Sudánárabe: سودان, Sūdān), oficialmente República del Sudán (árabe: جمهورية السودان, Yumhūriyyat as-Sūdān) , es uno de los cincuenta y cuatro países que forman el continente africano. Su capital y ciudad más poblada es Jartum.
(Está situado al noreste de África y comparte frontera con Egipto al norte, con el mar Rojo al noreste, con Eritrea y Etiopía al este, con Sudán del Sur al sur, con la República Centroafricana al suroeste, con Chad al oeste y con Libia al noroeste. Hasta el año 2011, momento en que se separó la región sur del país (conformando la nueva República de Sudán del Sur) fue el estado africano que compartía frontera con un mayor número de países (nueve), incluyendo a Kenia, Uganda y la República Democrática del Congo. La población de Sudán es una combinación de africanos indígenas con lengua madre nilo-sahariana y descendientes de emigrantes de la península arábiga. Debido a un proceso de arabización, común al resto del mundo musulmán, hoy en día la cultura árabe predomina en Sudán. La mayoría de la población profesa el islam. El río Nilo cruza el país de sur a norte.
El país tiene una larga historia, que se remonta a la Edad Antigua, donde se entrecruza profundamente con la historia de Egipto, perteneciendo sucesivamente a diversos estados hasta obtener su independencia el 1 de enero de 1956. Sudán sufrió diecisiete años de guerra durante la Primera Guerra Civil Sudanesa (1955-1972), seguido de conflictos étnicos, religiosos y económicos entre la población del norte árabe-musulmana y la población del sur animista, nilótica-cristiana y negra que desembocaron en la Segunda Guerra Civil Sudanesa (1983-2005).
Debido al continuo desequilibrio político y militar, se llevó a cabo un golpe de Estado en el año 1989 encabezado por el entonces brigadier Omar Hassan Ahmad al-Bashir, quien terminó autoproclamándose, en 1993, presidente de Sudán. La segunda guerra civil terminó tras la firma, en 2005, del Acuerdo General de Paz que supuso la redacción de una nueva constitución y le dio autonomía a lo que en aquel momento era la región sur del país. En un referéndum llevado a cabo en enero de 2011, dicha región obtuvo los votos necesarios para independizarse por lo que el 9 de julio de 2011 efectivamente lo hizo, pasando a denominarse República de Sudán del Sur.
Es miembro de la Organización de las Naciones Unidas, de la Unión Africana, de la Liga de Estados Árabes, de la Organización para la Cooperación Islámica y del Movimiento de Países no Alineados, así como observador en la Organización Mundial del Comercio.
Hasta 2019, era considerado una República federal democrática representativa presidencialista, aunque la política sudanesa es internacionalmente considerada por muchos como un sistema autoritario debido al control que el Partido del Congreso Nacional ejerce sobre las ramas ejecutiva, legislativa y judicial del gobierno desde su fundación en 1996.
El 11 de abril de 2019, el ejército sudanés derroca al hasta entonces presidente, Omar al-Bashir, comenzando una dictadura militar suspendiendo la Constitución. El ejército prometió que luego de dos años convocaría a elecciones libres.
El gobierno sudanés presuntamente ha apoyado el uso de milicias árabes yanyauid en guerra de guerrillas en el conflicto de Darfur. Desde ese momento (2003) miles de personas han sido desplazadas y asesinadas y la necesidad de ayuda humanitaria en Darfur ha captado la atención de la comunidad internacional. El conflicto ha sido incluso observado por la Corte Penal Internacional, organismo que en los años 2009 y 2010 emitió sendas órdenes de arresto contra Omar al-Bashir, expresidente de Sudán, acusándolo de haber cometido genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.
El país es rico en recursos naturales como el petróleo y el algodón y su economía está entre las que más rápido crecen del mundo. China, Japón e India son los principales destinos de exportación de Sudán.
