x
1

Mascotas a bordo del RMS Titanic



Se desconoce la cantidad exacta de animales a bordo del RMS Titanic y, como otros detalles, la leyenda se mezcla con la realidad. Hay documentados 11 perros viajando con sus dueños, un lujo solo reservado a la primera clase, capaz de afrontar el gasto extra; su billete costaba lo mismo que el de un niño. En algunos casos incluso les crearon pólizas de seguro a las mascotas, muchas animales de concurso.

La perrera del RMS Titanic se encontraba probablemente en el mismo punto que en su gemelo el RMS Olympic, en la cubierta F en el costado de estribor. Contaba con todo tipo de comodidades, desde amplias y confortables jaulas hasta un sistema de calefacción para que no pasaran frío. El encargado de cuidarlos era el carpintero del buque, John Hall Hutchinson (26). A lo largo del día los perros eran sacados a pasear a la cubierta de popa, utilizada por los pasajeros de tercera clase. Normalmente los encargados de estas salidas eran los botones o algún mayordomo. Originalmente, se tuvo planeado para la mañana del lunes 15 hacer una exposición canina para que todos pudieran deleitarse con los hermosos ejemplares que transportaba el Titanic, pero nunca se dio. La noche previa, el buque chocaría contra un iceberg que lo llevaría a su famoso naufragio. Al final tan solo 3 de los 11 perros sobrevivieron debido a su pequeño tamaño. Se dice que el millonario John Jacob Astor IV liberó a todos los perros que se encontraban en la cubierta F.[1]

No solo iban perros a bordo. Los rumores nombran a Jenny, una gata de la tripulación que procedía del gemelo del Titanic, el Olympic. Vivía en las cocinas y se alimentaba de las sobras que le brindaban los cocineros. Como todo gato marinero, su cometido era la eliminación de roedores. La felina había tenido gatitos poco antes de la salida a Southampton. Un fogonero de los que había llevado el Titanic de Belfast a Southampton aseguró que en este último puerto había visto salir a un gato acarreando gatitos, si era ella, se habría salvado. Pero la camarera Violet Jessop aseguró que Jenny "puso a su familia cerca del pinche de cocina a quien buscaba a menudo, recibiendo un cálido cariño por su parte", lo que da a entender que seguía en el Titanic al momento del hundimiento. De ser así, Jenny y sus bebés murieron en el naufragio.[7]

Elizabeth Nye, una pasajera de segunda clase, llevaba consigo un canario. Ella se salvó en el bote n.º 11.

Había varios gallos y gallinas propiedad de la pasajera de primera clase Ella White. Había comprado las aves en Francia y se las llevaba de regreso para criarlas en casa. Probablemente fueron ubicadas cerca de la perrera. La compañera de camarote y viaje de Ella, su amiga Maria Grice Young, bajaba cada día a comprobar que las aves estaban bien, charlando con el encargado de los animales, John Hutchinson. Maria Young aseguró que tras darle una pequeña propina, él le dijo: "Da muy buena suerte recibir oro en el viaje inaugural". Edwina Trouth, pasajera de segunda clase, aseguró que desde su camarote, el E-101, podía oír el cacareo de los pollos. El sonido tal vez procedía de los conductos de ventilación.

Como en todo buque, habría ratas ocultas. Durante la última cena del domingo 14 de abril, varios pasajeros de tercera clase vieron una rata corriendo, intentaron atraparla pero escapó.

John Hall Hutchinson murió en el naufragio. Su cuerpo no fue recuperado pero una lápida con su nombre se encuentra en el cementerio de St Mary Extra en Sholing (Southampton, Inglaterra).[1]



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Mascotas a bordo del RMS Titanic (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!