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Lucila Sarcines Reyes



Lucila Justina Sarcínes Reyes (Lima, 19 de julio de 1936 - Ibid., 31 de octubre de 1973), más conocida como Lucha Reyes, fue una cantante afroperuana de música criolla. También era conocida por los seudónimos: "La Morena de Oro del Perú"[1]​ y "La Reina de la Popularidad".

Falleció el 31 de octubre de 1973, fecha en la cual, coincidentemente, se celebra el Día de la Canción Criolla en Perú.[2][3]

Lucila Sarcines Reyes nació en la Calle Aromito (hoy conocida como Jirón Sechura) en el distrito del Rímac.[4]​ Fue hija de Tobías Sarcínes y de Lucila Reyes, una lavandera de condición modesta. Tuvo más hermanos, no sabiéndose la cantidad exacta (algunos diciendo que tuvo hasta quince), pero todos de la unión Sarcines-Reyes.

A la edad de 5 años, debido a la precariedad económica, Lucila empezó a cantar en las calles para conseguir dinero. Sin embargo, en 1942 fallece su padre. Su madre adquiere entonces una nueva pareja la cual, lejos de cumplir un rol paterno, la maltrataba tanto física como psicológicamente. Tiempo después, un incendio, originado por un lamparín que iluminaba su vivienda, hizo que la familia se trasladara a los Barrios Altos, una zona limeña caracterizada por ser la llamada Cuna del Criollismo.

Debido a la agudización de los problemas económicos, su madre tomó la decisión de enviarla al Convento de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, a cargo de religiosas franciscanas.[5]​ Ellas la formaron hasta el tercer grado de primaria y le inculcaron valores que la caracterizarían posteriormente: su proximidad con los humildes y su visión de la vida desde un punto de vista humano.

Años más tarde, contrajo matrimonio civil con Jorge Henry Casquero, sargento de la Guardia Civil, relación que estuvo marcada por la violencia y duró corto tiempo. Pasado un periodo, tuvo una segunda relación de la cual no se tiene información alguna; sin embargo tampoco en ella fue feliz. Fruto de esa relación, Lucila concibe en 1952 a su primer hijo Humberto Cueto Sarcines, y en 1953 a Alejandro Cueto Sarcines. Cuando sus hijos crecieron, llegó a adoptar a una niña llamada Beatriz Rivera, a quien crio como suya; esto lo hizo hasta el final de sus días.

Antes de ser conocida como cantante y artista, Lucila trabajó vendiendo periódicos en las calles de los Barrios Altos, así como laboró de lavandera, cocinera, lustrabotas y trabajadora del hogar.

A mediados de la década de los años 1950, participó sin proponérselo en un programa de aficionados de la popular Radio Victoria, llamado El Sentir de los Barrios; debutando con el vals de Sixto Carrera "Abandonada", teniendo un gran éxito. En esa ocasión, la acompañaron en las guitarras: Bernardo Herrera y Guillermo Ocharán.

Sin embargo, Lucila empezó a sufrir descompensaciones, fatiga, y constantes inconvenientes respiratorios, llegando incluso a toser sangre. Posteriormente, unos exámenes médicos arrojan como resultados diabetes, edema, disnea,[6]​ y se interna en 1959 en el Hospital Hipólito Unanue (en ese entonces llamado Bravo Chico), donde permaneció todo un año internada y en observación. Sin embargo, debido a su espíritu alegre y cooperador, se ganó rápidamente la simpatía y el cariño, tanto de las religiosas como del cuerpo médico.

En 1960, luego de ser dada de alta y aparentemente haber controlado sus problemas de salud, volvió al canto. Esta vez con el nombre artístico de Lucha Reyes, se presenta en el Teatro Pizarro de los Barrios Altos, donde tiene nuevamente éxito con el vals "Abandonada". En una de esas presentaciones Gonzalo Toledo, bohemio descubridor de talentos, la escucha y luego la visita en la casa de su entonces suegra en la Quinta Santa Clara. Fue Toledo quien la presentó al animador y locutor hípico Augusto Ferrando el cual, luego de algunas pruebas, la integró a la famosa Peña Ferrando.[4]

Con el grupo de Ferrando, realizó presentaciones tanto en Lima como en el interior de Perú: cantando, actuando e imitando a las extintas Celia Cruz, Olga Chorens, Toña la Negra y a Celina González. Permaneció en la Peña hasta inicios de 1970.[5]

A mediados de los años 1960, Piedad de la Jara la contrató para trabajar en la Peña Karamanduca, una de las mejores peñas que existieron en la capital. Las presentaciones de la artista en dicho local criollo representaron una de sus mejores épocas en su carrera como cantante.

