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Sueños de libertad



The Shawshank Redemption (titulada: Cadena perpetua en España, Sueños de libertad o Escape a la libertad en Argentina y Sueño de fuga en el resto de Hispanoamérica), es una película estadounidense de 1994 escrita y dirigida por Frank Darabont y protagonizada por Tim Robbins y Morgan Freeman. Basada en Rita Hayworth y la redención de Shawshank, novela corta de Stephen King, la película abarca una mirada optimista de la vida relatando la historia del banquero Andy Dufresne (Robbins), quien es condenado a cadena perpetua en la Penitenciaría Estatal de Shawshank por los asesinatos de su esposa y el amante de ella, a pesar de haberse declarado inocente. Durante las dos décadas siguientes se hace amigo de un compañero de prisión, el contrabandista Ellis «Red» Redding (Freeman), y participa en una operación de blanqueo de dinero dirigida por el alcaide de la prisión Samuel Norton (Bob Gunton). William Sadler, Clancy Brown, Gil Bellows y James Whitmore aparecen en papeles secundarios.

Darabont compró los derechos cinematográficos de la historia de King en 1987, pero su desarrollo comenzó cinco años después, luego de escribir el guion durante un período de ocho semanas. Dos semanas después de presentarlo a Castle Rock Entertainment, Darabont se aseguró un presupuesto de 25 millones de dólares para producir el largometraje, que inició el periodo de preproducción en enero de 1993. Aunque la película está ambientada en el estado de Maine, la fotografía principal tuvo lugar de junio a agosto de 1993 casi en su totalidad en Mansfield, Ohio, con el reformatorio estatal de Ohio sirviendo como la locación principal. El proyecto atrajo a muchas estrellas de la época como Tom Hanks, Tom Cruise, Harrison Ford, Brad Pitt, James Gandolfini y Kevin Costner, quienes por diversos motivos no hicieron parte del reparto definitivo. El compositor estadounidense Thomas Newman se encargó de proporcionar la banda sonora del filme.

Aunque The Shawshank Redemption tuvo una cálida recepción crítica tras su lanzamiento, en particular por su historia y por las actuaciones de la pareja protagonista, fue una decepción de taquilla al obtener solamente 16 millones de dólares durante su estreno. Se citaron muchas razones para su fracaso en ese momento, entre ellas la competencia de películas como Pulp Fiction y Forrest Gump, la impopularidad general de las películas desarrolladas en prisiones, la falta de personajes femeninos e incluso el título, considerado confuso para el público. El filme recibió siete nominaciones a los Premios Óscar y dos a los Globos de Oro y fue reestrenado en salas de cine, lo que aumentó su recaudación bruta a 58 millones de dólares.

Cerca de 320.000 copias de la película en formato VHS circularon a través de los Estados Unidos y gracias a las nominaciones recibidas y al boca a boca, se convirtió en una de las producciones cinematográficas más alquiladas de 1995. Sus derechos de emisión fueron adquiridos por Turner Broadcasting System al adquirir a Castle Rock, siendo presentada regularmente en la cadena TNT a partir de 1997, lo que aumentó aún más su popularidad. Actualmente es considerada una de las grandes películas de la década de 1990 y aparece en el primer lugar de la lista de las 250 mejores películas de la historia en el sitio web IMDb con una puntuación de 9,3, superando a producciones icónicas como El padrino, El padrino: Parte 2, Pulp Fiction y La lista de Schindler. En 2015 la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos la seleccionó para su conservación en el Registro Nacional de Cine por considerarla «cultural, histórica o estéticamente significativa».

En 1947, Andrew Dufresne (Tim Robbins), vicepresidente de un importante banco de Portland, Maine, es juzgado por el homicidio de su esposa y de un hombre con quien ella tenía una aventura. Aunque insiste con su inocencia, las pruebas son motivo suficiente para que el juez lo condene a cumplir dos cadenas perpetuas en la prisión estatal de Shawshank.

Al llegar a la cárcel se percata de lo duro que es el ambiente, los guardias no ahorran esfuerzos en disciplinar a los reclusos con los métodos más crueles, especialmente el jefe, Byron Hadley (Clancy Brown). Este régimen del terror cuenta con la aprobación del alcaide de la prisión, Samuel Norton (Bob Gunton).

