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Perdidos en la tribu



Tres familias, tres tribus primitivas y tres destinos desconocidos que se convertirán en la aventura de sus vidas. Este es el punto de partida de Perdidos en la tribu, un docu-reality de Cuatro. Un programa en el que tres familias españolas abandonarán su civilizada vida occidental para, sin saberlo, vivir en algunas de las tribus más antiguas del mundo. Allí deberán adaptarse a las primitivas formas de vida de sus anfitriones, desenvolverse en un entorno salvaje y convivir durante un tiempo con completos desconocidos.

En la primera temporada participaron la tribu himba de Namibia, los bosquimanos de África y los mentawai de las Islas Mentawai, los cuales convivieron con los Carrión Roldán, los Molina Herrera y los Recuero Oliva respectivamente. En esta última temporada todos fueron finalmente aceptados por las tribus. La estancia de las familias fue de 21 días.

José y Montse es un matrimonio de Badalona. Ella es ama de casa y él trabaja como albañil. Aunque nadie lo diría, Marta y Laura, sus hijas, son mellizas. Laura es ordenada y responsable. Sin embargo, Marta personaliza el desorden en todas las facetas de su vida. Ambas están muy unidas y comparten una misma afición: arreglarse.

Esta familia convivirá con los Himba que tienes costumbres muy peculiares. Las mujeres himba tienen completamente prohibido lavarse, desde que nacen hasta su muerte. Sin embargo, cuidan minuciosamente su cuerpo. Lo cubren de una grasa color rojizo que les protege del clima del desierto, impide que se quemen por el sol y mantiene su piel suave y sin imperfecciones. Los himba veneran el fuego, son polígamos y construyen sus casas con excremento de vaca. En el poblado, los escorpiones pueden convertirse en un invitado muy habitual.

José Manuel y Auda han formado una gran familia en Tenerife. Ivonne, la hija mayor, vive obsesionada con el color rosa. Su madre dice que es demasiado presumida. Kevin es un deportista con novia formal. Eric es el bromista de la casa mientras que Carla, la hija pequeña, con tan solo 11 años piensa más en fútbol que en muñecas.

Su tribu, los bosquimanos, viven en el desierto del Kalahari (Namibia) en condiciones climatológicas extremas. Es un pueblo monógamo y bastante igualitario, aunque las decisiones las toman siempre los hombres. Cazadores y recolectores, son cariñosos, dulces y suelen vivir en armonía. Los bosquimanos cazan con arcos, flechas envenenadas y trampas ancestrales. Son muy supersticiosos y creen que los espíritus son los causantes de las enfermedades. Su ropa está hecha de pieles secas que fabrican las mujeres. Antiguamente convivían con leones, por lo que alejarse del poblado era extremadamente peligroso. Hoy, serpientes letales y escorpiones abundan en el poblado. Las mujeres siempre quieren casarse con el mejor cazador, así se garantiza la supervivencia de la familia y la protección para la mujer y sus hijos.

Una temprana maternidad y una separación algo difícil han hecho de Sonia una mujer de armas tomar. Luismi, su nuevo compañero sentimental, llegó a sus vidas hace 2 años y todavía sigue adaptándose a su carácter y su excesiva sinceridad. Jonathan y Ventura adoran a su madre y son conscientes de que aunque Luismi no es su verdadero padre, adora a Sonia y quiere que todos se conviertan en una familia ejemplar.

Convivirán con los mentawai constituyen una de las tribus más fascinantes del mundo. Viven en la profundidad de la jungla indonesa de la isla de Siberut. Mantienen costumbres ancestrales y viven en clanes en torno a una casa alargada llamada Uma. También se les conoce como los hombres flores por los coloreados adornos que utilizan. Se alimentan de sagu, un árbol muy abundante en su zona, cazan y pescan. Aunque uno de sus manjares son las larvas vivas. Los hechiceros ("chamanes") tienen un importante peso en esta sociedad. Están en contacto con los espíritus y cuentan con extensísimos conocimientos sobre plantas medicinales para curar a los heridos. Fuman constantemente tabaco salvaje.

En la segunda temporada aparece la tribu de los Hamer de Etiopía, los Kamoro de Indonesia y los Nakulamené de Vanuatu, los cuales tienen que convivir un mes con los Rovira Mezcua, Segura-Romero y Moreno-Noguera respectivamente. Como en la anterior temporada, en esta las tres familias también son finalmente aceptadas. La estancia de las familias fue de 30 días.

Ana Mari y Rafael viven en Málaga. Ella es ama de casa y él militar en la reserva. A pesar del amor que se profesan siempre hay problemas de convivencia que esperan poder suavizar. La hija, Mila, tiene 17 años y apenas tiene relación con su hermano. Cada uno parece hacer su vida sin tener en cuenta en absoluto lo que el otro pueda o no pensar. Por su parte, Rafael, el padre, es un hombre tan tranquilo que su carácter choca constantemente con el de Ana Mari, mujer de armas tomar que roza la hiperactividad y que resulta, para el resto de su familia, divertida y agotadora a partes iguales.

