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Orfeón Donostiarra



El Orfeón Donostiarra es una centenaria institución coral amateur fundada el 21 de enero de 1897 en la ciudad de San Sebastián (Guipúzcoa, España). Cuenta en su haber con un extenso palmarés de premios y galardones que le avalan como una de las agrupaciones corales más importantes del mundo. Objetivos como "conservar y difundir el canto vascongado" y una ejemplar filosofía de gestión le permiten hoy en día ser una entidad cultural de primer orden y muy reconocido prestigio. El coro en toda su historia -y también en la actualidad- está formado por cantores no profesionales.

Cuentan las crónicas de esta entidad que en el mes de junio de 1896, un grupo de veinte cantores de la antigua Sociedad Coral dirigidos por Norberto Luzuriaga crean el germen de lo que meses después se convertiría en el Orfeón Donostiarra.

Por aquella época la Diputación Foral de Guipúzcoa organizó en la localidad de Mondragón el Concurso de Agricultura y Ganadería y la famosa Fiesta Euskara que se celebran anualmente. Estos veinte cantores primigenios prepararon un primer repertorio para poder ser presentado en dicha localidad y después en lugares distintos de la provincia.

Durante los primeros cinco años de vida del Orfeón, su repertorio es muy reducido: Jota Navarra de Apolinar Brull, El bello Danubio azul de Johann Strauss, Oh, Pepita de A. Muller, y el popular Boga, Boga de Jesús Guridi entre otras obras. Pero si el balance artístico es escueto, se les reconoce a los fundadores una gran labor organizativa, ya que durante este tiempo, en el que solamente se dio una veintena de conciertos, se celebraron noventa y seis reuniones de directivos y veintinueve asambleas.

En 1902 Secundino Esnaola es nombrado director del Orfeón. A comienzos de siglo son frecuentes las competiciones corales en las que participa el Orfeón Donostiarra. A aquella época corresponden numerosos galardones que culminarían en 1906 con el Grand Prix d'Honneur de París.

En 1909 el maestro Esnaola toma una decisión transcendental para el futuro del Orfeón Donostiarra: dar entrada a las mujeres y transformar el coro de voces graves en un coro mixto. Esto supone la posibilidad de ampliar el horizonte del repertorio y la irrupción en el mundo sinfónico-coral. Con gran expectación, los donostiarras escuchan la interpretación de Bello Navío a un Orfeón Donostiarra por primera vez con "señoritas" en sustitución de los niños que cantaban la parte de tiple. El éxito es rotundo.

Son relevantes en esta etapa del maestro Esnaola las actuaciones en el Casino de San Sebastián con la Orquesta Sinfónica, dirigidas por el Maestro Arbós, y los conciertos en el Teatro Lírico y en el Teatro Real de Madrid. Sobresale la actuación en Portugal, en 1925, con la Novena Sinfonía de Beethoven dirigida por el Maestro Blanch, una de las obras que más ha interpretado el Orfeón Donostiarra a lo largo de sus cien años de vida, desde su estreno en 1912.

Gracias al maestro Juan Gorostidi, sucesor de Esnaola, el coro conoce la influencia de grandes directores nacionales y extranjeros, y actúa en los principales festivales internacionales de Europa. Hay que destacar la ampliación del repertorio, que se extiende en este periodo al campo de la zarzuela y la ópera.

Entre las numerosísimas actuaciones a lo largo de los treinta y nueve años ininterrumpidos, tanto de conciertos a capella dirigidos por el mismo Gorostidi como conciertos sinfónico-corales, destacan:

Tras el fallecimiento de Juan Gorostidi, le sucede en la dirección del coro Antxon Ayestarán, hasta entonces subdirector y tenor del coro, que continúa la gran labor de sus predecesores y persigue con decidido empeño la permanente superación del nivel artístico. Con él se multiplican las giras internacionales, lo que supone el reconocimiento de público y crítica de otros países.

Antxon Ayestarán es recordado como un hombre con carisma, un entusiasta capaz de contagiar su pasión por la música y sus ganas de superación. En su etapa de director, se mostró preocupado por la renovación de los orfeonistas y por su preparación, puso en marcha un taller de música, que hoy lleva su nombre, y una escuela de canto. Afirmó que "quisiera que el Orfeón Donostiarra mantuviera el fuego del amateurismo combinado con un talante profesional en la búsqueda de la perfección artística, del agua que apague la sed del espíritu. Busco la síntesis de la pasión vital por la belleza, con una insobornable exigencia perfeccionista; la fusión de la técnica y arte, de materia y espíritu".

En 1984, el Orfeón Donostiarra recibió otro de sus innumerables premios, el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, "en reconocimiento a su excepcional calidad interpretativa; a la continuidad de su desinteresado trabajo artístico, mantenido a lo largo de ochenta y siete años; a su permanente superación, que le ha llevado a ser uno de los más importantes grupos corales, reclamado y admirado en el mundo entero; y a su labor colectiva, efectuada con exigencia, talento y cohesión. El Jurado premia una historia musical gloriosa, a la vez que estimula un futuro prometedor."

Tras su trágica desaparición en diciembre de 1986, se puede afirmar que sus deseos para el futuro del Orfeón Donostiarra se han cumplido.

De la ingente tarea llevada por el Orfeón Donostiarra en esta época, se puede destacar:

José Antonio Sainz Alfaro asume la dirección del Orfeón Donostiarra en 1987, tras el fallecimiento repentino del maestro Ayestarán, con quien había colaborado estrechamente como subdirector del coro. En esta etapa, José Antonio Sainz renueva el coro con voces jóvenes, manteniendo el alto nivel musical que los directores precedentes habían alcanzado.

En 1988 se crea el Orfeón Txiki (infantil), para niños de 8 a 14 años, y en 2006 el Orfeón Gazte (joven), con cantores de 15 a 18 años.

Cabe mencionar las siguientes actuaciones estelares:



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Comentarios
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Carlos Goicoechea de Argentina:
Buenas tardes, les escribo para saber algo más sobre la vida de mi abuelo Hermenegildo. Buscando entre recuerdos de mi padre encontré un escudo que tal vez pertenezca a esa institución. les podria mandar una foto para que me digan si es así? El cantaba en coros y le contaba a mi padre que solian viajar a pueblos cercanos para competir en esas lides. Estuvo en los años 1907/1912, porque después emigró a Argentina en el 2013, de modo que probablemente haya participado en esa institución. Esto lo hago para conocer un poco más sobre los pasos de mis abuelos al que no pude conocerlos. Desde un pueblo perdido en Argentina, que se llama El Trébol, provincia de Santa Fe, les mando un afectuaso saludo.
2023-11-27 15:27:29
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