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Revolución de 1952 (Bolivia)



Inmediatos: Desconocimiento de la victoria electoral del MNR, renuncia del presidente Urriolagoitia y nombramiento arbitrario primero de una junta de gobierno y luego de Hugo Ballivian como presidente.

La Revolución boliviana de 1952, popularmente conocida como la Revolución Nacional (RN), marca el ingreso de Bolivia al siglo XX. Es un periodo que comprende desde el 9 de abril de 1952 hasta el golpe de estado del 4 de noviembre de 1964, durante el cual gobernó el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). En estos doce años el MNR llevó a cabo un proceso de modernización que cambió el rumbo del desarrollo político, económico y social del estado de Bolivia

La RN realizó una de las mayores transformaciones fundamentales en la participación ciudadana en Bolivia, la distribución de tierras –a través de una reforma agraria que logró acabar con el régimen terrateniente imperante en el occidente del país–, control del Estado sobre los recursos naturales y la economía boliviana. Incorporó además, por primera vez, al escenario político nacional a la mayoría indígena-campesina y a las mujeres, al establecer el voto universal. Fue una revolución social que en su momento fue equiparada a la Revolución mexicana y que antecedió a la Revolución cubana. Se desarrolló en el contexto de la Guerra Fría y fue la única de las revoluciones sociales de América Latina que contó con el apoyo de los Estados Unidos.

Los orígenes de esta revolución se encuentran en la Gran Depresión y la derrota de Bolivia en la Guerra del Chaco. La Gran Depresión debilitó a la Gran Minería, auspició el ingreso del Estado a la economía a través del control de divisas y la asignación de cuotas de exportación de estaño entre los diferentes productores. La Guerra del Chaco, por otra parte, cuestionó el modelo político y social vigente.pues todo fue para derrocar a Hugo Ballivian

El año 1951 el MNR obtuvo un triunfo en las elecciones. De forma inmediata se formó una Junta Militar de Gobierno (auspiciada por la oligarquía minera) para evitar la llegada al poder del MNR. Ante esta reacción del ejército, un año más tarde, se producirá el día 9 de abril un golpe de Estado dirigido por el general de policía Antonio Seleme con el apoyo civil de Siles Suazo y el dirigente minero Juan Lechin Oquendo, ambos del MNR, así como la confabulación del general Torres Ortiz. El Cuerpo de Carabineros y Policías tuvo una destacada participación en iniciar la revuelta que luego contó con el apoyo de la población, de los obreros de Villa Victoria y los mineros que llegaron de la mina Milluni.

Ese 9 de abril de 1952, el Cuerpo de Carabineros y Policías fue movilizado “institucionalmente” por el ministro del Interior, general Seleme, y tomaron instituciones estratégicas, como prefecturas y radios para difundir la noticia. También fueron movilizados los regimientos de carabineros Capitán Zeballos y 21 de Julio, la Brigada Departamental de Policías, cadetes de la Escuela de Carabineros y Policías y la Dirección General de Policías y Carabineros, todos con armamento y municiones, para tomar zonas estratégicas. A los civiles del MNR que acudieron, así como a los muchos voluntarios, obreros, sobre todo, se les distribuyó armas y municiones, provenientes de la Brigada Departamental, de la Dirección General y de los regimientos de Carabineros. El arsenal de la plaza Antofagasta, tomado por el capitán de Ejército Israel Téllez, ya había sido distribuido a combatientes civiles. Pero el general Torres Ortiz, comprometido en el alzamiento, se desmarcó a última hora e hizo acuartelar al ejército. Se dispuso a repeler el golpe. El doctor Siles Suazo se asiló en la Nunciatura, ese mismo día. Viendo el incontrolable desborde popular, renuncia el general Seleme a la conducción del “Gobierno Revolucionario”. Quedó Lechín Oquendo, máximo dirigente de la Federación de Mineros, dirigiendo el alzamiento en las calles con las consignas "Reforma agraria" y "Nacionalización de minas".

El día jueves, 10 de abril, continuaron los combates. Juan Lechin Oquendo encabezando a los mineros de Milluni, tomó el Grupo Aéreo de Caza y desde allí mandó aviones a soltar panfletos sobre el Gran Cuartel de Miraflores, induciéndolos a rendirse. El pueblo asaltó el retén de la Garita de Lima, sacó armamento y munición y siguió luchando.