El pueblo Kamoro, vive al sur de Irian Jaya, provincia indonesia de la isla de Papúa. tierra regida por las mareas, tanto que cuando salen a cazar, en muchas ocasiones tienen que pasar días enteros en medio de la jungla porque las mareas no les permiten regresar a su poblado, se les consideran grandes guerreros, hábiles cazadores y buenos escultores.

En esta familia valenciana, hay una oveja negra y se llama David. Con su madre, Candelaria, discute constantemente, su hermana Raquel dice que su independencia es exagerada y su padre Salvador le intenta mantener lo más atado posible porque también él ha sido algo "calavera" en su juventud y teme que su hijo se meta en un lío. Su único cómplice es Raúl,el hermano pequeño, pero también él cree que David va demasiado a lo suyo. Para los Rovira-Mezcua, 'Perdidos en la tribu' es la oportuidad perfecta para que la oveja descarriada vuelva al rebaño y para que la familia regrese más unida y feliz que nunca.

Los Hamer viven en una apartada región al sur de Etiopía a y son considerados como uno de los pueblos más tradicionales de su país. Cuando a un niño le duele el estómago, esta tribu mata a una cabra y le coloca los intestinos en la cara para que sane pronto. Una de sus más destacados rituales tiene lugar en el paso de la juventud a la madurez. Para convertirse en hombre, el niño ha de saltar desnudo por encima de una larga fila de vacas, mientras los miembros femeninos de su familia reciben latigazos como símbolo de orgullo y devoción. Cuantas más cicatrices tenga una mujer hamer como consecuencia de este rito, más respetada será. Una de las señas de identidad de este pueblo es el pelo de las mujeres: lo pintan de color rojizo con una mezcla de ocre y grasa animal. En cuanto a su gastronomía, no es extraño verles tomar sangre de toro.

Miguel Ángel y Piedad, aunque no hace muchos años que se conocen, han encontrado juntos la felicidad, pero cada uno continúa viviendo en su casa. A los hijos de ella, Raquel y Marcos, todavía les sorprende ver a la pareja tan enamorada como si fueran dos adolescentes. Por eso Raquel asegura que cuando lleguen a la tribu preferirá dormir sola a tener que soportar a su madre y a Miguel Ángel juntos por la noche. Todos están convencidos de que ganarán el premio sin problemas. Consideran que esta aventura es un capricho de Marcos y que por él, toda esta familia de Valencia se ha dejado llevar.

El pueblo Nakulamene, situado en el archipiélago de las islas Vanuatu, es una de las tribus más amigables y acogedoras que pueblan el Pacífico. Construyen casas en los árboles y adoran que sus invitados se instalen en ellas durante su estancia. Se trata de una tribu llena de tabúes, secretos y prohibiciones cuyo incumplimiento ofende gravemente a toda la población. Son, además, muy sensibles al desprecio. Viven por y para su comunidad y todo lo comparten entre sí. Los Nakulamene participan diariamente en la ceremonia secreta del kava, a la que solo pueden acudir los hombres. Las mujeres de la tribu nunca han visto ni siquiera oído nada de lo que haya podido pasar en este festejo masculino. La vestimenta de los Nakulamene es muy simple: ellos tan solo llevan un pequeñísimo taparrabos hecho de hierbas y ellas se protegen con una larga falda, también fabricada con hierbas.

En la tercera temporada participaron las tribu Shiwiar de Ecuador, los Suri de Etiopía y los Tamberma de Togo, los cuales convivieron durante un mes con los Merino, los Navarro, los Berhanyer y San Sebastián respectivamente. Como en la anterior temporada, en ésta, las tres familias fueron finalmente aceptadas excepto los Berhanyer que renunciaron el nombramiento y los San Sebastián que abandonaron la tribu Tamberma. La estancia de las familias en las tribus fueron de 30 días de duración. Esta temporada cuenta con el cambio de presentadora, en este caso, es Raquel Sánchez Silva quien coge el testigo de Nuria Roca.

Esta tribu vive en la selva amazónica. Son un pueblo muy afable y divertido. Su comida diaria consiste en una papilla llamada chicha que se elabora de una forma sorprendente: las mujeres golpean una planta de yuca, escupen sobre ella y la dejan fermentar. Solo entonces está preparada para comer. Los Shiwiar también comen monos, caimanes, tortugas y gusanos. Los hombres visten con faldas confeccionadas con paja y las mujeres se cubren los pechos con hojas de palmera. En los poblados conviven con enormes tarántulas y hay determinadas especies de hormigas cuyas picaduras pueden provocar alucinaciones y peces cuyas mordeduras puede llegar a paralizar una parte del cuerpo. Los Shiwiar son muy espirituales y supersticiosos y mantienen una estrecha relación con el medio ambiente y la naturaleza. Utilizan recursos naturales para confeccionar medicinas y para fabricar venenos con los que matar animales y poder comer.

