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Palacio Errázuriz



El palacio Errázuriz, construido por el arquitecto francés René Sergent para el diplomático chileno Matías Errázuriz y su esposa Josefina de Alvear, es una de las mansiones más elegantes de la ciudad de Buenos Aires. Alberga, desde 1944, la Academia Argentina de las Letras, la Academia Nacional de Bellas Artes, el Museo Nacional de Arte Decorativo y el Museo Nacional de Arte Oriental.

Diseñado en 1911 en estilo academicista francés por Sergent, que dirigió el proyecto sin visitar nunca la Argentina, el palacio tiene cuatro plantas y sigue el formato de "grand hôtel particulier". Sergent dio cierta autonomía a las fachadas, e integró los jardines —diseñados por el paisajista Achille Duchêne— a las áreas públicas de la casa, a la manera de salones exteriores. Como marca el arquitecto Jorge Liernur, Sergent debió ajustar el modelo del clásico hôtel particulier al terreno que poseían los Errazúriz-Alvear, algo pequeño para una gran residencia. Para ello, eligió fusionar el cour d'honneur (o entrada de honor) con el jardín de la casa.[1]

Las obras se iniciaron a comienzos de la década de 1910, y se prolongaron varios años debido a la escasez de materiales impuesta por la I Guerra Mundial. La decisión de los Errázuriz-Alvear de importar de Europa materiales y artesanos para buena parte de la obra impuso también limitaciones; si bien la dirección estuvo a cargo de la firma local de Lanús y Hary, el gran salón central de doble altura fue realizado bajo la supervisión directa del especialista Henri Nelson, mientras que el comedor de mármol en estilo Luis XIV fue realizado por Georges Höntschel, el petit salon de Matias Errázuriz por Josep Maria Sert y los salones panelados en madera estilo Regencia de la planta baja por André Carihian.[2]

Los Errázuriz-Alvear residieron en el edificio sólo veinte años. En 1937 fue adquirido, con la mejor parte de su mobiliario y decoración, por el Estado argentino. Alberga, desde 1937, la Academia Argentina de las Letras, la Academia Nacional de Bellas Artes, el Museo Nacional de Arte Decorativo y el Museo Nacional de Arte Oriental. Gracias a ello, es la única mansión de estilo francés de Buenos Aires abierta regularmente al público en general.

El estilo Luis XVI del vestíbulo se logró incluyendo en la decoración pilastras dóricas, arcos y cornisas que sostienen el cielorraso abovedado y con casetones, todo realizado con un acabado en "piedra París". Las figuras alegóricas sentadas sobre la cornisa que representan a las artes -pintura, escultura, arquitectura y música- junto con los relieves que aluden a las cuatro estaciones otorgan a este espacio carácter neoclásico. En el vestíbulo se encuentra la escalera de honor que conduce a la planta principal destinada a las reuniones sociales.

A ambos lados de la escalera están los accesos a los guardarropas de damas y caballeros que incluían los sanitarios de invitados. Dos quimeras de origen español talladas en piedra del siglo XVI vigilan el acceso a la residencia. La escalera de honor está flanqueada por dos esculturas francesas de terracota: "Bacante con fauno niño" atribuida al taller de Carpeaux y "Hamadryade" de Antoine Coysevox.

La decoración de esta sala sigue las pautas del estilo Luis XVI. Las paredes están cubiertas con un revestimiento de roble tallado y encerado con molduras rectas y sobrias, guirnaldas de flores y frutas, hojas de roble, laurel, olivo y muérdago, sujetas con nudos chatos y sobrepuertas decoradas con casetones. El cielorraso, con una gran claraboya central, está subrayado por un diseño geométrico de molduras realizadas en yeso que de noche reciben luz artificial desde la cornisa.

La antecámara es un ambiente que establece vínculos con otras cuatro salas y con el sector de escaleras y ascensor. Cuatro puertas vidriadas la separan del vestíbulo de ingreso; en el muro puertas espejadas la vinculan con el gran hall.

El centro de la sala está ocupado por la escultura de Joseph Pollet (1814-1870) "La noche"; a la derecha, el retrato de Doña Josefina de Alvear de Errázuriz vestida de terciopelo rojo nos da la bienvenida, del artista español Joaquín Sorolla. A los lados de la puerta espejada dos óleos neerlandeses: el "Retrato de un Gentilhombre" de J. C. Verspronck y la "Naturaleza Muerta" de Rachel Ruysch.

La decoración del escritorio privado de Matías Errázuriz es de estilo Luis XVI y fue proyectada por André Carlhian. En ella se combinan los paneles de roble tallado y encerado con sectores tapizados en terciopelo, todo rematado por una cornisa continua. Como en todos los sectores de la casa reservados al uso de Don Matías, los tejidos elegidos para los tapizados de los muebles, para los entelados de los muros o para los cortinados pesados, son de color rojo Burdeos.

Hay dos bibliotecas cuyas puertas siguen la costumbre del siglo XVIII de proteger los cuadros superiores con alambre tejido en vez de vidrio. Para armonizar con el conjunto, el dorso de la puerta de acceso está decorado con lomos de libros simulando un armario biblioteca.

Sobre cada puerta hay un friso tallado en roble con caduceos, mapamundis y esfera armilar. Los paneles sobrepuerta de yeso moldeado con patina símil terracota están decorados con medallones, guirnaldas e instrumentos.

En este lugar de estudio y entrevistas formales, Matías Errázuriz disfrutaba sus momentos de meditación rodeado por las obras de Eugène Boudin, Edouard Manet, Henry de Fantin-Latour, Jean Baptiste Corot, lacas japonesas y piedras duras chinas.

El salón de baile está entre el salón de madame y el jardín de invierno, y se abre por tres grandes ventanas con arquería hacia la balconada sobre Avenida del Libertador. Las arañas son de bronces de Bagués, con caireles de Baccarat, con boisseries, más el oro a la hoja y los espejos que crean la atmósfera de la época.[2]

En arte decorativo, este museo es el más importante de Latinoamérica y, además de las colecciones originales de la casa, expone un patrimonio inigualable de donaciones, con tapices, pinturas, esculturas, adornos y muebles originales de la casa, firmados por algunos de los más importantes ebanistas europeos del siglo XVIII. Es una de las pocas casas-museo que conserva la coherencia entre su construcción y las colecciones que alberga. Cuando en 1935 murió Josefina de Alvear, sus herederos vendieron la mansión y gran parte de la colección de obras al gobierno argentino, con la condición de que aquella se destinara a museo. El actual Museo Nacional de Arte Decorativo abrió por primera vez sus puertas al público en el año 1937.

El Museo Nacional de Arte Oriental (MNAO) tiene como objetivo preservar y difundir las producciones materiales de las culturas asiáticas. Fue creado por Resolución N.º 991, el 14 de julio de 1965, declarándose el primer piso del palacio Errázuriz Alvear como su sede oficial. Abrió sus puertas al público por primera vez el 5 de agosto de 1966. Permaneció cerrado al público desde 2001 hasta 2019, cuando reabrió sus puertas luego de una reestructuración de sus salas. Actualmente pueden visitarse su sala de exhibiciones temporarias y la reserva de sus colecciones. Además, se realizan tareas de registro de colecciones, catalogación de la biblioteca, investigación y puesta en valor de las colecciones y se organizan exposiciones 'extramuros', conferencias, cursos y se ofrece un servicio de biblioteca especializado.



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