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Pentecostalismo



El pentecostalismo o movimiento pentecostal es un movimiento protestante de iglesias que recalcan la doctrina del bautismo en el Espíritu Santo,[2]​ cuya manifestación contemporánea se catalizó a partir del llamado Avivamiento de la Calle Azusa dirigido por el pastor afroamericano William J. Seymour en una Iglesia Metodista Episcopal Africana de Los Ángeles, California, en 1906.[3]​ Los términos «pentecostalismo» y «pentecostal» se derivan de Pentecostés, una celebración judía también llamada la Fiesta de las Primicias. Para los cristianos, este acontecimiento conmemora el descenso del Espíritu Santo sobre los discípulos de Jesús, como se describe en el capítulo dos del libro de Hechos de los Apóstoles.[4]

Este movimiento carece de un dirigente mundial ya que está conformado por varias organizaciones e iglesias que presentan un cuerpo de autoridades sobre sí mismas[5]​ En la actualidad, el pentecostalismo tiene cuatro corrientes importantes: el pentecostalismo histórico y pentecostalismo clásico, el pentecostalismo unicitario y el movimiento carismático o neopentecostalismo (que incluye movimiento carismático evangélico de segunda ola, neo-carismáticos de la tercera ola, y la renovación carismática católica). [6]

Una iglesia pentecostal puede trabajar de forma independiente o estar afiliada a una organización religiosa, ministerio o apostolado de mayor cobertura. Sus ritos, prácticas y costumbres dependen de la corriente con la cual se identifique.

Las iglesias pentecostales se financian a través del pago de diezmos, primicias y donaciones, así como a través de inversiones en la bolsa de valores y diversos negocios como el mercado inmobiliario y el negocio de las telecomunicaciones.[7]

Los pentecostales utilizan, citan e interpretan diferentes textos de la Biblia para justificar sus creencias, tales como los referidos a «La promesa del derramamiento del Espíritu Santo»,[8]​ «La revelación a Juan el Bautista» del Evangelio de Juan,[9]​ «Jesucristo y sus enseñanzas» del Evangelio de Marcos,[10]​ «La promesa del Padre» del Antiguo Testamento,[11]​ el «Poder»,[12]​ «El derramamiento del Espíritu Santo»,[13]​ o los pasajes del Nuevo Testamento «La casa de Cornelio»,[14]​ «La iglesia en Éfeso» o[15]​ «La iglesia en Samaria».[16]

Con la Reforma protestante del siglo XVI, los pentecostales consideran a Martín Lutero un profeta y evangelista, dotado de todos los dones espirituales,[17]​ Aun así están separados de la doctrina de la Iglesia Luterana fundada por Lutero. También se sienten identificados con las prédicas sobre el Espíritu Santo de George Fox[18]​ y con los supuestos avivamientos experimentados por los husitas de Bohemia.[19]

El pastor anglicano John Wesley, considerado el padre del metodismo, consideraba que los dones perseguidos por el cristianismo primitivo debían rescatarse y no ser ridiculizados.[20]​ En sus diarios registró diversas historias que supuestamente tenían que ver con dones divinos.[21]​ El mensaje de las iglesias metodistas marcó una fuerte influencia dentro del movimiento pentecostal.[22]

En las décadas de 1730 y 1740 se desarrolló el llamado Primer Gran Despertar, un movimiento de revitalización cristiana que se extendió por la Europa protestante y América británica dejando un impacto permanente en la religión norteamericana y el movimiento pentecostal. Entre sus principales predicadores se encontraban George Whitefield (1714-1770), David Brainerd (1718-1747) y Jonathan Edwards (1703-1758).[23]

Más tarde, a fines del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, se produjo en Estados Unidos el Segundo Gran Despertar, del que surgió el denominado Movimiento de Santidad, un conjunto de creencias y prácticas religiosas que surgió del metodismo y de ciertas denominaciones evangélicas para enfatizar sus creencias a través de una doctrina central. Entre 1811 y 1825, el teólogo metodista Adam Clarke difundió la idea de enfatizar más en el Espíritu Santo, y en 1840 el Movimiento de Santidad comenzó a predicar acerca de la doctrina del bautismo en el Espíritu Santo. El Movimiento de Santidad se considera uno de los antecedentes del pentecostalismo moderno,[24]​ y algunos de sus términos publicados hacia 1857 y relacionados con la palabra «pentecostal» son utilizados por el pentecostalismo actual.[23]​ Algunos de sus principales predicadores fueron Charles G. Finney (1792-1875), Dwight L. Moody (1837-1899) y Guillermo Arthur.[23]

