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Megaron



El megaron (en griego antiguo, μέγαρον, vocablo probablemente derivado de la palabra griega μέγας, «grande») es el Gran Salón que se encontraba en los palacios de la civilización micénica, en Grecia y Anatolia. Solía estar a un lado del patio central y frente al altar. Constaba de tres partes: el pórtico (πρόπυλο) abierto con dos columnas in antis; el vestíbulo (πρόδομος), también llamado pronaos (πρόναος); y la sala principal (Μέγαρον), también llamada cella o naos (ναός).

Esta edificación es el ancestro del templo griego y a lo largo de su historia fue utilizado para diversos fines. El megaron principal estaba compuesto de un único local generalmente de dimensiones relevantes, en el cual los soberanos recibían a sus huéspedes, llevaban a cabo los banquetes rituales, escuchaban en privado las presentaciones de aedos (cantores épicos) y rapsodas y celebraban consejos de guerra.

Después de la invasión doria (también conocida como “retorno de los Heráclidas”) el megaron fue utilizado para dar culto a los dioses y probablemente para depósito de exvotos. La sala que antes albergaba al rey y a sus huéspedes, pasó a ser la morada de los dioses representados allí, mediante esculturas o imágenes.

Con el tiempo, el megaron sufrió grandes transformaciones hasta hacerlo apenas reconocible en los grandes templos griegos. Una forma común en el desarrollo arquitectónico de esta estructura, fue el megaron in antis, llamado así porque las dos columnas del pórtico quedaban enmarcadas por las paredes laterales llamadas antas.

Las primeras edificaciones fueron construidas a base de ladrillos, grandes vigas de madera y tejas de terracota para el techo. Eran muy coloridas y a su estilo arquitectónico se le llama “orden minoico”. En el centro de la naos se encontraba un hogar u hoguera, circundada por cuatro columnas (colocadas en los vértices del cuadro ideal en el que estaría inscrito el fuego) en las que eventualmente se colgaban las armas e inclusive los instrumentos musicales de los aedos. Estas cuatro columnas coronaban el techo con un lucernario que permitía la entrada de luz a la sala y la salida de los humos de la hoguera.

En la Odisea se hace referencia al «sombrío mégaron»[1]​ del Palacio de Odiseo Leatrída. Es en ese lugar donde se reúnen los pretendientes de Penélope y a donde llega Odiseo haciéndose pasar por un forastero ante todos, para consumar su venganza. Este lugar, sin duda, formaba una parte muy importante de la vida en el palacio. Homero menciona también el megaron del palacio de la hechicera Circe,[2]​ y el del palacio del “héroe Alcínoo”. Nausícaa, dirigiéndose a Odiseo, describe el megaron de este último:

Además de las referencias en la Odisea, existen lugares arqueológicos en los que se han descubierto restos de edificaciones que corresponden al megaron minóico y micénico.

Megaron de la reina en Cnosos.

El megaron del complejo de Micenas, visto desde la entrada (la estructura circular del centro es visible al fondo), se observa la antesala y el porche.



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