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Robert K. Merton



¿Qué día cumple años Robert K. Merton?

Robert K. Merton cumple los años el 4 de julio.


¿Qué día nació Robert K. Merton?

Robert K. Merton nació el día 4 de julio de 1910.


¿Cuántos años tiene Robert K. Merton?

La edad actual es 114 años. Robert K. Merton cumplió 114 años el 4 de julio de este año.


¿De qué signo es Robert K. Merton?

Robert K. Merton es del signo de Cancer.


¿Dónde nació Robert K. Merton?

Robert K. Merton nació en Filadelfia.


Robert King Merton, nacido Meyer Robert Schkolnick (Filadelfia, 4 de julio de 1910 - Nueva York, 23 de febrero de 2003) fue un sociólogo estadounidense. Es padre de Robert C. Merton laureado con el Premio en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel.

Padre de la teoría de las funciones manifiestas en el mundo para funciones y latentes, y autor de obras como El análisis estructural en la Sociología (1975), Merton es uno de los clásicos de la escuela estadounidense de esta disciplina. También fue importante su labor en el campo de la sociología de la Ciencia. Muchas frases acuñadas por él son hoy utilizadas diariamente, dentro y fuera de la sociología.

Nacido en el seno de una humilde familia judía emigrada del este de Europa, su nombre de nacimiento fue Meyer Schkolnick, que más tarde cambió al de Robert King Merton. Como declara en su autobiografía, acudió a la escuela elemental de Filadelfia pero su pasatiempo favorito era leer en la biblioteca Andrew Carnegie, con lo que consiguió una sólida y enciclopédica formación autodidacta y logró separarse de las bandas callejeras. Empezó a cursar sus estudios universitarios en Temple College (1927), un centro universitario de la Iglesia bautista de Filadelfia para jóvenes con pocos recursos. Primero se orientó hacia la filosofía, pero al conocer a George E. Simpson, un profesor de sociología joven que preparaba su tesis doctoral sobre la imagen de los negros en la prensa de Filadelfia, se convirtió al poco en su ayudante de investigación y se decantó por esta disciplina. Allí obtuvo su Bachelor of Arts en 1931. Por su relación con Simpson asistió al encuentro anual de la American Sociological Society, antecedente de la actual ASA, y allí conoció a Pitirim Sorokin fundador y director del recién creado (1930) Departamento de Sociología de la Universidad de Harvard, que le animó a proseguir sus estudios con él y lo orientó hacia la sociología europea; en su autobiografía destaca Merton que Sorokin le abrió los ojos a perspectivas sociológicas más amplias que las de los Estados Unidos. Además su figura le impresionaba por el papel que jugó en la revolución rusa: Sorokin fue encarcelado tres veces por los zaristas y otras tres por los bolcheviques, fue secretario de Kerensky y sufrió una condena a muerte que Lenin conmutó por exilio. En aquellos momentos en que Estados Unidos atravesaba por la Gran Depresión, Merton era entonces un entusiasta socialista.

Merton se convirtió en ayudante de Sorokin en Harvard. Sus primeros artículos académicos aparecieron en 1934: «Recent French Sociology» y «Durkheim’s Division of Labor in Society». Merton se convirtió en un durkheimiano transatlántico y en estos artículos descansan las bases de lo que posteriormente fue su propio modo de análisis funcional y estructural, amén de expresar su interés por la sociología europea más clásica. Pero quien más influyó en sus formas sociológicas de pensar no fue tanto el ya reconocido Sorokin, sino un joven profesor todavía desconocido, Talcott Parsons, que cinco años después, publicaría su capital libro La estructura de la acción social (1937). De Parsons aprendió Merton la importancia de enseñar y discutir las ideas en sus clases para prepararlas y mejorarlas antes de su publicación.

Durante los años treinta se dedicó casi de manera exclusiva a los contextos sociales de la ciencia y la tecnología, especialmente en la Inglaterra del siglo XVII, para estudiar consecuencias imprevistas de la acción social intencional, atendiendo sobre todo a las investigaciones sobre historia de la ciencia de George Sarton quien le abrió las puertas para publicar en la revista Isis y dirigió y publicó su tesis doctoral: Ciencia, tecnología y sociedad en la Inglaterra del siglo XVII (leída en 1936 y publicada en 1938). Por sugerencia de Sorokin y Parsons, Merton alcanza en 1933 el grado de Assistant de docencia e investigación y en 1936 el de tutor e instructor. Durante su estancia en Harvard (1931-1939) escribe dieciséis artículos de los que al menos tres constituyen ensayos paradigmáticos para la sociología contemporánea: «Las consecuencias imprevistas de la acción intencional» (1936); «El tiempo social: Un análisis funcional y metodológico» (1937), escrito con Sorokin, y «Estructura social y anomia» (1938), que ha sido reimpreso unas cuarenta veces y hasta finales de los años sesenta fue el artículo más citado en el campo del análisis de la desviación.

