x
1

La aparición del ángel a san José



La aparición del ángel a san José, también conocida como El pensamiento de san José (en francés, L'Apparition de l'ange à saint Joseph o Le Songe de saint Joseph), es una pintura que Georges de La Tour realizó en torno a 1640. Está realizada en óleo sobre lienzo y sus dimensiones son 93 cm de alto y 81 de ancho. Se conserva en el Museo de Bellas Artes de Nantes.

Esta obra llegó al museo en 1810 tras ser comprada a François Cacault. Se trata de una de las primeras obras que fue conocida como de autoría de Georges de La Tour, junto con El recién nacido.[1]​ El hecho de que la firma del autor, en la parte superior derecha, aparezca truncada, indica que la tela era originalmente más amplia. Por sus colores, se considera que está muy relacionado con la obra San José carpintero.[2]

En el cuadro, un anciano se ha quedado dormido con un libro abierto en su regazo. LLeva un vestido largo y una especie de cinturón rojo a la altura del pecho. Frente a él, un niño o una niña está de pie con una mano a punto de tocar al anciano mientras realiza un gesto con la otra. En la parte central hay una mesa con un candelabro y unas tijeras. La llama de la vela que hay en el candelabro está casi totalmente oculta por el brazo extendido del infante.[3]

Puesto que se desconocía el tema del cuadro, inicialmente se denominó Viejo dormido al que despierta una niña, lo que sería un tema profano.[1]​ Luego se sugirieron diferentes interpretaciones, principalmente religiosas: la aparición de Samuel ante Elías, San Mateo y el ángel, San Pedro liberado por el ángel, o incluso una escena de hipnosis.[4]

Sin embargo, la interpretación mayoritaria considera que el tema de esta obra es uno de los tres sueños que, según el Nuevo Testamento, tuvo San José, en los que se le apareció el ángel y le dijo, la primera vez, que María tendría un hijo concebido por el Espíritu Santo al que debería ponerle el nombre de Jesús; la segunda, que huyera a Egipto con su familia para evitar las iras de Herodes y, la tercera, que regresara con su familia de Egipto porque el peligro había pasado.[3]

Un aspecto poco habitual de este tema en el cuadro es la representación de José leyendo.[3]​ Por otra parte, el niño carece de atributos como alas que, en las obras de otros pintores, sería un detalle iconográfico que lo identificaría como un ángel. En esta obra, el haz de luz que ilumina su rostro no puede proceder de la vela, que está tapada, sino que es una luz que irradia directamente de la persona y es una circunstancia que lo identifica como un ángel, junto con el gesto de la mano, la dificultad para identificar su género y el detalle de que su brazo extendido no proyecta sombra.[5]



Escribe un comentario o lo que quieras sobre La aparición del ángel a san José (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!