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Línea Madrid-Ciudad Real



La línea Madrid-Ciudad Real fue una línea férrea española, de ancho ibérico, que estuvo operativa entre 1879 y 1988. El trazado poseía una longitud de 175,039 km y permitía el enlace ferroviario directo de Madrid con Ciudad Real.

Fue construida por la Compañía de los Caminos de Hierro de Ciudad Real a Badajoz (CRB) entre 1876 y 1879. Una vez entró en servicio este ferrocarril acabaría integrándose junto a la ya existente línea Ciudad Real-Badajoz para dar lugar a un único trazado bajo un mismo kilometraje, la denominada línea Madrid-Badajoz. Durante la mayor parte de su existencia prestó servicio con la compañía MZA y, posteriormente, con RENFE. El trazado se mantuvo operativo hasta enero de 1988, cuando fue clausurado en su mayor parte debido al inicio de los trabajos para la construcción de la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla.

Tras su cierre se ordenó el levantamiento de la vía y en la actualidad la línea se encuentra desmantelada en su práctica totalidad, con excepción de los tramos Madrid-Parla y Villaseca de la Sagra-Algodor, que se mantienen operativos.

En 1861 se constituyó la Compañía de los Caminos de Hierro de Ciudad Real a Badajoz (CRB), que nacía con el objetivo de construir una línea férrea que uniera Ciudad Real con Badajoz.[1]​ Hasta entonces la principal conexión ferroviaria de la capital con la región manchega había sido la línea Madrid-Alicante de la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA), que también controlaba la línea Manzanares-Ciudad Real. En 1876 la CRB obtuvo la concesión para construir un ferrocarril entre Madrid y Ciudad Real,[2][3]​ realizándose los trabajos con relativa rapidez debido al hecho de que las obras de construcción no encontraron grandes obstáculos geográficos. La línea sería completada e inaugurada finalmente en 1879.[4]​ La inauguración oficial se produjo el 3 de febrero,[5]​ pero no sería hasta el 1 de mayo del mismo año en que se abrió al tráfico de pasajeros.[6]​ Sin embargo, debido a la mala situación económica de la empresa, en 1880 la línea pasó a ser propiedad de la compañía MZA.[7]

En Madrid la CRB había construido unas nuevas instalaciones para acoger la cabecera de la línea, la estación de Madrid-Delicias, inaugurada en 1880.[8][9]​ Sin embargo, ese mismo año pasaría a manos de MZA cuando esta se hizo con el control de la CRB. Dado que ya disponía de la estación de Atocha, MZA terminaría vendiendo Madrid-Delicias a la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Cáceres y Portugal (MCP) en 1883. No obstante, los trenes a Ciudad Real continuaron saliendo de los andenes de Delicias hasta que finalizaron las obras de remodelación de Atocha en diciembre de 1892,[10]​ siendo esta estación donde se fijó la cabecera de la línea.

Por su parte, en Ciudad Real la CRB había construido la conocida como Estación Nueva, que tuvo un carácter pasante, pues la vía continuaba su recorrido y se unía con la línea Ciudad Real-Badajoz a través del Empalme de Torrubia, situado en el punto kilométrico 173,5.[11]​ Sin embargo, desde 1880 la compañía MZA dispuso de una estación en la capital ciudadrealeña, por lo que el tráfico se terminaría redirigiendo a esta y la Estación Nueva acabó perdiendo su utilidad original.

La línea Madrid-Ciudad Real era empleada principalmente por aquellos servicios ferroviarios que unían la capital con La Mancha y Extremadura. Ello se debía a que en Ciudad Real la línea enlazaba con otros trazados también propiedad de MZA, como eran la línea Ciudad Real-Badajoz o la línea Manzanares-Ciudad Real. En sus primeros tiempos también gozó de la categoría de ferrocarril internacional, pues unía Madrid con Portugal vía Badajoz. No obstante, tras la inauguración de la línea Madrid-Cáceres-Lisboa en 1880, paulatinamente fue perdiendo ese carácter «internacional» hasta limitarse al tráfico de trenes de ámbito regional.[11]

En torno a la estación de Algodor se articuló otro importante nudo ferroviario por ser el punto de encuentro entre las líneas Madrid-Ciudad Real y Castillejo-Toledo.[11]​ Esto permitió conectar Madrid con Toledo de una forma más directa que como se había hecho hasta entonces por el trazado tradicional. Además, a través de esta última línea se podían realizar conexiones desde Algodor con la Meseta y Levante mediante la línea Madrid-Alicante. Durante la década de 1920 entró en servicio un ramal —cuya bifurcación se encontraba cerca de la estación de Villaseca y Mocejón— que permitía el enlace de la línea con el ferrocarril Madrid-Cáceres.

