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Sincé



¿Dónde nació Sincé?

Sincé nació en Sucre.


San Luis de Sincé en un municipio colombiano ubicado en la subregión de La Sabana del departamento de Sucre, a 30 km al sureste de Sincelejo. Tiene una temperatura media de 30 °C y sus principales actividades económicas son la agricultura, la ganadería y el comercio.

Fue fundado el 10 de noviembre de 1775 por don Antonio de la Torre y Miranda. Entre los principales atractivos del municipio se cuentan el Santuario de la Virgen del Socorro, las Fiestas Patronales, la Matanza del Tigre, la Semana de la Sinseanidad y las Corralejas, entre otros. También se destacan algunas de sus construcciones arquitectónicas que conservan el tradicional estilo costeño.

A la llegada de los españoles en 1533 al interior de lo que después se llamó provincia de Cartagena, Sincé ya existía con este nombre, que correspondía al del cacique o jefe de la tribu, pero no formaban una población como las actuales sino que vivían en bohíos dispersos en las colinas que se encuentran en la región que todavía hoy se conoce con el nombre de Sinceviejo.

Cuando el territorio de Sincé se convirtió en encomienda, esta situación varió muy poco, debido a que las costumbres de los indígenas se mantuvieron dentro de su área de protección. Al terminarse la encomienda de don Diego de Mesa, entre 1630 y 1640, probablemente comenzaron a establecerse en el territorio los primeros colonos españoles que se dedicaban a la agricultura y la ganadería. Cuando llegó don Antonio de la Torre al sitio de Nuestra Señora de Sincé la población indígena había disminuido como consecuencia del mestizaje con los españoles.

El 9 de diciembre de 1766 existían en Sincé, nueve años antes del traslado a su actual emplazamiento, varios ganaderos con un número en reses de alguna consideración, en especial los herederos de Jerónimo Jiménez, con 600 reses.

La población dispersa del sitio de Nuestra Señora de Sincé recibió la visita de don Antonio de la Torre y Miranda. Según el historiador José P. Urueta, Sincé fue el decimoséptimo pueblo visitado por el ilustre colonizador. Se ignora en qué fecha llegó a Sincé, pues él en su informe a las autoridades españolas no informa sobre las fechas en que fue fundando o trasladando las nuevas poblaciones.

Según la costumbre cívica española, se daba a las aldeas recién fundadas y establecidas el nombre del santo que correspondía al día del descubrimiento o al día en que se hacía el traslado de la población a un nuevo sitio. Generalmente dejaban el nombre nativo con el cual ya se conocía, y le agregaban el del santo correspondiente. En el caso de Sincé, antes de su traslado la parroquia se conocía con el nombre de Nuestra Señora de Sincé, pero al ser trasladada, don Antonio de la Torre le dio el nombre de San Luis de Sincé, lo cual indica que el acto solemne fue celebrado el día de San Luis, aunque se desconoce a cuál de los santos que llevan este nombre se hacía referencia.[3]

El escudo representa el sentir y forma de vida del hombre sinceano. Está constituido por un paralelogramo formado por seis partes de longitud por cinco de anchura, cuyos ángulos inferiores son redondos. El campo del escudo está cuartelado en cruz y cada cuartel está constituido en la siguiente forma:

La bandera o pabellón de Sincé fue adoptada en el año 1875. Sus colores son rojo, blanco y azul, cuyos significados se dan a continuación:


El sector agropecuario constituye la base de la economía de Sucre, en especial la actividad pecuaria dedicada a la cría y engorde de bovinos. Sincé a nivel departamental y regional se ha destacado por la fabricación de productos derivados de la leche como queso, dulces, suero costeño y las típicas bolas de leche, entre otros.

Como lo dice la Constitución de Colombia de 1991, la educación es gratuita entre los 5 y 15 años de edad. En Sincé hay dos instituciones educativas de carácter público y cuatro de carácter privado. Estas instituciones prestan servicios de educación preescolar, educación básica primaria y educación secundaria.

