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Mapa conceptual



El mapa conceptual consiste en una sinopsis gráfica sobre un tema en concreto. Es una técnica usada normalmente por estudiantes para resumir y contemplar fácilmente todas las partes y ramificaciones de un tema y sus relaciones.[cita requerida]

Lo más llamativo de esta herramienta, a primera vista, es que se trata de un gráfico, un entramado de líneas que confluyen en una serie de puntos. En los mapas conceptuales los puntos de confluencia se reservan para los términos conceptuales, que se sitúan en un óvalo o cuadrado; los conceptos relacionados se unen por línea y el sentido de la relación se aclara con "palabras-enlaces", que se escriben con minúscula. Los conceptos, junto a las palabras- enlaces, forman una proposición.

Según se entiende por concepto una regularidad en los acontecimientos o en los objetos que se designa mediante algún término. Desde la perspectiva del individuo, se puede definir a los conceptos, como imágenes mentales que provocan en nosotros las palabras o signos con los que expresamos regularidades. Las imágenes mentales tienen elementos comunes a todos los individuos y matices personales. Por ello es importante diferenciar entre conceptos e imágenes mentales; estas tienen un carácter sensorial y aquellos abstractos. En todo caso, puede decirse que los conceptos son imágenes de imágenes. Un concepto puede aparecer las veces que sea necesaria dependiendo el tema.

Es un elemento clave del aprendizaje significativo según la teoría de Ausubel, la proposición es la formulación verbal de una idea, lo que significa que para poder enunciar una proposición se requieren de ciertos procesos intelectuales que involucran los conocimientos previos de una persona.[1]​ Una proposición, considerando un contexto determinado, es un indicador acerca de la comprensión de un sujeto respecto de un fenómeno o concepto. Consta de dos o más términos conceptuales unidos por palabras (palabras-enlaces) para formar una unidad semántica.

Son las palabras que sirven para unir los conceptos y señalar el tipo de relación existente entre ambos. La función de las palabras enlace es determinante en el proceso de lectura del mapa conceptual ya que crean una secuencia de lectura de tipo: concepto-palabra, enlace-concepto, produciendo un enunciado-proposición. La palabra enlace cumple también una función para determinar la jerarquía conceptual y da precisión relacional entre conceptos.[1]​ De esta manera, Novak nos habla de que las palabras- enlaces, al contrario de la idea anterior mencionada, no provocan imágenes mentales. Por ejemplo, en la frase "las plantas son seres vivos", los dos términos conceptuales "plantas" y "seres vivos", estarían enlazados por la palabra "son".

Los mapas conceptuales pueden ser identificados por tres principales características: la jerarquización, la síntesis y el impacto visual.

En los mapas conceptuales los conceptos deben estar dispuestos por orden de importancia o de inclusividad. Los conceptos más inclusivos ocupan los lugares superiores de la estructura gráfica. Los ejemplos se sitúan en los últimos lugares y no se enmarcan. En un mapa los conceptos solo pueden aparecer una vez. Las líneas de enlace con una flecha pueden ser muy útiles para indicar las relaciones jerárquicas cuando los conceptos aparecen gráficamente a la misma altura. Los niveles de jerarquización se acomodan de arriba hacia abajo como en la siguiente figura:

Los mapas constituyen una síntesis o resumen que contiene lo más importante o significativo de un mensaje, tema o texto. Previamente a la construcción del mapa hay que elegir los términos que hagan referencia a los conceptos en los que conviene centrar la atención. La cantidad de conceptos que seleccionemos dependerá del tipo de material usado o la utilidad que le asignemos al mapa.

Un buen mapa conceptual es conciso y muestra las relaciones entre las ideas principales de un modo simple y vistoso. Por ello se aconseja no dar por definitivo el primer mapa que hayamos trazado, sino tomarlo como borrador para rehacerlo y mejorar su presentación. Para mejorar el impacto visual se sugiere destacar los conceptos más relevantes enmarcándolos en una elipse y escribiéndolos con letra mayúscula. La elipse es preferible al rectángulo ya que aumenta el contraste entre las letras y el fondo.

El mapa conceptual puede tener varios propósitos según el trabajo, como por ejemplo:

Otras características

Se abordan conceptos efímeros y concretos. Lo que se pretende decir debe de quedar explicado con las palabras justas.  

Los mapas conceptuales se sostienen en las palabras clave de un texto, por ello es preciso saber seleccionarlas de manera correcta.

Para poder identificar más fácilmente conceptos más o menos importantes, se utilizan diferentes tamaños de letras.

En esta parte, no solo se trata del tamaño de las letras sino del orden en el que aparecen, es decir, por lo general, las palabras que tienen más importancia aparecerán en la parte superior.  

Para evitar que el receptor del mapa conceptual tenga una interpretación inadecuada del mismo, es importante saber cómo utilizar los conectores y utilizarlos solo si son estrictamente necesarios.

El mapa conceptual es una herramienta útil tanto en niños como en adultos. El aprendizaje que se hace a través de los esquemas es activo ya que, requiere un proceso por parte de los estudiantes y/o intérpretes para abstraer el contenido y posteriormente asimilarlo y enlazarlo con otros aprendizajes. [3]

Seleccionar

Agrupar

Ordenar

Representar

Conectar

Comprobar

Reflexionar

Los mapas conceptuales no deben ser confundidos con otro tipo de diagramas tales como organigramas o diagramas de flujo, por el hecho de tener una organización jerárquica o la inclusión de flechas, pues no implican secuencia, temporalidad o direccionalidad, ni tampoco jerarquías “organizacionales” o de poder.[4]​ También se les debe distinguir de los mapas mentales ya que estos son libres, no se preocupan de la existencia de una jerarquía, son asociacionistas, pueden contener elementos diferentes a los conceptos (imágenes) y la relación entre ideas no es una prioridad. Cabe señalar que también se distingue de las redes semánticas en razón de que estas no suelen organizarse de forma jerárquica u ocuparse únicamente de la relación de conceptos.

El mapa mental o mind mapping es una técnica popular, inventada por el británico Tony Buzan.[5]​ Dice: «un mapa mental consta de una palabra central o concepto, en torno a la palabra central se dibujan de 5 a 10 ideas principales que se refieren a aquella palabra. Entonces, a partir de cada una de las palabras derivadas, se dibujan a su vez de 5 a 10 ideas principales que se refieren a cada una de esas palabras».[6]​ Para muchas personas las dos técnicas pueden parecer similares pero, gran parte de su diferencia estriba en la capacidad visual del mapa mental y las conexiones que realiza. El mapa mental busca y exige imágenes para su construcción. Las imágenes y dibujos tienen varias funciones, algunas nemotécnicas, otras para reducir las palabras manteniendo un concepto o idea compleja y también para buscar nuevas conexiones. Se sabe que las imágenes conectan rápidamente con otras ideas afines, por lo que parte de la potencia del mapa mental está en su capacidad visual para generar nuevas conexiones y retener las ideas con el hemisferio visual del cerebro.

En el entorno educativo los mapas conceptuales se han hecho, poco a poco, un recurso indispensable para los estudiantes. Gracias a ello se pueden relacionas ideas, imágenes y conceptos de una forma clara, limpia y muy visual. Como no podía ser de otra manera, las nuevas tecnologías no podían estar ajenas a ellos. Existen muchas herramientas para poder crearlos de forma más o menos fácil. aunque existen aplicaciones para descargar e instalar en nuestro ordenador o nuestro dispositivo móvil, en este caso nos centraremos en algunas herramientas en línea.



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