En la remota Antigüedad, y según fuentes bíblicas, el territorio del Valle del Nilo al sur de la Primera catarata recibió el nombre de Kush; tres reinos kushitas y meroíticos se establecieron en el territorio norte del actual estado del Sudán desde hace unos 4000 años. Estas civilizaciones florecieron principalmente sobre el río Nilo desde la primera hasta la sexta catarata. Estos reinos que luego fueron englobados en la región de Nubia resultaron influidos por el Antiguo Egipto, al que a su vez influyeron más tarde. De hecho, las fronteras del Antiguo Egipto y los reinos sudaneses fluctuaban bastante. Tras el reino de Meroe tuvo lugar el de Napata que dio lugar al reino cristiano de Nobatia y Makuria y luego el de Alodia siendo hasta casi fines de la Edad Media importante la también cristiana ciudad de Dongola.
En el año 1863 los ingleses Baker y Gordon fueron nombrados gobernadores del país con el fin de mejorar las negociaciones entre saudis y libanos, sometiendo a favor de Egipto todo el territorio hasta los límites de Uganda. Después de la dimisión de los gobernadores la situación empeoró contribuyendo al triunfo del Islam. De esta manera Mohamed Ahmed se proclamó “Mahdi” o guía del islam, predicando dicha religión y denunciando a los turcos como musulmanes indignos. En enero de 1883 Ahmed capturó El Obeid, y en noviembre venció a un ejército de 10 000 hombres enviados por el inglés Hicks desde Egipto. Mientras, su emir Osman Digna, derrotó a 4000 egipcios cerca de Suakin, y el gobernador inglés de Bahr-el-Ghazal fue enviado preso a Omdurmán. Entonces desde Egipto fue enviado el general Gordon con instrucciones de invadir y aplastar la revolución, pero fue sitiado por el Madhi, y las vacilaciones del gobierno inglés le permitieron ocupar Jartum el 26 de enero de 1885, dando muerte al general inglés y a toda su tropa, causando de esta manera la mayor derrota de las fuerzas inglesas en África. Un mes más tarde de esta gran victoria, el Mahdi murió envenenado en Omdurmán, sucediéndole en el cargo Abdullahi-el-Teishi, quien aunque fue derrotado por los ingleses en Kosheh, logró ocupar Dóngola y Nubia. En 1886 los mahdistas conquistaron Gallabat, pero a partir de 1896 el ejército anglo-egipcio al mando del general Kitchener, les causó repetidas y sangrientas derrotas, que concluyeron con el fin de la revuelta revolucionaria.
Durante la revuelta, en el año 1885, los revolucionarios mahdistas contramarcaron las monedas en circulación con un resello circular revalorizando su valor por un rial. Se conocen monedas egipcias de vellón y plata, ocho reales españoles, cinco francos franceses, piastras y táleros de María Teresa I de Austria con esta contramarca.
El año anterior a la independencia, en 1955, los sudaneses del sur se embarcaron en la Primera Guerra Civil Sudanesa.
Después de la independencia, Sudán tuvo una serie de gobiernos, entre los cuales hubo un gobierno militar entre 1958 y 1964, que fueron incapaces de aceptar una constitución permanente o solucionar problemas como el faccionalismo, el estancamiento económico, y la disidencia étnica. Muchos de los conflictos étnicos nacen entre los habitantes del norte (musulmanes que representan el 70 % de los habitantes de Sudán) y los del sur (africanos animistas, 25 % de la población sudanesa, y cristianos, el 5 %), debido también a un fuerte elemento económico en cuanto a las regiones, ya que durante el régimen colonial británico, la atención se centró en la colonia del norte. La insatisfacción terminó en un segundo golpe militar el 25 de mayo de 1969. El líder del golpe, el coronel Yaffar al-Numeiry, se convirtió en primer ministro, y el nuevo régimen abolió el parlamento e ilegalizó todos los partidos políticos. Siguieron muchos años de conflictos militares entre el gobierno sudanés, con mayoría de árabes y musulmanes del norte, contra los no musulmanes en el sur.