La Institución Educativa Antonia Santos, identificada con el número 170742000080, está ubicada en la zona urbana del municipio, con dirección Cra. 2 - Cll 7 - 8 y número de teléfono 2895182. La Institución Educativa Antonia Santos cuenta con los niveles Media, Básica Secundaria, Básica Primaria y Media Vocacional.

La Institución Educativa Antonia Santos es una institución de calidad, formadora, orientadora de procesos educativos y académicos, inclusiva, con modalidad académica desde el preescolar a undécimo grado, con tres jornadas: mañana, tarde y sábados (educación para adultos).

Se educa con y para el manejo del sentido crítico, ético, creativo, humanístico, conciencia y convivencia ciudadana, con y para una actitud de liderazgo, con y para el respeto, cultivo y cuidado del medio ambiente. Es una Institución con filosofía católica, cristiana que se apoya en principios y valores que son el soporte de todo Inasista a nivel moral, religioso, cultural, deportivo e investigativo.

Es una Institución que cuenta con un proyecto educativo estructurado, dinámico, flexible, con un enfoque inclusivo, que aplica en el día a día, desde las diferentes áreas de gestión y apostándole al mejoramiento continúo. Es una Institución con calidad humana, que apoya y acompaña procesos de mejoramiento y de gestión, que cuenta con docentes calificados y con un perfil alto y requerido por la institución para sus diferentes niveles.

La Institución Educativa Antonia Santos en el año 2015, es considerada en la región como una institución de calidad, inclusiva, formadora de niños, jóvenes y adultos con alto nivel académico, liderazgo, conciencia ciudadana y desarrollo humano, para proyectarse en la sociedad, comprometidos con el cuidado del medio ambiente; cuenta con un Proyecto Educativo Institucional estructurado, dinámico, flexible, inclusivo, y con un cuerpo docente especializado, una estructura física y tecnológica acorde con los cambios y necesidades del mundo moderno.

La institución educativa La Salle, como comúnmente se le llama, es un centro de enseñanza que en la actualidad está ubicado en el barrio La Esmeralda, en la siguiente dirección: calle 15 cra 15, en el norte del casco urbano del municipio; es una de las dos instituciones de naturaleza pública y de carácter mixto con que cuenta el municipio de Sincé.

Brinda a la comunidad los servicios educativos de preescolar, básica y media; es una institución de una gran trayectoria y reconocimiento que muchas veces ha logrado sacar los mejores bachilleres académicos de esta población, debido a los buenos puntajes alcanzados en las pruebas del Estado (ICFES).

Debido a la necesidad que tenía el municipio de Sincé de contar con un colegio de bachillerato donde pudieran estudiar los alumnos de bajos recursos económicos que no podían continuar con la secundaria, los profesores Antonio Claret Pérez y Carmen Leonor Navarro concibieron la idea de crear un colegio de bachillerato.

Fue así como después de muchas gestiones hechas por estos docentes y otros compañeros suyos, vieron realizado su sueño en el año de 1968. En efecto, el día 26 de noviembre de ese año, mediante ordenanza número 072, emanada de la secretaria departamental de Sucre, fue creado el colegio de bachillerato San Juan Bautista de La Salle, al cual se le dio este nombre en honor al canónigo y pedagogo francés, fundador del instituto de los hermanos de las escuelas cristianas.

Durante los años 1969 y 1970, los docentes Darío Herrera, Roberto Acosta, Efraín Roldan, Jorge Acosta, Wilson Acosta, Carmen Navarro y Antonio Claret Pérez presentaron sus servicios profesionales de manera gratuita. Este noble gesto marcó la tendencia y la filosofía de una institución que nació así abierta para beneficiar a las personas más necesitadas del municipio. Desde esa fecha hasta nuestros días, esta institución educativa ha continuado sucesivamente sus actividades laborales y académicas.

