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Nuku Hiva (isla)



Nuku Hiva es la más grande de las islas Marquesas, en la Polinesia Francesa. Está situada en el grupo norte del archipiélago.

La isla tiene una superficie total de 387 km², y una altitud máxima de 1.224 m en el monte Tekao situado al noroeste. La parte central de la isla es una planicie elevada llamada Tōvi‘i. Hacia el este y el sur se abre en unos profundos valles que recogen el agua de lluvia y en la costa forman bahías protegidas. Las más notables son Hakaui, Taiohae y Taipivai. En cambio, la parte norte y oeste son más secas, hasta el punto que el extremo noroeste se denomina «el desierto». Es en este desierto donde está el aeropuerto de la isla.

La bahía de Taiohae es de hecho un antiguo cráter hundido. A cada lado de la entrada hay un islote: el Centinela Este y el Centinela Oeste. En el fondo de la bahía se encuentra la villa de Taiohae, centro administrativo de las islas Marquesas que sustituyó a Atuona de Hiva Oa como capital. Detrás de Taiohae se levanta el monte Muake de 864 metros de altitud. Al este de la villa destaca la catedral de Notre-Dame.

La isla está dividida en tres comunas asociadas: Taiohae, Taipivai y Hatiheu. La población total era de 2.652 habitantes en el censo del 2002. Las principales actividades económicas son la agricultura, el artesanado y el turismo.

En la vegetación de la isla abundan los árboles frutales (cocoteros, bananeros, mangos, papayos, ananás, pomelos, naranjos y limoneros) y las flores (buganvillas, frangipanes, laureles, tiarés, hibiscos, jazmines y rosas). Entre los insectos se encuentran mosquitos, moscas, ciempiés, abejas, escorpiones no venenosos y los famosos «nonos» de picada desagradable.

El clima es tropical suavizado por los vientos alisios. La temperatura varía entre 25 °C y 34 °C. La estación de lluvias es de abril a agosto.

Los restos arqueológicos datan los primeros establecimientos humanos alrededor del año 150 a. C. Entre los siglos XII y XIII se edificaron numerosas construcciones de piedra: templos (me'ae), plataformas como base para las cabañas (pa'epa'e), y estatuas antropomorfas (tiki) relacionadas con los moai de la isla de Pascua. Debido a la orografía de la isla, con valles aisladas y sólo comunicadas por mar, se producían muchas guerras tribales y los habitantes eran temidos como guerreros y caníbales. Tradicionalmente los hombres se tatuaban completamente el cuerpo, incluida la cara, dando un aspecto todavía más feroz.

El primer navegante que la descubrió fue el norteamericano Joseph Ingraham, en abril del 1791, que lo llamó Federal. Los franceses reclamaron el descubrimiento cuando llegó Etienne Marchand en julio del mismo año, y la llamó Baux, nombre del armador de la primera expedición comercial francesa en el Pacífico. Los ingleses acreditaron el descubrimiento a Richard Hergest que el año siguiente lo bautizó como Henry Martin. La espléndida protección de la rada de Taiohae hizo que acto seguido fuese visitada por numerosos barcos comerciales, balleneros y aventureros.

En 1804 el ruso Krusenstern hizo la primera descripción de la isla y sus habitantes. Encontró al inglés Robarts y al francés Cabry, que hacía seis años habían naufragado un ballenero. A punto de ser sacrificados fueron salvados a petición de la hija del cabecilla que acabó casándose con el francés. Esto los enemistó y, para poner paz, Krusentern retorná al francés a Europa donde acabó exhibiendo sus tatuajes en los circos.

En 1813, durante la segunda guerra anglo-americana, el estadounidense David Porter estableció su base de operaciones en Nuku Hiva, haciendo la guerra de corsario a los barcos ingleses. Con la ayuda del inglés Wilson, que se había establecido en la isla, construye el Fuerte Madison, nombre que también va dio a la isla honorando al presidente estadounidense James Madison. Los prisioneros ingleses, con la ayuda de Wilson, se rebelaron y consiguieron huir de la isla. Cuando volvió Porter encontró como único superviviente al inglés Peters. Anteriormente Peters ya se había escapado de la justicia española e inglesa. Ahora, nuevamente, se salvó de ser sacrificado gracias a la hija de un cabecilla.

En 1842, Jules Dumont d'Urville tomó posesión por Francia. Un espectador de la ceremonia fue el norteamericano Herman Melville que acto seguido desertó de su ballenero y se escondió en Taipivai. La vida en un paraíso, pero a la vez prisionero de unos caníbales, lo describió después en la novela Typee, iniciando el género romántico de la literatura de los Mares del Sur. En 1902, la Corbeta General Baquedano de la Armada de Chile hizo el crucero de instrucción siguiendo el camino probable de los Rapanui desde esta isla hasta la Isla de Pascua, llegando a ella desde las Islas Desventuradas.

La población quedó drásticamente reducida debido a las enfermedades importadas, como la viruela, el consumo de opio introducido por los chinos, y el alcohol. De unos 12.000 habitantes que vivían en 1842, sólo quedaban 635 en 1934.

A partir de las crónicas realizadas por cronistas españoles Pedro Sarmiento de Gamboa,[1][nota 2]Martín de Murúa y Miguel Cabello Valboa durante la conquista recogieron un relato sobre que, Túpac Yupanqui, estando en la costa norte (En las islas Puná) habría tenido conocimiento de unas islas lejanas, decidiendo ir en pos de ellas. Alistado una gran flota de balsas,[nota 3]​ habría zarpado con 20.000 hombres, llegando a unas islas llamadas Ninachumbi[nota 4]​ y Auachumbi;[nota 5]​ algunos historiadores postularían como hipótesis de que estas islas serían verdaderas y estarían ubicadas en la Polinesia.[2][nota 6]​ Esta crónica dio pie, al historiador José Antonio del Busto, para la formulación de una teoría sobre que esas dos islas serían Mangareva 23°8′3.13″S 134°58′25.25″O / -23.1342028, -134.9736806 y Rapa Nui, basándose en treinta pruebas que considera haber descubierto, entre ellas el hecho que en Mangareva existe una leyenda sobre un rey Tupa, que vino del este en balsas con velas, trayendo orfebrería, cerámica y textilería y del que hasta hoy existe una danza. Un relato similar existiría en las islas Marquesas. Igualmente destaca la presencia de la totora en los cráteres de la isla, lo cual apoyaría está hipótesis.

Según la tesis de Jean Hervé,[3]​la construcción del Ahu Vinapu es de arquitectura idéntica a la de un Chulpa de Sillustani, cerca del Lago Titicaca en los Andes, hasta las pequeñas piedras en el centro es el mismo. Según la tesis de Jean Hervé Daude, el acompañamiento de Orejón Túpac Inca Yupanqui son la causa de los monumentos y los ritos religiosos del hombre-pájaro y en makemake[4]​ Además, agrega que el Ahu Vinapú, en Rapa Nui, está construido en forma similar a las construcciones incaicas del Cusco, y que el rey tupa en Rapa Nui habría tomado el nombre de Mahuna-te Ra'á, traducido como "hijo del sol" sobre la base de una leyenda rapa nui.[5]​ Retornó a los dos años trayendo consigo gente negra, sillas de latón, pellejos y quijadas de caballos que fueron conservadas en la fortaleza de Sacsayhuamán. Esta hipótesis es apoyada por la travesía que hizo el explorador noruego Thor Heyerdahl, denominada Kon-tiki en honor al dios de los incas, Wiracocha, el creador del universo, pues Kon-tiki es una advocación del mismo.[6]



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