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Rio



Un río es una corriente de agua que fluye con continuidad por un cauce en la superficie terrestre o bien puede ser subterráneo. Pueden ser tanto naturales como artificiales. Posee un caudal determinado, rara vez es constante a lo largo del año, y desemboca en el mar, en un lago o en otro río, en cuyo caso se denomina afluente. La parte final de un río es su desembocadura. Algunas veces terminan en zonas desérticas donde sus aguas se pierden por infiltración y evaporación (ver río alóctono).

Los ríos forman parte del ciclo hidrológico. El agua generalmente se acumula en un río de la precipitación a través de una cuenca hidrográfica de la escorrentía superficial y otras fuentes como la recarga de agua subterránea, manantiales y la liberación de agua almacenada en hielo natural y capas de nieve.

Este vocablo etimológicamente viene del latín «rivus», que quiere decir "arroyo".[1]

Por lo general, los ríos, especialmente los más grandes, se dividen en tres partes principales de acuerdo con su capacidad erosiva y de transporte de sedimentos:

El curso alto de un río es donde estos nacen. Generalmente, coincide con las áreas montañosas de una cuenca determinada. Aquí el potencial erosivo es mucho mayor y los ríos suelen formar valles en forma de V al encajarse en el relieve. Cuando esta parte de un río se encuentra en un clima seco pueden denominarse a veces barrancos, ramblas o torrentes.[2][3]

Generalmente, en el curso medio de un río suelen alternarse algunas de las áreas o zonas donde el río erosiona y donde deposita parte de sus sedimentos, lo cual se debe, principalmente, a las fluctuaciones de la pendiente y a la influencia que reciben con respecto al caudal y sedimentos de sus afluentes. A lo largo del curso medio, la sección transversal del río habitualmente se irá suavizando, tomando forma de palancana seccionada en lugar de la forma de V que prevalece en el curso superior. A lo largo del curso medio, el río sigue teniendo la suficiente energía como para mantener un curso aproximadamente recto, excepto que haya obstáculos, como por ejemplo diversas curvas o montículos.[4][5]

Es la parte en donde el río fluye en áreas relativamente planas, donde suele formar meandros: establece curvas regulares, pudiendo llegar a formar lagos en herradura. Al fluir el río, acarrea grandes cantidades de sedimentos, los que pueden dar origen a islas sedimentarias, llamadas deltas y también puede ocasionar la elevación del cauce por encima del nivel de la llanura, por lo que muchos ríos suelen discurrir paralelos al mismo por no poder desembocar por la mayor elevación de las riberas en el río principal: son los ríos tipo Yazoo. De un río que termina en una boca muy ancha y profunda se denomina estuario.[6][7]

El río principal suele ser definido como el curso con mayor caudal de agua (medio o máximo) o bien con mayor longitud o mayor área de drenaje. Este concepto de río principal, como el de nacimiento de un río o la distinción entre río principal y afluente, son arbitrarios.

En muchos casos se presentan dudas acerca del nombre y recorrido de los ríos, sobre todo en cuencas hidrográficas de relieve heterogéneo y de gran extensión, en las que no ha existido un criterio común acerca de las dimensiones del río principal y de sus afluentes. En otros casos, existen varias denominaciones para un mismo río, a lo largo de su recorrido. Ejemplos de ríos cuyos nombres se han discutido con relación a dónde podemos fijar su nacimiento o con afluentes más importantes que el río principal podemos señalar:

En otros casos, un mismo río tiene nombres distintos a lo largo de su recorrido, especialmente en los casos en que se forman brazos o canales a partir de un cauce y cada uno de esos brazos toma un nombre distinto. Es el caso del Apure (Apure Seco, Apure Viejo y Apurito). También el Magro podría incluirse en este caso (rambla de la Torre, río Magro, Alcalá, rambla de Algemesí, entre otros.)

Los ríos pueden ser clasificados desde diversos puntos de vista, entre los que se destacan:

Algunos ríos cortos y torrentes pueden fluir desde su cabecera o inicio hasta el mar sin convertirse en afluentes o tributarios de otro mayor, ni recibir agua de otros ríos. En general, un río forma parte de una red de drenaje (o sistema fluvial) ocupando una cuenca hidrográfica. Algunas cuencas abarcan pocos kilómetros cuadrados, en cambio la cuenca del Amazonas se extiende a lo largo de 6,14 millones de km² (véase la lista de las principales cuencas).

Las cuencas de los ríos y sus redes de drenaje pueden cambiar de forma natural en periodos relativamente cortos de tiempo como consecuencia de capturas fluviales.

