Saint-Étienne (pronunciado /sɛ̃teˈtjɛn(ə)/; en francoprovenzal Sant-Etiève) es una ciudad de Francia, capital del departamento de Loira, en la región Auvernia-Ródano-Alpes.
Sus habitantes se denominan Stéphanois (en recuerdo del pasado minero Stéphanois de la cuenca hullera de Saint-Étienne llamada cuenca hullera de Stéphanie).
Como otras ciudades industriales, la ciudad adolece todavía de la mala imagen de ciudad negra, sucia y adormecida. La ciudad (que se sitúa entre las 20 ciudades principales francesas en cuanto a número de habitantes), no figura en muchos de los mapas meteorológicos nacionales (Lyon está a menos de 60 kilómetros), y es ninguneada por parte de los medios de comunicación nacionales. Si no se trata de grandes acontecimientos (Copa Mundial de Fútbol de 1998, Copa Mundial de Rugby de 2007), por la ASSE o por algunos hechos relevantes de tipo diverso (crímenes, delincuencia…) no se habla casi nunca de Saint-Étienne en términos de cultura local, historia, patrimonio, turismo, de la renovación urbana, o de los grandes proyectos de la ciudad… No obstante, a medida que va cambiando la ciudad, las críticas parecen ir evolucionando, sobre todo respecto de aquellos que no han conocido el período minero o el de la epopeya verde.
La leyenda explica que, en tiempos de los romanos, la aldea se llamaba Furanum, derivado del nombre de Furan, el río que la atravesaba. Este nombre se cambió por el de Furania, nombre que se mantuvo hasta la Edad Media.
Los primeros documentos escritos (en 1258) de la ciudad mencionan Sancti Stephan de Furano (Saint-Étienne de Furan).
La ciudad, conocida por sus fábricas de armas fue, momentáneamente rebautizada, durante la Revolución francesa, con el nombre de Armeville o Commune d’Armes.
Saint-Étienne fue, durante mucho tiempo, una ciudad secundaria, menos influyente —tanto en el plano político como administrativo— que Montbrison, que fue una prefectura antes de que lo fuera Saint-Étienne, y que Feurs la capital del Loira de 1793 a 1795. En 1855 Saint-Étienne, gracias a su rápido desarrollo industrial y demográfico, se convirtió en la capital del departamento.
Desde el siglo XV Saint-Étienne fue un importante centro de producción metalúrgica (armas blancas, armas de fuego desde las Guerras Italianas de Francisco I), y metalurgia menor, como la llamada quincallería. Y, desde el siglo XVI se desarrolló, también, la fabricación de cintas (la cintería, que no debe confundirse con la pasamanería).
Durante el período de la Revolución industrial, se desarrollaron los oficios de la metalurgia pesada y la explotación masiva de las minas de carbón. Al mismo tiempo, Saint-Étienne, se convirtió en la capital mundial de la cinta, desbancando a Basilea.
A principios del siglo XX, la industria armamentística fue absorbida por la Manufactura de armas de Saint-Étienne (MAS) en lo concerniente al material militar, y por la Manufactura francesa de armas y ciclomotores (Manufrance), así como fueron absorbidos numerosos artesanos fabricantes de fusiles civiles. Pese al cierre de Manufrance quedan, todavía, algunos artesanos.
La primera vía ferroviaria de Europa continental fue construida a partir de 1823. Comunicaba Saint-Étienne con Andrézieux-Bouthéon y se utilizó para transportar el carbón de las minas hasta las orillas del Loira a partir del 30 de junio de 1827. Entre 1830-32 se construyó una segunda vía ferroviaria que, a partir de 1831, transportaba a los viajeros entre Saint-Étienne y Lyon.
Barthélemy Thimonnier construyó la primera máquina de vapor en 1830.
Saint-Étienne fue bombardeada el 26 de mayo de 1944. Hubo cerca de 1000 muertos a causa de los disparos de una escuadrilla de bombarderos estadounidenses que querían destruir las numerosas fábricas que habían sido utilizadas por los nazis.
A partir de los años 1970 las industrias stéphanoises tuvieron muchas dificultades y la ciudad sufrió un importante bache económico y demográfico. De una población de 225.825 habitantes en 1968, se pasó a 201.569 en 1990 y a 183.522 en 1999.
Tras las elecciones de marzo de 2014, el consejo municipal de Saint-Étienne se compone de 59 consejeros electos: el alcalde (maire), 19 adjuntos (adjoints) y 39 consejeros (conseillers municipaux). Quince de los electos forman la oposición, mientras que 44 forman la mayoría municipal.
