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Sebastián Marroquín



Juan Sebastián Marroquín Santos (nombre de nacimiento Juan Pablo Escobar Henao, [1]Medellín, Antioquia, 24 de febrero de 1977) es un arquitecto, diseñador industrial, escritor, pacifista y conferencista colombiano,[2]​ es hijo del narcotraficante colombiano Pablo Escobar.

Nació un 24 de febrero de 1977, hijo de Victoria Eugenia Henao Vallejo y Pablo Escobar. Creció rodeado de amor y pasó buena parte de su infancia en la Hacienda Nápoles. Viajaba con su familia a Estados Unidos y otros países y vivía una vida tranquila y normal en los mejores sitios de Medellín, pero su vida y la de su familia cambió súbitamente a partir de 1984, año en el que comenzó la feroz guerra entre el Cartel de Medellín y el Estado Colombiano, cuando su padre mandó a matar al ministro de Justicia de Colombia, Rodrigo Lara Bonilla.[3]​ A partir de ese momento, su vida se volvió un caos, viviendo en medio de toda clase de lujos pero sin uno de los bienes más preciados que un ser humano pueda tener: la libertad, pues las autoridades colombianas allanaban sus casas hasta 3 veces por semana por lo que por razones de seguridad, su padre les ordenaba esconderse.[4]​ En enero de 1988, Juan Pablo y su familia fueron víctimas del primer carro bomba que explotó en Colombia, cuando los enemigos de su padre pusieron uno con 700 kilos de dinamita en el Edificio Mónaco.[5][6]​ En 1991, pudieron vivir un poco aliviados cuando su padre, Pablo Escobar, se entregó a las autoridades de Colombia y lo recluyeron en La Catedral, la cárcel que él mismo se mandó a construir en el municipio de Envigado, pero de nuevo todo se volvió aún más caótico cuando su padre se fugó del penal a mediados del año 1992.[7][8][9][10]

En 1993, año en el que su padre estaba escondido, ya que estaba en búsqueda por los Gobiernos de Colombia, Estados Unidos, Inglaterra, Francia y la Interpol, DEA, CIA así como también por los capos enemigos, intentó viajar con su hermana Manuela Escobar Henao, dos primas, su novia, una tía y la niñera de su hermana, hacia Estados Unidos, pero las autoridades migratorias de Colombia los retuvieron en el aeropuerto porque supuestamente los hijos de Escobar no portaban la documentación en regla, como los permisos de salida del padre para abandonar el país, cosa que desmintió Juan Pablo en su libro "Pablo Escobar, Mi Padre" afirmando que sí tenían los permisos de salida correspondientes ya que su padre tenía su firma registrada en una notaría de Medellín, pero que las autoridades pusieron todo tipo de excusas para no dejarlos partir y que los dejara el avión.[11]​ El día del fallido viaje hacia Estados Unidos, el grupo criminal Los Pepes (Perseguidos por Pablo Escobar), los esperaban a las afueras del aeropuerto para matarlos, por lo que Juan Pablo, acorralado y en una jugada magistral, tuvo que contratar de último momento, los servicios de un helicóptero privado para regresar a Medellín a reunirse de nuevo con sus padres y poner a salvo su propia vida y la de las personas con las que viajaba. Primero se reunió con su madre, quien se encontraba en un apartamento llorando inconsolable por los reportes de la radio que daban cuenta del fallido viaje de sus hijos. Luego, se dirigieron a toda prisa hacia una caleta donde se encontraba escondido su padre, Pablo Escobar, quien los recibió con un largo abrazo y le dijo a su hijo:

"... Estuviste muy bien con la jugada del helicóptero, ahí los botaste a todos" mientras sonreía y le tocaba varias veces el hombro. [12]