La proximidad con los Estados Unidos aumentó bajo la administración de Ronald Reagan. La ayuda de Estados Unidos aumentó de $5 millones en 1979 a $200 millones en 1983 y luego a $254 millones en 1985, principalmente para programas militares. De este modo, Sudán se ha convertido en el segundo mayor receptor de la ayuda estadounidense a África (después de Egipto). Se construyeron cuatro bases aéreas para alojar unidades de la Fuerza de Despliegue Rápido y una potente estación de escucha cerca de Puerto Sudán. En 1984 y 1985, después de un período de sequía, varios millones de personas se vieron amenazadas por la hambruna, especialmente en el Sudán occidental. El régimen se aseguró de ocultar la situación a nivel internacional.
En marzo de 1985, el anuncio del aumento de los precios de los productos de primera necesidad, a petición del Fondo Monetario Internacional con el que el régimen estaba negociando, desencadenó las primeras manifestaciones. El 2 de abril, ocho sindicatos llamaron a la movilización y a una "huelga política general hasta la abolición del régimen actual". El día 3, las manifestaciones masivas sacudieron Jartum, pero también las principales ciudades del país; la huelga paralizó las instituciones y la economía. Otro golpe de Estado, dirigido por el general Abdel Rahman Swar al-Dahab, restauró un gobierno civil. Sin embargo, la guerra civil mataba cada vez a más personas y la situación económica seguía deteriorándose.
En septiembre de 1983, el entonces presidente Yaffar al-Numeiry, creó un estado federal que incluía tres estados federales en Sudán del Sur. Pero más tarde introdujo la ley de la sharia y disolvió los tres estados federales del sur, lo que provocó la Segunda Guerra Civil Sudanesa.
Debido a la escasez de combustible y pan, una insurgencia creciente en el sur, la sequía y la hambruna, se produjo el 6 de abril de 1985 otro golpe militar dirigido por el general Abdel Rahman Swar al-Dahab, que restauró un gobierno civil. Sin embargo la guerra civil se intensificó y la economía continuó deteriorándose. En 1989 el general Omar el-Bashir se convirtió en presidente y jefe de Estado, primer ministro y jefe de las fuerzas armadas.
La segunda guerra civil desplazó a más de cuatro millones de habitantes del sur. Algunos huyeron hacia las ciudades del sur como Yuba, otros emigraron hacia el norte a ciudades como la capital Jartum, e inclusive a otros países vecinos.
Desde 2003 en la región de Darfur, el conflicto de Darfur es un conflicto militar entre los yanyauid, un grupo de milicianos formados por miembros de las tribus baggara de los abbala (criadores de camellos de etnia árabe) y los pueblos de raza negra, no baggaras y principalmente agricultores.
En el año 2011 se votó un referendo con el que se busca dar fin a los problemas étnicos y territoriales de esta atribulada nación, con lo cual se escindirá en dos entidades nacionales; una al norte musulmán y proárabe y otra al sur, de tendencia tradicional y animista. Y por la escisión del Sudán actual en dos entes nacionales se daría en teoría el fin a tantos años de amargas y trágicas muertes y desplazamientos tanto en Sudán del Sur como la estabilización del norte, así como la superficie y la población de Sudán se reducirán de manera notable.
En 2018, el régimen de Omar al-Bashir puso en marcha un plan de austeridad del Fondo Monetario Internacional, transfiriendo algunos sectores de importaciones al sector privado. Como resultado, el precio del pan se duplicó y el precio de la gasolina aumentó en un 30%. La inflación ha alcanzado el 40%. Los movimientos estudiantiles y el Partido Comunista de Sudán han organizado manifestaciones para desafiar esta política. Omar al-Bashir reaccionó arrestando al Secretario General del Partido Comunista y a otros dos líderes del partido, y cerrando seis periódicos:
A finales de 2018 empieza una protesta popular por la elevada inflación y la subida de los precios de productos básicos. Los intentos de represión por parte de las fuerzas policiales chocaron con el ejército, quien apoyaba a los manifestantes. El 11 de abril de 2019 el ministro de Defensa y jefe del ejército, Ahmed Awad Ibn Auf, encabeza un golpe de Estado que provoca la caída del régimen de Omar el-Bashir. Auf anunció la creación de un gobierno de transición de dos años, cuando está previsto que se celebren elecciones.
En otro hito internacional, a fines de 2020, se anuncia la normalización de sus relaciones diplomáticas con el Estado de Israel, dentro del marco de los llamados "Acuerdos de Abraham", impulsados por el presidente Donald Trump.