La ciudad se ha ampliado repetidas veces, anexándose los municipios siguientes:
La ciudad está situada sobre el Furan (o Furens), al pie del Pilat, a unos 59 km. al sudoeste de Lyon y a 53 km. de Vienne. Por el sur está a 81 km. de Le Puy-en-Velay y, por el oeste está a unos 147 km. de Clermont-Ferrand.
Su altitud media es de 516 m.
Villars, Saint-Priest-en-Jarez, La Tour-en-Jarez, la Talaudière, Saint-Jean-Bonnefonds, Saint-Chamond, la Valla-en-Gier, le Bessat, Tarentaise, Saint-Genest-Malifaux, Planfoy (limítrofes del municipio asociado de Rochetaillée de estos últimos), la Ricamarie, Roche-la-Molière y Saint-Genest-Lerpt.
El barrio de Saint-Victor-sur-Loire, exclave de Saint-Étienne, tiene como municipios limítrofes, además de Roche-la-Molière y Saint-Genest-Lerpt asociados con Saint-Étienne, Saint-Just-Saint-Rambert, Chambles, Caloire y Unieux.
Saint-Étienne ha pasado durante la segunda mitad del siglo XX por numerosas reestructuraciones y cierres industriales. Tras el cierre de Manufrance, las minas de carbón de GIAT industrias y las dificultades de la industria del ciclomotor, Saint-Étienne ha estado considerada como una ciudad en peligro. Su actividad económica parece estar recobrándose gracias a las iniciativas locales y regionales del centro de innovación, manifestaciones artísticas, y al fortalecimiento de su influencia económica.
Las principales actividades económicas son:
Enseñanza superior
El notable patrimonio arquitectónico de Saint-Étienne, del siglo XIV y del siglo XX, ha merecido el distintivo de ciudad de Arte e Historia concedido en 2002.
La Torre de la Droguerie, la Bolsa de Trabajo, el Ayuntamiento, la Prefectura, la Manufactura de armas, el puente ferroviario más antiguo de la Europa continental (clasificado como monumento histórico), y otros edificios, son un ejemplo de este patrimonio excepcional. Saint-Étienne dispone, asimismo, de más de 700 hectáreas de parques y espacios verdes (los más importantes son: el Jardín de las Plantas, el Parque de Europa, el Parque Montaud y el Parque de la Perrotiére), llenos de esculturas, obras de arte, especies de árboles. Ideal para el descanso, los paseos, y para descubrir la ciudad bajo otro prisma. La ciudad tiene también, un rico patrimonio en estatuas. Una réplica de la Estatua de la Libertad es visible desde el centro mismo de la ciudad. También se puede visitar el castillo de Rochetaillée.
Saint-Étienne tiene una particularidad específica, existe un patois local denominado "gaga", que todavía se habla aunque, propiamente dicho, no sea exactamente un patois ya que no tiene una gramática específica. Sin embargo el vocabulario es muy rico y llama la atención, sobre todo, por su fuerte acento.
El club de fútbol de la ciudad, Association Sportive de Saint-Étienne, participa en la Ligue 1, la primera división del fútbol nacional. Dominó el fútbol francés durante los años 1960/80, ganando diez veces el campeonato de Francia (1956–1957/1963–1964/1966–1967/1967–1968/1968–1969/1969–1970/1973–1974/1974–1975/1975–1976/1980–1981), seis veces la copa de Francia (1962/1968/1970/1974/1975/1977), perdiendo 1-0 la final de la copa de Europa en 1976 en Glasgow (35.616 plazas), es apodado el chaudron (o l’enfer vert, por todos aquellos que se le enfrentan). Muchos de los jugadores más renombrados del fútbol francés han jugado en este equipo, por ejemplo: Aimé Jacquet, Michel Platini, Johnny Rep, Hervé Revelli, Dominique Rocheteau, Jean-Michel Larqué, Jacques Santini, Laurent Blanc, Grégory Coupet.
Es el equipo que ha estimulado el entusiasmo nacional por el fútbol debido a sus numerosos éxitos. Su estadio, Stade Geoffroy-Guichard, es sobradamente conocido por ser uno de los más animados y de mejor ambiente de Francia.
Otro deporte típico de Saint-Étienne es la sarbacane, que se desarrolló y fue impuesto por los hulleros, para que los mineros expulsaran toda la grasa que acumulaban en sus pulmones tratando, por este método, de frenar la silicosis. En stéphanois, un jugador de sarbacane es llamado baveux, este deporte todavía se practica en la actualidad en los cafés.
Equipamientos deportivos: Stade Geoffroy-Guichard
Asociaciones deportivas: Association Sportive de Saint-Étienne y Saint-Étienne Basket
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