El viernes 11 de abril Lechín junto a Rolando Requena se dirigieron a tomar el Gran Cuartel de Miraflores. Posteriormente, apoyados por el pueblo alzado tomaron el Palacio Quemado . Horas más tarde, llegaron los políticos del MNR, quienes no vieron conveniente realizar la "reforma agraria" (muchos de ellos eran latifundistas) ni la "Nacionalización de minas". Al final, el doctor Siles Suazo cedió pues Lechín argumentó que esas consignas llevaron a la gente a ofrendar su vida, y era la inmensa multitud que estaba, en ese mismo instante, afuera, en la plaza, coreando la victoria revolucionaria.

La derrota del ejército cobró un saldo de 490 muertos. Hernán Siles Zuazo y Juan Lechin Oquendo, asumieron el mando del gobierno hasta que unos días más tarde regresó Víctor Paz Estenssoro, que estaba desterrado en Buenos Aires.

El desarrollo de la RN cubre tres periodos presidenciales. Durante el primer gobierno de Víctor Paz Estenssoro (1952-1956) se realizaron los cambios más significativos como ser el voto universal, la fundación de la Central Obrera Boliviana, la disolución y reforma del ejército, y la nacionalización de las minas entre abril y octubre de 1952. En agosto de 1953 se decretó la reforma agraria y en 1955 se aprobó el nuevo Código de la Educación que dio inicio a la reforma de la educación. En 1955 también se aprobó el nuevo Código Petróleo que permitía el acceso de empresas extranjeras a la exploración y explotación petrolífera.

En el segundo gobierno del MNR, Hernán Siles Suazo (1956-1960) tuvo que enfrentar la inflación causada en parte por las reformas durante el gobierno de Paz Estensoro y llevar a cabo el primer plan de estabilización a través de convenios con el Fondo Monetario Internacional. Durante este período se incrementó el desarrollo agrícola y el tercer gobierno del MNR, fue el segundo período presidencial de Paz Estenssoro (1960-1964) en el que se dedicó a reformar la recientemente creada Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) (ver abajo), construir infraestructura y consolidar la llamada "Marcha al Oriente."

El 24 de junio de 1952 el gobierno implantó el voto universal. Al otorgar el derecho a voto a analfabetos, indígenas y mujeres, se incrementó en número de electores de 205 000 (6,6 % de la población total) en 1951 a 1 125 000 (33,8 %) en 1956. La ampliación del derecho a voto era una medida radical en el contexto latinoamericano. Por ejemplo, el voto a la mujer recién se otorgó en el Brasil en 1934, en Chile en 1949, en la Argentina y Colombia en 1951, en México en 1955 y en Perú en 1956. El voto a los analfabetos fue concedido en 1980 en el Perú y recién en 1986 en Brasil.[1]

La Central Obrera Boliviana (COB) fue fundada el 17 de abril de 1952 con el objetivo de integrar los sindicatos de mineros, fabriles, ferroviarios, bancarios, gráficos, empleados de industria y comercio, constructores, panificadores y campesinos. Su primer secretario ejecutivo fue Juan Lechín Oquendo, que había sido secretario ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) fundada en 1944. Lechín también era Ministro de Minas y Petróleo del primer gabinete de Víctor Paz Estenssoro. Entre los objetivos principales de la COB estaba luchar por la nacionalización de las minas y ferrocarriles, por la revolución agraria y la derogación de medidas anti obreras dictadas por gobiernos anteriores.[2]​ Durante todo el gobierno del MNR la COB fue "el ala revolucionaria radical" de la revolución exigiendo la aceleración y profundización de los cambios sociales y económicos.[3]​ A la misma vez, las relaciones laborales durante el gobierno del MNR fueron turbulentas. Se estima que se llevaron a cabo un promedio de 350 huelgas por año entre 1952 y 1958 con un efecto negativo sobre la producción, convirtiendo a Bolivia en uno de los países en los cuales se perdió mayor número de horas-hombre por trabajador.[4]

