La meteorología tropical o meteorología de la zona intertropical es la que estudia los fenómenos atmosféricos o meteorológicos que ocurren en la zona intertropical y que sirven para caracterizar el tiempo atmosférico y el clima en esta zona, el primero a corto plazo y el segundo a un plazo mayor, convencionalmente establecido en 30 años o más. F. J. Monkhouse señala que los datos climáticos de una estación meteorológica deben tener unos 30 años de registro por lo menos.
El movimiento de rotación terrestre tiene una importancia enorme tanto sobre la dinámica atmosférica, como sobre las mareas y corrientes marinas y hasta en un tema como la dinámica fluvial proceso en el que, en principio, no parecería tener tanta influencia. Esta influencia se ejerce en toda la superficie terrestre aunque los efectos son distintos y hasta opuestos en los dos hemisferios (norte y sur) y tienen mayor importancia en la zona intertropical por la sencilla razón de que es en esta zona donde los efectos de la rotación terrestre se manifiestan con mayor intensidad por la mayor fuerza centrífuga de dicho movimiento.
Esta característica se conoce desde hace bastante tiempo y se pudo probar con relojes de precisión graduados con gran exactitud en París y llevados después a la Guayana Francesa, cerca del ecuador terrestre, donde pudo comprobarse un retraso considerable en la medición del tiempo. La razón que explica esta anomalía es el abombamiento ecuatorial: al nivel del mar en Cayena, la capital de la Guayana Francesa, se está a una distancia varios km mayor desde el centro de la Tierra que en las latitudes de Francia y, por ende, de París. Así, la mayor distancia al centro de la Tierra del péndulo de un reloj de precisión, hace que ese péndulo se mueva más lento, lo que queda registrado en la medida del tiempo de ese reloj.
Dicho abombamiento, debido a la distinta densidad de los componentes sólidos líquidos y gaseosos de nuestro planeta, es menor en la parte sólida (geósfera), algo mayor en la parte líquida (hidrósfera) y mucho mayor en la parte gaseosa (atmósfera). Como consecuencia de ello, el espesor de las tres partes componentes de la Tierra es mayor en la zona intertropical y específicamente, en la franja ecuatorial. Así, el nivel del mar se encuentra unos 19 km más lejos del centro de la Tierra en el ecuador que en los polos, la hidrósfera supera esa distancia en el nivel del mar en la zona ecuatorial. Por último, el espesor de la atmósfera en el ecuador es mucho mayor que en los polos, como se puede comprobar por la mayor altura de los cumulonimbos y tormentas ciclónicas en la franja ecuatorial. De hecho, la tropopausa o zona de contacto entre la troposfera y la estratosfera, se encuentra a casi el doble de altura en el ecuador que en los polos.
El abombamiento ecuatorial de la atmósfera limita bastante el intercambio atmosférico (nubes, vientos, ciclones, tormentas) entre el hemisferio norte y sur o viceversa, sobre todo en las capas altas de la atmósfera. De hecho, ninguna tormenta tropical o huracán ha cruzado jamás el ecuador: el supertifón Haiyan que es el huracán formado en el Pacífico Occidental que se cree que estuvo más cerca del ecuador apenas llegó a 5º al norte del mismo, antes de desviarse hacia el noroeste. También los huracanes en el Caribe suelen desplazarse hacia el este hasta alcanzar su máximo desarrollo y entonces se desvían hacia el noroeste y luego hacia el oeste. Solo las nubes y tormentas de escasa envergadura pueden llegar a cruzar el ecuador en casos muy puntuales debidos a razones especiales (por ejemplo, al efecto de atracción de la luna y/o el sol al otro lado del ecuador). Las nubes a baja y media altura pueden cruzar el ecuador, donde se produce la convergencia intertropical, pero al ascender a cierta altura, la convergencia a baja altura se convierte en una divergencia en altura, como se puede comprobar en muchos casos. Así, en la imagen satelital del continente americano, la línea ecuatorial que pasa por las islas Galápagos (en el océano Pacífico, de color blanco frente a la costa occidental de América del Sur) y llega hasta la desembocadura del Amazonas, donde se encuentra la isla de Marajó (también de blanco, en la costa oriental americana) atraviesa unos grupos de nubes muy extensas lo que significa que las lluvias y tormentas a baja altura pueden atravesar el ecuador para pasar al otro hemisferio, aunque sin alejarse mucho hacia el norte o el sur.
El efecto de Coriolis es consecuencia del movimiento de rotación terrestre y establece el desvío hacia la izquierda de todos los cuerpos en movimiento sobre la superficie terrestre en el hemisferio norte y hacia la derecha en el hemisferio sur. Se demuestra visual y prácticamente con el péndulo de Foucault y observando la dirección de las corrientes marinas, de las corrientes en los mares cerrados (como el mar Mediterráneo o el mar Báltico), de los desvíos o cambios de curso de los ríos, las inundaciones, la asimetría de los diques naturales de los ríos (tendencia a desbordarse o desviarse hacia la ribera oriental en el hemisferio norte y hacia la ribera occidental en el hemisferio sur, con el mayor desgaste de los rieles del ferrocarril del lado izquierdo tanto en el hemisferio norte como en el sur, etc.
En el artículo correspondiente al efecto Coriolis está explicado mediante fórmulas matemáticas y otras explicaciones cuantitativas pero no queda tan claro como puede verse con métodos de observación directa. Además, el efecto de Coriolis depende de muchísimos más factores que los que pueden integrarse en una simple fórmula.
Es un mecanismo sencillo para comprobar visualmente la rotación terrestre y sobre todo, los distintos efectos de dicho movimiento según sea el hemisferio norte o el hemisferio sur. En general, el péndulo de Foucault sirve, no solo para demostrar visualmente el movimiento de rotación terrestre, sino también las manifestaciones físicas de sus efectos sobre la atmósfera, la hidrosfera, la litosfera y, muy importante, sobre la biosfera.
A continuación se explican brevemente los efectos del movimiento de rotación señalados arriba que pueden ser visualizados en un péndulo de Foucault:
Los climas de la zona intertropical son muy estables y presentan pocas variaciones a lo largo de los años. Todos los tipos climáticos de esta zona son isotermos, es decir, con escasas variaciones en la temperatura a través del año. Y la temperatura media estará en función de la mayor o menor altura sobre el nivel del mar, de acuerdo con lo que se señala en el artículo sobre los pisos térmicos.
Pero las variaciones de las lluvias durante el año, así como las diferencias de la temperatura entre las máximas y mínimas diarias son muy superiores a los promedios climáticos para cualquier lugar intertropical. Humboldt señalaba que:
(
).Sin embargo, para aclarar esta cita de Humboldt tenemos que matizar la idea de que tiempo y clima son dos términos completamente distintos: al referirse a que el clima siendo tan temperado sea por lo general inconstante y variable, Humboldt está identificando, no el clima de la zona intertropical, sino el tiempo meteorológico en dicha zona. Y esta es una idea que sintetiza todas las diferencias existentes entre los dos conceptos: recordemos que el clima está formado por los valores promedios de los vientos, presión, humedad y, sobre todo, precipitación y temperatura durante una serie de años lo más extendida posible, generalmente mayor de 30 años:
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