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Niño Dios de México



El Niño Dios es venerado por tradición en México desde que se presentó en el siglo XVI y fue incluido a la cultura con elementos prehispánicos para formar una serie de tradiciones únicas.[1][2]Católicos mexicanos las familias tienen su propia imagen del Niño Jesus, que es venerado y festejado durante la época navideña, especialmente en Noche Buena y el Día de la Candelaria (2 de febrero). Una tradición especial en México es vestir cada año a las figuras del Niño Dios en nueva ropa una para cada presentación que se realiza el Día de la Candelaria. Los ropajes varían ampliamente desde asemejar la vestimenta de los santos, hasta disfraces de la cultura azteca, playeras de equipos de fútbol y más. Además de las imágenes y figurillas regulares hay otras imágenes del Niño Dios que son famosas sólo a nivel local y son honradas a lo largo del año.[3]


La veneración del Niño Jesus es una tradición europea, con los mejores ejemplos siendo El Niño Jesus de Praga y el Santo Niño de Atocha. Esta tradición fue traída por los españoles a México después de la Conquista española del Imperio Azteca: allí tomó elementos indígenas,[3]​ y se la considera una de las tradiciones más arraigadas de la religión católica.[4]​ Parte de la justificación de esto es que los nativos mexicanos ya tenían costumbres donde se representaban deidades en pintura o escultura con ritos dedicados a la reencarnación en dramatizaciones.[1]​ Una de las tradiciones más antiguas relacionadas con el Niño Jesus en México es La Pastorela, una dramatización basada en el nacimiento de Jesús. La "Adoración de los Reyes Magos" (La Adoración de los Reyes Magos) fue probablemente la primera Pastorela en México que fue organizada por el fraile Andrés de Olmos. Fue escrita en Náhuatl y después se hicieron adaptaciones para la cultura indígena en escritura indígena también. La tradición de actuar escenas del nacimiento de Jesús fue reconocida por Juan de Zumárraga, el primer obispo de la Nueva España, quien ordenó que esta práctica fuera predicada para la evangelización. A partir de ese momento, dichas representaciones comenzaron a variar de localidad en localidad adaptándose a cada región y siendo escenificadas sobre todo por las clases bajas. El tema central de estos trabajos es el pasaje bíblico en el que los Tres Reyes Magos van a Jerusalén, con demonios tratando de interponerse en su camino. En la mayoría de las versiones los demonios son ahuyentados por el Arcángel Miguel u otro ángel, lográndose así que los Reyes Magos lleguen al destino. Los personajes que se incluyen generalmente son pastores, demonios, ángeles y Reyes Magos. Otros personajes que aparecen algunas veces pueden ser María y José, indios, pueblerinos y monjes. Al final de la puesta en escena, todos besan la imagen del Niño Jesus.[1]

La veneración del Niño Jesús es mucho más intensa durante la época navideña, que inicia oficialmente una semana antes de Noche Buena aproximadamente (con el inicio de posadas y termina el día de la Candelaria, el 2 de febrero. En Noche Buena, la figura del Niño Jesús se coloca oficialmente en la escena del Nacimiento en una celebración que se realiza en casa. Este evento se llama "Arrullar al niño". La figura es arrullada por una o más de las mujeres integrantes jóvenes de la familia mientras el resto de la familia canta rezos, canciones infantiles y o canciones navideñas. Cada miembro de la familia besa la imagen del Niño mientras se canta. Finalmente el Niño es colocado sobre el pesebre, donde reposará hasta el 2 de febrero.[5]

Esta ceremonia varía según la familia y la comunidad. Por ejemplo, en la comunidad de Dzitnup, en municipalidad de Valladolid, los Mayas, gente que habita ahí tienen su propia variación. Además de colocar el niño en el pesebre, hay un baile llamado "Abraham e Issac". Este baile incluye gente que juega los dos papeles principales y los diablos. El baile es acompañado por el sonido de un instrumento prehispánico llamado "tunkul", que es muy similar al "teponatli" usado en otros estados como Guerrero y Puebla.[6]

Otra tradición de Noche Buena es que los niños escriban cartas al Niño Jesús, generalmente pidiendo cosas como juguetes o ropa. En Ciudad Juárez, estas cartas también incluyen peticiones como que termine la violencia tan común en dicha ciudad. Hay peticiones como "yo quiero que ya podamos salir a jugar a la calle sin temor; yo que no haya más cholos malos que matan gente; que terminen las matanzas”[7]