En el año 1976 el colegio promueve los primeros 28 bachilleres académicos, y luego, año tras año cumple la noble labor de graduar a los jóvenes deseosos de alcanzar metas más altas. Luego de ser profesionales vuelven algunos a su tierra, otros se van a nuevos lugares para prestar sus servicios y conocimientos a las comunidades. El mejor bachiller de este año fue Álvaro Romero Aguas, actualmente profesor de esta institución, donde se destaca por sus conocimientos en el área que se desempeña por su sencillez, sentido de pertenencia y mucha responsabilidad.

Ayer colegio, hoy Institución Educativa con sus sedes escuelas Nuestra Señora del Carmen, Nuestra Señora del Socorro, San Pedro Apóstol, San Juan Bautista De La Salle y Divino Niño, sigue conservando el mismo espíritu solidario de sus fundadores porque aún continúa prevaleciendo el aspecto social y académico por encima del factor económico.

No obstante de que hoy por hoy la institución educativa es un centro que por su amplitud en el área donde fue edificada alberga todas las instituciones antes mencionadas y las concentró de manera cómoda y espaciosa, no siempre las cosas fueron fáciles ya que entre los hechos relevantes de su historia se cuenta el siguiente tropiezo en noviembre del 2004. En la institución educativa San Juan Bautista de la Salle se inició una construcción de unas aulas educativas que beneficiaron a la comunidad de Sincé, pero esta construcción tuvo largas demoras. Por esta razón, estudiantes y padres de familia expresaron su descontento por la paralización de la obra. Para dar respuestas a estos interrogantes, el rector de la Institución Camilo A Espinosa Viana, en una entrevista realizada en noviembre de ese año, manifestó:

«La obra se paralizó debido a una orden expendida en el Tribunal Administrativo de Sucre, por una acción popular interpuesta por un ciudadano de este municipio». También afirmó: «... no obstante, dicha disposición fue revocada por el Consejo de Estado; la obra no se ha podido reiniciar, debido a que los recursos que debe girar el Ministerio de Educación Nacional hasta el momento no han sido enviados».

En cuanto al papel que desempeñaba como rector de la institución, él respondió: «En calidad de representante legal de la misma, he estado pendiente de este proceso, tanto es así que con fecha de once (11) de mayo de 2004 me dirigí al honorable Tribunal Administrativo de Sucre, donde manifesté mi desacuerdo de realizar la obra por el perjuicio que ello podría ocasionar especialmente a la comunidad educativa de bajos recursos económicos de esta población. Sin embargo, esta petición no fue tenida en cuenta por el honorable Tribunal Administrativo. Por lo tanto, tuve que esperar que los demandados apelaran ante el honorable Consejo de Estado, siendo este en última instancia el que decidió la revocatoria de la sentencia que paralizó la construcción».

Terminó expresando: «A esta comunidad le informo que a pesar de todos los inconvenientes que se han presentado, espero que en un tiempo muy corto posiblemente la obra se haya reiniciado para beneficio de toda la comunidad de este municipio. En lo que a mí respecta, una vez más estaré recordándole a las autoridades competentes para que gestionen la consecución de otros recursos para la culminación del macro proyecto inicial que contempla la construcción de treinta y seis (36) aulas, la cafetería y él área administrativa».

Afortunadamente esta obra fue culminada favorablemente; se construyeron nuevas aulas en la institución y se cambió la fachada, que es la que en la actualidad ostenta.

En la actualidad, la institución es gerenciada por el especialista Alfredo Carlos Merlano Iriarte. Entre sus colaboradores se destacan: Marina Hernández kleber, Soraya Kleber Hernández , Pedro Luis Pelayo Almanza, José Alfredo Osorio, Deisy Galé Ruiz, entre otros y un equipo de apoyo formado por el psico-orientador Homogenes Vergara, Lina lozano y Gregorio Ricardo Ruiz Aguas, quien es Físioterapeuta y se desempeña como Profesional de Apoyo.

La institución tiene cobertura para 3000 estudiantes distribuidos en tres jornadas; cuenta con un equipo de coordinadores: Carlos Oliveros Buelvas, Armenia Vergara Hernández, Rafael Porfirio Castilla, Daniel Hernández y Aura María Torres Martínez, y con un personal administrativo.

