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Servidor proxy



¿Dónde nació Servidor proxy?

Servidor proxy nació en A.


El anglicismo proxy (plural proxies) o servidor proxy, adaptado al español como proxi en una red informática, es un servidor —programa o dispositivo—, que hace de intermediario en las peticiones de recursos que realiza un cliente (A) a otro servidor (C). Por ejemplo, si una hipotética máquina A solicita un recurso a C, lo hará mediante una petición a B, que a su vez trasladará la petición a C; de esta forma C no sabrá que la petición procedió originalmente de A. Esta situación estratégica de punto intermedio le permite ofrecer diversas funcionalidades: control de acceso, registro del tráfico, restricción a determinados tipos de tráfico, mejora de rendimiento, anonimato de la comunicación, caché web, etc. Dependiendo del contexto, la intermediación que realiza el proxy puede ser considerada por los usuarios, administradores o proveedores como legítima o delictiva y su uso es frecuentemente discutido.[1]

La palabra inglesa proxy significa apoderado en español.

Como se ve, proxy tiene un significado muy general, aunque siempre es sinónimo de intermediario. Cuando un equipo de la red desea acceder a una información o recurso, es realmente el proxy quien realiza la comunicación y a continuación traslada el resultado al equipo que la solicitó.

Hay dos tipos de proxies atendiendo a quién es el que quiere implementar la política del proxy:

En general, no solamente en informática, los proxies hacen posible:

En general, el uso de un intermediario puede provocar:

El concepto de proxy es aplicado de muy distintas formas para proporcionar funcionalidades específicas.

Conserva el contenido solicitado por el usuario para acelerar la respuesta en futuras peticiones de la misma información de la misma máquina u otras. Habitualmente se trata de proxys HTTP/HTTPS accediendo a contenido web. Esta función es especialmente necesaria en redes con acceso precario a Internet, aunque los usuarios lo perciban a menudo como una intromisión que limita su privacidad frente a conexiones individuales directas.

Se trata de un proxy para una aplicación específica: el acceso a la web con los protocolos HTTP y HTTPS, y accesoriamente FTP. Aparte de la utilidad general de un proxy puede proporcionar una caché compartida para las páginas web y contenidos descargados, actuando entonces como servidor proxy-caché. Esta caché es compartida por múltiples usuarios con la consiguiente mejora en los tiempos de acceso para consultas coincidentes y liberando de carga a los enlaces de acceso a Internet.

Los proxies web pueden aportar una serie de funcionalidades interesantes en distintos ámbitos:

El servidor proxy proporciona un punto desde el que se puede gestionar de forma centralizada el tráfico web de muchos usuarios. Esto puede aprovecharse para muchas funciones adicionales a las típicas vistas anteriormente. Por ejemplo, puede usarse para controlar el tráfico de web de individuos concretos y establecer cómo se va a llegar a los servidores web de los cuales se quiere obtener los contenidos (por ejemplo, el proxy puede configurarse para que en lugar de obtener los contenidos directamente, lo haga a través de la red Tor).

Su funcionamiento se basa en el de un proxy HTTP/HTTPS, pero en este caso el usuario accede desde el navegador web a este servicio de forma manual a través una aplicación web. Ese servidor HTTP, el intermediario, mediante una URL recibe la petición, accede al servidor de la web solicitada y devuelve el contenido dentro una página propia.

Los servidores SOCKS se diferencian de otros proxies por utilizar en vez de HTTP un protocolo específico, el protocolo SOCKS. El programa cliente es a la vez cliente HTTP y cliente SOCKS. El cliente negocia una conexión con el servidor proxy SOCKS usando el protocolo SOCKS de nivel 5, capa de sesión, del modelo OSI. Una vez establecida la conexión todas la comunicaciones entre el cliente y proxy se realizan usando el protocolo SOCKS. El cliente le dice al proxy SOCKS qué es lo que quiere y el proxy se comunica con el servidor web externo, obtiene los resultados y se los manda al cliente. De esta forma el servidor externo solo tiene que estar accesible desde el proxy SOCKS que es el que se va a comunicar con él.

El cliente que se comunica con SOCKS puede estar en la propia aplicación (Ej. Firefox, putty), o bien en la pila de protocolos TCP/IP a donde la aplicación enviará los paquetes a un túnel SOCKS. En el proxy SOCKS es habitual implementar, como en la mayoría de proxies, autenticación y registro de las sesiones.

