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Latón



El latón es una aleación de cobre y zinc. Las proporciones de cobre y zinc pueden variar para crear una variedad de latones con propiedades diversas. En los latones industriales el porcentaje de zinc se mantiene siempre inferior al 50 %. Su composición influye en las características mecánicas, la fusibilidad y la capacidad de conformación por fundición, forja, troquelado y mecanizado. En frío, los lingotes obtenidos pueden transformarse en láminas de diferentes espesores, varillas o cortarse en tiras susceptibles de estirarse para fabricar alambres. Su densidad también depende de su composición. En general, la densidad del latón ronda entre 8,4 g/cm³ y 8,7 g/cm³. Su punto de fusión está entre los 900 y los 940 °C, dependiendo de la composición.

Si bien el bronce es, en cambio, principalmente una aleación de cobre con estaño, algunos tipos de latones se denominan 'bronces'. El latón es una aleación sustitucional que se utiliza para decoración debido a que su brillo le da un aspecto similar al del oro, para aplicaciones en que se requiere baja fricción, como cerraduras y válvulas, para fontanería y aplicaciones eléctricas, y, extensamente, en instrumentos musicales como trompetas y campanas, además de platillos de bajo coste (Power Beat, Paiste 101, 201 y en algunas cantidades de la serie Pst, Planet Z) por sus propiedades acústicas.

El latón es conocido por el ser humano desde épocas prehistóricas, incluso antes de que el mismo zinc fuese descubierto. Entonces se producía mediante la mezcla de cobre con calamina, una fuente natural de zinc. En las villas alemanas de Breinigerberg, un antiguo sitio romano, se descubrió donde existía una mina de calamina. Durante el proceso de mezclado, el zinc se extrae de la calamina y se mezcla con el cobre. El zinc puro, por otra parte, tiene un bajísimo punto de fusión como para haber sido producido por las técnicas antiguas para el trabajo del metal.

Aunque el latón se ha utilizado en distintas formas desde la prehistoria,[1]​ su verdadera naturaleza como una aleación de cobre y zinc no se entendió hasta el período posterior a la Edad Media, puesto que el vapor de zinc que reaccionaba con el cobre para formar el latón no se reconocía como metal.[2]​ La Biblia del rey Jacobo hace muchas referencias al "latón" (brass en inglés),[3]​ para traducir la palabra "nechosheth" (bronce o cobre) del hebreo al inglés arcaico. El uso en el inglés moderno temprano de la palabra "latón" puede significar cualquier aleación de bronce o cobre, una definición aún menos precisa que la moderna.

Los primeros latones pueden haber sido aleaciones naturales fabricadas mediante la fundición de menas de cobre ricas en zinc.[4]​ En la antigua Roma, el latón se producía deliberadamente a partir de minerales metálicos de cobre y zinc utilizando el proceso de cementación, cuyo producto era el latón de calamina. Variantes de este método continuaron usándose hasta mediados del siglo XIX.[5]​ Finalmente, sería reemplazado por el proceso de espelterizado, un sistema introducido en Europa en el siglo XVI que consiste en la aleación directa de cobre y zinc metálico.[4]

Históricamente, en ocasiones se ha hecho referencia al latón como "cobre amarillo".[6][7]

En función de su porcentaje de Zn, se reconocen tres grupos principales de latones. [cita requerida]

Algunas aleaciones usuales recibían nombres especiales; así, se llamaba “similor” a la aleación de cobre y zinc en proporción 80 a 20; “metal del príncipe Alberto” a la misma aleación en proporción 84 a 16; y “crisocola” a la de 82 partes de cobre, 6 de zinc y 6 de estaño.[8]

Los latones, de acuerdo a los elementos minoritarios que intervengan en la aleación, son maleables únicamente en frío, y no en caliente, y algunos no lo son a ninguna temperatura. Todos los tipos de esta aleación se vuelven quebradizos cuando se calientan a una temperatura próxima al punto de fusión.

El latón es menos duro que el cobre, pero fácil de mecanizar, troquelar y fundir, es resistente a la oxidación, a las condiciones salinas y es maleable, por lo que puede laminarse en planchas finas. Su maleabilidad varía según la composición y la temperatura, y es distinta si se mezcla con otros metales, incluso en cantidades mínimas.

En el latón al plomo, el plomo es prácticamente insoluble en el latón, y se separa en forma de finos glóbulos, lo que favorece la fragmentación de las virutas en el mecanizado. También el plomo tiene un efecto de lubricante por su bajo punto de fusión, lo que permite disminuir el desgaste de la herramienta de corte. El latón admite pocos tratamientos térmicos y sólo se realizan recocidos de recristalización y homogeneización.

El latón tiene un color dorado, por lo que se utiliza en bisutería y elementos decorativos.[8]​ Otras aplicaciones de los latones abarcan los campos más diversos, desde la calderería hasta el armamento, soldadura, la fabricación de alambres, tubos de condensador, terminales eléctricos y acuñación de monedas. No es atacado por el agua salada, de ahí que se use en las construcciones de barcos, en equipos pesqueros. También está presente en la fabricación de muchos instrumentos musicales de viento (como trompetas, tubas, saxofones, algunos clarinetes y flautas...), lengüetas sonoras para armonios, acordeones y registros de lengüetería para órganos musicales. Además, por su acción antimicrobiana, se usa en los pomos de las puertas en los hospitales, que se desinfectan solos a diferencia de los no metálicos.

Dentro de las aplicaciones decorativas, se emplea sobre todo para la confección de lámparas, barras de cortina y para algunas piezas trabajadas dentro de la orfebrería. Los países que mayor consumo demuestran en este tipo de enseres son los países del este de Europa, bálticos o de la antigua Unión Soviética.[cita requerida] También los países árabes, principalmente los mayores productores de petróleo, e incluso algunos países asiáticos.

El latón no produce chispas por impacto mecánico, una propiedad atípica en las aleaciones. Esta característica convierte al latón en un material importante en la fabricación de envases para la manipulación de compuestos inflamables, y herramientas para uso en cercanía de gases inflamables. Por su fácil mecanizado y buen precio de las virutas recicladas, se usa mucho para la fabricación de válvulas industriales. Asimismo se utiliza en la fabricación de hélices de barco por su resistencia a la cavitación, e incluso en algunas carcasas de ordenadores donde se sitúa la placa base.



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