Durante los primeros meses, Dufresne se hace amigo del capo del contrabando en la prisión, Ellis Boyd Redding «Red» (Morgan Freeman) y le encarga un martillo para labrar piedras. Ocupa su tiempo y sus fuerzas en defenderse del acoso constante de una pandilla de violadores conocida como «Las hermanas», liderada por Bogs Diamond (Mark Rolston). Dos años después, Dufresne es seleccionado junto con Red y otros reclusos para reparar el techo de uno de los edificios de la prisión. Mientras cumple su trabajo, escucha al capitán Hadley quejarse por un embrollo fiscal causado por una herencia recibida de parte de su hermano. Dufresne se ofrece a ayudarlo y de este modo empieza a ganarse la confianza del personal de la prisión, incluido el alcaide. Este hecho le ayuda a librarse de la presión de «Las hermanas», pues Bogs queda inválido tras recibir una paliza del capitán. Con el tiempo, Dufresne es transferido a la biblioteca de la cárcel para ayudar al bibliotecario Brooks Hatlen (James Whitmore), hasta que este recibe la libertad condicional. Sin embargo, Brooks se suicida tiempo después por depresión que le causó la idea de haber desperdiciado su vida.

Después de algunos años, como respuesta a sus reiterados pedidos, Dufresne recibe de parte del Senado estatal un cheque por 200 dólares y una partida de libros y discos para equipar la biblioteca. Por hacer escuchar a los presos la ópera Le nozze de Figaro a través de los altavoces, es castigado con dos semanas de confinamiento en una estrecha celda conocida como «el hoyo».

Dufresne no se conforma con los libros recibidos e insiste en sus pedidos hasta que el Senado dispone un pago anual de 500 dólares para él. Con su ayuda capacidad para los negocios y la inestimable ayuda de sus amigos, logra organizar la mejor biblioteca carcelaria de Nueva Inglaterra. El alcaide Norton inaugura un programa de trabajo para los presos, por medio del cual éstos trabajan en diversas tareas (como la tala de árboles) bajo el argumento de prestar un servicio a la comunidad. Muchos contratistas de la zona, temiendo que este programa los deje sin trabajo debido a la ventaja que presentan los presos como mano de obra gratuita, pagan sobornos al alcaide para quedarse con concesiones para obras importantes. Dufresne se encarga de procesar cada centavo de aquellos negocios turbios, abriendo cuentas bancarias a nombre de un tal Randall Stevens, que según él «no existe más que en papeles».

En 1965 un nuevo preso llamado Tommy Williams (Gil Bellows) llega a la prisión. Con la ayuda de Dufresne logra graduarse de la enseñanza media, y al enterarse del motivo por el cual Andy está preso, revela que el verdadero asesino es otra persona llamada Elmo Blatch (Bill Bolender), quien compartió celda con Tommy en otra prisión durante una condena anterior a su llegada a Shawshank. Al enterarse, Dufresne le pide al alcaide reabrir su caso, pero éste se niega temiendo quedarse sin sus servicios y en un acceso de ira lo envía al hoyo por un mes.

Días más tarde Norton le pregunta a Tommy si está dispuesto a declarar en favor de la inocencia de Dufresne, y al recibir una respuesta afirmativa, es asesinado por Hadley luego de recibir la orden del alcaide. Un mes más tarde, Dufresne le dice a Red que considera cumplida su condena, le cuenta sus planes de establecerse en Zihuatanejo, un pequeño pueblo mexicano a orillas del Pacífico y le pide que lo acompañe una vez salga de la prisión. Red se niega, alegando que le sería muy difícil adaptarse a la vida fuera de la cárcel, pero Dufresne le pide que cuando salga busque un lugar específico donde escondería un regalo para él.

Esa noche, después de terminar su trabajo con las finanzas del alcaide, Dufresne vuelve a su celda, pero durante el conteo matutino los guardias descubren que el prisionero ha desaparecido. El alcaide cree que su fuga es resultado de un complot en su contra, pero luego descubre un túnel oculto tras un póster de Raquel Welch en la pared, construido por Dufresne durante los 19 años de su estadía en la prisión con el martillo que le había pedido a Red.

Después de su escape a través de su túnel y un desagüe cloacal, Dufresne se hace pasar por Randall Stevens con los documentos usados para abrir las cuentas bancarias y se lleva 370 000 dólares. Antes de salir hacia México, envía las pruebas del lavado de dinero (las cuales se había llevado al escapar) a un diario de Portland. La noticia sale en la portada, Hadley es arrestado por el asesinato de Tommy y Norton se suicida antes de ser apresado. Un año más tarde, Red logra salir bajo libertad condicional. Fiel a su promesa, busca el lugar que Dufresne le indicó y encuentra una pequeña lata con algo de dinero y una carta. Siguiendo sus instrucciones, viaja hasta Fort Hancock para cruzar la frontera con México y llegar a la población de Zihuatanejo, donde se encuentra con su amigo.

