Josefa de Zúñiga y Castro cumple los años el 4 de enero.
Josefa de Zúñiga y Castro nació el día 4 de enero de 1718.
La edad actual es 306 años. Josefa de Zúñiga y Castro cumplió 306 años el 4 de enero de este año.
Josefa de Zúñiga y Castro es del signo de Capricornio.
María Josefa de Zúñiga y Castro (4 de enero de 1718 - Madrid, 31 de mayo de 1771), condesa de Lemos y grande de España, después titulada marquesa de Sarria, fue una aristócrata e ilustrada española, presidenta de la Academia del Buen Gusto, una de las principales tertulias literarias madrileñas de la primera mitad del siglo XVIII.
Fue la última de los hijos de Juan Manuel de Zúñiga Sotomayor, XI duque de Béjar, y Rafaela de Castro y Portugal, después de Joaquín, conde de Belalcázar hasta que sucedió a su padre, y una hermana que murió niña. En 1735, cuando contaba diecisiete años de edad, se celebró su boda con su tío Ginés Fernando Ruiz de Castro, XI conde de Lemos -hermano de su abuela paterna la duquesa de Béjar y de su abuelo materno el marqués de Armunia-, dos veces viudo, que le aventajaba 52 años y había sido virrey de Cerdeña y capitán de las galeras de Nápoles. El matrimonio no tuvo descendencia, y el conde murió en 1741.
A partir de enero de 1749, la condesa viuda de Lemos comenzó a organizar en su palacio de la calle del Turco unas reuniones literarias mensuales que tomaron el nombre de Academia del Buen Gusto. Presididas por la condesa, de notada erudición y belleza, en las tertulias confluía la aristocracia ilustrada con las élites intelectuales. Así, formaron parte de la Academia tanto su hermano Béjar, el conde de Torrepalma, el duque de Medina Sidonia, el de Arcos o el conde de Saldueña como Luis José Velázquez, Ignacio de Luzán, José Antonio Porcel, Blas Nasarre, Diego de Torres Villarroel o Agustín de Montiano, todos provistos de pseudónimos líricos («el Humilde», «el Difícil», «el Justo desconfiado», etc.) que allanaban diferencias y permitían centrarse en el intercambio dialéctico.
Ese mismo año, la condesa se casó por segunda vez con el teniente general Nicolás de Carvajal y Lancaster, hermano del duque de Abrantes y del secretario de Estado José de Carvajal, que dirigía el gobierno de Fernando VI. Junto a su esposo, tomó entonces el título de marquesa de Sarria que tradicionalmente ostentaban los primogénitos de la casa de Lemos, pues debió considerarse la heredera de su tía materna la marquesa de Aytona, viuda y sin hijos, que había sucedido a su primer marido como XII condesa de Lemos.
La Academia del Buen Gusto continuó su andadura y alcanzó un enorme prestigio social, era la sede de la actualidad poética y teatral, los géneros literarios en voga. La marquesa de Sarria disponía de un teatro en su residencia y allí se representaron obras francesas de moda, de Nivelle de La Chaussée y otros autores, que los eruditos académicos traducían al castellano, además de sus propias creaciones. De hecho, la marquesa se subía con frecuencia al escenario, y sus contemporáneos le reconocen un notable talento para la actuación. Su colega académico el poeta José Villarroel describe así su interpretación de Castigando premia amor de Antonio de Zamora:
Sin embargo, el choque de corrientes entre la nueva estética neoclásica y los gustos tradicionales heredados del Barroco acabó provocando un enfrentamiento con dos bandos irreconciliables, y las reuniones de la Academia terminaron abruptamente en abril de 1751.
El marqués de Sarria murió en 1770, y al año siguiente lo hizo la marquesa, en Madrid, el 31 de mayo de 1771.
Ostentó estos títulos desde que se casó en 1735 con su tío abuelo el conde de Lemos, y a partir de 1741 lo hizo como viuda.
En 1749, después de su boda con Nicolás de Carvajal, adoptó el nombre de marquesa de Sarria, ahora por derecho propio y no como consorte, probablemente por considerarse la futura sucesora de la casa de Lemos, que a la muerte de su primer marido había recaído en la hermana mayor de su madre, la marquesa viuda de Aytona, que no tenía descendencia. Los primogénitos de los condes de Lemos usaban este título en vida de su padres, pero no era costumbre que lo hiciese un sobrino presunto heredero. Además, la marquesa tenía un hermano varón, el duque de Béjar, pero debió entender que existía incompatibilidad entre los mayorazgos de Béjar y Lemos, y que por tanto este último le correspondería a ella.
A pesar de estas circunstancias, no podemos suponerlo una mera pretensión privada, pues los marqueses de Sarria eran así nombrados en todas las comunicaciones oficiales de la época, como la Gaceta de Madrid y otros textos legales. Existió por tanto un cierto reconocimiento institucional, y de hecho el marqués fue creado grande de España de primera clase en 1755, a título personal, quizás como «adelanto» a que adquiriese esta categoría como conde de Lemos. La situación se habría regularizado si la marquesa de Sarria hubiese llegado a suceder esta casa, pero tanto el marqués como ella murieron antes de que lo hiciese la de Aytona en 1772, y el heredero acabó siendo su hermano el duque de Béjar.
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