Entre 1962 hasta 1964, Lucha registró sus primeras canciones, con la disquera "El Virrey Industrias Musicales", recopilando un mini long play en 1969, con seis temas llamado "Lucha Reyes con Acompañamiento de Orquesta". Entre los títulos que se encuentran en aquel disco se hallan el vals de Laureano Martínez, Fatalidad; así como dos boleros "Tú me Acusas" de Carlos Salazar y Mi Desdén de Luis Dean.

En noviembre de 1970, la compañía Fabricantes Técnicos Asociados (F.T.A), sello discográfico representante de la pujante empresa norteamericana RCA Víctor, la contrató por intermedio de Viñico Tafur, firmando un contrato exclusivo para esta empresa musical.

El 11 de diciembre, realizaron su presentación ante la prensa, así como también la de su primer trabajo discográfico de larga duración, en el Hotel Crillón de Lima. Desde ese momento, el empresario argentino Nilo Marchand, gerente de la compañía, se convirtió en su representante. En esa placa titulada "La Morena de Oro del Perú" grabó su primer éxito comercial, el vals de Augusto Polo Campos, Regresa; cautivando así al público peruano.[7]​ Destacaron además en esa placa especial Tu Voz, de Juan Gonzalo Rosé y Víctor Merino; Aunque me Odies, de Félix Figueroa; Como una Rosa Roja y Soy Peruana, Soy Piurana, de Gladys María Pratz: José Antonio y La Flor de la Canela, de Chabuca Granda; Que Importa, de Juan Mosto; y Cariño Malo de Polo Campos.

En 1971, grabó su segunda placa asesorada musicalmente por Rafael Amaranto: "Una Carta al Cielo", donde se hicieron éxitos: Jamás impedirás, de José Escajadillo; Una carta al cielo, de Salvador Oda; Propiedad privada, de Modesto López; y Ya ves de Augusto Polo Campos. Durante este periodo su salud volvió a resentirse, siendo internada por segunda vez en el Hospital Hipólito Unanue, donde se le detecta hipertensión arterial e insuficiencia cardiaca.

Su segundo internamiento no pasó desapercibido puesto que se convirtió en una cantante muy reconocida y solicitada, lo que produjo constantes visitas de diferentes personas al nosocomio, tanto de conocidos como desconocidos, para verla.

A mediados de año, recibió un disco de oro por su grabación, Regresa. Casi al mismo tiempo, obtuvo su propio programa radial que duraría hasta 1972 en Radio Unión llamado "Primicias Criollas" que llevaba el auspicio de la fenecida fábrica textil "Benson Polyester". Compartió junto a los locutores Enma Cabrera y Antonio Boza Flores hasta mediados de 1973, momento en el cual se muda a Radio Victoria acompañada entonces por el locutor Carlos Alfonso Delgado. La entrada a su programa, hasta hoy recordada, era:

Tuvo una estrecha relación amical con Consuelo Gonzáles Posada, esposa del entonces presidente de la República, el general Juan Velasco Alvarado, quien financió el primer trabajo discográfico de la artista, además de una persona infaltable a las presentaciones que ofreciera en la capital y quien también brindó auxilio médico a la artista, ante cualquier eventualidad en sus presentaciones en provincia.

En 1972, lanzó al mercado su tercer larga duración: "Siempre Criolla", con un régimen más moderado que no pudo conservar por mucho tiempo, ya que los contratos se hicieron cada vez más frecuentes. Éxitos como Corazón, de Lorenzo Humberto Sotomayor; De Puerta en Puerta, de Augusto Polo Campos; Déjalos, de Félix Pasache; y Sonrisas, de Pedro Espinel.

Ese mismo año fue invitada por la colonia peruana en los Estados Unidos, viajando la segunda quincena de julio, donde triunfó apoteósicamente en el Waldorf-Astoria de Nueva York y Chicago; sin embargo su médico de cabecera Eduardo Zuleta, viendo el incumplimiento del tratamiento producto de sus constantes giras, la volvió a hospitalizar debido a que los controles médicos que se realizaban mensualmente ya no hallaban mejoría sino más bien complicaciones; por lo que a inicios del año 1973 los médicos le prohibieron las actuaciones definitivamente.[8]​ En ese lapso de tiempo, le pide a los compositores Augusto Polo Campos y Pedro Pacheco que le hiciesen una canción de despedida. Polo Campos, entonces, le compone el vals Espera, Corazón, que ella estrena el 18 de enero, aniversario de la ciudad de Lima. Sin embargo, el empeoramiento de su diabetes produjo en ella un cuadro patológico cardiaco. A mediados del año empezó a presentar dificultades oculares.

En esta última etapa ya conocía a su último compromiso, el guitarrista Ausberto Mendoza, quien con amor íntegro y desinteresado, atendía a la cantante en todo los aspectos, y la acompañó hasta sus últimos momentos de vida.