El elenco también incluye a Jeffrey DeMunn como el fiscal en el juicio de Dufresne, a Ned Bellamy y Don McManus como los guardias Youngblood y Wiley respectivamente,[2]​ a James Kisicki como el gerente del Banco Nacional de Maine[8]​ y a Claire Slemmer como la cajera de dicha institución.[9]​ Renee Blaine interpretó el papel de la esposa de Andy y Scott Mann el de su instructor de golf y amante.[10]​ Frank Medrano representó el papel de Fat Ass, uno de los nuevos compañeros de Andy que es golpeado hasta la muerte por Hadley.[2]

Fuentes: [11][12]

En su libro The Shawshank Redemption, el crítico y autor británico Mark Kermode afirma que la película está basada en la teología mística cristiana.[13]​ Andy aparece como una figura mesiánica y es descrito por Red al principio de la película como «un aura que lo envuelve y lo protege de Shawshank».[14]​ La escena en la que Andy y varios reclusos trabajan en el techo de la prisión bajo la custodia de los guardianes puede verse como una recreación del acontecimiento bíblico conocido como La Última Cena, en la que Jesús reúne a sus doce apóstoles y les ofrece vino y pan. En la película, Andy consigue cerveza para sus doce compañeros de reclusión mientras Red afirma en su relato que en ese momento se sintieron como «los amos de la creación», invocando la bendición de Jesús.[15]​ El director Frank Darabont afirmó que su intención era que la gente le diera su propio significado.[16]​ La escena en la que Andy descubre el disco de la ópera Las bodas de Fígaro y lo amplifica por el megáfono de la prisión es descrita en el guion como algo similar a haber encontrado el Santo Grial.[17]

En una de las primeras escenas del filme, el alcaide Norton cita a Jesucristo para describirse a sí mismo, afirmando ser «la luz del mundo» y declarándose el salvador de Andy, pero esta descripción también puede referirse a Lucifer, el portador de la luz. En efecto, Norton termina acomodando la ley para su propio provecho, al igual que Satanás, afirma Kermode, quien además compara al alcaide con el expresidente de los Estados Unidos Richard Nixon. Según el autor, la apariencia de Norton, su discurso y la forma en que proyecta una imagen de hombre santo mientras oculta toda clase de delitos, pueden ser vistos como una alusión al expresidente.[1]

Zihuatanejo, localidad mexicana donde Andy y Red se encuentran tras haber dejado atrás la prisión, es interpretada como una analogía del cielo o el paraíso. En la película, Andy lo describe como un lugar sin memoria que ofrece la absolución de los pecados, permitiendo que sean lavados por el Océano Pacífico, cuyo nombre significa «paz». La posibilidad de escapar a Zihuatanejo sólo se plantea cuando Andy admite que se siente responsable por la muerte de su esposa. Del mismo modo, Red obtiene su libertad solamente cuando acepta que no puede salvarse a sí mismo o expiar sus pecados. Morgan Freeman describió la experiencia de su personaje en la película como una historia de salvación, ya que no es inocente de sus crímenes, a diferencia de Andy que al final encuentra la redención. Algunos espectadores cristianos afirman que Zihuatanejo es una interpretación del cielo, aunque existe la opinión de que el lugar está ubicado fuera de las nociones tradicionales del bien y del mal, donde la amnesia ofrecida es la destrucción en lugar del perdón, lo que significa que el objetivo de Andy es secular y ateo. Así como Andy puede ser interpretado como una figura parecida a Cristo, puede ser visto como un personaje similar al Zaratustra de Friedrich Nietzsche que ofrece un escape a través de experimentar la libertad. El crítico de cine Roger Ebert argumentó que la enseñanza del filme es intentar conservar la autoestima en una posición desesperada. La integridad de Andy es un tema importante en la línea de la historia, especialmente en la prisión, donde este valor es deficiente.[18]

El mismo Robbins cree que el concepto de Zihuatanejo resuena en las audiencias porque representa una forma de escape que se puede lograr después de sobrevivir durante muchos años dentro de cualquier «prisión» personal, ya sea una mala relación, un trabajo monótono o un entorno hostil. El autor Isaac M. Morehouse sugiere que la película proporciona una gran ilustración de cómo los personajes pueden sentirse libres, incluso recluidos en una prisión o fuera de ella, basándose en sus perspectivas sobre la vida. El filósofo Jean-Paul Sartre describió la libertad como un proyecto continuo que requiere atención y resistencia, sin el cual una persona comienza a ser definida por otros o por las instituciones, reflejando la creencia de Red cuando afirma que los internos se vuelven dependientes de la prisión y llevan vidas difíciles cuando son puestos en libertad. Andy muestra su resistencia a través de la rebelión, tocando música por el altavoz de la prisión y negándose a continuar con la estafa del lavado de dinero del alcaide Norton.[1]