Sin embargo las restricciones presupuestarias de la Universidad durante la Gran depresión le obligan a marchar a la Universidad de Tulane en Nueva Orleans (Louisiana) en 1939; allí permanece hasta 1941; obtiene la cátedra y dirige el Departamento de Sociología. Publica entre otros artículos «Estructura burocrática y personalidad» (1940) y «Mannheim y la sociología del conocimiento» (1941), y sigue haciendo aportaciones a la sociología de la ciencia, que tendrá su contribución más significativa con su polémica tesis del ethos científico contenida en «Nota sobre la ciencia y la democracia» (1942).

Desde Nueva Orleans marchó a la Universidad de Columbia en Nueva York, donde desarrolló el resto de su carrera académica e investigadora y en la que se jubiló en 1979, aunque fue un activo profesor emérito hasta su mismo fallecimiento. Desde su jubilación, compatibilizó su trabajo en Columbia con su actividad en la Universidad Rockefeller y en la Fundación Russell Sage. Con su primera esposa, Suzanne M. Carhart, una trabajadora social a la que conoció en 1934 cuando ella estudiada en Temple College y él acababa de ser nombrado profesor en Harvard, se instaló en Hastings-on Hudson, un pequeño pueblo cercano a Nueva York, y allí tuvieron a sus tres hijos, Stephanie, Robert y Vanessa. Su hijo Robert Carhart Merton obtuvo el premio Nobel en economía en 1997 por sus contribuciones, junto con Myron S. Scholes, a la elaboración de un nuevo método de evaluación de los instrumentos financieros derivados. En 1968 el matrimonio se separó y Merton pasó a compartir su vida con Harriet Zuckerman, una joven que despuntaba por sus excelentes trabajos en la sociología de la ciencia.

Y durante los años cincuenta, influenciado por el suprascrito Talcott Parsons, pero también separándose de él y de sus otros maestros, desarrolló la teoría sociológica estructural-funcionalista, que privilegia un análisis macroscópico de la sociedad, analizando las partes que la integran y la relación entre ellas. Su célebre revisión de los tres postulados funcionalistas clásicos, que acometió en la nota sobre «Funciones manifiestas y latentes» de Teoría y estructura sociales (1949), se orienta contra una variante del enfoque funcional que considera ahistórico, estático, generalista y carente de sentido para la investigación y la contrastación empírica. De esa crítica surge también su tesis de las teorías de alcance intermedio como una forma de remediar la distancia entre, de un lado, la gran teoría especulativa y, de otro, el empirismo ateórico ramplón. En definitiva, con sus críticas a sus maestros de Harvard o a otros clásicos como Émile Durkheim, Alfred Reginald Radcliffe-Brown o Bronisław Malinowski, Merton ejemplifica su dictum de honrar a los clásicos no por repetición, sino por la discusión, modificación y, en ocasiones, rechazo de sus ideas y hallazgos. Pero este acusado sentido crítico no le hizo perder la elegancia en sus formas, ni el respeto que sentía hacia sus maestros. Sorokin lo expresó con gracia en la dedicatoria de un libro que decía: «para mi maldito enemigo (sic) y más querido amigo —Robert— de Pitirim»

A la Universidad de Columbia llegó cuando el departamento se hallaba dividido entre Robert Staughton Lynd y Robert Morrison MacIver. Merton ocupó una de las dos plazas de profesor ayudante que se convocaron; la otra fue para Paul F. Lazarsfeld, con quien enseguida empezó a entablar una fructífera labor investigadora. De sus trabajos comunes surgió el libro de Merton Mass Persuasion (1946), basado en las investigaciones sobre las emisiones de radio para comprar bonos del ejército; y en el futuro siguieron trabajando en el seno del Bureau of Applied Social Research que dirigía el sociólogo austríaco de forma tal que este lo nombró director asociado del mismo desde 1942 a 1971. En 1957 fue elegido presidente de la American Sociological Association y permaneció enseñando en la Universidad de Columbia hasta 1979. Murió en 2003 a los 93 años, en Nueva York.[1][2][3][4][5][6][7]

En Columbia Merton también fue maestro de sociólogos tan destacados como Daniel Bell, Lewis Coser, Franco Ferrarotti, Philip Selznick, Peter Blau, Rose Coser, Seymour Martin Lipset, Alvin Gouldner, Arthur Stinchcombe y Juan Linz, entre otros.

