Rafael Amar de la Torre nació en Barcelona.
Rafael Amar de la Torre y Puig (Barcelona, 1802 - Madrid, 30 de mayo de 1874) fue un ingeniero y geólogo español, miembro fundador del Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Se trasladó a Madrid para estudiar ingeniería de caminos (1822). Gran patriota, colaboró en la Milicia Nacional, actuando el 6 y 7 de julio de ese año contra los batallones contrarrevolucionarios que trataban de asaltar Madrid. Por su brillante actuación fue declarado, por dos veces, benemérito a la patria. Ingresó en la Academia de Minas de Almadén (alumno número 54, 1828), quizá tras estudiar Química Docimásica con José Duro en la Dirección General de Minas y en 1830 fue becado por Fausto de Elhuyar junto a Felipe Bauzá y Joaquín Ezquerra del Bayo para estudiar en la Academia de Minería de Friburgo, donde permanecerá hasta 1834. Después enseñó geognosia (nombre antiguo de la mineralogía y geología) en la Escuela Especial de Caminos y de Minas de Madrid desde 1836
Para la Geología empleó como texto sus Apuntes de Geognosia (en el IGME hay un ejemplar manuscrito, de 1845, donde se comprueba como respecto a la cronología de las rocas seguía la sistemática de Henry de la Beche). Posteriormente pasará a utilizar a los Elementos de Geología de Charles Lyell (traducidos por su amigo Joaquín Ezquerra del Bayo en 1847). En Mineralogía utiliza el Sistema histórico-natural del Reino mineral (1820) de Friedrich Mohs (1773-1839), sucesor de Abraham Gottlob Werner en Freiberg. Está asimismo al cargo de las copiosas colecciones del Museo, que tenía perfectamente ordenadas y catalogadas (en el archivo del Museo de la Escuela de Minas se conservan los Catálogos manuscritos y firmados por Amar). Por último, inició en el ámbito docente las prácticas geológicas de campo, tal vez pioneras en España, en 1838.
En 1836 escribe sobre nuevas técnicas analíticas su Memoria acerca del nuevo método de ensayar docimásticamente minerales con soplete, tal y como lo hacía Narkort en Alemania, lo que fue mejorado por el propio Aamar. Asimismo introujo con la obra de Möhs la Mineralogía moderna en España hablando de los 7 sistemas cristalográficos y la tabla de durezas del famoso geólogo alemán (véase su "Ojeada sobre los progresos y estado actual de la Mineralogía", en Anales de Minas, I, 1838). También introdujo los modelos cristalográficos en la docencia (curso 1837-38). En cuanto a la Paleontología también se le reconoce como introductor de su enseñanza en España (1839) y esto le fue reconocido oficialmente por Real Orden de 9-XI-1845. También fue el primero de hablar de icnitas en España: "Noticia acerca de las impresiones de pisadas de animales en las rocas de varios países", en Anales de Minas, II, 1841, donde mantiene criterios entre catastrofistas y transformistas: "La extinción de animales (...) después de cada catástrofe, habría seguido de una repoblación de seres (...) adaptados a las nuevas condiciones del medio".
Publicó algunos trabajos: en el Semanario Pintoresco Español, por ejemplo en el vol. IV, 1839, "Del carbón de tierra"; en la revista Anales de Minas, II, 1841, "Minas de azufre de Hellín"; en el Boletín Oficial de Minas, 1844, "Algunas noticias sobre las minas de hierro de Somorrostro", etc. Por R. O de 19 de abril de 1844 le encomendaron formar una colección geográfica de minerales de España para la enseñanza y para ello solicitó ejemplares de los distintos distritos mineros. En este periodo la Escuela recibió numerosas colecciones, algunas procedentes del extranjero. Otros trabajos suyos de la época son "Ensayos de la vena de hierro de Somorrostro", (en Boletín Oficial de Minas, 1844), practicados en el laboratorio de la Escuela especial de ingenieros de minas, y "Algunas noticias relativas a la ferrería de Araya", así como "Apuntes geognósticos y mineros relativos a una parte de las provincias de Granada y Almería", (Boletín Oficial de Minas, 1845). También fue miembro de la Academia de Ciencias de Madrid en su corto periodo de existencia (1835-1840).
Fue asimismo inspector general del Cuerpo de Ingenieros de Minas, presidente de la Junta Superior Facultativa de Minería y vocal de la comisión del Mapa Geológico de España. Fue uno de los primeros en dar nociones sobre los fósiles, aunque mostraba una postura catastrofista al defender la existencia de fósiles debida a cataclismos y terremotos en algunos de los artículos que publicó en Anales de Minas. Se casó con Amalia Bauzá y Rabasa y tuvo una hija, María del Carmen de Amar de la Torre y Bauzá, que se casó con Guillermo González-Arnao y Longuebean, primer marqués pontificio de Casa Arnao. En 1847 fue escogido por Isabel II como uno de los académicos fundadores de Real Academia de las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. De su actividad académica queda editada una contestación al discurso de ingreso del ingeniero de minas Ramón Pellico, con el tema La importancia y aplicación de los estudios geológicos (1862). De 1857 a 1858 presidió el Instituto Geológico y Minero de España. En 1849 trabajó en hidrografía subterránea en relación con las geociencias, por ejemplo informando sobre el sondeo del señor Matheu en la calle Espoz y Mina. En 1850, será comisionado para una inspección de Hacienda a las minas de Riotinto, que acababan de volver a manos públicas, y a las de Linares. En 1849 deja la enseñanza, debido a incompatibilidad, al ascender por antigüedad en el escalafón a Inspector General del Cuerpo de Ingenieros de Minas (había ingresado en el Cuerpo el 30 de abril de 1835). Llegará a vicepresidente de la Junta Facultativa de Minería (1853) y a Presidente (01-1861/04-1873). También fue vocal (Sección geológica-mineralógica) de la Comisión del Mapa Geológico de Madrid y General del Reino, desde sus orígenes (1849), trabajando en el mapa de Madrid (en contacto en el contacto entre los terrenos ígneo y metamórfico con el sedimentario). Fue el cuarto Director de la Comisión, de forma interina (1857-1858). También fue vocal de la Sociedad Geográfica y de la Junta General de Estadística. En 1859 escribió una biografía de su amigo y compañero por muchos años (Asturias, Alemania, Escuela de Minas de Madrid, etc.) Joaquín Ezquerra del Bayo. Se jubiló voluntariamente por su mal estado de salud en 1873 (Revista Minera, 24, 247) y falleció en Madrid el 30 de mayo de 1874 (Revista Minera, 25, 247).
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