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Lydia Litvyak



Segunda Guerra Mundial

Lidia Vladímirovna Litviak (en ruso, Лидия (Лилия) Владимировна Литвяк; Moscú, 18 de agosto de 1921-1 de agosto de 1943), también conocida como Lilia Litviak o la Rosa Blanca de Stalingrado, fue una piloto de caza de la Fuerza Aérea Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. Resultaron notorias sus acciones durante la batalla de Stalingrado, dando así pie al apodo con el que pasó a la historia. Su nombre a veces es transliterado como Lidiya Litvyak, Lydia Litvak, Lilya Litvyak o Lily Litvak.

A los 21 años de edad, con doce victorias en solitario y de dos a cuatro compartidas,[1][2][3]​ se convirtió en una de las dos ases de combate femeninos de la historia militar mundial —siendo la otra su camarada Katia Budánova—. Litviak mantiene actualmente el récord de derribos en combate real a manos de una sola mujer. Por todo ello, y habiendo desaparecido en acción durante la batalla de Kursk, fue finalmente reconocida como Heroína de la Unión Soviética.

Nacida en Moscú, a Lídiya le gustaba la aviación desde niña. Con 14 años se apuntó a un aeroclub popular soviético y a los 15 pilotó un avión por primera vez. Obtuvo un carné de piloto deportivo a los 16, y a finales de los años 1930 recibió la licencia de instructora de vuelo.[4]

Al comenzar la invasión nazi de la Unión Soviética en junio de 1941, quiso unirse voluntariamente a una unidad de aviación militar, pero fue rechazada por su falta de experiencia. Tras exagerar su historial de vuelo de preguerra en 100 horas de vuelo, logró que la admitieran en el 586.º Regimiento de Cazas (586 IAP) creado por Marina Raskova y compuesto únicamente por mujeres. Allí, Lídiya se entrenó a los mandos de un avión de caza Yakovlev Yak-1.

Lídiya llevó a cabo sus primeras misiones de combate durante el verano de 1942, sobre Sarátov. En septiembre la asignaron —junto a Katia Budánova, otras seis mujeres piloto y personal de tierra femenino— al 437 IAP, un regimiento masculino corriente que luchaba en Stalingrado, donde estaban sufriendo pérdidas cuantiosas. Allí pilotó un caza Lavochkin La-5 y el 13 de septiembre de 1942 logró derribar sus dos primeras aeronaves enemigas sobre Stalingrado. Su primera caza, conseguida en la segunda misión que realizaba, fue un bombardero Junkers Ju 88 o quizás un Heinkel He 111 en cooperación con el comandante del regimiento.[5][6][7]

Pero minutos después alcanzaba su primera victoria en solitario, haciendo caer un caza Messerschmitt Bf 109 G-2 "Gustav" pilotado por un as alemán que tenía once victorias a sus espaldas y estaba condecorado tres veces con la Cruz de Hierro: el sargento Erwin Maier de la 2.ª Staffel, Jagdgeschwader 53.[6]​ Maier pudo saltar en paracaídas y fue capturado por las tropas soviéticas. Entonces pidió que le permitiesen conocer al as ruso que había sido capaz de derribarle. Cuando le presentaron a Lídiya, una muchacha menuda de aspecto aniñado que acababa de cumplir 21 años, Meier creía que sus captores le estaban gastando una broma.[8]

El 27 de septiembre Lídiya comenzó a llamar la atención de sus superiores al derribar otro bombardero Junkers Ju 88 en solitario y un Messerschmitt Bf 109 junto a Raisa Belyayeva.[6]​ Entonces Lídiya, a la que todos llamaban Lily o Lilya (en ruso, Лилия, lirio o azucena), se hizo pintar un lirio blanco en su avión como elemento distintivo. Pero desde la distancia, aquel lirio parecía más bien una rosa. Nacía la leyenda de la Rosa Blanca de Stalingrado, la muchacha de 21 años que hacía huir a los pilotos alemanes en cuanto distinguían aquella flor mortífera pintada en su fuselaje. Hacia finales de 1942, Lídiya fue trasladada al 9º Regimiento de Cazas de la Guardia (9 GvIAP), una unidad de élite.

El 11 de febrero de 1943, poco después de la victoria soviética en Stalingrado, Lídiya hizo caer otros dos aviones alemanes: un Junkers Ju 87 Stuka en solitario y un Focke-Wulf Fw 190 compartido con Alexei Solomatin.[6][9]​ Así alcanzó los cinco derribos y se convirtió en uno de los dos únicos ases femeninos de la historia de la aviación militar mundial (la otra es su camarada Katia Budánova). Apenas doce días después fue condecorada con la Orden de la Estrella Roja, ascendida a subteniente y seleccionada para tomar parte en un grupo de táctica aérea de élite llamado okhotniki, o cazadores por libre.[9]​ Esto consistía en que dos pilotos de gran capacidad se elevaban para buscar blancos enemigos siguiendo su propio criterio e iniciativa, en vez de hacerlo como parte de una operación más grande y más controlada.

