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Posproducción



La posproducción (también, postproducción[1]​) es la manipulación de material audiovisual, digital o analógico usado para el cine, para la publicidad, los programas de televisión o la radio. Con el desarrollo de la informática, una de sus mayores utilidades se ha convertido en producir efectos digitales, pero la edición y montaje (no lineal) del material sigue siendo su máximo cometido.

Se distinguen dos formas de posproducción: la de vídeo y la de audio (sonido).[cita requerida]

El término hace alusión al conjunto de procesos aplicados a todo material grabado o registrado: montaje, subtitulado, voz en off, efectos especiales, inclusión de otras fuentes audiovisuales y otros. Pertenece a un ámbito "tercero", al no trabajar con materia prima.[cita requerida]

Para el teórico francés Nicolas Bourriaud,[2]​ las artes visuales más representativas de los últimos años amplifican y extienden el anticipatorio concepto de ready made, elaborado por Marcel Duchamp. Por consiguiente, también reflexionan sobre la fusión entre producción y consumo. Los artistas visuales realizan obras siempre a partir de materiales preexistentes: es decir, generan significado a partir de una selección y combinación de elementos heterogéneos ya dados.

La posproducción de video engloba una serie de procesos relativos al procesamiento y la edición de distintas tomas de material visual:

Los procesos que conforman la posproducción de audio son los siguientes:

En la televisión, las fases de posproducción incluyen: edición, edición de video, edición de sonido, animación y las inserciones de efectos visuales, la visualización y el inicio del proceso de ventilación. Es imperativo que se ejecuta después de la producción y se supervisa la preparación hasta obtener el producto definitivo. Este proceso gana importancia en programas no directos.

Los productores profesionales acostumbran a aplicar un determinado rango de operaciones de edición de imágenes al formato de imagen en sucio proporcionado por un fotógrafo o un banco de imágenes. Hay una variedad de software propietario y de código abierto que se ejecuta en una serie de sistemas operativos disponibles para llevar a cabo este trabajo.

La primera etapa de la posproducción suele requerir la carga de las imágenes en sucio al software de posproducción. Si hay más de una imagen, y pertenecen a un conjunto, idealmente los posproductores intentan igualar las imágenes antes de cargarlas. Después de esto, si es necesario, el siguiente paso sería cortar los objetos a las imágenes con la herramienta "Pen" para un corte perfecto y limpio. La siguiente etapa sería la de limpieza de la imagen mediante herramientas como la de curación, la de clonaje y la de pegado.

Las próximas etapas dependen de lo que el cliente haya ordenado. Si se trata de un montaje fotográfico, los posproductores suelen comenzar a montar las diferentes imágenes al documento final y a integrar las imágenes con el fondo.

En publicidad, suele requerir montar diversas imágenes en una foto-composición.

Tipos de trabajos habituales:

-Publicidad que requiere un fondo (como una o más imágenes para montar) y uno o más modelos. (En general, cuantas más veces se consumen imágenes de bancos de imágenes que no tienen mucha calidad y tienen luz y colores diferentes, ya que no han sido controladas por un solo fotógrafo en una sola ubicación).

-Fotografía de productos que suelen requerir diversas imágenes del mismo objeto con luces diferentes, y montadas juntas, para controlar reflejos ligeros y no deseados, o para montar piezas que serían difíciles de conseguir en un tiro, como por ejemplo un vidrio de cerveza para una publicidad. (A veces, para compilar una imagen de un vaso de cerveza, se requieren 4 o 5 imágenes: una para la base, una para la cerveza, una para la etiqueta, una para la espuma y otra o más para salpicar la cerveza, si así se desea).

-Fotografía de moda que suele requerir una posproducción muy pesada para editoriales o publicitarios.

En el cine la posproducción se inicia en el laboratorio, en el revelado comienza a darse los efectos visuales que pueden determinar el carácter de un film, a través de los cambios en la temperatura, tiempos de revelado y el trabajo con la dosificación de los químicos para la fijación en el celuloide antes de entrar en el montaje. Entendemos el montaje como el proceso en el cual se selecciona y ordenan los diferentes planos en un lugar determinado de la cinta para así generar en el espectador una sensación de continuidad tanto en el aspecto narrativo como visual. De esta manera, el montaje es un aspecto fundamental a la hora de crear ficción, en la medida que determina la concepción y la intención comunicativa de una propuesta audiovisual.[cita requerida]

