Las mujeres mandan

Las mujeres mandan es una película mexicana de 1937 dirigida por Fernando de Fuentes.^[1]​

La historia se desarrolla en un poblado del estado de Querétaro en donde Alfredo del Diestro interpreta a Isidoro, un cajero de banco que le cuenta a un colega que su familia abusa de él y decide dejar a su familia para seguir a una joven actriz de variedades (Chayito) interpretada por Marina Tamayo. ^[2]​

Una vez en la Ciudad de México se convierten en amantes y ella le pide que robe el banco para el que solía trabajar.^[3]​

Cuando Chayito la abandona éste restituye el dinero que tomó y regresa a su vida cotidiana.

Xavier Villarutia externó su crítica sobre la película mencionando esta como algo digno de atención debido a su música (por Hernández Moncada) y el tratamiento^[4]​ pues no se echa mano de canciones para distraer la acción.

“Somos como ése pájaro de barro del cenicero, que no puede volar” le dice Joaquín Coss a Alfredo del Diestro. ^[5]​ Refiriéndose al filme como una de las más afortunadas por las hechas por el director al margen del tema revolucionario.