El 23 de marzo resultó herida en combate y tuvo que practicar un aterrizaje forzoso debido a los daños sufridos por su aparato, pero se recuperaría pronto. Entre marzo y mayo derribó sin ayuda cuatro cazas Messerschmitt más, así como otro bombardero Junkers Ju 88. Estas hazañas la convirtieron también en un as en solitario, la máxima categoría entre los combatientes del cielo.[9][6]

El 21 de mayo su compañero e igualmente as soviético Alexei Solomatin murió a la vista de todo el regimiento, mientras instruía a un piloto novato en un Po-2. Lídiya quedaría muy afectada, y escribió una carta a su madre contándole que había estado enamorada de él.[9]​ La mecánica de Lídiya, sargento mayor Inna Pasportnikova, relató en 1990 que a partir de este momento la joven ya no quería volar más que en misiones de combate, y que ahora luchaba con furia y "desesperación".[10]

El 31 de mayo Lídiya se presentó voluntaria para derribar un blanco extremadamente difícil y peligroso: un globo de observación artillera manejado por un oficial alemán. Usando estos globos, el enemigo podía asignar blancos precisos para la artillería desde grandes distancias, causando grave devastación. Muchos pilotos ya lo habían intentado destruir antes que ella, pero todos ellos fueron rechazados por los densos cinturones de fuego antiaéreo que lo protegían. En el primer intento Lídiya tuvo que darse la vuelta también, pues resultaba imposible superar aquellas barreras de flak. Después, propuso a su comandante un plan diferente: lo atacaría desde atrás, volando en un amplio círculo de decenas de kilómetros sobre territorio controlado por los alemanes:[11]

El 13 de junio de 1943 la nombraron comandante del 296.º IAP, que pronto pasó a denominarse 3.er escuadrón del 73.º Regimiento de Cazas de la Guardia.[9]​ Ahí resultó herida y tuvo que realizar un aterrizaje forzoso de nuevo, el 16 de julio, en una batalla aérea donde derribó un caza Messerschmitt que según algunas fuentes llevaba un As de Picas pintado en el fuselaje,emblema del JG 53;

Pero el 19 de julio, Lídiya ya estaba volando de nuevo, y al terminar el mes había logrado destruir tres cazas Messerschmitt enemigos más. Su último derribo confirmado se produjo el 31 de julio.[6][9]

Al día siguiente, el 1 de agosto de 1943, la Batalla de Kursk (sector sur) proseguía con toda su intensidad. Lídiya salió a combatir cuatro veces en ese día, y se cree que pudo conseguir otro derribo durante la mañana, aunque no se ha podido confirmar.

Finalmente, durante la cuarta misión de la jornada, escoltando un vuelo de aviones de ataque Ilyushin Il-2 Sturmovik a través del río Mius y la carretera que controlaba la cuenca industrial del Donbass, varios cazas Messerschmitt Bf 109 les atacaron por sorpresa desde lo alto contra el sol. El Yakovlev Yak-1 de Lídiya resultó alcanzado por fuego vertical de ametralladora.[10]​ Sus acompañantes la vieron caer a tierra bajando hacia las nubes. El piloto soviético Ivan Borisenko descendió para tratar de encontrarla, aunque no se avistaba ningún paracaídas, ni ninguna explosión, ni humo; no tuvo éxito. Pero Lídiya nunca regresó. Faltaban 17 días para que cumpliera 22 años.

Como no se pudo recuperar su cadáver, las autoridades soviéticas sospecharon que podía haber caído prisionera y de acuerdo a las draconianas directivas de Stalin fue considerada como presunta prisionera y por ende posible traidora, lo que bloqueaba su reconocimiento como Heroína de la Unión Soviética.[12]​ Aunque, naturalmente, mantuvo su Orden de la Bandera Roja, la Orden de la Estrella Roja y su doble Orden de la Guerra Patriótica.

Entonces, su mecánica Inna Pasportnikova se embarcó en una búsqueda de 36 años de duración para encontrar los restos del Yakovlev Yak-1 donde Lídiya fue vista por última vez. Familiares de la aviadora, el público y los medios de comunicación soviéticos la apoyaron en su tarea. Inna y sus ayudantes utilizaban un detector de metales para localizar lugares donde un avión pudiera haber sido derribado durante la guerra. En 1979, después de descubrir más de 90 lugares donde otros pilotos habían caído, se enteraron de que una aviadora no identificada fue enterrada por aquellas fechas bajo el ala de su aparato cerca de la localidad de Dmitrievka (Donetsk), con una herida mortal en la cabeza; un análisis forense determinó que se trataba de los restos de Lydia Litviak.[9]​ Este lugar se encuentra muy próximo al lugar donde fue abatida en combate.

En tiempos recientes, algunos autores han planteado dudas sobre su destino final, sin aportar ninguna prueba al respecto.[13][14][15]​ Yekaterina V. Vaschenko, conservadora del Museo Litvyak, asegura que el cuerpo fue desenterrado y examinado por especialistas forenses, determinando que pertenecía a la aviadora.[13]

El 6 de mayo de 1990, el presidente de la URSS Mijaíl Gorbachov condecoró finalmente a la teniente primera Lídiya Litviak con la Estrella de Oro de Heroína de la Unión Soviética, como as de la aviación desaparecida en combate.[16]

Lídiya da nombre a una calle de Moscú, tiene un museo y un monumento a su memoria en Krasnyi Luch (Ucrania) y aparece en el Libro Guinness de récords mundiales como la mujer con más derribos conseguidos en toda la historia de la aviación. Se le ha incluido también como personaje en diversas series de anime.



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