Toma como objeto de estudio las relaciones de interdependencia sociocultural, las estructuras, los procesos y las conductas sociales. Está orientada al conjunto de la sociedad o dirigidas al ámbito de problemas y objetos de la convivencia sociocultural. Existe una gran abundancia de teorías sociológicas, lo que hace difícil encontrar una que pueda ser válida como “regla general”. A la vista de la gran dificultad que entraña el intento de hallar una teoría sociológica general, R. K. Merton recomendó la conveniencia de elaborar, ante todo, teorías de alcance intermedio. Sorokin y su primo Lazarsfeld fueron una importante influencia para Merton, induciéndolo a los estudios de este tipo de teorías.

Teoría funcional y estructuralista (1985) Es uno de los padres de la escuela estructural funcionalista. Para Merton, la sociedad es un sistema que está constituido por una estructura que permanece en el tiempo, siendo un sistema un conjunto de elementos interdependientes, en equilibrio y que tienen la posibilidad de cambiar. Por este motivo, a la teoría se la ha denominado sistémica. Eso fue tomado de la teoría parsoniana.

Los elementos que integran el sistema son subsistemas interdependientes, que cumplen funciones sociales necesarias para el funcionamiento, regularidad y estabilidad de todo el sistema. La unidad funcional debe ser entendida en el conjunto de la realidad y debe considerarse como un elemento central la especificación de las unidades funcionales y tomar en cuenta que existen disfunciones dentro de la sociedad y la cultura y estas también forman parte de la supuesta unidad funcional, ya que las disfunciones son en ciertas formas un tipo de función.

Merton considera a la estructura como un sistema de relaciones relativamente estables entre las partes de un conjunto, y la estabilidad deriva de la permanencia de los actos sociales más allá de las personas.

Las funciones manifiestas son las consecuencias objetivas queridas y observadas por los miembros de una sociedad o sistema social. Y como toda función, contribuyen a la integración de las mismas y presentan consecuencias objetivas para la sociedad (o cualquiera de sus partes), reconocibles y deseadas por las personas o grupos implicados. Son aquellas funciones o efectos que se producen en la sociedad y que son en primer lugar positivas, en segundo lugar dichos fines son explicitados por los editores de las normas, y en tercer lugar reconocidos dichos fines por los editores de las normas (se reconoce que la norma es útil para dicho fin)

Las funciones latentes son aquellas consecuencias objetivas que contribuyen a la adaptación social, pero que no son observadas ni queridas por los miembros de una sociedad; contribuyen a la adaptación social o a otros objetivos pero, simultáneamente, no son deseadas o reconocidas por la sociedad o el grupo. Un gran ejemplo de función latente es el proceso de socialización llevado a cabo en el colegio. Aparte de los conceptos básicos que enseñan (función manifiesta), el alumno aprende a comportarse.(cambio de conducta observable)

La sociología de la ciencia fue un campo en el que Merton estaba muy interesado y se mantuvo apasionado a lo largo de su carrera. Merton estaba interesado en las interacciones y la importancia entre las estructuras sociales y culturales y la ciencia. Fue pionero en la investigación histórica en su tesis doctoral sobre el papel de las instituciones militares en el estímulo de la investigación científica durante la era de la Revolución Científica. Merton llevó a cabo una extensa investigación, explicando algunas de las causas religiosas de la Revolución científica y las normas mertonianas de la ciencia. Este es un conjunto de ideales que indican los objetivos y métodos de la ciencia, e incluyen:

Robert Merton señaló numerosos fenómenos novedosos como el de obliteración por incorporación, situación que se da cuando un descubrimiento científico es tan importante que el nombre del científico es olvidado. O la situación producida cuando se dan descubrimientos científicos simultáneos, sin que unos científicos conociesen el trabajo de otros.

Merton y sus colegas pasaron mucho tiempo estudiando "cómo el sistema social de la ciencia funciona de acuerdo con, y a veces también en contradicción con, el ethos de la ciencia".[9]​ Este nuevo enfoque en la organización social de la ciencia llevó a Merton a estudiar el sistema de recompensas, las disputas entre los científicos, y la forma en que los científicos famosos a menudo reciben un crédito desproporcionado por sus contribuciones, mientras que los científicos menos conocidos reciben menor crédito por sus méritos. Merton llamó a este fenómeno el "efecto Mateo".[10]

Una indagación muy curiosa e interesante, que muestra la viveza y erudición del autor, fue rastrear desde la Edad Media hasta los tiempos de Newton la famosa frase "A hombros de gigantes",[11]​ que late en el Debate de los antiguos y los modernos, que fue muy importante para la introducción y defensa del pensamiento científico moderno.[12]



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