Sudán está dividido actualmente en 18 estados. Estos son (nombre árabe en paréntesis; la transcripción al español puede variar según distintas fuentes):
Kordofán del Oeste, fue uno de los territorios creados en 1994 pero posteriormente en 2005 fue dividido entre los territorios de Kordofán del Norte y Kordofán del Sur.
Sudán está situado en el norte de África, a orillas del mar Rojo, entre Egipto y Eritrea. Está en parte atravesado por el Nilo y sus afluentes. Hasta el 9 de julio de 2011 era el país más grande del continente africano con una superficie de 2 505 810 km². Tras la independencia de Sudán del Sur redujo su territorio a 1 861 484 km² de extensión y bajó al 3.º lugar por detrás de Argelia (actual 1.º lugar) y República Democrática del Congo (actual 2.º lugar). En el centro se encuentra una gran llanura, bordeada al este y al oeste por montañas. En el sur el clima es tropical, mientras que en el norte es desértico, donde las temperaturas sobrepasan diariamente los 42 °C. La desertificación que se extiende con el paso del tiempo hacia el sur, y la erosión del suelo suponen graves problemas para el país.
Los principales biomas presentes en Sudán son el desierto, al norte, y la sabana, al sur. Según la WWF, las principales ecorregiones presentes en Sudán son, de norte a sur:
Además, están presentes el desierto costero del mar Rojo en la costa norte, el monte xerófilo del macizo del Tibesti y el monte Uweinat en el extremo noroeste, el monte xerófilo del Sahara oriental, en un enclave del centro-oeste. Junto a la frontera con Eritrea hay varios enclaves de selva montana de Etiopía, pradera montana y monte alto de Etiopía, pradera y matorral xerófilos de Etiopía y sabana arbustiva de Somalia.
El 80 % de la población trabaja en el sector agrícola. La situación de guerra civil que vive durante muchos años ha llevado a tener niveles de inflación altos en determinados momentos, junto a caídas brutales, fruto de las vicisitudes de las operaciones bélicas.
Amenazado de expulsión del FMI por el impago de la deuda externa, y con los gravísimos problemas que añade la sequía, los datos económicos no reflejan la verdadera situación, dado que computan niveles altos de PIB gracias a los recursos de petróleo y en parte al oro que quedan en manos de muy pocas empresas, todas ellas extranjeras. Otros recursos de los que dispone es tungsteno, zinc y, probablemente, gas. Es uno de los países que más rápido ha incrementado su economía según el New York Times.
Últimamente y copiando el modelo de trabajo europeo, han llegado a acuerdos con empresas de distintos sectores de la economía para trabajar conjuntamente en el desarrollo de importantes proyectos. Lo que diferencia este modelo del pasado es que en este caso se requiere del proceso de aprendizaje previo del personal local. No quieren implantar un modelo de negocio que tenga una caducidad previa al proyecto.
Desde 2011, el desempleo ha afectado al 18% de la población activa y casi el 50% de la población vive por debajo del umbral de pobreza.
En el censo sudanés de 1993, la población se calculó en 26 millones. No existen censos fiables desde entonces debido a la guerra civil, y la posterior secesión de las provincias meridionales. La estimación corriente de la CIA para 2004 es de cerca de 39 millones de habitantes. La población de la zona metropolitana de Jartum (incluyendo Jartum, Omdurmán y Jartum del Norte) está creciendo rápidamente y se acerca a los 6-7 millones, incluyendo cerca de dos millones de personas desplazadas de la zona de guerra en el sur, así como de las áreas afectadas por la sequía en oriente y occidente.