El Instituto Miguel Antonio Caro es un plantel privado mixto y diurno, ubicado en el barrio La Ceja.

La Institución fue fundada por los siguientes docentes que trabajaban en el sector oficial: Rodolfo Lara Robles, Alfredo Navarro Ulloa, Hugo Osorio Huertas, Justo Angulo Guerra, Francisco Tapia Navarro y Eunice Osorio Aguas, quienes observaron que las instituciones oficiales del municipio no eran suficientes para albergar a la comunidad estudiantil. Viendo esa necesidad, se reunieron y comenzaron a gestionar los permisos para su fundación mediante la Resolución No. 734 del 17 de noviembre de 1976 emanada de la Secretaría de Educación Departamental.

Los primeros años funcionó en el colegio Gimnasio Sincé (hoy Instituto Marco Fidel Suárez) en la jornada vespertina con los grados 6°,7 °, 8° y 9° iniciando con 23 alumnos.

En el año 1977 se le concedió licencia de funcionamiento mediante la Resolución No.360 Emanada de la secretaria de Educación Departamental.

Funciona con personería jurídica obtenida mediante la Resolución No. 002 de enero 3 de 1979, de la gobernación del Departamento de Sucre, y funciona en su sede propia desde el año 1983.

Esta Institución a través de toda se historia ha sido catalogada por el Instituto Colombiano de Fomento para la Educación Superior en sitiales de honor, considerándola como una de las más prestigiosas del Departamento de Sucre, cualidad que comparte con otras instituciones. Además, cabe resaltar que sus exestudiantes han tenido gran acogida en importantes universidades del territorio nacional. También se puede decir que la institución cuenta dentro de la gama de egresados, con un cúmulo de profesiones salidos de las universidades del país, desempeñándose en el campo laboral con una gran eficiencia.

Las principales festividades de Sincé son las Fiestas Patronales de la Virgen del Socorro, patrona del municipio, las Fiestas en Corralejas y La Semana de la Sinceanidad, entre otras.

La historia de la Semana de la Sinceanidad se remonta al año 1985, cuando algunos integrantes del Club Rotario de San Luis de Sincé, que se encontraban en una convivencia llevada a cabo en la finca “San José”, ubicada a 5 km de la cabecera municipal, tuvieron la inquietud de celebrar el cumpleaños de Sincé con muestras culturales. Estando presentes los señores Omar Castillo Núñez, Luis Eduardo Ramos Badel, Hugo Kleber Romero, Cristo Arrieta Romero, Adolfo Sierra Iriarte, Jesús Domínguez, José Romero Badel (propietario del establecimiento) y demás integrantes del Club, expusieron la idea ante el alcalde de ese entonces, Enrique Acosta, quien acogió con entusiasmo la idea para convertirla en realidad el 10 de noviembre de 1985, cuando en un recorrido por las calles salieron las autoridades de la población con los señores anteriormente citados, seguidos de la banda 8 de Septiembre. A su paso la gente se hacían preguntas como -¿Qué santo festejan?-, a lo que los participantes del desfile respondían –Es el cumpleaños de Sincé.

El recorrido finalizó frente a la alcaldía municipal, donde el comandante de la policía, el alcalde y el párroco procedieron a izar las banderas de Sincé, Sucre y Colombia. Acto seguido se dirigieron a la iglesia parroquial para celebrar la liturgia ofrecida por el sacerdote Daniel Ayola Orozco; terminada esta, se desplazaron al centro del parque Simón Bolívar, donde el alcalde dio nombre a este lugar como “Plazoleta 10 de Noviembre”. Muchos fueron los participantes del evento, que culminó a altas horas de la noche.

En 1986 se integraron al comité los señores José Ramírez, Sidia Cuello, Álvaro Martínez y Armando Pineda, quienes con varias actividades para recaudar fondos y un gran aporte económico del municipio, organizaron la segunda jornada, que tuvo mayor participación por parte de la comunidad. Después de tres días de majestuosas presentaciones, el alcalde Acosta invitó al doctor Antonio Hernández Gamarra para que se dirigiera al pueblo, leyendo unas elocuentes palabras que resaltaban los valores humanos y culturales de los sinceanos. Con estas palabras se dio por concluido el evento de ese año.

