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Muhammad ibn al-Hanafiyyah



Muhammad Ibn Ali Ibn Abu Talib (en árabe, محمد بن علي بن أبي طالب‎) También conocido como Muhammad Ibn al-Hanafiyyah (en árabe, محمد بن الحنفية‎) (15 AH - 81 AH; c. 637-700 d.C.) y de apellido Abu'l-Qasim. Fue el tercer hijo de Ali ibn Abi Tálib, el primer imán de los musulmanes chiitas y el cuarto califa de los musulmanes sunitas.

Muhammad ibn al-Hanafiyyah (Muhammad Akbar) nació en Medina alrededor del año 633 d.C. (aunque también se dice que fue durante la era de Úmar), el tercero de los hijos de Ali (primo y yerno de Mahoma y califa ortodoxo). Fue llamado Ibn al-Hanafiyyah en honor a su madre, Jawlah bint Ya'far, quien era llamada Hanafiyyah, "la mujer Hanafi", en honor a su tribu Banu Hanifah. Tras la muerte de Mahoma, las gentes de Al-Yamama fueron declaradas apóstatas por los musulmanes por negarse a pagar el azaque (impuesto religioso); los hombres fueron asesinados (véase guerras Ridda), y las mujeres fueron llevadas a Medina como esclavas, Jawlah bint Ja'far siendo una de ellas. Cuando los miembros de su tribu se enteraron, se acercaron a Ali ibn Abi Talib y le pidieron que la salvara de la esclavitud y que protegiera el honor y el prestigio de la familia de ella. En consecuencia, Ali ibn Abi Talib la compró, la libertó y, después de la muerte de Fátima, se casó con ella.[1]​ Muhammad ibn al-Hanafiyyah fue el único hijo de Jawlah bint Ya'far. Durante la vida de su padre se distinguió por su piedad, rectitud, valor y eficacia en la guerra. Durante el califato de Ali en Kufa, fue uno de los cuatro principales lugartenientes del califa. Particularmente se distinguió en las batallas del camello y de Siffín.[2]​ Durante la Batalla de Siffín, Ali describió a su hijo ibn al-Hanafiyyah como su mano, debido a su valentía y fuerza mientras luchaba. [3]

Cuando su hermano mayor Husáin, entonces en La Meca, estaba considerando su fatídica expedición a Kufa que habría de terminar en la batalla de Karbala, Muhammad ibn al-Hanafiyyah le aconsejó que no fuera,[4]​ señalando que los kufanos habían traicionado y se habían vuelto contra su padre Ali[5]​ y contra su hermano Hasan ibn Ali,[6]​ y afirmando que temía que también traicionaran a Husáin. Husáin le habría respondido que temía que de quedarse en La Meca, Yazid ibn Muawiya lo mataría allí y violaría la santidad de la Ciudad Santa. Muhammad ibn al-Hanifiyyah entonces lo instó a que fuera a Yemen, donde podría eludir indefinidamente al ejército. Al día siguiente, Husáin le respondió que su abuelo Mahoma se le había aparecido en un sueño y le había pedido que emprendiera esta expedición de sacrificio.

Después de que Husáin y muchos de sus partidarios murieron en Karbala y que el joven hijo de Husáin, Ali ibn Husáin, adoptara una vida de retiro y oración, Muhammad ibn al-Hanafiyyah se convirtió en el jefe visible de la casa de Ali (véase chiíes kaysanitas). Fue en su nombre que Al-Mujtar se rebeló en Kufa en 685. En el hach de 688, cuatro hombres lideraban a sus respectivos seguidores en los ritos de peregrinación, reclamando para sí la jefatura del islam. Uno de ellos era Muhammad ibn al-Hanafiyyah, que lideraba a los chiitas. Los otros eran Abdullah ibn Zubayr, que gobernaba en La Meca; Abd al-Málik, el califa omeya, que gobernaba desde Damasco, y Najdah ibn 'Amir al-Hanafi, líder de los jariyitas.[7]

Ibn al-Hanafiyyah fue llamado "el Mahdi", "el correctamente guiado", título que para entonces era simplemente un voto de confianza sobre su conocimiento, carácter y juicio sobre los de los califas rivales. Al-Mujtar promovió la idea de que al-Hanafiyyah era el Mahdi que habría de llenar la tierra de justicia y acabar con la tiranía, y que al-Hanafiyyah le habría nombrado su lugarteniente para tomar venganza por los asesinatos de Ali y de Husáin y para liderar una rebelión alide en contra de los omeya.[8]​ Ibn al-Hanafiyyah nunca apoyó realmente la causa de al-Mujtar, si bien no la condenó y respondía de manera ambigua ante las preguntas sobre la causa de al-Mujtar, afirmando que estaba satisfecho con cualquiera a quien Dios usase para tomar venganza contra los enemigos de la familia del profeta.

En 692, de hecho, viajó a Damasco y juró lealtad al califa omeya Abd al-Málik ibn Marwan. En 700 murió en Medina, pero a partir de entonces surgió la leyenda entre los seguidores del fallecido al-Mujtar, que adoptaron el nombre de Kaysanitas, de que no estaba muerto, sino que vivía en reclusión en el monte Radwa cerca de Medina, protegido y alimentado por animales salvajes, y que, cuando Dios lo dispusiera, regresaría para establecer la justicia. y verdadera religión en el mundo. Así surgió la leyenda del Mahdi como salvador.[9]

Después de la muerte de Muhammad ibn al-Hanafiyya, su hijo Abu Hashim reclamó el imamato. Después de la muerte de Abu Hashim, los abasíes afirmaron que en su lecho de muerte Abu Hashim nombró a su primo lejano y líder de la casa abasí Muhammad ibn Ali ibn Abdullah ibn Abbas ibn Abdu'l-Muttalib ibn Hashim como imán. El hijo de este hombre, Abu'l-Abbas Abdullah as-Saffah, se convirtió en el primer califa abasí, repudiando el chiismo, lo que efectivamente extinguió la secta kaysanita que había reconocido a Muhammad ibn al-Hanafiyyah como imán. [10]



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