Los Pepes (acrónimo de Perseguidos por Pablo Escobar) fue un grupo paramilitar conformado por narcotraficantes exsocios de Pablo Escobar y financiado principalmente por la cúpula del Cartel de Cali, argumentando ser perseguidos por Escobar.
En septiembre del año 1992 Fidel Castaño, Carlos Castaño Gil, Diego Fernando Murillo y Rafael Galeano se reunieron para crear la estructura de la organización Los Pepes. Fidel y Carlos Castaño ya habían hecho enlaces con la cúpula del Cartel de Cali para contar con su apoyo financiero y de provisión de armas, y optaron comenzar para enero de 1993 la operación de dicha organización criminal con el fin de asesinar a Escobar. El estado colombiano al servicio de la Dea siempre supo de la existencia de estos grupos.
La alianza estratégica de Fidel y Carlos Castaño con la cúpula del Cartel de Cali se debió a que estos eran enemigos de Escobar por las rencillas que este libró contra alias Pacho Herrera, uno de los cuatro líderes de la cúpula del cartel de Cali, mientras que también estaba compuesta por personas de la élite antioqueña que iban en busca de venganza personal, y de varios miembros del Bloque de búsqueda, del gobierno nacional, de sus organismos de inteligencia: como el DAS, y de las autoridades estadounidenses como la DEA.
Su líder, Fidel Castaño, excolaborador de Escobar, y el equipo, eran apoyados en materia financiera por los cabecillas del Cartel de Cali, quienes para la época eran los máximos competidores del cartel de Medellín en el narcotráfico.
Después de años de violencia y del periodo conocido como narcoterrorismo, se presentaron divergencias al interior del Cartel de Medellín, lo que generó alianzas de toda clase de enemigos de Pablo Escobar. Cuando Pablo Escobar se encontraba detenido en la cárcel de La Catedral, se dio la muerte de los hermanos Gerardo Moncada y Fernando Galeano el día 3 o 4 de julio del año 1992, además se salvó de morir Diego Fernando Murillo "Alias Don Berna" y Rafael Galeano suerte con que no contaron Mario Galeano y William Moncada que fueron asesinados por orden del mismo Pablo Escobar, debido al robo de una caleta de 20 millones de dólares de John Jairo Posada Valencia alias el Titi y Mario Castaño alias Chopo a los hermanos Galeano y Moncada. Este fue presuntamente el causal de la enemistad con muchos de sus antiguos socios, aunque otras versiones afirman que los hermanos Galeano y Moncada estaban empezando a tener alianzas de negocios con el Cartel de Cali, enemigos de Pablo Escobar. Tras la muerte de los Galeano y los Moncada, la hermana del Negro Galeano "Mireya" habló con Rodolfo Ospina Baraya alias Chapulín (nieto del expresidente Mariano Ospina Pérez) y, con un vídeo de cámara de seguridad a lado de su casa, va a donde el fiscal General de la Nación Gustavo de Greiff Restrepo y le informa lo que sucedió con sus familiares y este le informa al Presidente de la República en ese momento César Gaviria y él ordena al ejército trasladar de prisión a Escobar a una guarnición militar para luego definir su situación jurídica que era trasladarlo a otra cárcel en el país, después Escobar retiene al viceministro de Justicia Eduardo Mendoza De la Torre y al director de prisiones Hernando Navas Rubio haciéndoles confesar sus propósitos dentro de La Catedral. Sin embargo, según testimonio de Jhon Jairo Velásquez alias "Popeye" manifestado ante los medios, hizo saber que una de las razones fundamentales para la división entre Escobar y los hermanos Castaño (futuros líderes de los PEPES) desde antes, habría sido una reunión privada efectuada en enero de 1990 en la que Pablo Escobar citó al entonces candidato presidencial de izquierda Bernardo Jaramillo Ossa, para advertirle sobre el riesgo que corría de perder la vida por parte de los mencionados hermanos Castaño a través del DAS. Los hermanos Castaño a su vez se habrían enterado de esto, y estando ellos identificados con la derecha, tomaron aquella reunión como un acto de traición por parte de Escobar.
Otros aducen intereses económicos dentro del mismo Cartel de Medellín y que surgieron a partir de una guerra entre las mafias de la cocaína por intereses del negocio. También se habla de diferentes actitudes hacia los Estados Unidos y hacia el estado colombiano que habría generado las discrepancias. Altos oficiales del Bloque de búsqueda cooperaban con ellos y trabajaban estrechamente en conjunto con Los Pepes.
El 22 de julio de 1992, Pablo Escobar y un número importante de lugartenientes se fugaron desde la cárcel de la Catedral en Envigado. De inmediato se trasladan fuerzas especiales de Estados Unidos que incluían la DEA, la CIA, la Fuerza Delta, entre otros, quienes conjuntamente con la policía colombiana y el Bloque de búsqueda iniciaron una feroz cacería de Pablo Escobar. Al tiempo los Pepes atacaron al cartel de Medellín y más directamente a amigos, familiares y socios de Pablo Escobar, haciendo en la práctica y de facto una alianza para eliminar al narcotraficante colombiano.
Aunque inicialmente "Los Pepes" fueron un grupo anónimo cuyos comunicados miembros y métodos permanecían ocultos y continuaron así a lo largo de varios años se ha podido establecer que los jefes militares eran los hermanos Fidel y Carlos Castaño Gil y también Diego Fernando Murillo alias "Don Berna", apoyados desde la rama financiera por los cabecillas del Cartel de Cali y Rafael Galeano, hermano que sobrevivió de los Galeano, además de la alianza con el coronel Danilo González de la Policía Nacional. En el libro "Mi confesión" de Mauricio Aranguren Molina, Carlos Castaño cuenta pormenores de su versión sobre la creación de Los Pepes, en la que él mismo habría sido inclusive el ideador del nombre de la organización. La que según él, colaboraba con el Bloque de búsqueda ya que el mantenía ("y siempre tuvo", según sus propias palabras) varios amigos dentro de las Fuerzas Militares.
"Los Pepes" actuaron con las mismas tácticas intimidatorias que usaba el Cartel de Medellín. Las acciones fueron numerosas, pero cabe destacar la destrucción de dos haciendas que pertenecían a Hermilda Gaviria (madre de Escobar), la muerte del abogado Guido Parra el 31 de enero de 1993, el asesinato selectivo de escoltas, lugartenientes y contadores. Se caracterizaron por el uso continuo de explosivos en sus acciones a su vez profundizando el baño de sangre que vivía la nación.
La amenaza permanente sobre la esposa e hijos de Pablo Escobar tendría un efecto desestabilizador sobre el jefe del Cartel. La muerte de Pablo Escobar, el 2 de diciembre de 1993, marcó el fin de la alianza y de "Los Pepes". Algunos de sus miembros se consolidarían como líderes de las autodefensas, que se agruparían años después bajo el nombre de AUC (Autodefensas Unidas de Colombia). Jorge Avendaño, alias "El Cocodrilo", fue asesinado en Costa Rica en 2002 por este mismo grupo luego de haber finiquitado sus asuntos con este cártel en 1999.
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