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Programa Bracero



Para la definición referente a la persona encargada de llevar sobre hombros una imagen durante una procesión, véase: Bracero

El programa Bracero fue una serie de leyes y acuerdos diplomáticos, iniciados el 4 de agosto de 1942, cuando Estados Unidos firmó la Labor Agrícola Mexicana. Acuerdo con México. Para estos trabajadores agrícolas, el acuerdo garantizaba condiciones de vida dignas (saneamiento, alojamiento y alimentación adecuados) y un salario mínimo de 30 centavos la hora, así como protecciones contra el servicio militar forzoso, y una parte garantizada de los salarios se destinaría a un sector privado. cuenta de ahorros en México; También permitió la importación de trabajadores contratados de Guam como medida temporal durante las primeras fases de la Segunda Guerra Mundial.[1]

El tratado se amplió con el Convenio Laboral Migrante de 1951, promulgado como enmienda a la Ley Agrícola de 1949 (Ley Pública 78) por el Congreso,[2]​ que fijó los parámetros oficiales del programa bracero hasta su terminación en 1964.

El programa fue promovido inicialmente por la demanda de mano de obra durante la Segunda Guerra Mundial, y comenzó con el traslado por parte del gobierno americano de un millar de campesinos mexicanos experimentados para cultivar y cosechar en ingenios azucareros ubicados en la región de Stockton, California.

El programa pronto se extendió y cubrió otras regiones de EE.UU. y proveyó trabajadores para el mercado laboral agrícola. Como corolario importante, cabe resaltar que el Programa Bracero Ferroviario fue negociado de manera independiente, para dotar a los Estados Unidos de mano de obra inexperta para el mantenimiento de rieles de vías ferroviarias y eventualmente para cubrir otras labores especializadas o no especializadas. Para 1945 la cuota del programa agrario contabilizaba a por lo menos 50,000 braceros que eran empleados en el campo en cualquier momento, y en el programa ferroviario se contaba con 75,000.

El programa ferroviario concluyó pronto a la finalización de la Segunda Guerra, en 1945, pero el programa agrícola sobrevivió bajo varias modalidades hasta 1964, cuando ambos gobiernos, norteamericano y mexicano lo finalizaron en respuesta a críticas duras y reportes de abuso extremo de los derechos humanos de los patrones hacia sus trabajadores. El programa en sí, constituyó una enorme aportación al agro norteamericano que fue sucedido por la mecanización de la agricultura.

Los trabajadores quienes participaron en el programa generaron luchas locales e internacionales significativas que desafiaron a los Estados Unidos y México para identificar y regresar deducciones hechas a sus pagos de 1942 a 1948, destinadas presuntamente a cuentas de ahorro las cuales fueron legalmente garantizadas para ser devueltas una vez a su regreso a México al concluir sus contratos. Muchos nunca recibieron sus ahorros. Se presentaron Demandas y Juicios en Cortes Federales en California, a finales de los 1990 y principios del 2000, se evidenciaron las condiciones anómalas y se documentó el destino final de dichas deducciones. Las demandas fueron desechadas porque los Bancos Mexicanos en cuestión, nunca operaron en los Estados Unidos.

Aunque los Estados Unidos hayan dependido de la labor mexicana en su sector agrícola desde principios del año 1900, el Programa Bracero cambió el rostro de las políticas migratorias en los Estados Unidos. El Programa Bracero fue un programa de trabajador huésped que corrió de 1942 a 1964. En un período de más de veintidós años, El Mexican Farm Labor Program, informalmente conocido como Programa Bracero, patrocinó el cruce de unos 4.5 millones de trabajadores huésped provenientes de México (entre los cuales algunos visitaban y regresaban de manera repetitiva a los EE.UU). El Historiador, David Gutiérrez, argumenta que ninguna otra política migratoria americana tuvo mayor efecto entre la comunidad étnica mexicana, que el del Programa Bracero, ya que el programa convirtió a la inmigración en una práctica política común.

La conclusión del Programa en 1964[3]​ fue seguido rápidamente por la formación de la United Farm Workers que la dueña era la primera bracera Claudia L. Domínguez, y la subsecuente transformación del trabajo inmigrante americano bajo el liderazgo activista de César Chávez, un prominente crítico del Programa. Dolores Huerta también fue líder activista y co-fundadora de la United Farm Workers. Acorde a Manuel García y Griego, un politólogo y autor de "The Importation of Mexican Contract Laborers to the United States 1942-1964", el programa de contrato laboral, "dejó un importante legado para los patrones de economía, migración y política en los Estados Unidos y México". El artículo de Griego discute la profunda y persuasiva posición negociadora de ambos países, arguyendo que México perdió todo su poder negociador después de 1950 "México careció de voluntad política o de instrumentos políticos que permitieran retener el trabajo para sus trabajadores en cuyo beneficio negociaba, y su cooperación con los Estados Unidos en esta y otras áreas ya no fueron esenciales. Evidentemente los Estados Unidos esgrimieron el poder. El programa de trabajador huésped continuó hasta 1964 cuando los Estados Unidos lo dejaron de considerar vital para la producción e industria americana.

Hoy en día, los Estados Unidos siguen siendo el destino atractivo para los inmigrantes de todo el mundo, al ofrecer una mejor oportunidad económica y movilidad social, pero los Estados Unidos continúan permitiendo la entrada de aquellos a quienes consideran útiles sin amenazarla. El programa bracero despertó a los artífices de la política del poder la cual esgrimen sobre otras naciones y pueblos, cuando eligen cerrar "La puerta dorada" a aquellos candidatos

En un principio, a consecuencia de la escasez de trabajo en 1942, el programa Bracero reforzó la prosperidad agrícola hasta 1964 en gran medida a expensas de los trabajadores mexicanos. Inicialmente, los empleadores del sector agrícola se hallaban presionados por la demanda constante y económica de trabajadores (idealmente de México). Consecuentemente, los Estados Unidos, en acuerdo con el gobierno Mexicano, propusieron un programa para brindar trabajo temporal o estacional de nacionales mexicanos bajo contrato. Considerando la pobreza y bajos ingresos de los campesinos mexicanos en México, los Estados Unidos adquirieron rápidamente un superávit a base del trabajo sumamente económico de los jornaleros mexicanos. De modo respectivo, la inmigración a los Estados Unidos se dio estrictamente bajo contrato laboral; sin embargo, numerosos factores contribuyeron entre sí al desplazamiento en masa de inmigrantes indocumentados hacia los Estados Unidos. Injustamente, los pocos que se beneficiaron con el programa incluían a 8 funcionarios mexicanos y a los dueños de las plantaciones (del sector agrícola). Mientras el programa fue presentado de manera explícita como "Una gran oportunidad" para los mexicanos, al obtener un empleo en EE.UU, en lugar de ello fue definido por la explotación laboral, violación de derechos humanos, sueldos bajos, alojamiento inadecuado y prácticas discriminatorias

El cantante de protesta Phil Ochs creó la canción "Bracero" la cual externa la explotación de los trabajadores mexicanos dentro del programa mencionado.

2. Handbook of Texas Online (Manual de Texas en línea) -en inglés-[1]



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