En los años 1998 y 1999 no se celebró esta fiesta debido a la falta de presupuesto y las elecciones para alcalde.

En el año 2000 comenzó a funcionar la Junta Municipal de Cultura, dirigida por Raquel García y Humberto Doria como coordinadores, y fue integrada por varias personas de Sincé como “consultores municipales de cultura”.

Desde el año 2004 hasta el presente, los alcaldes en curso designan un comité para la organización de la Semana de la Sinceanidad, y para rendirle homenaje a grandes personajes que ha dado el municipio en diferentes ámbitos. También se realizan conversatorios en los que participan escritores sinceanos, y otros actos como muestras culturales y cuadros vivos.

La matanza del tigre es una tradición escénica y festiva que se celebra en el municipio; consiste en una escenificación teatral callejera que representa de manera jocosa a dos campesinos cazando un tigre, suceso que ocurría en el municipio en épocas pasadas, cuando el felino causaba miedo a la población por atacar principalmente a los ganados. La interpretación teatral de esta parodia se realiza a principios de noviembre en el parque central, y solo se realizó en otro lugar cuando Sincé fue incluido entre los santuarios marianos de Colombia.

La tradición local cuenta que, hace muchos años, en la época de los abuelos, el pueblo era atacado por un tigre que se resguardaba en los montes que había alrededor del municipio. Este tigre atacaba principalmente a los ganados de las fincas aledañas y causaba miedo por toda la región, no solo por el ganado sino también por el riesgo de que las personas fueran atacadas por el felino. Entonces un grupo de campesinos, armados con escopetas y lanzas, fueron en busca del tigre para acabar con el miedo de la población y matar al animal que tanto daño le hacía a los ganados.

Salir a cazar al tigre se volvió un gran reto para estos hombres, pero poco a poco se convirtió en una actividad muy popular en toda la región, hasta llegar al punto de volverse una actividad recreativa y de diversión. En esa época era de gran honor enfrentarse a este animal cuerpo a cuerpo, solo con una lanza, y algunos con escopetas hasta su muerte; cada logro conseguido por el grupo de cazadores era motivo de festejo en la población.

La necesidad de representación del acto de cacería del tigre, considerado como heroico y de gran valentía, fue dando las primeras pautas a los creativos de la época, por lo general las personas más chistosas del pueblo, con capacidad de narrar historias reales e inventadas, y que servían como repertorio para amenizar parrandas y velorios. Fue así como a uno de estos hombres, a quien llamaban “Nicolás Carnaval”, del que no se sabe exactamente su nombre real ni la época en que vivió, se le ocurrió la idea de disfrazarse de tigre y caracterizar al animal usando un costal de fique, el cual fue adornado con pintas hechas en brea para simular las pintas del animal; el bramido del tigre era emitido a través de una olla de barro, la cual daba gran resonancia, lo que ocasionó que muchos llegaran a pensar que se trataba del tigre real.

La Matanza del Tigre como teatro callejero, ha sido por años un espacio de recreación que reúne todas las clases sociales de la comarca. Allí el artista popular tiene la oportunidad de expresar sus inquietudes, sentimientos de conformismo e inconformismo frente a situaciones reales, haciendo críticas a problemáticas locales, usando como elemento propio de la parodia el humor y la sátira, propias de la idiosincrasia costeña.

En Sincé el 90 % de la población pertenece a la Iglesia católica. El resto de la población hace parte de varias iglesias evangélicas cristiano-protestantes que llegaron al municipio en la época del arribo de misioneros norteamericanos protestantes; un mínimo porcentaje de la población es atea. Debido al origen de sus pobladores y al asentamiento presente en estas tierras, se le tiene un gran amor y fe a la Virgen del Socorro, conocida por los devotos católicos como la Reina de los Sinceanos; de allí que se conozca la leyenda de los colorados como inicio de esta población.