El día de la Candelaria, 2 de febrero, marca el término de la época navideña, los Nacimientos permanecen intactos hasta esta fecha. La preparación para la Candelaria puede empezar el 6 de enero, conocido como "Los Tres Reyes Magos. En este día, un pan dulce de forma de anillo ovalado llamado Rosca de Reyes se comparte. Dentro de la Rosca, hay escondidas una o más figurillas de un niño. Los que encuentran las figurillas tienen la obligación para el día de la Candelaria. Estas obligaciones incluyen comprar los tamales y las bebidas para este día, pero además puede ser señal de un compromiso más serio. Podría significar que la persona elegida debe comprar un vestuario para el Niño Dios de la familia por uno, dos o 3 años. La persona podría necesitar además comprar un vestuario para la figurilla del niño encontrada.[3]

Cada año, el Niño Dios de la casa se lleva a una misa el 2 de febrero para ser bendecido. Después de la misa, la familia regresa a casa a celebrar, típicamente con tamales, buñuelos, atole y chocolate caliente.[3][8]​ La tradición remarca que 40 días después del nacimiento de Jesús, María y José llevaron al niño al Templo a presentarlo a los sacerdotes.[3]

Para presentar al Niño Dios en misa, dicta la tradición que la figura debe llevar un nuevo vestuario. Estos vestuarios pueden variar ampliamente pero la mayoría son las populares. Para aquellos que siguen el compromiso 3 veces al año, la imagen es vestida de blanco para la primera vez en el año, simbolizando pureza. Este es el caso también si la imagen es presentada por primera vez.[3][9]​ Otros vestuarios populares y tradicionales incluyen Santo Niño de Atocha con báculo y sentado en una silla, "Niño de las palomas" en una túnica blanca con una paloma entre las manos, como San Francisco con sandalias y la túnica café, sosteniendo un animal o el " Niño de las azucenas" con una túnica blanca sosteniendo un ramo de azucenas.[8]

La necesidad de comprar un nuevo vestuario cada año ha hecho que el mercado de los vestuarios para imágenes aumente. La compra de los vestuarios generalmente comienza a principios de diciembre y continua hasta el 2 de febrero. El vestuario varia desde los muy simples hechos con telas baratas hasta elaboradas creaciones en seda. Los vestuarios más comunes son hechos en seda, satín, algodón y brocados decorados con plata o dorado. Tiendas fijas generalmente venden los vestuarios más tradicionales y los más caros.[9]​ De cualquier forma, estos vestuarios son más comprados comúnmente en mercados tradicionales llamados "tianguis"[8]​ Aquí, algunos vestuarios más originales pueden ser encontrados, pueden incluir varios santos, vestidos prehispánicos, de mariachiss, de jugadores de fútbol y vestuarios étnicos de varias nacionalidades. Vestuarios a la medida también se hacen.[9]​ Algunos sacerdotes desaprueban los vestuarios no tradicionales y piden solo vestuarios blancos. Muchos de los vestuarios son originales y causan cierto escándalo, como el del Niño Dios vestido como un narcotraficante.[9]

En la Casa de la Cultura Griselda Álvarez en la Ciudad de México, hubo una exhibición de veinticuatro Niños Dios vestidos en diferentes formas; como pescador, como el papa, como el Arcángel Gabriel, como el Sagrado Corazón como el de Atocha. La colección es de La Casa de los Niños Dios Uribe. Las imágenes varían de tamaño desde unos muy pequeños hasta muy grandes en materiales, la mayor parte de cerámica o madera.[10]

Además de la veneración de los Niños Dios de casa durante la época Navideña, hay un número de imágenes de Niños Jesus veneradas a lo largo del año. Estos Niños Dios comúnmente tienen un lugar especial en la adoración de los católicos mexicanos, algunas veces han sido objeto de "secuestro" y disputas. La mayoría de las imágenes más conocidas se encuentran en la Ciudad de México y en la zona Metropolitana.[11]​ Las ofrendas más usadas para estas imágenes son juguetes, dulces, una tradición relacionada con las ofrendas que se realizaban a los muertos para la vida eterna en los tiempos prehispánicos.[2]

Una de las imágenes del Niño Dios más recientes en México es el "Niño Cautivo" que se encuentra en la "Catedral de la Ciudad de México|Catedral Metropolitana]]. Fue esculpido en el siglo XVI por Juan Martinez Montañez en España y fue adquirido por la catedral. Sin embargo, en el camino de Veracruz, piratas atacaron el barco en el que iba y fue saqueado. Para conseguir la pieza de regreso, una gran cantidad de rescate fue pagada. Hoy en día, la imagen está en la Catedral de San Pedro o De las Reliquias.[11]​ Tradicionalmente, la imagen es invocada por aquellos que buscan liberación de trampas o restricciones, especialmente problemas financieros o de adicción a drogas o alcohol.[2]​ El culto al Niño Cautivo es considerado inactivo por el INAH.[4]​ De cualquier forma, esta imagen en particular ha regresado desde el 2000 a la petición cuando un miembro de la familia es raptado y secuestrado a cambio de rescate.[2]