En los orígenes de la web fue un protocolo de acceso a web popular, pero el rápido desarrollo de los proxies HTTP o incluso de NAT y otras opciones de aseguramiento de las comunicaciones TCP/IP lo hizo caer en desuso, siendo prácticamente obsoleto llegado el siglo XXI.

Muchas organizaciones (incluyendo empresas, colegios y familias) usan los proxies para reforzar las políticas de uso de la red o para proporcionar seguridad y servicios de caché. Normalmente, un proxy Web o NAT no es transparente a la aplicación cliente: debe ser configurada para usar el proxy, manualmente. Por lo tanto, el usuario puede evadir el proxy cambiando simplemente la configuración.

Un proxy transparente combina un servidor proxy con un cortafuegos de manera que las conexiones son interceptadas y desviadas hacia el proxy sin necesidad de configuración en el cliente, y habitualmente sin que el propio usuario conozca de su existencia. Este tipo de proxy es habitualmente utilizado por las empresas proveedoras de acceso de Internet.

artículo principal: Proxy inverso

Un proxy inverso es un servidor proxy situado en el alojamiento de uno o más servidores web. Todo el tráfico procedente de Internet y con destino en alguno de esos servidores web es recibido por el servidor proxy. Hay varias razones para ello:

Otro mecanismo para hacer de intermediario en una red es el NAT.

La traducción de direcciones de red o NAT también es conocida como enmascaramiento de IPs. Es una técnica mediante la cual las direcciones fuente o destino de los paquetes IP son reescritas, sustituidas por otras (de ahí el "enmascaramiento").

Esto es lo que ocurre cuando varios usuarios comparten una única conexión a Internet. Se dispone de una única dirección IP pública, que tiene que ser compartida. Dentro de la red de área local (LAN) los equipos emplean direcciones IP reservadas para uso privado y será el proxy el encargado de traducir las direcciones privadas a esa única dirección pública para realizar las peticiones, así como de distribuir las páginas recibidas a aquel usuario interno que la solicitó. Estas direcciones privadas se suelen elegir en rangos prohibidos para su uso en Internet como 192.168.x.x, 10.x.x.x, 172.16.x.x y 172.31.x.x

Esta situación es muy común en empresas y domicilios con varios ordenadores en red y un acceso externo a Internet. El acceso a Internet mediante NAT proporciona una cierta seguridad, puesto que en realidad no hay conexión directa entre el exterior y la red privada, y así nuestros equipos no están expuestos a ataques directos desde el exterior.

Mediante NAT también se puede permitir un acceso limitado desde el exterior, y hacer que las peticiones que llegan al proxy sean dirigidas a una máquina concreta que haya sido determinada para tal fin en el propio proxy.

La función de NAT reside en los cortafuegos y resulta muy cómoda porque no necesita de ninguna configuración especial en los equipos de la red privada que pueden acceder a través de él como si fuera un mero encaminador.

Este tipo de proxy es el que acepta peticiones desde cualquier ordenador, esté o no conectado a su red.

En esta configuración, el proxy ejecutará cualquier petición de cualquier ordenador que pueda conectarse a él, realizándose como si fuera una petición del proxy. Por lo que permite que este tipo de proxy se use como pasarela para el envío masivo de correos de spam. Un proxy se usa, normalmente, para almacenar y redirigir servicios como el DNS o la navegación Web, mediante el cacheo de peticiones en el servidor proxy, lo que mejora la velocidad general de los usuarios. Este uso es muy beneficioso, pero al aplicarle una configuración "abierta" a todo internet, se convierte en una herramienta para su uso indebido.

Debido a lo anterior, muchos servidores, como los de IRC, o correo electrónicos, deniegan el acceso a estos proxies a sus servicios, usando normalmente listas negras. Teniendo esta usa seguridad más fiable.

Típicamente usado por tecnologías web asíncronas (Flash, AJAX, comet, etc.) que tienen restricciones para establecer una comunicación entre elementos localizados en distintos dominios.

En el caso de AJAX, por seguridad solamente se permite acceder al mismo dominio origen de la página web que realiza la petición. Si se necesita acceder a otros servicios localizados en otros dominios, se instala un proxy interdominio[3]​ en el dominio origen que recibe las peticiones AJAX y las reenvía a los dominios externos.

En el caso de flash, también han solucionado creando la revisión de archivos XML de interdominio, que permiten o no el acceso a ese dominio o subdominio.



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