En 1935 se construyó una nueva variante ferroviaria al este de Ciudad Real para la línea Madrid-Ciudad Real, por lo que se terminaría levantando el trazado original desde el punto kilométrico 167,8 y la Estación Nueva (pk 172,9) quedó definitivamente fuera de servicio.[11]​ El kilometraje de la línea se vio modificado como consecuencia de las obras, al sumar dos kilómetros más. Durante el transcurso de la Guerra Civil algunos tramos de la línea estuvo cortada tras ser interceptada por las fuerzas franquistas en varios puntos —como la estación de Algodor—, si bien la mayor parte del trazado quedó situado en la zona republicana.

En 1941, con la nacionalización de todos los ferrocarriles de ancho ibérico, las infraestructuras pasaron a manos de la recién creada Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE). Los años de la posguerra marcaron la decadencia del trazado Madrid-Ciudad Real como ruta internacional, especialmente tras el inicio en 1943 del servicio «Lusitania Express» entre Madrid y Lisboa a través de la línea Madrid-Valencia de Alcántara. Por el contrario, proliferaron los servicios Madrid-Ciudad Real-Puertollano-Badajoz.

En diciembre de 1970 se inauguró en el municipio de Pinto un cargadero industrial de Repsol-Butano, adscrito a esta línea. Entre 1967 y 1971 un buen número de estaciones de la línea fueron reclasificadas como apeaderos sin personal o, incluso, cerradas debido al bajo tráfico de pasajeros que tenían. También por esa época empezó a generalizarse el uso de la tracción diésel en esta línea en detrimento de la tracción vapor, que hasta entonces había sido predominante. Así las cosas, en mayo de 1975 se clausuró el depósito de locomotoras de vapor adscrito a la estación de Ciudad Real. Ello coincidió con la electrificación parcial de las instalaciones de Ciudad Real, en tanto que se había electrificado el tramo Ciudad Real-Puertollano y la línea Manzanares-Ciudad Real.

A comienzos de la década de 1980, RENFE acometió la modernización del inicio de la línea. Entre 1979 y 1981 el tramo comprendido entre las estaciones de Madrid-Atocha y Parla fue electrificado. Además, se duplicó la vía en esta misma sección de cara a la puesta en marcha de la línea C-4 de Cercanías Madrid con los automotores eléctricos de Serie 440 de Renfe. El resto del trazado no sufrió modificaciones significativas, con excepción de la apertura de dos nuevos apeaderos: Los Cisneros (1983) y Las Margaritas (1987).[11]

El 10 de enero de 1988 se efectuaron los últimos servicios del tramo de Parla-Ciudad Real, debido al inicio de los trabajos para la construcción de la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla. Si bien en un principio se planteó que el llamado Nuevo Acceso Ferroviario a Andalucía se realizara sobre una mejora de la línea existente Madrid-Ciudad Real de ancho ibérico,[12]​ finalmente se decidió que emplearía el ancho de vía europeo. Esto supuso que se terminase descartando la opción de reformar la línea Madrid-Ciudad Real.

Todos los servicios que tenían destino Extremadura y Portugal, fueron sustituidos por los prestados por las líneas Madrid-Talavera de la Reina-Cáceres-Mérida-Badajoz y Alcázar de San Juan-Daimiel-Ciudad Real-Badajoz.[13]​ El 11 de enero de 1988 se clasuró definitivamente la sección comprendida entre Parla y Ciudad Real,[11]​ con excepción del tramo entre Villaseca-Mocejón y Algodor, que se mantuvo en servicio. La mayor parte de dicho trazado fue desmantelado y las vías levantadas.



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