El MNR redujo el tamaño del ejército de aproximadamente 20 000 a 5000 soldados entre abril de 1952 y enero de 1953, al licenciar a los conscriptos. Además, se estima que retiró a alrededor de 300 oficiales. El presupuesto del ejército fue recortado de 20 % del presupuesto general a la mitad en 1953 y a 6,7 % en 1957.[5]​ En reemplazo del ejército, el MNR formó milicias urbanas y rurales con obreros y campesinos. Entre 1952 y 1956, la policía y las milicias populares predominaron en la seguridad interna y orden público. A partir de 1956 y hasta 1964, se redujo la legitimidad de las milicias y la importancia de la policía a medida que se reconstituyó el ejército, quién predominó en la seguridad interna y orden público.[6]

La nacionalización de las minas de los tres principales grupos empresariales mineros (Patiño, Hochschild y Aramayo) constituyó la primera reforma económica del MNR y desató una serie de contradicciones internas y externas alrededor de la RN. En el plano interno, el MNR había estado tratando de incrementar el control del Estado sobre la minería desde el gobierno de Villarroel, con el control de divisas. Sin embargo, en 1952, Paz Estenssoro no estaba comprometido con una nacionalización. Por tanto, las primeras medidas del MNR en el sector minero fueron la creación de un monopolio de exportación a través del Banco Minero y la obligatoriedad de entrega del cien por ciento de divisas al Banco Central. Fue más bien el movimiento obrero, a través de la FSTMB, que demandaba la nacionalización. En el plano externo, Paz Estenssoro era renuente a la nacionalización por el mensaje que esta acción enviaría a los Estados Unidos sobre la orientación ideológica del partido. Además, la nacionalización traía consigo.

A modo de evaluar la situación, Paz Estenssoro conformó una Comisión de Nacionalización de la Minas que deliberó por cinco meses y concluyó que se nacionalicen las minas con compensación en octubre de 1952. El 31 de octubre, en Siglo XX, Catavi, Paz Estenssoro, junto con su Ministro de Minas, Juan Lechin Oquendo, firmaron el decreto de nacionalización traspasando los bienes de las 163 minas distribuidas en 78 compañías mineras de Patiño, Hochschild y Aramayo a la recientemente creada Corporación Minera de Bolivia. La nacionalización de las minas fue vista como la "independencia económica" de Bolivia tanto por el MNR, la FSTMB y los medios de prensa.[7]

A mediados del siglo XX Bolivia contaba con un sistema agrario latifundista caracterizado por una desigual tenencia de la tierra, condiciones de trabajo semifeudales y con baja capacidad de proveer alimentos a Bolivia. Aproximadamente 4.5 % de la población era propietaria del 70 % de la tierra agrícola.[8]​ El trabajo agrario consistía de un sistema del control de la mano de obra a través del acceso a tierra a través de prestaciones laborales. Adicionalmente, los indígenas tenían que aportar con semillas, herramientas y hasta animales para realizar el trabajo. Además de obligaciones laborales agropecuarias, los indígenas estaban obligados a ofrecer servicios personales remanentes de la época colonial (pongueaje) al hacendado y su familia. [9]​ La ineficiencia del sector agropecuario era tal que entre el 35 al 40 por ciento de las importaciones eran de alimentos.[8]​ En enero de 1953 se organizó un Comisión de Reforma Agraria presidida por el Vicepresidente Hernán Siles Suazo con miembros de partidos de la oposición como el POR y el PIR y miembros del MNR. El 2 de agosto de 1953 en Ucureña, Cochabamba se firmó el Decreto de Reforma Agraria. El decreto ofrecía indemnización a los terratenientes y otorgaba las tierras de las haciendas a los indios a través de sus sindicatos y comunidades con la condición que no fueran vendidas a título personal. [10]

El sistema de implementación de la reforma era engorroso. De los 15 322 casos iniciados entre 1953 y 1966, solo se llegó a concluir 7 322 o el 48,8 %. Entre 1954 y 1968 el Servicio Nacional de Reforma Agraria había procesado ocho millones de las aproximadamente treinta y seis millones de hectáreas por distribuirse.[11]​ En los subsiguientes 30 años, sin embargo, se lograron distribuir 39 millones de hectáreas adicionales (llegando a un total de 47 millones de hectáreas) con más de 650 000 beneficiarios.[12]