Los ríos erosionan rocas y sedimentos, llegando a abrir cauces y valles, modelando el paisaje en lo que se denomina modelado fluvial. El cauce profundo del río Colorado, ha recortado en algunos lugares hasta una profundidad de 1,5 km, formando el Gran Cañón. Y el cañón del río Majes o río Camaná, en el Perú, es todavía más profundo, con unos 3 km de profundidad.

Los valles fluviales en general tienen forma de V, sobre todo, en las zonas montañosas de levantamiento reciente, pero esta forma se modifica a lo largo del curso del río, ampliando además su tamaño, pendiente, perfil transversal, capacidad de transporte de sedimentos y otras muchas características.[20]

La flora y fauna de los ríos es diferente a la que se encuentra en los océanos porque el agua tiene distintas características, especialmente la salinidad.[21][22]​ Las especies que habitan los ríos se han tenido que adaptar a las corrientes y a los desniveles. Sin embargo, existen numerosas excepciones, como es el caso de los salmones que desovan en las cuencas superiores o montañosas de los ríos,[23]​ o el de los tiburones de agua dulce de Nicaragua, y también en el caso de las especies marinas que penetran en los deltas oceánicos llevados por la pleamar de las mareas y corrientes oceánicas, tal como sucede en los deltas del Orinoco y del Amazonas. Lo mismo sucede con los estuarios de los ríos, aunque en este caso, la entrada de especies marinas en los ríos suele ser momentánea durante el flujo o pleamar lo cual se debe a que se vacían durante el reflujo o bajamar mientras que en los deltas, lo que cambia durante las mareas es la mayor o menor salinidad de sus aguas.

Algunos peces de agua dulce son:

El agua es un recurso renovable en peligro por culpa de la actividad humana. Toda el agua pura procedente de las lluvias, ya antes de llegar al suelo recibe su primera carga contaminante, cuando disuelve sustancias químicas como anhídrido carbónico, óxido de azufre y óxido de nitrógeno, que la convierten en lluvia ácida.[24]​ Ya en el suelo, el agua discurre por la superficie o se filtra hacia capas subterráneas. Al atravesar los campos el agua del río se carga de pesticidas y cuando pasa por ciudades arrastra productos como naftas, aceites de automóvil, desechos orgánicos, metales pesados, etc. Los ríos muestran una cierta capacidad de deshacerse de los contaminantes, pero para eso necesitan tener un tramo muy largo en el cual las bacterias puedan realizar su trabajo depurador. En un río contaminado por materia orgánica se distinguen tres zonas a partir del punto de contaminación:

Resulta difícil medir la longitud exacta de un río debido a las propiedades del terreno por donde fluye. A continuación se listan los 10 mayores ríos del mundo con una longitud aproximada:[nota 1]


Todo Estado ejerce soberanía territorial sobre el curso o porción del curso de un río que forma parte de su territorio.[36]

Existen dos categorías de ríos:

Los ríos internacionalizados son aquellos en los cuales existe libertad de navegación que según sea más o menos amplia puede ser a favor de todas las banderas o solo de los ribereños.

La policía y administración de un río abierto a la libre navegación suscita numerosos problemas: el régimen aduanero, el pilotaje, los reglamentos de puerto, las tasas, etc. La norma general es que en principio la administración de cada sector del río es ejercida por el respectivo ribereño. Una fórmula que ha llegado a evitar problemas, sobre todo en los ríos europeos donde la concentración de la navegación es muy grande, consiste en el establecimiento de comisiones internacionales de administración fluvial.

Las fuentes y los ríos merecieron en Grecia un culto especial según se echa de ver en los monumentos. Las fuentes y los ríos están por lo común representados en un hombre de edad viril y robusta, guardando su cabello cierto parecido con el de Júpiter. Pocas medallas se han visto que los representen bajo el aspecto de mujer mas en otras los ríos aparecen por la figura de un joven que desnudo de medio cuerpo está dentro del agua extendiendo los brazos como en actitud de nadar: de esta manera se ven en las medallas de Campania y Cilicia. A veces los ríos están figurados con astas o cuernos, sin duda porque al fracasar sus ondas imitan el mugido del buey.

Las fuentes y los ríos que con especialidad representan los monumentos, han sido:

La potamología es el estudio de las aguas fluviales (del griego Ποταμός potamós = ‘río’), que abarca conceptos como los de su caudal, su cauce, su cuenca, su curso o corriente, el régimen fluvial, la dinámica fluvial, sus perfiles (longitudinal y transversal), sus afluentes y su importancia, la ecología, la flora, la fauna, los recursos hídricos e hidroeléctricos o navegación fluvial, entre otros. Se considera parte de la hidrografía.[38][39]




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