no se pudo arreglar?…esas preguntas han sido tratadas de resolver desde el día del suceso, aquí trataremos de exponer todas las teorías posibles sobre este terrible acontecimiento, que marco el mundo de la lucha libre.

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Un 16 de julio de 1988 en Bayamón:

La última incursión de Bruiser Brody fue el sábado 16 de julio de 1988 en la ciudad de Bayamón, una ciudad cercana a San Juan de Puerto Rico. El show se realizó en el estadio Juan Ramón Loubriel y en la cartelera estaban anunciadas las mayores figuras de la WWC. Carlós Colon, Invader I, Abdullah “The Butcher”, Bruiser Brody, Dan Spivey, Tony Atlas, Buddy Landell, TNT (Savio Vega), Dutch Mantell, Doug Furnas, los Youngbloods, harían las delicias de los aficionados que se encontraban en el recinto.

Pero si hemos de hablar del último combate de Frank Goodish, señalamos que se produjo un día antes de la terrible tarde de su asesinato, el día 15 de junio, Brody vio acción en un combate por parejas que le enfrentó a Abdullah “The Butcher” y Dan Spivey, en la esquina de Brody, a modo de compañero, curiosamente se encontraba uno de los hombres que más tendría que decir sobre su asesinato, Carlos Colón. El combate fue uno de los más salvajes que se recuerdan en la isla, por la intensidad mostrada por los contendientes durante el mismo. Al final de la lucha Brody y Spivey luchaban fuera del ring y el árbitro trataba de separarlos, mientras que dentro de las 12 cuerdas, Abdullah, con un objeto punzante, abría la frente de Carlos Colón para conseguir poco después la cuenta de 3. Los chicos malos vencieron, pero abrieron el camino al que hubiera sido el nuevo feudo para Brody, la denominada “Batalla de los gigantes” que le llevaría a enfrentarse por toda la isla contra el nuevo “monstruo” de la WWC, “Dangerous” Dan Spivey, pero como ya sabemos ese feudo nunca llegó, debido al asesinato de Brody, que sucedió debido a un cúmulo de discusiones y malentendidos.

Huertas había hablado en infinidad de ocasiones con el obstinado Brody, el cual era muy celoso de su dinero (siempre hablaba de cómo invertirlo y moverlo) y de su persona dentro del ring, lo que le convertían en alguien difícil de manejar en el bookeo, ya que siempre quería lucir por encima de su rival y esos no eran los planes que tenían para el en la empresa. La popularidad de Brody opaco en gran medida la del Invader I, y eso era otro de los ángulos que hacían muy espinosa la relación entre ambos, los celos por la popularidad de uno en detrimento de la propia. Otra de las razones rumoreadas de esa enemistad, era el deseo de Brody en invertir en la WWC, para acabar teniendo un cargo alto en la empresa, lo cual fastidiaba aún más a Huertas. Las cosas no fueron a peor antes gracias a la figura de Víctor Quiñónez, que mediaba entre ambos, ya que prácticamente no se llevaban más halla del cuadrilátero. Incluso llegó a tener problemas con el “teóricamente” afable Carlos Colón, el cual tuvo roces verbales con el cabezota de Nuevo México. Pero a pesar de esa tensión mal sana que imperaba dentro de los camerinos de la WWC, parecía que aquella tarde todo iba bien y a si se lo hizo saber Brody a Bárbara, su mujer. Ella no debía preocuparse. Bruiser Brody estaba pautado a tener un combate uno contra uno frente a Dan Spivey aquel día, pero nunca llegó. De hecho la tarde ya había empezado mal, ya que Brody había quedado para ir al evento con Huertas, pero este nunca llegó y finalmente fue con Tony Atlas y Dutch Mantell. Una vez en los vestuarios, se sucedió la tragedia. Hay diferentes versiones de la misma, la más secundada es aquella que dice que José Huertas, el cual llevaba una de sus manos envuelta en una toalla, acompañado por Carlos Colón y Víctor Rica, se acercó a Brody que estaba a punto de entrar en las duchas y le dijo que tenían que hablar de negocios, Brody le dijo de acuerdo, mientras seguía con paso firme hacia las duchas, en ese momento José Huertas agarro a Brody por la parte de atrás de su pelo y con la mano que le quedaba libre, reveló un cuchillo de cacería que llevaba escondido bajo la toalla y asesto varias puñaladas en el estómago y pecho de Brody, un terrible grito sacudió los vestuarios y los luchadores que estaban allí presentes, los cuales estaban en torno a la figura de Atlas viéndolo dibujar, corrieron al lugar de donde venia el sonido. Atlas fue el primero en llegar, ya que se encontraba dibujando en el vestuario, y fue el que recogió a Brody mientras se desplomaba diciendo:“estoy herido hermano, no dejes que el me hiera otra vez”.La policía llegó inmediatamente y comenzó a hacer preguntas a lo que Atlas solo pudo preguntar que alguien había apuñalado a aquel hombre que yacía en el suelo. Uno de los policías dijo que había sido un fan descontrolado, mientras que se hacían más preguntas al resto de luchadores allí presentes, los cuales dijeron no haber visto nada. Uno de los rumores más desagradables en torno a este tema, es el ofrecimiento que la WWC le hizo a Mantell para tener la boca cerrada, ya que poco después del suceso, Mantell se convirtió en booker de la empresa. Atlas asegura que todos los presentes estaban más preocupados en ese momento en sus luchas que en atender a su compañero, solamente los Youngbloods lloraron en esa tarde del 16 de julio de 1988. Otros rumores apuntan a que la ambulancia no fue llamada hasta pasados 45 minutos, tiempo más que suficiente para que el arma homicida desapareciera, la cual jamás se encontró, y otros rumores apuntan a que la ambulancia fue llamada inmediatamente por su amigo Víctor Quiñónez, pero que no llegó hasta pasados 45 minutos debido al tráfico que rodeaba las inmediaciones del estadio. Fuera como fuese, el arma desaprecio y hasta pasados 45 minutos Brody, no recibió una atención sanitaria eficiente. Nadie ayudó a unos pobres camilleros a levantar a Brody del suelo, solo Atlas. Mantell añadió que como el no había visto nada, no tenía porque ayudar. Brody le dijo a Colón:“cuida a mi hijo por mi”.