Después de este hecho, pasaron largos meses escondidos de caleta en caleta con el padre. Algunos de los sucesos de ese tiempo en cautiverio, son relatados por Juan Pablo en su libro "Pablo Escobar, Mi Padre" . Mientras tanto, Pablo Escobar estaba haciendo intentos para restablecer contactos con el Gobierno Colombiano para negociar una segunda entrega, por lo que solicitó protección a la fiscalía para su familia en un edificio al que se trasladaron bajo la protección de dicho ente del Estado, Juan Pablo, su novia, su hermana y su madre. Estando en este edificio, la fiscalía presionaba con retirarles la protección si el padre no se entregaba pronto, además, Los Pepes les hicieron varios atentados, por lo que ante un inminente riesgo de muerte, planearon su salida hacia Alemania.[13]​ Cuando partieron hacia Alemania, el Gobierno Colombiano solicitó a dicha nación, negarles el asilo a los Escobar, por lo que apenas pudieron estar en la zona de tránsito internacional en el aeropuerto de Frankfurt.[14]​ Allí fueron interrogados por las autoridades migratorias alemanas, quienes luego de ponerse en contacto con el Gobierno Colombiano, decidieron poner en un avión de regreso a la familia Escobar Henao.[15][16]​ Arribaron de nuevo a Colombia, después de escasas 48 horas de viaje y fueron trasladados a Residencias Tequendama en Bogotá; la estrategia del Gobierno Colombiano era evitar que Pablo Escobar lograra poner a salvo a su familia para de esa manera acorrararlo y provocar su caída ya que sus hijos y su esposa eran su talón de aquiles.[17]​ El capo, tras realizar varias llamadas a su familia, finalmente fue localizado y murió el 2 de diciembre de 1993 (su muerte y los participantes en la misma, aún es objeto de debates). Estando en Residencias Tequendama, la periodista Gloria Congote le informa de que su papá había sido dado de baja; éste, siendo un adolescente de 16 años y en su ira normal por la muerte de su progenitor, lanzó unas desafortunadas declaraciones:

"Nosotros no queremos hablar en estos momentos. Pero eso sí, al que lo mató, yo solo voy a matar a esos hijue putas, yo solo los mato a esos mal paridos."

Minutos después de ese comentario, se arrepintió, pues se puso a reflexionar en que no quería tomar el camino equivocado de su padre, que muchas veces le reprochó por toda la violencia desatada. Llamó al periodista Yamid Amat y pronunció las siguientes palabras:

"Quiero personalmente dejar muy en claro que no vengaré, no vengaré la muerte de mi padre porque ahora lo único que me preocupa es el futuro de mi sufrida familia. Voy a luchar por sacarla adelante y por educarnos, por ser personas de bien y si puedo hacer algo para que reine la paz, por los siglos de los siglos en este país, lo haré." [18]

Pero era demasiado tarde, pues los enemigos de su padre lo habían sentenciado a muerte, por lo que su madre tuvo que reunirse con los capos del narcotráfico colombiano, para entregar todo tipo de bienes como propiedades, obras de arte, autos y joyas a cambio de negociar la paz y que le perdonaran la vida a su hijo.

Después de la muerte de su padre y tras varias solicitudes de asilo denegadas de diferentes países y al cabo de un año, salieron de Colombia rumbo a Mozambique, tras un acuerdo con los representantes de dicho país, pero apenas duraron unos días, pues Mozambique era una nación convulsionada que acababa de salir de una guerra civil.[19]​ Finalmente se instalaron en Argentina, donde tuvieron varios problemas legales que después lograron resolver.[20]​ Por razones de seguridad, y para alejar el estigma de tener el apellido de Escobar, sus nombres y apellidos fueron cambiados por las autoridades colombianas antes de que salieran de Colombia.[21]​ Así, Victoria pasó a llamarse María Isabel Santos Caballero, Juan Pablo se llama Juan Sebastián Marroquín Santos, su ahora esposa Andrea se llama Ángeles y su hermana Manuela se llama Juana Manuela Marroquín Santos.

En 2009, presentó el documental biográfico Pecados de mi padre.[22]

En 2014 y 2016, Editorial Planeta Colombia publicó sus libros Pablo Escobar, mi padre: Las historias que no deberíamos saber y Pablo Escobar In Fraganti: Lo que mi padre nunca me contó.[23][24]

En 2017, El Festival de Cannes, presentó "Escobar al descubierto", un documental que explora todas las aristas del creador del cártel de Medellín, con los testimonios, entre otros, de su hijo y de su viuda, con archivos fotográficos y videos nunca antes revelados.[25][26]

Actualmente vive en Argentina, donde fundó su estudio de arquitectura Box Arquitectura Latinoamericana y una marca de ropa llamada Escobar Henao, con prendas inspiradas en documentos inéditos de su padre y estampados con mensajes que invitan a la reflexión; está casado y tiene un hijo llamado Juan Emilio.[27]​ Juan Pablo Escobar Henao, también se dedica a brindar conferencias por todo el mundo, llevando a los jóvenes un mensaje de paz y hablando sobre el narcotráfico y sus terribles consecuencias.[2][28]

En su libro "Pablo Escobar, mi padre", cierra con una frase contundente de agradecimiento que dice: "A mi padre, que me mostró el camino que no hay que recorrer".

Juan Pablo y su padre en 1977.

Pablo Escobar y su hijo en 1979.



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