El montaje o la edición no nace a la vez que el cine. En un principio, el interés por el hecho de poder ver imágenes en movimiento, hacía innecesaria la existencia de un relato narrativo. De ahí que las películas se limitaban a mostrar hechos cotidianos o agrupar tomas sin ningún criterio dramático. La cámara se mantenía en una posición fija y siempre alejada de la acción. Así pues, la interpretación de los personajes era la intención predominante en estos primeros filmes.[4]

El director estadounidense Edwin S. Porter descubrió que la organización de las presas en sus películas podía hacer que estas recobraran un mayor dinamismo. De este modo, se llegó a la conclusión de que la presa es la pieza fundamental con la que se han de construir los filmes, siempre a través del montaje o la edición de estas.

Sin embargo, Porter, no usaba el ritmo en el montaje para otorgarle un sentido dramático a la historia, fue Griffith quien consiguió desarrollar el montaje en su estricto sentido como actualmente se conoce. Sin embargo, Porter ayudó al esclarecimiento de la narración fílmica, pero fue Griffith quien consiguió que la yuxtaposición de tomas mediante el montaje tuviera un efecto dramático sobre la historia que se narraba. A Griffith se le atribuye la variación de planes, la inserción, el montaje en paralelo, el travelling y las variaciones de ritmo en la edición. Su influencia llegó hasta cineastas rusos como Pudovkin o Eisenstein.

Otra manera de entender la posproducción es partiendo del engaño y la manipulación de la información que recibe el espectador, el cual nunca presencia el material base sin edición ya sea en el cine, en la televisión, en la radio o en los medios interactivos. Hay varias herramientas, ya centrándose en el ámbito audiovisual, es decir, dejando de lado la radio, que pueden modificar algunos componentes del material audiovisual. Así pues, haciendo uso de estas herramientas es posible cambiar el sentido de un mismo producto únicamente haciendo uso de la posproducción. Esto se explica con un ejemplo muy sencillo similar al efecto Kuleshov, el cual demostraba, encuadrando y ordenando una historia en una secuencia de diferentes maneras, que la manipulación del contexto puede alterar la percepción del espectador, quien es partícipe en el proceso de creación de significados. Partiendo de una escena en la que aparece un personaje caminando frontalmente a cámara por un parque, con una bolsa en la mano, introduciendo una música alegre y otorgando a la imagen una temperatura alta, la información que recibimos como público es que el personaje está contento. Si, por el contrario, la temperatura es baja y la música melancólica, pensaremos que este está triste. Pero, ahora bien, si recortamos el encuadre en un momento determinado y hacemos destacar la bolsa que lleva en la mano, daremos un sentido totalmente diferente, creando suspenso y preguntas en la cabeza del espectador del tipo "¿Qué contiene la bolsa?" , "¿Qué pasará con la bolsa?".

La luz acompañada del color es un elemento muy destacado para generar emociones y dispone de gran importancia para dar significados a las imágenes.

En la composición cinematográfica, al igual que en la fotográfica o la pictórica, existen geometrías como el punto, la línea o la zona áurea, que conforman la imagen de manera organizada, poniendo en una armoniosa relación todos los elementos del plano. Pero aparte de estos elementos del espacio existen otros dos, que son fundamentales: la luz y el color.[5]
La luz es un elemento muy necesario en la composición, principalmente por su capacidad para determinar el significado de una imagen y para expresar diversas emociones. Hay que aclarar que sin luz, no hay cine.

No se puede hablar de la luz, sin hablar del color. El color proporciona mayor adecuación de la imagen a la realidad, ya que el mundo es en colores, pero del mismo modo, nos ofrece una amplia libertad para el juego creativo, ya que el cine busca, a veces, manipular el color alejándose del realismo. Ambos elementos forman la arquitectura de luces, sombras y tonalidades de las imágenes que se ofrece al espectador. Su uso influye de manera total en la belleza de la película y en las emociones que ésta transmite al público, ya que están relacionados con la psicología humana.