Lucha Reyes visitó una tarde de mayo al compositor Pedro Pacheco en su domicilio, quién le entrega el vals de despedida que le había pedido la cantante. Este vals, llamado Mi última canción, dio título a su cuarto y último larga duración. De ésta grabación salen los éxitos: Soy Tu Amante, de Rafael Amaranto; Amor de una Noche, de su amiga personal y asistente Pilar Quenés; Que Viva Chiclayo, de Luis Abelardo Núñez; y Así lo quieres Tú, de Pedro Pacheco.

A mediados de agosto, su estado físico empezó a deteriorarse de manera rápida y notoriamente, teniendo ya que depender de una silla de ruedas. En el mes de octubre hizo sus últimas apariciones en público, viéndosele aún el 28 de ese mes en el homenaje que le hizo al Señor de los Milagros, día central de su recorrido procesional; sin esperar que sería la última vez que le rendiría tributo.

Algunos recuerdan que aquella mañana estaba con el hábito morado, peluca plateada, en silla de ruedas y con lentes oscuros.

La mañana del miércoles 31 de octubre de 1973, fue invitada a una misa en la Asociación Peruana de Autores y Compositores (APDAYC), por el Día de la Canción Criolla. Mientras iba en su vehículo que la trasladaba desde su casa en el distrito de La Victoria hacia el local, en las intersecciones de las avenidas Wilson y Uruguay, sufrió un infarto. Inmediatamente fue trasladada al servicio de urgencia de la Clínica Internacional, donde llegó sin vida a las 9:45 de la mañana. Los médicos de guardia confirmaron el deceso. Había perdido la batalla contra la diabetes a la edad de 37 años.[9]

Sus restos mortales fueron conducidos hacia el C.S.M. "El Sentir de los Barrios" en Lima (lugar en el cual laboró y se descubrieron sus dotes como cantante), donde se instaló la capilla ardiente. Para los funerales, la cantante fue maquillada y peinada con su mejor peluca, como fue su deseo; así como también el ser velada en dicho centro musical. Sin embargo, al verse superado la capacidad del local, los restos fueron llevados a la Casa de la Cultura en Lince. La prensa escrita anunció el deceso con llamativos titulares. Inclusive el afamado compositor, Augusto Polo Campos, interrumpió la transmisión en vivo del programa del Tío Johnny para anunciar la muerte de la cantante.

El jueves 1 de noviembre, el féretro fue trasladado en carroza desde Lince a la Iglesia de San Francisco, donde se celebró una emotiva misa de cuerpo presente a las 11:00 de la mañana. Su sepelio fue multitudinario: 30.000 personas presentes.[8]​ Luego de la misa, una muchedumbre se opuso a que fuese trasladada de vuelta en carroza fúnebre, llevándola en hombros y coreando sus canciones en un recorrido de tres horas y unos seis kilómetros hasta el Cementerio de El Ángel, donde fueron sepultados sus restos.

En 1974, su sello discográfico lanza al mercado al conmemorarse el primer aniversario de fallecimiento, un disco que contenía temas inéditos, y lo plasma en la placa póstuma: "Lucha por Siempre... Lucha", en esta obra se lanzaron temas como "El Último Brindis", de Augusto Polo Campos; "Lloro en Silencio" de Benigno Tafur con Aquiles Antayo, la novedad fue el huayno; "Llaulillay" de Graciano Puente de la Vega.

En 1991 su vida fue llevada a la televisión, en la polémica serie llamada "Regresa", que tuvo como protagonista principal a la actriz Zonaly Ruiz. "Regresa" fue dirigida por Michel Gómez y escrita por Eduardo Adrianzén.

En el 2010 se lanzó el documental "Lucha Reyes: Carta al Cielo" producido por el escritor y documentalista Javier Ponce Gambirazio el mismo que gana el Festival de Lima.

En el 2018, se estrenó la obra de teatro "Lucha Reyes, sin decirte adiós", escrita por el actor y dramaturgo Eduardo Adrianzén e inspirada en la vida de la artista. Estuvo dirigida por Rómulo Assereto y protagonizada por Anaí Padilla. [10][11]

No se han considerado los aproximadamente quince discos de 45 r.p.m, donde hay temas que no fueron incluidos en los larga duración son el caso de "Malabrigo", "Dos Cartas", "La Canción del Porvenir", "Camarón", "Anhelos", "Abandonada", "Chiclayanita" , "Mi Primera Elegía", "Escucha mi Canción", "Busco Ternura", "Desesperanza"...entre otros, muy aparte de estos temas en las producciones existen otros contenidos que a continuación se mencionan:



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