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Manuel el Afortunado



¿Qué día cumple años Manuel el Afortunado?

Manuel el Afortunado cumple los años el 31 de mayo.


¿Qué día nació Manuel el Afortunado?

Manuel el Afortunado nació el día 31 de mayo de 1469.


¿Cuántos años tiene Manuel el Afortunado?

La edad actual es 555 años. Manuel el Afortunado cumplió 555 años el 31 de mayo de este año.


¿De qué signo es Manuel el Afortunado?

Manuel el Afortunado es del signo de Geminis.


¿Dónde nació Manuel el Afortunado?

Manuel el Afortunado nació en Alcochete.


Manuel I de Portugal, apodado el Afortunado (Alcochete, 31 de mayo de 1469 - Lisboa, 13 de diciembre de 1521) fue rey de Portugal. Fue el octavo hijo del infante Fernando de Portugal, duque de Viseu y nieto de Eduardo I, y de Beatriz, nieta de Juan I. En 1495 sucedió en el trono de Portugal a su primo Juan II quien, a la sazón, era también su cuñado al estar casado con su hermana Leonor de Viseu. Se le apodó o Venturoso y o Bem-Aventurado por los grandes logros y acontecimientos acaecidos durante su reinado, entre ellos el descubrimiento de la ruta Atlántica hacia las Indias por el cabo de Buena Esperanza y el descubrimiento de Brasil.

Manuel creció en medio de una guerra de intrigas y conspiraciones entre la nobleza aristocrática portuguesa y Juan II. Vio como muchos de los que le rodeaban eran ejecutados o exiliados, siendo su propio hermano Diego, duque de Viseo, asesinado por el propio rey. No es de extrañar pues que, cuando fue llamado en audiencia en 1493, tuviera muchas razones para preocuparse. Pero sin razón, pues Juan se había propuesto nombrarlo heredero al trono, después de la muerte del propio hijo del rey, el infante Alfonso, y de varios intentos frustrados de legitimar a su hijo bastardo Jorge de Lencastre. Para muchos, este fue el primer evento de su vida que le valdría el sobrenombre de «El Afortunado».

Sin duda, Manuel I habría de probar ser un digno sucesor de Juan II, pues su apoyo fue fundamental para la exploración portuguesa del Océano Atlántico y el desarrollo de los monopolios comerciales portugueses. En este sentido, durante su reinado muchos acontecimientos tuvieron lugar. Entre ellos los siguientes:

Todos estos sucesos, contribuyeron a la constitución formal del imperio comercial portugués que hizo de este país uno de los más ricos y poderosos del mundo. Los descubrimientos y empresas portuguesas fueron reforzadas con el establecimiento de tratados comerciales y relaciones diplomáticas con China y Persia. E incluso el propio Papa recibió una monumental embajada en Roma que pretendía impresionar a toda Europa con las riquezas acumuladas por la corona portuguesa.

Con la intención de atraer a su corte lisboeta a los mejores científicos y artistas, Manuel I usó parte de la riqueza obtenida de este predominio comercial para construir diversos edificios reales con un aspecto nuevo que ahora se conoce como estilo manuelino, del que son ejemplos notables el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém, frente a la desembocadura del Tajo.

Su matrimonio con la infanta Isabel de Aragón tuvo eminentes tintes políticos. A raíz del Tratado de Alcaçovas, el heredero del trono de Portugal, Alfonso, había sido casado con la hija primogénita de los Reyes Católicos, Isabel de Aragón. A la muerte de Alfonso, Manuel quedó como sucesor de la corona y se acordó que se casara con la viuda Isabel. Poco tiempo después murió el único hijo varón de los Reyes Católicos, Juan, con lo que Isabel pasó a ser la heredera de los tronos de Castilla y de Aragón. Fruto del matrimonio entre Manuel e Isabel nació Miguel de Paz y este fue durante varios años el legítimo heredero de todas las coronas de los reinos ibéricos, salvo Navarra. Pero Isabel murió durante el parto de Miguel, y cuando el propio Miguel murió prematuramente en el año 1500, se desvaneció la posibilidad de que se reunieran en una misma cabeza las coronas de Portugal, Castilla y Aragón. Manuel volvió a casar con otra hija de los Reyes Católicos, María de Aragón, pero su hermana mayor Juana, que estaba casada con Felipe I de Castilla, era la heredera directa del trono y no María; solo una improbable serie de muertes podría permitir que un hijo suyo fuera heredero legítimo de los reinos de Castilla y Aragón.

En lo referente a la política interna, Manuel I perpetuó los modos de su antecesor de tendencias absolutistas. Las Cortes (la asamblea que reunía al poder real con las diferentes clases sociales del reino) sólo se convocaron tres veces durante su reinado de más de veinticinco años, y siempre en Lisboa, un territorio no precisamente neutral. Reformó los tribunales de justicia y el sistema tributario, adaptándolos al progreso económico que estaba viviendo su reino.

En lo tocante a la religión, se puede decir que Manuel I fue un hombre bastante religioso que invirtió una parte importante de la fortuna del país en la construcción de iglesias y monasterios, así como en el patrocinio de la construcción de misiones católicas y la evangelización de los nativos de las nuevas colonias. También intentó promover una nueva cruzada contra los turcos. En su contra está que, siguiendo el ejemplo de otros reinos europeos como los vecinos de Castilla y Aragón, entre 1496 y 1498 promovió acciones para acabar con la presencia en su reino de judíos y musulmanes, obligando a la conversión forzosa de aquellos miembros de ambas religiones que quisieran permanecer en Portugal. Aunque hay quien indica que esta política extremista pretendía satisfacer a los Reyes Católicos en una cláusula que fue acordada antes de su matrimonio con Isabel de Aragón. Por otra parte, sí que es cierto que no permitió la distinción jurídica entre católicos y judíos conversos, y que aquellos que decidieron ser bautizados fueron protegidos de cualquier abuso. Nada de lo cual evitó, sin embargo, la masacre de judíos del 19 de abril de 1506, en la que cerca de 4000 judíos fueron asesinados por las turbas.

Manuel I de Portugal murió pacíficamente en 1521 y se encuentra sepultado en el Monasterio de los Jerónimos, que el mismo mandó construir. Su hijo Juan le sucedió en el trono como Juan III.

En la novela Las damas del rey (2011), de la escritora española María Pilar Queralt del Hierro, la figura de Manuel el Afortunado es el eje sobre el que gira la intriga del libro.

De su primera esposa, Isabel de Aragón, infanta de Castilla y Aragón (1470–1498), con quien contrajo matrimonio el 30 de septiembre de 1497 tuvo a:

Contrajo un segundo matrimonio el 30 de octubre de 1500 con su cuñada María de Aragón, (1482-1517) y fueron los padres de:

Su tercera esposa fue Leonor de Austria (1498-1558), sobrina de sus dos anteriores esposas, Isabel y María, infanta de España y archiduquesa de Austria, hermana del emperador Carlos V, con la que contrajo matrimonio en 1518, de quien tuvo a:




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