Sudán tiene 597 tribus que hablan unas 400 lenguas y dialectos diferentes
y tiene dos principales grupos culturales —afro-árabes (pero también algunos árabes egipcios, no negroides) y africanos negros no árabes— con cientos de divisiones étnicas y tribales y grupos lingüísticos, lo que hace que la colaboración efectiva entre ellos sea un problema grave.Los estados del norte cubren la mayor parte de Sudán e incluyen los principales centros urbanos. Más de 22 millones de sudaneses que viven en esta región son musulmanes de lengua árabe, aunque la mayoría habla alguna lengua materna diferente del árabe, como pueden ser el nubio, beja, fur, nuba o ingessana. Entre ellos hay varios grupos tribales diferentes. Los kababish del norte de Kordofán son pastores de camellos. Los ga'alin, rubatab, manasir y shaiqiyah son sedentarios y viven sobre los ríos. Los bagara de Kordofán y Darfur son seminómadas, los beja hamíticos de la zonas del mar Rojo y los nubios de las áreas norteñas del Nilo, algunos de los cuales se han reasentado en el río Atbara, y los negroides nuba de Kordofán del Sur y los fur en el extremo occidental del país.
Tras la pérdida de territorio de 2011 en la que se independizó Sudán del Sur, el 97% de la población profesa el islam.sufíes y salafíes.
La mayoría de los musulmanes están divididos en dos grupos:Existen grupos de cristianos coptos y ortodoxos en Jartum y en otras ciudades del norte del país. Además, existen comunidades de la Iglesia ortodoxa de Etiopía y de Eritrea en Jartum y en el este del país. Está conformada por inmigrantes y refugiados.
La identidad religiosa juega un rol fundamental en las divisiones políticas del país. Los musulmanes del norte y del oeste han mandado en el país tanto a nivel político como económico. El NCP daba un gran apoyo a islamistas salafíesy wahabíes, así como a otros grupos de musulmanes conservadores situados en el norte del país.
La educación en Sudán es gratuita y obligatoria para los niños de entre 6 y 13 años, aunque más del 40% no asiste a la escuela debido a la situación económica. Los factores medioambientales y sociales también incrementan la dificultad para ir al colegio, especialmente en las niñas.
La educación primaria tiene una duración de ocho años, mientras que la educación secundaria dura tres años. Hasta 1990, el sistema educativo comprendía tres etapas de 6, 3 y 3 años respectivamente. El idioma principal en todos los niveles de educación es el árabe. Las escuelas se encuentran en las zonas urbanas; la mayoría de las que se encuentran en el oeste se han visto muy afectadas por los distintos conflictos existentes. En el 2001 el Banco Mundial estimó que la asistencia a la educación primaria era del 46% sobre el total de la población, mientras que a la educación secundaria asistía el 21% sobre el total. La asistencia varía según la zona del país, siendo menor del 20% en algunas provincias. El 70,2% de la población sabe leer y escribir, en hombres procentahe es del 79,6%, mientras que en las mujeres baja al 60,8%. Sudán tiene entre 25 y 30 universidades; las cuales se imparten en inglés o en árabe. La educación secundaria y universitaria se ve afectada por el hecho de que los hombres suelen asistir al servicio militar obligatorio antes de completar su educación.UNESCO, más de 3000 investigadores sudaneses abandonaron el país entre 2002 y 2014. En 2013, el país contaba con una proporción de 19 investigadores por cada 100 000 ciudadanos, lo que corresponde a la trigésima parte de Egipto, según el Centro Nacional Sudanés de Investigación. En 2015, se publicaron únicamente 500 artículos científicos en Sudán. En comparación, Polonia, un país con una población similar, publica aproximadamente 10 000 artículos por año.
Además, Al-Bashir llevó a cabo una islamización de las universidades, lo cual perjudicó a la investigación. Esto es debido a que el árabe se convirtió en la única lengua oficial en las universidades, y se hicieron obligatorios cursos islámicos. Además, se vio reducida la financiación en ciencia. SegúnSudán tenía una esperanza de vida de 65,1 años en el año 2019. La mortalidad infantil en el 2016 era de 44,8 por cada 1000 niños nacidos.
UNICEF estima que el 87% de las mujeres sudanesas de entre 15 y 49 años han sufrido la mutilación genital femenina.
La cultura de Sudán muestra una mezcla de los comportamientos, prácticas y creencias de 578 grupos étnicos, los cuales hablan 145 idiomas, en una región de África en la que se dan cambios geográficos extremos, variando de desiertos arenosos a selvas tropicales. La evidencia sugiere que mientras la mayoría de los ciudadanos del país se identifican fuertemente con Sudán y su religión, las realidades árabes y africanas causan una mayor polarización.