"La luz es lo que permite y caracteriza la visión. Su importancia dentro del cine aparte de proveer la escena de luz suficiente para poder grabarla y que ésta se vea, da un aspecto creativo que hace crear un determinado ambiente."(Pereira Domínguez, C. 2005)[6]"Esta segunda función es muy explotada en el cine mediante diversas técnicas de iluminación que, en resumen, consisten en contrastes, sombras y claros, influyendo en el significado de la imagen, expresando emociones, diferenciando aspectos, creando ambientes, generando volúmenes , potenciando la nitidez de la imagen o difuminándola, etc." (Aguilar, P., 1996)

La luz, sobre todo lo artificial, permite ser controlada mediante su intensidad, la dirección, la calidad o el color. Así, creando sombras, arrugas, efectos psicológicos del personaje, etc. En función de donde se coloque, la atmósfera o el ambiente de la película cambia. Hay varias clasificaciones de la luz dentro del cine, ya que puede clasificarse por diferentes criterios.

El color es un elemento fundamental para la estética de una película, pero aún lo es más para contar historias. El cromatismo es una poderosa herramienta que se utiliza usualmente para transmitir sentimientos y acercar los personajes y sus emociones al espectador. Estos recrean una atmósfera para cada película. Aunque no nos demos cuenta todo film es dotado de una gama específica de colores. Así pues, cuando se quiere expresar tristeza se hace uso de colores fríos, mientras que cuando queremos representar felicidad, optamos por los cálidos. No es ningún secreto el hecho de que los colores tengan la capacidad de manipulación de los estados de ánimo y emociones de la gente, ya que lo vemos con el marketing, el cual es utilizado para comunicar la idea de una empresa o de una marca. Todo esto tiene que ver con la psicología y se ha investigado durante mucho tiempo.

La psicología del color comenzó con Goethe en su libro Color Theory, el alemán propuso un significado universal para los tonos básicos y algunas mezclas, esta teoría sigue hoy en día vigente aunque algo renovada. Por ejemplo, debemos a Fausto la idea de colores tristes y colores alegres.[7]

En la actualidad, las películas y su cromatismo se ven favorecidas por la tecnología de la corrección cromática digital, esto supone una novedad en la visión estandarizada del tratamiento del color que había.[8]

Cada color representa una serie de ideas, la mayoría de películas se abastecen de esta técnica para crear una intención u otra al espectador en cada escena.

El cromatismo actúa, desde que somos niños y estamos aprendiendo, en nuestra psicología, de esta manera, podemos decir que colores como el verde y el rojo de manera conjunta, en diferentes variaciones de saturación y luminosidad, simbolizan el amor de pareja heterosexual. Hitchcock es uno de los primeros directores que emplea esta combinatoria para remarcar la complementariedad o la química de las parejas en sus filmes.[9]

Por otro lado, podemos decir que los colores claros atraen mucho más la mirada que los oscuros, y que los colores cálidos dan sensación de mayor proximidad que los fríos. Los colores primarios conducen directamente nuestra mirada hasta el punto donde se encuentran presentes y los contrastados dan al espectador una sensación desagradable e impactante. Los directores, siguiendo este simbolismo, crean potentes efectos psicológicos en cuanto a su influencia, pero que son muy sutiles a la hora de presentarlos, ya que el público no presta atención cada vez que las tonalidades varían.

El montaje lo definimos como la organización de diferentes planos de una película según las determinadas condiciones de orden y de duración a las cuales se ven sometidos.[11]​ Las funciones fundamentales del montaje son las siguientes:

Todas estas están destinadas a modificar el sentido o significado de lo prèviamente filmado fragmentándolo, recortándolo, desordenándolo o dándole un nuevo orden totalmente diferente al original.

Dentro del montaje cinematográfico distinguiríamos dos grandes grupos: el montaje narrativo y el expresivo.

El montaje narrativo tiene por objetivo relatar una acción y desarrollar una serie de eventos. Se distinguen cuatro tipos de montajes narrativos: el lineal, el invertido, el paralelo y el alterno.

El montaje expresivo es todo aquel montaje que busca comunicar algo al espectador, ya sea un determinado efecto rítmico o ideológico, además relata unas acciones. Se trata, por tanto, del uso más artístico del montaje. Eisenstein o Griffith fueron dos montadores brillantes en este sentido. Debemos distinguir entre el montaje intelectual, el constructivo y el rítmico.

La música es uno de los elementos fundamentales de la narración cinematográfica. Esta juega un papel muy destacado tanto en la narración cinematográfica como en la estética de las películas. Pero más allá del cine como tal, la música también es en la mayoría de los casos presente en todo producto audiovisual desde los documentales, los cortometrajes y hasta los anuncios comerciales.