En 1952, el 20,8 % de la población en edad estaba en primaria y dos tercios de la población (60,9 %) era analfabeta. Al año del inicio de la Revolución y para adecuar el sistema educativo a las transformaciones anteriores, en 1953 el gobierno creó la Comisión Nacional de Reforma Educativa que en 120 días presentó su propuesta. Recién ante demandas del magisterio en 1955 se promulgó el Código de la Educación Boliviana. El Código dividió el sistema educativo en un ámbito urbano, a cargo del Ministerio de Educación, y otro de educación rural a cargo del recientemente creado Ministerio de Asuntos Campesinos. El Código buscaba extender la educación a las mayorías y re-orientar la educación hacia una educación técnica. También planteaba la importancia castellanizar al indio y en su afán modernizador, convertirlo en campesino. Sin duda se expandió la cobertura de la matrícula en área rural, sin embargo ésta fue de baja calidad.[13]​ Luego de analizar las falencias del sistema educativo (predominancia de la memorización y recitación; provisión de solo rudimentos de escritura, lectura y matemática; escasa preparación de maestros; y brevedad del año escolar por excesivos feriados) el antropólogo estadounidense Lambros Comitas concluía:

El primer impacto económico de la RN sobre la economía fue la inflación. Por una parte, el incremento en la emisión de moneda del Banco Central de Bolivia para proveer de capital de trabajo a COMIBOL y el creciente incentivo a re-exportar las importaciones (porque para ellas había una tasa de cambio preferencial que cada vez distaba más de la tasa de cambio en el mercado negro) iniciaron la inflación.[15]​ Por otra, la caída del 13 % en la producción agrícola entre 1952-54 y la desorganización de los sistemas de distribución de bienes agrícolas, resultó en un incremento en los costos de artículos alimenticios importados, entre otros, aumentaban aún más la inflación. El costo de vida en La Paz incrementó a una tasa promedio anual del 146,6 % entre 1952 y 1956.[16]​ Por tanto, el primer gobierno del MNR estuvo signado por la inflación y la caída del producto debido al decremento en la producción de minerales y de productos agrícolas y ésta solo fue parcialmente contrapuesta por la expansión de la industria petrolífera (ver Cuadro 1).

El segundo gobierno del MNR, con Hernán Siles Suazo en la presidencia, tuvo que afrontar esta crisis con un programa de estabilización.

A diferencia de la Revolución mexicana, la Revolución Nacional paradójicamente contó con el apoyo de los Estados Unidos. Una vez que Bolivia acordó indemnizar a Patiño, Hochschild y Aramayo por la nacionalización de las minas y el gobierno estadounidense se convenció que el MNR no era comunista, sino nacionalista, la ayuda de EE. UU. se incrementó. Primero llegó en forma de alimentos y fue clave para sobrellevar la escasez de alimentos producto de la desorganización de los primeros efectos de la reforma agraria. La ayuda de EE. UU. creció 1.5 millones de dólares en 1952 a 79 millones en 1964. De este monto total, la ayuda militar ascendía a 0.1 millones de dólares en 1952 y a 3.2 millones en 1964.[18]​ Se estima que el monto total de la ayuda recibida entre 1953 y 1964 fue de $368 millones o aproximadamente $35 millones anuales. En dólares de 2007, esto equivale a más de $2000 millones o $187 millones anuales.[19]

Sobre el gradual proceso y los efectos de la ayuda estadounidense a Bolivia, Sergio Almaraz anotaba:

Según Klein esta ayuda fue "decisiva para la seguridad y el crecimiento económico de Bolivia." La ayuda previno la carestía de alimentos en los centros urbanos y por tanto proveyó serenidad al gobierno del MNR a los inicios de la revolución. También contribuyó al desarrollo de infraestructura vial, la expansión e integración del oriente boliviano y el fortalecimiento de los servicios de educación y salud. [21]​ A la misma vez, fue un "freno" para la revolución en la medida que hacia a Bolivia dependiente de estos recursos al punto que, por ejemplo, en 1964 recursos provenientes de la Alianza para el Progreso representaban alrededor del 20% del Producto Bruto y 40% del gasto público.[19]

Como se anotó, la RN fue considerada una de las tres revoluciones sociales más importantes en América Latina, hasta la Revolución Nicaragüense en los 1980. Como todas ellas, su objetivo era cambiar el orden social, económico y político imperante. Y lo logró, con algunas características propias. No sólo fue la única que contó con el apoyo económico de EE. UU., sino que difiere de la mexicana, cubana y nicaragüense porque el MNR, a diferencia de los partidos en las otras revoluciones, no logró cooptar y controlar al movimiento laboral debido a la fuerte tradición sindicalista previa a la RN.[22]



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