Aquel hombre savia que iba a morir aquella noche. Atlas acompañó a su compañero de profesión al hospital Centro Médico, donde se dice que su vida se paró sobre la mesa de operaciones a las 4:30 de la mañana del domingo 17 de julio de 1988. Corre el rumor de que murió desangrado debido a las heridas producidas por arma blanca que había sufrido, no durante una intervención médica. Las únicas personas que sabían que había pasado realmente eran Brody, Carlos Colón y José Huertas. Al día siguiente Atlas junto con Afa, fue a hablar con la policía para que les notificaran cuando habría un juicio. La policía nunca los llamó, según Atlas.

Una de las historias más sorprendentes que el propio Atlas recuerda de aquellos turbulentos días, es la conversación que mantuvo con TNT (Savio Vega) la misma noche del día después del asesinato de Brody, es decir, la noche del día en el que Atlas acompañado de Afa fue a hablar con la policía:

“Savio Vega, (TNT) came to my room that same night and said ‘go to the airport..don’t to go bed tonight, find the first airplane and leave if you want to see tomorrow’. So I left. I went back several times for different promotions. I was better friends with Jose than I was with Brody.”*

Atlas fue uno de los testigos clave que en teoría tenía la defensa para procesar a José Huertas, pero se negó a testificar (al igual que muchos otros luchadores presentes en aquellas duchas, como Mantell) alegando que el no había visto nada y que por lo tanto no podía aportar nada al caso.

Otra de las polémicas que suscito la noche de autos es la forma en la que fue atendido Brody en el hospital. La fuente oficial del hospital dice que murió en la mesa de operaciones a las 4:30 de la mañana del 17de julio de 1988. Pero rumores más siniestros indican que murió desangrado en la camilla en la que esperaba ser atendido por efectivos médicos. Tony Atlas, el único luchador que acompañó a Brody al hospital, recuerda que había como 30 personas heridas por arma blanca esperando a ser atendidas, y que por esa razón se tardó en atender tanto al luchador. Atlas, en una conversación telefónica dijo que había hablado en multitud de ocasiones con José (Huertas) y había vuelto a estar en Puerto Rico en muchas ocasiones, pero que jamás comento nada sobre el tema, ya que estando allí es de lo último que querrías y de lo que se te ocurriría hablar. Atlas en dicha conversación telefónica, añadió que, recibir una puñalada en la isla era igual que recibir un puñetazo en Estados Unidos, es decir que era algo relativamente normal, que eran mentalidades diferentes, y que si José hizo lo que supuestamente hizo, era la única forma en la que un hombre de su tamaño (El Invader José Huertas solo media 5 pies y 10 pulgadas) pudiera hacer verdadero daño a un hombre de las titánicas dimensiones de Brody. ¿Podrían haber salvado la vida los médicos a Brody si hubiera sido atendido con mayor celeridad? Atlas simplemente respondió: probablemente.

¿Acompañó alguien más a Atlas al hospital?…la respuesta es si, pero Atlas no recuerda su nombre, solo recuerda que era un exluchador ya retirado, mayor que el que le sirvió de intérprete para hablar con la policía aquella noche. Atlas añadió un par de datos más: sabía que el hombre que le acompañó acabó en silla de ruedas tras un accidente y que el hijo de este era luchador. Se sospecha que aquel hombre era Miguel Pérez Sr, el cual murió en 2005, pero no se sabe a ciencia cierta, como muchas más cosas de aquella aciaga noche de julio del 88.



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