Sudán tiene una cultura musical que es rica y única, la cual ha sufrido problemas de inestabilidad crónica y de represión durante la historia moderna del país. Debido a la existencia del salafismo, la interpretación de la sharía se hizo de una forma muy estricta a partir de 1989. Esto causó que la mayoría de los cantautores más importantes como Mahjoub Sharif fueran encarcelados, mientras que otros, como Mohammed el Amin y Mohammed Wardi se exiliaron a Egipto. La música tradicional sufrió también las prohibiciones, ya que se prohibieron las ceremonias zār y las baterías fueron confiscadas. Al mismo tiempo los militares europeos contribuyeron al desarrollo de la música sudanesa al introducir nuevos instrumentos y estilos. Se renovaron las bandas militares, especialmente las gaitas escocesas, por lo que la música tradicional se asemejó a la militar. No obstante, el estilo musical predominante en el país es el aldlayib, el cual utiliza el tambur como instrumento musical. El tambur tiene cinco cuerdas, y está hecho de madera. Está acompañado por los aplausos y los artistas cantando. Este estilo musical tiene una mezcla que le otorga un carácter especial.
El cine de Sudán comenzó a producirse en el Sudán anglo-egipcio a principios del siglo XX. Tras la independencia en el 1956, se empezó a dar una tradición con los documentales, pero los problemas de financiación y la censura impuesta por el gobierno islamista provocaron una decadencia a partir de la década de 1990. Desde los años 2010, se han llevado a cabo distintas iniciativas para intentar resurgir la industria cinematográfica, como pueden ser festivales, aunque se han llevado a cabo principalmente en Jartum.
El uso de la fotografía en Sudán se remonta a la década de 1880, en el Sudán turco. Como en otros países, la mayor importancia de la fotografía en los medios de comunicación, como en los periódicos, así como en los fotógrafos amateur han hecho ampliar la documentación y el fotoperiodismo en Sudán desde el siglo XX en adelante. En el siglo XXI, la fotografía en Sudán ha atravesado distintos cambios, los cuales los más importantes son debidos a la fotografía digital, así como por su distribución en redes sociales y en internet.
La mayor parte de los sudaneses visten un atuendo tradicional u occidental. Uno de los más extendidos entre los hombres sudaneses es la galabiya, una prenda holgada, de manga larga, sin cuello y a la altura del tobillo, también común en Egipto. La galabiya suele estar acompañada por un turbante largo y una bufanda. Puede ser blanca, de otro color o a rayas. Está hecha de tela, cuyo grosor puede variar, según la estación del año y la preferencia personal.
El vestido más común en las mujeres sudanesas es el thawb. Puede ser blanco o colorido. Es largo y de una pieza, el cual las mujeres envuelven sobre su prenda interior. También cubre la cabeza y el pelo.
Debido a una reforma del código penal realizada en el año 1991, las mujeres tenían prohibido llevar pantalones en público, ya que eran considerados como una prenda obscena. La sanción por llevar pantalones podía ser de hasta 40 latigazos, aunque en un caso ocurrido en el año 2009 se multó a una mujer con el equivalente a 200 dólares estadounidenses.
Los deportes más populares en Sudán son el atletismo y el fútbol. También se practican el baloncesto, el balonmano, y el voleibol, aunque con una menor intensidad. En las décadas de los 60 y los 70, la selección nacional de baloncesto era de las más importantes en el continente africano. Actualmente, no cuenta con tanto poder.
El fútbol en Sudán cuenta con una larga historia. Fue una de las cuatro primeras naciones que formó la CAF. Sudán fue la primera sede de la Copa Africana de Naciones en 1956. La ganó en una ocasión, en el año 1970. Dos años después, la selección nacional de fútbol participó en los Juegos Olímpicos de 1972 en Múnich. Jartum es la sede de la liga africana de fútbol más antigua.
Los equipos de fútbol más fuertes son el Al-Hilal y el Al-Merrikh.
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