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La caída de Berlín



La caída de Berlín (en ruso, Падение Берлина) es una película de guerra soviética de 1950 y un ejemplo de realismo soviético, está dividida en dos partes, dirigida por Mikheil Chiaureli, producida por el estudio Mosfilm, el guion es de Pyotr Pavlenko y la música de Dmitri Shostakovich. Está protagonizada por Mikheil Gelovani como Stalin.

Esta película retrata la Segunda Guerra Mundial como una victoria personal de Stalin, idealizando al dirigente soviético y exagerando su papel en los acontecimientos, está considerada una de las representaciones más importantes del culto a la personalidad.

Alexei Ivanov, un trabajador de una fábrica de acero que supera su cuota de producción es escogido para recibir la Orden de Lenin y para tener una entrevista personal con Joseph Stalin. Alexei cae enamorado de la idealista Natasha, pero tiene dificultades para expresar sus sentimientos. Cuando conoce a Stalin, el dirigente le ayuda a entender sus emociones y le dice que recite una poesía a la mujer. Después de regresar de Moscú, Alexei confiesa su amor a Natasha mientras su ciudad está siendo atacada por los alemanes, que invaden la Unión Soviética.

Stalin pregunta a sus generales quién tomará Berlín, ellos o los Aliados Occidentales. Los generales contestan que capturarán la ciudad. Los avances de la Guardia soviética hacia Berlín son imparables, mientras Hitler tiene un ataque nervioso y reclama que sus soldados luchen hasta el final. Natasha está presa en un campo de concentración, pero la unidad de Alexei libera a los prisioneros antes de que los maten. Natasha se desmaya y él no la encuentra. Hitler ordena inundar las estaciones de metro para matar así a miles de civiles.

Hitler se casa con Eva Braun y juntos se suicidan. El general Hans Krebs suplica un alto el fuego. Stalin ordena aceptar sólo una rendición incondicional. Alexei es escogido para llevar la bandera de la victoria, al lado de Mikhail Yegorov y Meliton Kantaria. Tras la rendición de los alemanes, Stalin aterriza en Berlín, y es saludado por una multitud entusiasta de pueblos de "todas las naciones". Stalin pronuncia un discurso en el que pide la paz mundial. Entre la multitud, Alexei y Natasha se reconocen y se reúnen de nuevo. Stalin les acaba deseando paz y felicidad.

El culto a la personalidad de Stalin fue marginal durante la guerra.[1]​ Su persona solo apareció en dos películas,[2]​ pero tras la victoria de 1945, su culto se hizo más grande que nunca y fue bendecido como el arquitecto de la derrota de Alemania.[1]

Mikheil Chiaureli, el director favorito de Stalin, y el escritor Pyotr Pavlenko fueron elegidos por el Ministro soviético de Cine. Ivan Bolshakov, les instruyó a ambos para empezar La Caída de Berlín poco después de la estrenar El Juramento en julio 1946.[3]​ La película fue concebida como regalo del estudio a Stalin por su 70.º cumpleaños.[a 1][4]La Caída estuvo a punto de ser parte de un ciclo de diez películas que se denominarían los diez Golpes de Stalin, pero el proyecto nunca llegó a ser terminado.[3]

Stalin tomó un interés entusiasta en La Caída de Berlín.[5]​ Él intervino en el guion y eliminó una escena en la que un civil alemán persuade a un familiar suyo a huir del Ejército Rojo, ya que, según él, los civiles no debían temer a los Soviets.[6]​ Fue el primer largometraje sobre la Batalla de Berlín.[7]

Edvard Radzinsky dijo que su padre oyó como Pavlenko y Beria decían que El Juramento era una "película sublime", cuyo objetivo era identificar a Stalin con Jesús de Nazaret y a Lenin con Juan el Bautista. Radzinsky Añade que La Caída de Berlín acaba "con una apoteosis: Stalin llega por avión... vestido de blanco como un ángel que desciende de las nubes, se revela como el Mesías."[8]​ El historiador ruso Alexander Prokhorov creyó que la película estuvo influida por películas de propaganda Nazi.[9]

Chiaureli Trajo 10.000 extras soviéticos a Berlín para la filmación, y también contrató a muchos residentes locales para la secuencia del túnel. No fue capaz de rodar en el Reichstag pues esté estaba en la Zona británica de Berlín Del oeste y subsanó esto principalmente en los estudios Babelsberg.[10]​ Aun así, la mayoría de los episodios en la capital alemana fueron filmados en ciudades en ruinas de la Región Baltica.[11]​ Además, un modelo a escala de Berlín, de un kilómetro cuadrado, fue construido en los estudios Mosfilm. Esta miniatura era para crear las escenas de combate urbanas al final de Parte II.[12][3][13]

El Ejército soviético proporcionó cinco divisiones, sus formaciones de artillería de apoyo, tanques, aeronaves militares y 45 tanques alemanes para recrear las batallas. Durante la filmación, se consumieron 1,5 millones de litros de combustible.[6]

La Caída de Berlín fue una de las primeras películas en color que se hicieron en la Unión Soviética. Los productores utilizaron Agfacolor, tomado del estudio UFA en Neubabelsberg.[5]

La reacción del público a la película fue monitorizada por el gobierno. En un memorándum a Mikhail Suslov del 11 de marzo de 1950, dos oficiales del Partido Comunista de la Unión Soviética, informaron que algunos periódicos recibieron cartas de espectadores que criticaban varios aspectos de la trama.[14]​ El Coronel Yevgeni Chernonog, un veterano de guerra, vio La Caída de Berlín mientras estaba borracho y comentó: "¿Y de dónde vino ese ángel? [refiriéndose a Stalin] No le vimos allí." Por este comentario fue arrestado y condenado a ocho años en el Gulag.[15]

El crítico francés Georges Sadoul escribió en Les Lettres Françaises: "En la URSS, las películas han devenido en un medio para extender la ideología."[16]​ En Francia tuvo 815.116 espectadores.[17]

El historiador Nikolas Hüllbusch vio La Caída de Berlín como representación del fortalecimiento del poder político de Stalin ya que en la cinta, Lenin no tiene ningún impacto en la trama. En vez de ser el sucesor del fundador estatal, la legitimidad de Stalin es basada en su liderazgo durante la guerra.[18]

Denise Youngblood escribió que La Caída de Berlín elevó a Stalin a un estado nuevo: "el dios Stalin."[1]​ Richard Taylor señaló que se le ve como el único responsable de la victoria sobre Alemania. La calma de Stalin estuvo acentuada contrastándola a la rabia de Hitler, o a la simpleza de Georgy Zhukov, quién después de la guerra fue rehuido por Stalin.[5][19]Slavoj Žižek comentó que Stalin conquista a su pareja como un mago del amor.

En 1991, después de la disolución de la Unión Soviética, La Caída de Berlín tuvo su primera proyección pública en treinta y cinco años, durante el 48.º Venice Festival de cine Internacional.[11]

En 1993, Dušan Makavejev incluyó imágenes de la película en su película "Los gorilas se bañan a Mediodía".[20]

En 2003, la película fue restaurada por una compañía de Toulouse, en una calidad relativamente pobre.[21]



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