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Luna nueva



Luna nueva, también denominada "novilunio" o "interlunio", es una fase lunar que sucede cuando la Luna se encuentra situada exactamente entre la Tierra y el Sol, de manera que su hemisferio iluminado no puede ser visto desde nuestro planeta.

"Luna nueva astronómica", también conocida como "Luna negra" o "Luna oscura", que es aquella posición en el espacio en el que el Sol, la Luna y la Tierra forman un ángulo de casi 180º, es decir, los tres astros celestes se encuentran en una aparente línea recta y mientras dura esta posición nos es imposible ver a la Luna desde la Tierra ya que ésta queda oculta del resplandor del Sol. Es también que durante esta fase lunar (solo cuando se dan ciertas condiciones muy específicas) se producen los eclipses de Sol, bien sea del tipo parciales, anulares o totales.

Esto no debe confundirse con lo que se conoce como "Luna nueva Pero visible" o "Luna creciente" o "Creciente de Luna", que no es más que la primera aparición de la Luna en el cielo después de haberse producido la Luna nueva astronómica. Aproximadamente entre 18 y 30 horas después de haberse producido la "Luna nueva astronómica", los tres astros cambian ligeramente de posición y ya no forman una línea recta (ángulo de 180º). Bajo esta nueva situación, la Luna empezará a verse en el cielo vespertino como un pequeño rasgo en forma de cuerno o de diminuta guadaña, ubicado hacía el oeste y una vez ya ocultado el Sol, en el crepúsculo que aún queda, podremos observar la "Luna nueva visible" que, antiguamente, era la señal esperada usada por algunos de los pueblos semíticos (judíos, árabes) para dar comienzo al primer día de cada mes lunar.

Todos los meses la Luna, con respecto a la Tierra y el Sol, vuelve de nuevo a estar en la posición correspondiente a Luna nueva (Luna nueva astronómica), pero el ángulo en que se encuentran los tres astros en el espacio no siempre es (estrictamente hablando) un ángulo de 180º, o lo que es lo mismo, una línea completamente recta. De ser así, todos los meses se produciría, puntualmente y sin falta, un eclipse de Sol durante la luna nueva y 14 días después otro eclipse, esta vez de Luna, durante la Luna llena, cosa que evidentemente no sucede. Los eclipses son sumamente raros de ver debido a las condiciones específicas bajo las que se producen. La mayoría de las veces, lo que sucede casi siempre es que cada vez que se produce la fase de Luna nueva, el ángulo de alineación de los tres cuerpos celestes es ligeramente inclinado, o sea, el valor numérico del ángulo de alineamiento bordea muy cerca los 180º, mas no llega a ser exactamente justo este valor, con lo cual se deduce que unas oportunidades (teniendo como punto de vista el de un observador desde la Tierra) la Luna pasará unas veces frente al Sol estando por encima de este y otras, pasará por debajo de él; pero para una persona en la Tierra, no se observará en el cielo absolutamente nada, ya que el paso de la Luna frente a la estrella, quedará oculto precisamente por el intenso resplandor de esta. Los eclipses de Sol únicamente se dan bajo ciertas condiciones específicas que por regla común no se producen con mucha regularidad.

En cada Luna nueva no necesariamente debe ocurrir siempre un eclipse de Sol; pero en todo eclipse de Sol siempre debe ocurrir una Luna nueva, antes y después del eclipse.



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