La tradición mariana de Sincé data de 1779, cuando un grupo de bandidos conocidos como "Los Colorados" querían acabar con el pueblo, recién trasladado, saqueándolo e incendiándolo, pero fueron sorprendidos por un arroyo que creció repentinamente en una época de fuerte verano y luego vieron a una mujer resplandeciente que se paseaba en la otra orilla para impedir su llegada, dejando tras de sí unos fulgores luminosos. Esa mujer, según los relatos antiguos, era la Virgen María, que estaba protegiendo a los sinceanos de los malhechores.

La iglesia de la Natividad de María de Sincé se construyó en un lote ubicado en la plaza principal, donado por el señor Juan Espinoza, famoso ganadero, para reemplazar la iglesia que se quemó entre la noche del 12 y el amanecer del 13 de marzo de 1889. Para su construcción fue necesario que el señor Ezequiel Romero mandara a hacer un tendal para quemar ladrillo. Los materiales que se usaron fueron traídos a lomo de mulo, la cal desde Toluviejo y los otros materiales desde Magangué, incluyendo las tejas de barro con que se construyó el techo.

Las familias más pudientes aportaron el dinero, y la gente del común, el trabajo. Las puertas de la iglesia fueron donadas por el señor Gabriel Olivera, por constancia que quedó en ellas. El altar mayor fue construido con ladrillos de plan, pegados con una mezcla de cal y agua que a los tres días se convertía en una goma, lo mismo que el púlpito. Las baldosas eran hastiadas de colores blanco y negro, cambiadas después por las actuales, lo mismo que al atrio, que fue remodelado y forrado por tablón, financiado por el Club de Leones.

El altar mayor fue sustituido después por el actual, que está hecho de mármol, y en el que solo se encuentra un Crucifijo; en el anterior se encontraba en el centro el Crucifijo, a mano izquierda la imagen de San Luis Gonzaga y a la derecha la imagen de la Virgen del Socorro, patrona de Sincé.

Las campanas viejas fueron cambiadas por unas nuevas donadas el 29 de junio de 1961, y estas cambiadas después por las actuales, compradas en Boyacá. La imagen de la Virgen fue traída desde España por el padre Mariano Rodríguez en el año de 1912, entronizada en el altar con una misa celebrada por sacerdotes de la Arquidiócesis de Cartagena.

En septiembre del año 2015, el templo parroquial de Sincé fue elevado a la categoría de Santuario Mariano por el obispo de la Diócesis de Sincelejo, José Clavijo.

Desde hace más de 200 años en el municipio de Sincé se celebran las fiestas en honor a la Virgen del Socorro, muy venerada por la población en general, y recordada por haber salvado al pueblo de unos forasteros a finales de 1779.

A lo largo de todos estos años el pueblo sinceano celebra con mucha alegría y amor las Fiestas Patronales. Esta celebración comienza el 30 de agosto de cada año con 9 días de novenas para esperar el gran 8 de septiembre, que se celebra una misa a las 10:00 a. m. en honor a la Natividad de María, y a las 4:00 p. m. se da inicio a la solemne procesión que recorre las principales calles y termina dando tres vueltas por el parque principal, donde María es aclamada por todos los feligreses con pañuelos blancos, cantos y juegos pirotécnicos.

Desde su fundación, Sincé ha estado encomendado al nombre de la Virgen María. Antes de 1973 el pueblo se llamaba Nuestra Señora de Sincé, y se festejaba con grandes fiestas y procesiones la natividad de la Virgen, es decir, el nacimiento de la Niña María. No hay testimonio escritos que confirmen desde cuándo la Virgen del Socorro es la Patrona de Sincé, pero sí se sabe, por testimonios escritos en el año 1860, que ya se venía celebrando el 8 de septiembre como “Día del Socorro”.

