María Ana de Sajonia cumple los años el 15 de noviembre.
María Ana de Sajonia nació el día 15 de noviembre de 1799.
La edad actual es 225 años. María Ana de Sajonia cumplió 225 años el 15 de noviembre de este año.
María Ana de Sajonia es del signo de Escorpio.
María Ana de Wettin y Borbón-Parma (Desde; 15 de noviembre de 1799 - Pisa; 24 de marzo de 1832) fue Princesa Real de Sajonia por nacimiento y Gran Duquesa de Toscana por su matrimonio con Leopoldo II de Toscana.
María Ana de Sajonia fue la quinta hija del príncipe Maximiliano de Sajonia, hijo del Elector Federico Cristian de Sajonia y María Antonia Walpurgis de Baviera, de su esposa Carolina de Borbón-Parma, hija de Fernando I de Parma y de María Amelia de Habsburgo-Lorena.
Por lo tanto, por lado paterno, era descendiente del Rey Augusto III de Polonia y de María Josefa de Austria, mientras por la rama materna, era descendiente del Emperador Francisco I del Sacro Imperio Romano Germánico y de María Teresa I de Austria.
El 16 de noviembre de 1817, a la edad de 18 años, contrajo matrimonio en la Basílica de Santísima Anunciada en Florencia con Leopoldo de Toscana quien era príncipe de Toscana y tenía 20 años. Leopoldo era hijo de Fernando III, Gran Duque de Toscana y de la Princesa Luisa María Amelia Teresa de las Dos Sicilias. Los esposos eran primos en segundo grado.
En 1824, al morir Fernando III, el gran príncipe subió al trono bajo el nombre de Leopoldo II. La gran duquesa y el gran duque se llevaban muy bien y tenían una hija de dos años: Carolina Augusta. Durante los tres años sucesivos tuvieron otras dos niñas: Augusta Fernanda, futura duquesa de Baviera y madre del rey Luis III de Baviera, María Maximiliana.
A pesar de sentir el amor de su esposo y de su pueblo, la gran duquesa María Ana tenía sobre sí el peso de no dar a la Toscana un heredero varón para el trono. La depresión, sumado a su pobre salud la hicieron enfermar de los pulmones. Los médicos le aconsejaron que dejara Florencia y se trasladara a Pisa, ciudad que posee un clima más favorable para su salud.
En invierno de 1832 toda la corte se transfirió a Pisa, pero la gran duquesa no dio muestras de mejoría.
En marzo su condición empeoró y se vuelve evidente que moriría dentro de poco. Debido a su enorme fe, María Ana esperaba la muerte con serenidad, aunque se resistía a abandonar a su familia. Pasó sus últimos días acompañada de su confesor y falleció el 24 de marzo de ese mismo año.
Leopoldo, muy afectado por la pérdida, hizo embalsamar el cuerpo de su esposa y lo hizo llevar a Florencia donde fue enterrada en la Basílica de San Lorenzo.
Debido a la falta de herederos masculinos, Leopoldo debió necesariamente volver a casarse. La nueva esposa fue escogida por su rango y belleza y la elección recayó sobre la princesa de las Dos Sicilias María Antonieta, hija de Francisco I de las Dos Sicilias y de la infanta María Isabel de Borbón de España, quien tenía entonces 18 años.
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