Módulos fue un grupo español de rock progresivo y sinfónico formado en Madrid en 1969.
Sus componentes originales eran Pepe Robles (guitarra y voz), Tomás Bohórquez (órgano hammond y piano), Juan Antonio García Reyzábal (batería) y Emilio Bueno (bajo). Editaron cinco álbumes de estudio y varios sencillos, y se disolvieron en 1979.
Pepe Robles, aunque nació casualmente en Madrid, es de Torrox, en Málaga.
Desde muy joven, comenzó a destacar en el grupo amateur Los Arlequines.
En el ambiente musical de la época conoció al grupo Los Ángeles, en esos momentos uno de los más famosos, y logró hacerse con el puesto de bajista en sustitución de Agustín Rodríguez. Tanto su líder, Poncho, como Rafael Trabucchelli fueron tomando conciencia del talento que aquel joven atesoraba. Con el primero escribió varios temas que sonaron durante 1968. Su marcha del grupo dejó un poso agridulce, pero Trabucchelli aprovechó la ocasión y le propuso comenzar una carrera como solista. Los solistas empezaban a comerse una gran porción del pastel musical del país, mientras otra la disfrutaban conjuntos pop cada vez más estandarizados.
Robles, muy pendiente de lo que sucedía fuera con los grandes grupos del momento y otros menos conocidos, decidió alejarse de las corrientes musicales más extendidas en España y ensambló Módulos, formada junto a Tomás Bohórquez, Emilio Bueno y J. A. García Reyzábal. Era el año 1969, un año destacado dentro del rock internacional.
Recibió los premios “revelación” en 1971, mejor grupo de música popular en 1973, 1974, 1975, varios discos entre los más vendidos, etc.
Desde un primer momento, Módulos quiso perfilarse como un grupo diferente, algo que se vio reflejado en la búsqueda de profesionalidad: en el libro 201 discos para engancharse al pop rock español (Tito Lesende y Fernando Neira, 1996) sus miembros aseguraban ensayar 8 horas al día.
Se buscaron rápidamente un buen representante (Tony Caravaca), y crearon en Madrid una oficina como centro de operaciones para tenerlo todo bajo control.
Pepe encuentra sus influencias en los guitarristas del rock más vanguardista del momento (Robert Fripp, Steve Howe...), aunque principalmente Módulos se fija en la psicodelia y el rock progresivo.
Además, supieron aprovechar la onda del pop de la época. Amén de The Beatles, la gran referencia, se fijaron también en la música estadounidense, especialmente en The Young Rascals y los psicodélicos Vanilla Fudge.
Su primer álbum sería deudor del sonido de estos últimos, pero luego añadieron otros elementos a sus siguientes trabajos.
Su debut en el verano de 1969 fue el sencillo Ya no me quieres / Recuerdos. Esta última, la cara B, es una clara revisión de «Groovin'» e «It's a Beautiful Morning» de The Young Rascals. Una vez convencidos todos de sus posibilidades, se perdieron por los sótanos de Hispavox durante unos meses hasta dar forma a su primer trabajo.
Realidad, su primer álbum, contiene una de las baladas más destacadas del rock español, el número uno «Todo tiene su fin», que acabó con la norma de que las canciones comerciales tenían que rondar los tres minutos de duración. Años más tarde, esta balada recobró un gran éxito con la versión del grupo cordobés Medina Azahara publicada en 1992. Este álbum debut destaca por sus pasajes románticos y melancólicos, su cadencia, sus cambios de ritmo, la interacción de todos los instrumentos, los escalofríos que producen algunas notas del Hammond B-3 de Bohórquez y, en general, por esa sensación de que Módulos habían conseguido construir una contundente "muralla de sonido".
Aunque el éxito comercial de su canción estrella no volvió a repetirse a ese mismo nivel, Módulos se mantuvieron dentro de los grupos más destacados de la escena española, editando un álbum por año.
En 1971 fue el turno de su segundo álbum, Variaciones, en el que mantenían su estilo, aunque sin la tensión del álbum anterior. «Adiós al ayer», «Sólo tú» o «Quisiera conseguir» son algunas de sus canciones más destacadas.
Un año después aparece el preludio de Plenitud, el sencillo No quiero pensar en ese amor / Mari, Mari, Mari. Plenitud abandona la frescura de los dos anteriores trabajos, adentrándose cada vez más en el campo del rock sinfónico.
En 1973, Robles sufrió un accidente de coche que casi le cuesta la vida. Módulos siguieron funcionando con otros sustitutos, hasta recuperar a su cantante-guitarrista y grabar Módulos 4 al año siguiente. Éste es un álbum que busca más la comercialidad que la experimentación. Su sencillo «Sólo palabras» recuerda a una mezcla del «Hey Jude» de The Beatles con «The boxer» de Simon and Garfunkel, pero se aleja definitivamente del tratamiento que acostumbraban a dar a sus temas.
Así las cosas, Reyzábal deja el grupo quizá por diferencias con Robles que ya provenían de cuando grabaron «Todo tiene su fin». Con Juan Robles Cánovas a los tambores firman varias actuaciones en directo, todos ellos vistiendo como lo harían los miembros de Yes o Deep Purple, con túnicas y oropeles. También hubo tensión con Hispavox, y tras grabar los dos últimos sencillos abandonan la discográfica en 1976. Las continuas recopilaciones de algún éxito suyo y sus actuaciones integrando a otros músicos colaboradores como José María Guzmán o José Ramon Alonso, les mantienen vivos hasta que los dos únicos supervivientes, Robles y Bohórquez, que ya habían colaborado en otros proyectos, acuerdan rearmar la banda en 1977 con la incorporación de J. L. Campuzano Sherpa al bajo y J.L. de la Fuente Nogueira Chupi a la batería.
En 1978, con esta última formación, graban para la modesta compañía Discos Mercurio un álbum homónimo, con mayor libertad compositiva, con nueva temática en las letras y algunos pasajes ciertamente experimentales, pero no tiene repercusión mediática. Tras algunas galas actuando con el nombre de TAO, Módulos comprobaron que su carrera no tendría ya mucha continuidad y se deshicieron en 1979.
Tras años sin hablarse del grupo, en los años 90 Hispavox lanza sus discos en CD y comprueba que se siguen vendiendo bien (más de cincuenta mil copias llevan vendidos en este formato solamente del disco Realidad desde 1996). Su gran canción aparece en multitud de recopilatorios.
En 1999, todos los miembros originales menos Robles (con Pibe Iglesias en su lugar), deciden unirse de nuevo para regrabar temas, hacer algunas galas y aprovechar la ola nostálgica editando el disco Pensado y hecho... en la intimidad (2000), el cual incluye nuevas versiones de viejos éxitos, y 6 temas nuevos.
Su fama actual se debe principalmente a esta reunión y a las versiones de Medina Azahara.
En 2006, cuatro músicos vascos, bajo el nombre de Recordando a Módulos, rindieron tributo a la banda grabando 11 temas de la misma en un disco llamado Homenaje, al parecer contando con el visto bueno de Pepe Robles. Según el productor y batería de los "nuevos Módulos", en 1993 intentó reunir a los auténticos pero Pepe, que había iniciado una carrera en solitario, se desentendió.
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