Desde los inicios del cine, la música siempre ha desarrollado un papel muy especial en la película. Esto lo podemos ver muy claramente, ya que antes de la llegada del cine con diálogos, la música era la herramienta más necesaria para ayudar a la narrativa. Dentro del cine mudo, se expresan los sentimientos de los personajes mediante los diálogos, las expresiones faciales de los actores y la banda sonora, todo ello en conjunto haría transmitir la emoción necesaria para cada instante.

La música tiene la capacidad de influir sobre los sentimientos y las emociones que el espectador experimenta a lo largo de la película, anticipando una situación determinada como ocurre en la célebre escena de la ducha del filme Psicosis de Hitchcock, donde se deja ver a través de la música el desenlace.[12]

Hay dos maneras de introducir la música en una escena: como música diegética o como música incidental.

La música diegética es la música que forma parte de lo que está sucediendo en la acción, surgiendo de elementos que están presentes en la escena como un grupo de música, gente cantando, una radio, un disco que algún personaje pone o la que escucha alguien desde el teléfono móvil, etc. Algo significativo en esta es que los personajes de la acción también pueden escucharla.

En cambio, la música incidental es una música que acompaña la acción pero no pertenece a esta, por lo tanto, a diferencia de la diegética, los personajes no pueden escucharla, de este modo sólo tiene sentido para el espectador.

A veces encontramos lo que se llaman falsas diégesis, es decir, interacciones entre música diegética y música incidental. Esto ocurre cuando una melodía comienza como diegética y acaba volviéndose incidental.

Dentro de la banda sonora de cualquier proyecto audiovisual distinguimos tres elementos: la música, los diálogos y la voz en off, y los efectos sonoros. Un efecto de sonido o efecto de audio es un sonido generado o modificado artificialmente, o un proceso de sonido empleado con fines artísticos o de contenido en el cine, la televisión, las grabaciones musicales, los videojuegos, los dibujos animados, las representaciones en directo de teatro o musicales y otros medios. En el cine y las producciones televisivas, los efectos de sonido se graban y reproducen para dar un contenido narrativo o creativo sin el uso de diálogo o música. El término se aplica frecuentemente a un proceso aplicado a una grabación, no a la grabación en sí misma. En la producción cinematográfica y televisiva profesional, el diálogo, la música y los efectos de sonido se tratan como elementos separados.

La parte auditiva de un película muchas veces es infravalorada, pero recordemos que todo producto audiovisual está compuesto de la parte auditiva y la visual y éstas se necesitan de ellas mismas y de su colaboración para crear un sentido y sobre todo una intención. Los efectos de sonido son una parte fundamental del filme, ya que su función es incrementar el realismo y ayudar a sumergirnos en la historia y entender lo que está sucediendo.

Los efectos sonoros engloban todo tipo de ruidos, aunque no se vean ni se preste atención, en la mayoría de casos. De esta manera la película crea una atmósfera ideal para cada escena.

Los sonidos que aparecen en una película se pueden dividir en tres grandes grupos:[14]

No todos los efectos sonoros se consiguen de la misma manera ni con el mismo método. Una gran parte son reproducidos con el mismo objeto a simular como en el caso de unos pasos de alguien que lleva botas o tacones, pero en otros casos se suelen imitar con otros materiales, como por ejemplo el galope de los caballos, que se hace picante con cocos sobre madera. La mayoría de estos sonidos son luego modificados digitalmente, para conseguir la perfección a la que se quiere llegar.

Este trabajo lo hacen los diseñadores de sonido o artistas Foley. Además se encargan de contactar con gente para saber dónde encontrar diferentes sonidos como por ejemplo la demolición de un edificio. Muchas veces se utiliza más de un micrófono para registrar un sonido desde diferentes perspectivas (multipistas). Un buen ejemplo de las multipistas lo encontraríamos a la hora de grabar un coche cuando arranca: se suelen colocar tres micrófonos: el primero se sitúa dentro del automóvil, el segundo bajo el capó y el tercero en el tubo de escape, a fin de captar tanto el ruido del motor que proviene de debajo del capó como el ruido de las emisiones y las vibraciones del tubo. Una vez registrado el sonido, se utiliza un software de sonido no lineal, lo que permite a los profesionales en la materia, es decir los ingenieros de sonido, mezclar los diversos sonidos mediante capas y modificar su onda, tonalidad o timbre.

A lo largo de los años se han creado nuevas técnicas modificadoras del sonido muy utilizadas en el ámbito del cine, como las siguiente:



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