La Quinta de Anauco sirve de espacio físico para el Museo de Arte Colonial de Caracas, exhibe objetos y artículos de la época colonial,Parroquia San Bernardino de Caracas.
haciéndole conocer a los visitantes como vivían los venezolanos de fechas anteriores a la emancipación. Está ubicada en la Avenida Panteón,Esta residencia, se conoció como La Casa de Solórzano, fue construida por el capitán Juan Javier Mijares de Solórzano en la época colonial, específicamente entre 1796 y 1797, fue concebida como una casa de campo dedicada al descanso, en medio de siembras de café, caña de azúcar y árboles frutales diversos. Otros Historiadores afirman que su primer propietario fue el Capitán Juan Sánchez Morgado quien fue el primer alcalde ordinario de la ciudad de Santiago de León de Caracas y que su construcción data del año 1632, según consta en un Acta del Cabildo de Caracas en fecha 4 de septiembre de ese año; y que posteriormente pasó a manos de Ana Jacinta de Cebrian y Cardona y así sucesivamente fue cambiando de dueño.
El Gobierno de Venezuela inició su restauración en diciembre de 1958 y la concluyó en 1961.
El Museo de Arte Colonial, institución que cobija una de las colecciones de arte colonial más valiosas y mejor conservadas de Venezuela, fue fundado el 16 de diciembre de 1942 por Alfredo Machado Hernández en la casa de la esquina de Llaguno. Luego de que el edificio fuera demolido en 1953, el museo cerró por espacio de ocho años. Funciona en la Quinta de Anauco desde el 12 de octubre de 1961, una vez concluida la restauración de la edificación.
El Museo pertenece a la Red de Museos de Venezuela y funciona bajo la dirección y el cuidado de la Asociación Venezolana Amigos del Arte Colonial.
El ejecutivo nacional a través de la Junta Nacional Protectora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación, declaró la colonial casona en Monumento Histórico Nacional el 24 de enero de 1978, según Gaceta Oficial Número 31.412.
Entre los años 2001 y 2002 Se le hizo una restauración Integral y se le incorporaron espacios culturales para el disfrute de los caraqueños y de la comunidad de vecinos de San Bernardino. Muchos visitantes han compartido momentos gratos en el Teatrito y en el Anfiteatro al aire libre donde se presentan grupos culturales y musicales como la Sinfónica Municipal de Caracas, la Banda Marcial de la Comandancia Naval, La Orquesta Billo's Caracas Boys, C4 Trío, Los Hermanos Naturales, Arpas de Venezuela, etc.
En esta quinta vivió, luego de la independencia, Francisco Rodríguez del Toro e Ibarra, general de división del ejército republicano y firmante del Acta de la Independencia, mejor conocido en la historia por su título de Marqués del Toro. Es la etapa de mayor esplendor de la casa, en la cual se convertirá en lugar de encuentro de las grandes figuras de la época.
A mediados de 1825, el Marqués del Toro obtuvo en arrendamiento la quinta de Anauco, que había pertenecido antes de la Independencia a Juan Javier Mijares de Solórzano, e hizo de ella su residencia permanente mediante su compra.
Cuando el Libertador Simón Bolívar estuvo en Caracas de enero a julio de 1827, se alojó varias veces en esa mansión campestre. Allí se le ofreció el 14 de enero de ese año un gran baile en su honor, y en esa residencia pasó los últimos días y la última noche en Caracas, antes de salir por La Guaira el 5 de julio de 1827. Su estancia en la Quinta de Anáuco quedará indeleblemente grabada en la memoria del Libertador quien en repetidas ocasiones expresará su deseo de retirarse de los asuntos públicos para irse a vivir en ella en compañìa de su primo hermano político el Marqués del Toro. Era un proyecto que parecía sosegar su ánimo en medio de las tensiones que lo rodeaban. El marqués habría de habitarla hasta su muerte en 1851, legándola a sus sobrinos.
Fue concebida como una casa de campo, de una planta, con varios niveles y pasillo exterior, con más de 700 mt de construcción, con dos patios internos y las habitaciones en hileras, las cuales se comunican interiormente. El acceso a la casa es por bellos jardines donde se encuentra lo que fue la reja de entrada con su campana, tal como puede verse en fotos antiguas.
Esta casona refleja la economía caraqueña de la época y es testigo de la arquitectura doméstica colonial. Su último propietario fue Luis Suárez Borges, quien la adquirió en 1950, e hizo dos intervenciones, una para habitarla y otra una modificación de la estructura original en 1955.
La «Quinta de Anauco» hospedó al Libertador Simón Bolívar entre el 2 y el 6 de julio de 1827, fecha en que partió rumbo a Colombia para no regresar jamás a la Patria.
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