Los Merino tampoco son una familia al uso. Marisol, la madre, está casada desde hace 16 años con Carlos. A pesar de llevar juntos tanto tiempo, Carlos no ha podido ganarse el corazón de los hijos de ella y vive en un continuo enfrentamiento en el que Marisol ejerce el papel de mediadora. Carlos es un hombre sencillo que a veces solo cuenta con el apoyo de su esposa. Diariamente se siente ignorado por los hijos de su mujer y no ha conseguido ni su afecto ni su respeto.

El pueblo Tamberma vive en Togo, al oeste de África. En esta tribu, la arquitectura es muy peculiar: viven en curiosas construcciones con forma de torres unidas entre sí por unas paredes que parecen de barro, pero que en realidad son de excrementos de vaca. Duermen en pequeños agujeros en lo alto de las casas, a los que tienen que acceder de espaldas, de modo defensivo. Estas construcciones fueron muy efectivas en su momento a la hora de defenderse de otras tribus dispuestas a atacarles. Además, les protegen del calor de la región y de la humedad en época de aguaceros. Maestros del barro, las cañas y las piedras, viven en una sociedad algo ruda en la que las mujeres trabajan muy duro, pero en la que no tienen ni voz ni voto. Los Tamberma fuman en pipas de calabaza y subsisten gracias a la agricultura, la caza y la pesca. Entre los alimentos que toman habitualmente se incluyen los murciélagos y en ocasiones hasta los perros, considerados para ellos casi una delicatessen. El agua es un bien sagrado y escaso con el que no se debe jugar. Por otra parte, la tribu cuenta con un chamán, la figura más parecida a un médico local: cura a través de sanciones, pero para poder realizarlas suele necesitar hacer ofrendas y sacrificios.

Se embarcarán en esta difícil aventura con alguien a quien prácticamente no conocen de nada, el nuevo novio de su hija mayor, con quien sale desde hace apenas unos meses. Antes incluso de presentárselo a sus padres, la joven ya ha decidido que viajará con ellos a la tribu. La familia nunca había visto el programa, por lo que se enfrentan a esta singular experiencia sin conocimiento alguno. Mikel es el padre, un hombre que le gusta disfrutar de su casa y de su familia. La madre, Nanda, es una mujer de rutinas que adora quedar con sus amigas y cuidar de los suyos. El antagonismo lo ponen las dos hermanas: son radicalmente opuestas. Okaritz es la pequeña de la casa, una chica sensible y coqueta a la que le gusta llevar la razón. La "oveja negra" es su hermana mayor, Eneritz. Enamoradiza, caprichosa y con un fuerte carácter está dispuesta a poner a prueba a Billy, su recién estrenado novio, para descubrir si el amor que él le profesa es tan grande como el de ella.

Juan Carlos, hijo del famoso diseñador cordobés Elio Berhanyer, lleva un año de relación con su novia Marie, una organizadora de eventos vip de origen francés 20 años más joven que él y con una fortísima personalidad. Viven en Marbella y acostumbran a codearse con la alta sociedad, pero no les asusta dejar atrás el lujo y la abundancia para conocer una cultura completamente opuesta a la suya. Le acompañan en la aventura el hijo de Juan Carlos, Elio, y su novia, Lyz. Aunque aseguran que no tienen apenas roces, nunca han convivido juntos durante 24 horas. Para los Bernhanyer, 'Perdidos en la tribu' es su mejor oportunidad para conocer algo completamente nuevo y de poner a prueba su capacidad para dejar atrás un mundo radicalmente distinto al que van a descubrir. Sin embargo la convivencia no será sencilla: el fuerte carácter de Marie promete hacer de esta aventura una experiencia muy especial. Los miembros de la familia

Son originarios del sudoeste de Etiopía (África) y considerados como una de las tribus guerreras más agresivas de la región. Viven en pequeñas chozas, generalmente fabricadas con ramas. Se dedican principalmente al pastoreo y se alimentan de leche de vaca, carne y de los cereales que cultivan. En lo que respecta a sus costumbres alimenticias, la tradición dicta que el hombre coma primero todo lo que pueda y quiera. Después, y respetando la jerarquía, las mujeres y los niños pueden comer lo que ha quedado. Los Suri mantienen con orgullo sus tradiciones, entre las que se encuentran los extraordinarios platos algunos pueden llegar a medir hasta 40 centímetros de diámetro- que lucen las mujeres en los labios y orejas, una vez dilatadas estas zonas del cuerpo. Estos platos reflejan el poder de quien los lleva y les permite obtener una dote matrimonial más importante. Esta tribu práctica la poligamia y son muy sensibles al arte, que muestran en pequeños ornamentos o a través de su cuerpo: les gusta grabar dibujos realizados con cicatrices en su propia piel, llevar pinturas corporales o adornarse con anillos, brazaletes o cinturones, entre otros objetos. Uno de sus ritos más característicos es el llamado Donga: después de la cosecha, los jóvenes se reúnen para una serie de luchas violentas con bastones que simbolizan la masculinidad, la rivalidad personal, el prestigio o la búsqueda de una esposa.

Familia Berhanyer,

pertenecieron a dos

tribus: Suri y Tamberma ( Togo)

Suri

El formato de televisión enteramente creado en España ha sido exportado en cuatro países en el mundo.



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