Existe una leyenda transmitida de forma oral que cuenta que a finales de 1779 la Virgen salvó a Sincé de caer en manos de unos forajidos llamados “Los Colorados”, que causaban muerte y destrucción por donde pasaban. Estos bandidos quisieron llegar a Sincé para saquearla e incendiarla, pero sucedió algo inesperado, y fue que, siendo época de verano, el arroyo se creció tanto que desbordó sus aguas, lo que les impidió a "Los Colorados" el paso hacia el pueblo. Los vigías que habían enviado vieron que desde la otra orilla se paseaba una mujer de la cual se desprendían resplandores que iluminaban el paso, ellos dijeron que era un milagro y que fue Dios quien la envió para proteger al pueblo, y la noticia se propagó por toda la región, difundiéndose a su vez la gran devoción a la Virgen.

Otro relato refiere que después del incendio del templo y la casa parroquial en la noche del 13 de marzo de 1889, cuando se destruyeron archivos e imágenes de santos, el párroco de esta época, Mariano Rodríguez, oriundo de Mompox y devoto de la Virgen, solicitó a España una imagen que le fue enviada por barco a Tolú, y que es la que actualmente se venera en el templo ahora declarado Santuario desde el 29 de julio de 2015, por bendición del señor obispo José Clavijo Méndez, mediante el decreto N° 17 del mismo año. Son muchos los católicos devotos que desde todos los puntos cardinales del mundo llegan a rendirle homenaje a la Virgen por haberlos socorrido en distintos momentos difíciles de la vida, enfermedades, negocios, en peligro de muerte y de manera especial en la vida espiritual.

Nació en Sincé el 5 de septiembre de 1960, hijo de Felipe Angulo e Isolina García. Desde su niñez demostró interés por el arte, por el teatro y la literatura. Por su expresión y su capacidad de liderazgo, siempre se destacó como un buen líder, buen cuentero y pintor.

Destacado exponente del arte popular en la costa Caribe colombiana. Pintor, primero que todo; teatrero, líder comunitario, investigador y promotor cultural, narrador oral desde siempre. Su vida artística se ha forjado lejos de escuelas. Algunos de sus primeros poemas fueron publicados en el magazín dominical del diario El Espectador.

Pintor autodidacta de grandes contrastes. Se expresa con el amplio colorido naturalista, se centra en los temas representativos de las expresiones culturales sabaneras y caribes, con la monocromía de la técnica en brea, de la cual es pionero en el departamento de Sucre.

Como narrador oral o cuentero, es uno de los primeros narradores escénicos del país. Recoge en sus cuentos historias, vivencias, anécdotas del transcurrir cotidiano del campesino sabanero del centro de los departamentos de Sucre y Córdoba, en donde predominan las faenas ganaderas y su acarreo acompañadas del canto de vaquería. Estas historias son recreadas con humor, agregándoles el ingrediente de la hipérbole que es típico del habla sabanero, pues, según la enseñanza popular, si no exageras nadie encontrará interesante o creíble tu historia.

Esta gracia y estilo notable le mereció ser escogido para representar a Colombia en el primer Encuentro Internacional de Contadores de Cuentos en Galicia, España, en 1997, así como en la IV Feria Internacional Juvenil e Infantil del libro en Chantada, España, y en el I Congreso Iberoamericano de la Pedagogía de la Imagen en La Coruña, España.

Es también exdirector de la Casa de la Cultura de Sincé.

«Ya no nos sentamos alrededor de la mecedora desde donde el abuelo nos conducía por los mundos mágicos de la palabra, ya la hornilla no calienta el café en la cocina escueta donde se colocaban duendes, fantasmas, hadas y conejos maravillosos, pero afortunadamente aún el narrador, de pie en el centro de la plaza, convoca las palabras y los gestos para reinventar el mundo, el mundo real de la imaginación. Con los seres humanos congregados en arcos, expande palabras y gestos como pájaros amorosos».

Actualmente el municipio de Sincé cuenta con nueve servicios públicos distintos: Energía Eléctrica, Alcantarillado, Acueducto, Gas Natural, Telefonía local y larga distancia, Telefonía móvil, Televisión Analógica por Cable, Televisión Digital Satélital, e Internet por Wi-Fi:



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