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Los dioses de Pegãna



Los dioses de Pegãna recopila las historias de los dioses creados por Lord Dunsany. Estos dioses existieron antes que Allah y de los dioses del Olimpo. Dunsany comenzó a escribirlo en 1904 pero fue publicado por primera vez en 1905 por Elkin Matthews. Más tarde en 1911, Pegana Press la publicó. Cuenta con ilustraciones de S. H. Sime. Su siguiente publicación El tiempo y los dioses en 1906 continúa las historias, esta vez enfocándose en el tiempo. [1]

En medio del Comienzo, el Destino y la Suerte decidieron que Maya-Yood Sushai fuera el creador. Quienquiera que haya ganado el juego, le encomendó a Maya-Yood Sushai crear a los dioses.

Se localiza en el Mar Central. En un principio estaba en total silencio, excepto por el tambor de Skarl. Era el Medio de Todo.

Un jardín más digno que todos los demás en la Tierra. Estaba en un valle y miraba hacia el Sur. Lugar de descanso de Sish y donde las flores crecen mientras los dioses son jóvenes. Ahora los dioses no caminan ahí.

Hay siete desiertos (el de los rastros de los viajeros dignos, el de los rastros, el que no ha sido pisado por los hombres, el de arena, el de polvo, el de piedras y el Desierto de Desiertos). La ciudad donde la caravana termina.

Por tres años, este valle sufrió de hambruna y guerra.

Está en la ciudad de Aradec. Se cree que en el domo del Pasillo de la Noche está escrito en una lengua desconocida el Secreto de las Cosas.

Templo de Mana-Yood Sushai. En él no se puede rezar ni hacer nada que no sea descansar. Se localiza en Sundari, más allá de las planicies.

Fluye por los cielos y los Mundos hasta el Borde de los Mundos. Es un río de silencio.

Están en el medio del Tiempo. Cada millón de años, los dioses juegan un Juego. Es el siervo de Sish y de todos los dioses. Se dice que un día Tiempo se opondrá a los dioses y buscará matarlos, a todos excepto a Mana-Yood Suashi.

Es el dios supremo y creador de todas las demás deidades, elegido por el Destino y la Suerte. Una vez que creó a los dioses, se fue a descansar por millones de años. Cuando Mana-Yood Sushai despierta, todos los dioses y sus creaciones desaparecen y creará nuevos dioses. Aunque todos saben de su existencia, ningún hombre le puede rezar. Algunos piensan que todo lo que existe es tan sólo sus sueños. Dios del Haber Hecho y del Descanso.

Creado por Mana-Yood Sushai. Su tambor mantiene dormido a Mana-Yood Suashi y se mantiene a los pies de éste. Algunos piensan que los Mundos y los Soles son los ecos del tambor que resuenan en los sueños de Mana-Yood Suashi. Skarl debe de hacer sonar su tambor todo el tiempo para no despertar a Mana-Yood Suashi y que los dioses puedan realizar sus propósitos. Una vez que se detenga, caminará hacia el vacío y esperar a que haya otro dios a quien pueda servir. Sólo se escucha su tambor, pues los dioses hablan con sus manos o despertarán a Mana si hablan.

Dio origen a las bestias en la Tierra, creando Vida. En el segundo Juego, cubrió a la Tierra de Hombres. Fue el primero en romper el silencio y hablar como los hombres.

Señor de todas las muertes entre Pegãna y el borde. Celoso por la creación de bestias de Kib, creó a la Muerte y la envió a la Tierra. Camina en todas partes todo el tiempo. Puede quitarle la vida a todo al que le haga su seña.

El destructor de horas. Tiene a su servicio a Tiempo. Está después de Kib que trae Vida y antes de Mung que trae Muerte. Destruyó las ciudades e hizo que Tiempo devorara todo, excepto Wornath-Mavai.

Encomendó a los hombres a rezar a los dioses Pequeños, en lugar de a Mana-Yood Suashi. Es el señor de todas las aguas del mundo. Su alma está en el Mar, por lo que todo llega al Mar. Es un dios más feliz que los demás.

El dios de la alegría y de los juglares melodiosos. Se considera a sí mismo inferior a los dioses Pequeños. Se dedica a pintar cada día dos cielos (uno azul en el día y otro, oscuro en la noche) diferentes para que los Hombres no se aburran de ver lo mismo siempre. Hizo una melodía del río y robó el himno del bosque. Sus sonidos están en todo lo que se mueve. Talló sus tubos de órgano en el interior de una montaña para que los vientos lleven la melodía a todos. Los vientos son sus siervos.

Es el dios de los pequeños sueños y las fantasías. Manda sueños cada noche para complacer a la gente de la Tierra.

El dios del ir. Conoció a los Mundos antes que hubiera luz en Pegãna y bailó en el Vacío. Envió a todos los ríos de las montañas al Mar. Habló al Viento del Norte para que dejara de estar quieto. Hizo que los hombres salieran de sus casas y viajaran. En su templo está grabado en oro: Yarinareth, Yarinareth, Yarinareth; que significa “más allá”. Su templo ve al Este hacia el Mar, donde está tallado.

Sus ojos miran el Final. El Dios del Destino. Su instrumento es la Vida. Cuando Dorozhand cumpla su cometido, Kib irá con Mana-Yood Sushai y lo despertará. Tallada a imagen del dios Hoodrazai.

Dios que descubrió el secreto de Maya-Yood Sushai y sabe cómo hacer dioses. Solía ser el dios de la alegría hasta que descubrió el secreto y dejó de ser alegre.

El ojo de los residuos. Es una montaña viviente en el Desierto de Desiertos. En su base está grabado: “Al dios que sabe”.

Señor de los siete cielos. Padre de las tormentas y escritor de los truenos.

Según Roon los dioses caseros no viven en Pegãna y son inferiores a él y a los hombres.

Los dioses, temerosos de que su Secreto se revelara, pusieron un velo entre ellos y su ignorancia.

Lo que no es ni dios ni bestia. Sólo gira las páginas del Gran Libro, el Esquema de las Cosas, hasta el Final cuando la página diga: “El final es por siempre”. La página blanca es el día y la negra, la noche. Se sienta detrás de los dioses. Nunca responde a rezos.



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