Las Asambleas de Dios, la denominación pentecostal más grande del mundo, tendría 55 500 000 miembros en 2020.[25]​ Las otras denominaciones pentecostales internacionales importantes son la Iglesia Apostólica con 15 000 000 de miembros, [26]​ la Iglesia de Dios (Cleveland) con 36 000 iglesias y 7 000 000 de miembros, [27]​ la Iglesia Cuadrangular con 67 500 iglesias y 8 800 000 miembros. [28]

Entre los censos realizados por las denominaciones pentecostales publicados en 2020, los que afirmaron la mayoría de los miembros estaban en cada continente:

En África, la Iglesia cristiana de los redimidos de Dios, [29]​ con 14 000 iglesias y 5 millones de miembros.

En América del Norte, las Asambleas de Dios en EE. UU. con 12 986 iglesias y 1 810 093 miembros. [30]

En América del Sur, la Convención General de las Asambleas de Dios en Brasil con 12 000 000 de miembros.[31]

En Asia, la Iglesia Bethel de Indonesia con 5000 iglesias y 3 000 000 de miembros.[32]

En Europa, las Asambleas de Dios de Francia con 658 iglesias y 40 000 miembros. [33]

En Oceanía, las Iglesias cristianas australianas (Asambleas de Dios) con 1000 iglesias y 375 000 miembros. [34]

A pesar de las diferentes corrientes y organizaciones pentecostales, todas ellas comparten cuatro creencias fundamentales:[35]

En cuanto al último punto, las iglesias pentecostales no proclaman una fecha para este suceso, sino que alientan a sus creyentes a vivir en consagración, santidad y trabajo cristiano.[35]​ En general, los pentecostales sostienen que para recibir estos beneficios se necesita mantener una constante dedicación religiosa.[36]

Como cristianos, los pentecostales son monoteístas. Los llamados pentecostales trinitarios creen en la Santísima Trinidad, mientras que los pentecostales unicitarios no, pues consideran que Dios es uno solo manifestado de muchas maneras, siendo Jesús su última gran manifestación.[36]​ Ven a la Biblia como un libro sagrado en el canon bíblico protestante, cuyos escritores fueron inspirados por el Espíritu Santo. De este modo, representa la palabra de Dios y, por tanto, su incondicional regla de fe y conducta.

Al igual que otras iglesias cristianas y protestantes, también creen en el pecado original, y en particular en las figuras de Satanás, Adán y Eva.[36]​ También creen en la posibilidad de santificación del ser humano por medio de la fe.[37]​ Se consideran parte de la «iglesia de Cristo», sin tener mayores desavenencias con las iglesias históricas como las presbiterianas o bautistas. Algunos pentecostales, no obstante, están en contra del ecumenismo.[36]

Dentro de la escatología cristiana, creen también en la parusía o Segunda Venida de Cristo, el arrebatamiento de la Iglesia, la Gran Tribulación, el Reino Milenial, el Juicio Final, la Nueva Jerusalén y la resurrección de los muertos.[36]

Los pentecostales creen que Dios se puede manifestar de diversas maneras sobrenaturales, tales como señales o la realización de prodigios, milagros o dones: dones de sabiduría, de conocimiento, la capacidad de sanar gente y realizar otros milagros a través de la fe, de recibir profecías, de discernir espíritus entre ángeles o demonios y de hablar e interpretar otros idiomas.[24]

La liturgia pentecostal varía según la iglesia, organización o corriente pentecostal, pero su principal actividad es la lectura tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento. Durante las ceremonias se suelen interpretar himnos y otros cantos de alabanza de variados estilos, acompañados de música en vivo, aplausos, coros, exclamaciones de júbilo y pasos de danza dirigidos o espontáneos. También se practican la oración conjunta, la predicación de los pastores a los feligreses y la ministración u oración de los pastores o ministros dirigida a los feligreses. Algunos ministros permiten que algunos feligreses digan breves testimonios personales a los demás y se presten para supuestas sanaciones o expiación de demonios.[38]

Algunos de los músicos más interpretados por las iglesias hispanoamericanas son Marcos Witt, Marco Barrientos, Danilo Montero, Jesús Adrián Romero, Juan Carlos Alvarado, Fernel Monroy, Jaime Murrell, o los grupos musicales En Espíritu Y En Verdad, Hillsong United, Rojo e Inspiración.[38]

Dentro de las ceremonias, se recolecta dinero de los feligreses de diferentes maneras:[38]

La administración de los ingresos también depende de cada institución. Mientras que algunas iglesias deben rendir cuentas a organizaciones religiosas más grandes, los ingresos de otras son administrados independientemente por sus líderes directos.