Otro Niño Dios famoso es el Niñopa (también descrito Niño-Paor Niñopan) of Xochimilco, que también data del siglo XVI. Esta imagen originalmente pertenecía a un jefe indígena llamado El Viejo.[11]​ El nombre "Niño Pa" es un híbrido de la palabra en español "niño" y la palabra en Náhuatl para lugar "pan" significando "niño del lugar". Se dice que esta imagen sale en la noche a visitar a la gente en sus sueños y a revisar las cosechas de la comunidad. Algunos aseguran que han encontrado lodo en los pies de la imagen por la mañana.[4]

Esta imagen ha sido guardada en casas de una familias por más de 430 años. La familia anfitriona se convierte en sus padrinos o mayordomos por todo el año. Ser un padrino para la imagen es un gran honor en Xochimilco, con una lista que se extiende hasta el 2035 con familias esperando cincuenta años. La familia prepara un cuarto especial en sus hogares para hospedar al niño por el año. Aquellas familias que han hospedado la imagen en los años pasados, tienen réplicas del Niño Pa.[12]

Se asegura que esta imagen se hizo invisible cuando soldados del gobierno llegaron a reclamarla durante la Guerra Cristera.[11]​Se decía que la imagen estaba hecha de madera de naranjo por los escritos acerca de esto de Martín Serón y Alvarado. Sin embargo, se probó falso en los setentas, cuando la imagen fue tirada y uno de los dedos se rompió. Está hecha de madera de un árbol llamado "chocolín" en las carpinterías de la Bernardino de Siena en el siglo XVI o XVII.[12]

El "Niño de las Suertes" tiene muchos seguidores debido a la asociación con la Santa Muerte. Mientras que la imagen fue creada en el siglo XIX, su popular veneración es un fenómeno reciente. La imagen fue encontrada por dos evangelistas en los escombros de la Hacienda de San Juan de Dios en Tlalpan. Fue entregada al Arzobispo Francisco Lizana y Beaumont. Como un alto número de monasterios querían tenerla, el arzobispo decidió elegir al azar. Se dice que esta imagen eligió a la Convento de San Bernardo dados los índices de pobreza de sus monjas. Esto fue confirmado haciendo el sorteo tres veces. En el siglo XIX, dada la tensión entre el gobierno mexicano y la iglesia, la imagen fue trasladada a Tacubaya cuando el convento fue secularizado. Esta imagen tiene un cráneo a la altura de la cabeza del Niño. Esto simbolizaba originalmente al futuro Pasión, pero recientemente ha hecho que se asocie a la Santa Muerte, de los devotos que lo visitan.[11]

En Tacuba, hay una imagen llamada "El Niño Futbolista" aunque el nombre real es "Santo Niño de los Milagros". Es considerado por su generosidad para conceder milagros y por estar en una caja de cristal rodeado de juguetes regalados por los creyentes por los favores recibidos. Cada cuatro años, cuando la Copa Mundial FIFA se juega, la imagen se viste con el uniforme del selección de fútbol de México, en espera de que México gane la copa.[13]

El "Santo Niño Doctor de los Enfermos" está en un altar al costado de la capilla de San Francisco de Asís en Tepeaca, Puebla. La imagen es vieja pero su devoción es relativamente nueva. La imagen pertenecía a una monja del Hospital en la Ciudad de México Concepción Béistegui. Cuando la monja fue transferida a Tepeaca, se llevó la imagen con ella mientras trataban su enfermedad. Esta imagen tiene su propio día festivo en su iglesia desde 1961 el 30 de abril.[4]

Otro Niño Dios famoso a nivel local es el "Niño Limosnerito" en la colonia Santa Maria la Ribera, el "Santo Niño del Verbo Encarnado en la Colonia Alfonso XIII, y el Santo Niño Muevo Corazones en la Colonia Santa Tomás. A esta última imagen se le adjudica la conversión de mucha gente al Catolicismo.[11]​ Fuera de la Ciudad de México, están Niño Jesús de la Salud en Morelia, el Niño Milagroso de Tlaxcala, el Niño Cieguito en Puebla (llamado así por la falta de ojos) y el Santo Niño de Atocha en Fresnillo,[4]​ este último es una versión local de una representación española.



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