Los pentecostales practican diversas actividades consideradas por ellos como sacramentos, y que buscan emular momentos adjudicados por la Biblia a Jesús de Nazaret.[36]

Los pastores y misioneros pueden realizar bautismos por inmersión, los cuales, a diferencia del catolicismo, generalmente son realizados a adultos y por voluntad propia; los recién nacidos, al ser considerados incapaces de arrepentirse todavía por sus pecados, solo son presentados ante el ministro o pastor de la iglesia. Ministros, pastores o diáconos también pueden dirigir representaciones simbólicas de la Santa Cena. Otra actividad de varias iglesias pentecostales es la del lavatorio de pies, como símbolo de humildad entre sus pares.[36]

Los pentecostales creen en las posesiones demoníacas y en los exorcismos, los cuales, sostienen, pueden ser ejecutados por creyentes consagrados a Dios y previamente expuestos al ayuno. Para ellos, las razones por las cuales una persona puede ser poseída por un demonio son esotéricas o bien están relacionadas con actos que consideran impropios para un cristiano.[36]

Las iglesias pentecostales poseen una organización característica conformada por diversos cargos o ministerios, cuya cantidad y funciones difieren según la iglesia. También difiere el rol de la mujer, pues mientras en algunas iglesias pueden ejercer como líderes, en otras esto les está vedado.[39]

El pentecostalismo moderno está conformado por el pentecostalismo histórico, el pentecostalismo clásico, el pentecostalismo unicitario y el movimiento carismático o neopentecostalismo.

Varios grupos cristianos han criticado al movimiento pentecostal y carismático por prestar demasiada atención a las manifestaciones místicas, como la glosolalia que sería el signo obligatorio de un bautismo del Espíritu Santo para un creyente, las caídas al suelo, los gemidos y gritos, durante los cultos, así como su anti-intelectualismo. [46]

Una doctrina particularmente controvertida es la de la teología de la prosperidad, que se difundió en los años 1970 y 1980 en los Estados Unidos, principalmente por televangelistas pentecostales y carismáticos.[47][48]​ Esta doctrina se centra en la enseñanza de la fe cristiana como un medio para enriquecerse financiera y materialmente, a través de una «confesión positiva» y una contribución a los ministerios. [49]​ Promesas de sanidad divina y prosperidad están garantizadas a cambio de ciertas cantidades de donaciones (lo cual es completamente antibíblico).[50]​ La fidelidad en el diezmo permitiría evitar las maldiciones de Dios, los ataques del diablo y la pobreza. [51]​ Las ofrendas y el diezmo ocupan mucho tiempo en los cultos. [52]​ A menudo asociado con el diezmo obligatorio, esta doctrina a veces se compara con un negocio religioso. [53][54][55]​ En 2012, el Consejo Nacional de los Evangélicos de Francia publicó un documento denunciando esta doctrina, mencionando que la prosperidad sí era posible para un creyente, pero que esta teología llevada al extremo conduce al materialismo y a la idolatría, que no es la propósito del evangelio. [56][57]​ Los pastores pentecostales que se adhieren a la teología de la prosperidad han sido criticados por los periodistas por su estilo de vida bling-bling (ropa de lujo, casas grandes, autos de alta gama, avión privado, etc.).[58]

En el pentecostalismo, las derivaciones acompañaron la enseñanza de la curación por la fe. En algunas iglesias, se ha observado el precio de la oración en contra de las promesas de curación.[59]​ Algunos pastores y evangelistas han sido acusados de reclamar curaciones falsas. [60][61]​ Algunas iglesias, en Estados Unidos o Nigeria, han desaconsejado a sus miembros vacunación o medicina, afirmando que es para los débiles en la fe y que con una confesión positiva, serían inmunes. [62][63]​ En 2019, en Mbandjock, en Camerún, tres muertes están vinculadas a esta posición en una iglesia.[64]​ Esta posición no es representativa de todas las iglesias evangélicas, como indica el documento "La curación milagrosa" publicado en 2015 por el Consejo Nacional de Evangélicos de Francia, que menciona que la medicina es uno de los dones que Dios dio a los humanos. [65][66]​ Las iglesias y ciertas organizaciones evangélicas humanitarias también participan en programas de salud médica.[67][68][69]



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