Muchos elementos pueden ser considerados como un tributo al poder del cine. En el teatro de la prisión, los reclusos ven la película Gilda (1946), aunque en la escena estaba originalmente se tenía pensado proyectar el filme Días sin huella (1945). Este hecho sugiere que no es el contenido sino la experiencia cinematográfica la verdadera clave, permitiendo a los hombres escapar de la realidad de su situación. Inmediatamente después de esta escena, Andy es asaltado por un grupo de reclusos conocido como «las hermanas» en la sala de proyección y utiliza un carrete de película para defenderse de ellos. Además, el mismo personaje logra escapar de la prisión pasando por un agujero en su celda que oculta a la vista de los guardias con carteles de figuras de la industria cinematográfica como Rita Hayworth y Raquel Welch.

La relación de los dos personajes principales fue descrita por el autor Max Brooks como «una historia no sexual entre dos hombres»[19]​ presentada muy pocas veces en la historia del cine, donde normalmente la amistad masculina se construye en diferentes circunstancias. El filósofo Alexander Hooke argumentó que la verdadera libertad de Andy y Red era su amistad.[1]

Darabont colaboró por primera vez con el escritor Stephen King en 1983 en un cortometraje basado en el relato «La mujer de la habitación», comprándole los derechos por un dólar, acuerdo que el autor utilizaba para ayudar a los nuevos directores a iniciar una carrera adaptando sus historias cortas. Después de recibir su primer crédito como guionista en 1987 por A Nightmare on Elm Street 3: Dream Warriors, Darabont se contactó nuevamente con King para ofrecerle cinco mil dólares por los derechos de adaptación de Rita Hayworth y la redención de Shawshank, una novela de 96 páginas perteneciente a la colección Las cuatro estaciones de 1982, escrita por el autor de Maine con el objetivo de explorar otros géneros además del terror, por el que era mundialmente conocido.[20]​ Aunque King inicialmente no entendía cómo su historia podía convertirse en un largometraje, Darabont tenía claro su potencial fílmico. King nunca cobró el cheque por cinco mil dólares que le dio el director; más tarde lo enmarcó y lo devolvió a Darabont acompañado de una nota que decía: «En caso de que alguna vez necesites dinero para la fianza. Con cariño, Steve».[21]

Cinco años más tarde, Darabont escribió el guion durante un período de ocho semanas, añadiendo algunos elementos adicionales a la historia de King. Brooks, un personaje menor en la novela que muere en un asilo de ancianos, fue transformado por el director en un personaje con un mayor enfoque dramático que termina ahorcándose en una habitación ante la imposibilidad de adaptarse a la vida en libertad. Tommy, quien en la novela es trasladado a otra prisión luego de afirmar que tiene las pruebas de la inocencia de Andy, en el guion es asesinado por orden del alcaide Norton, convertido por Darabont en el antagonista principal.[22]

Entre sus fuentes de inspiración, Darabont mencionó la obra del director Frank Capra, incluyendo a Mr. Smith Goes to Washington (1939) y Qué bello es vivir (1946), citando además a Goodfellas de Martin Scorsese (1990) como un modelo sobre el uso de los diálogos para ilustrar el paso del tiempo en el guion, y a Birdman of Alcatraz (1962), un drama carcelario dirigido por John Frankenheimer. Mientras exploraba lugares de filmación, Darabont se enteró que Frankenheimer estaba haciendo lo propio para su largometraje Against the Wall de 1994. Según Darabont, Frankenheimer le dio algunos consejos y lo animó a continuar con su proyecto.[23]

En ese momento, las películas sobre prisiones no atravesaban su mejor momento y frecuentemente fracasaban en la taquilla. Sin embargo, el guion de Darabont fue leído por Liz Glotzer, productora de Castle Rock Entertainment, cuyo interés por el guion la llevó a amenazar con abandonar si Castle Rock no producía The Shawshank Redemption. A Rob Reiner, director y cofundador de la compañía, también le agradó la historia creada por Darabont y le ofreció entre dos millones y medio y tres millones de dólares para que le permitiera dirigirla. Reiner, quien previamente había dirigido la película Cuenta conmigo en 1986 a partir de la novela El cuerpo de King, pretendía ofrecer el papel de Andy a Tom Cruise y el papel de Red a Harrison Ford.[22]

Ante el deseo de Reiner por dirigir el filme, Castle Rock le ofreció a Darabont la financiación completa de cualquier otro proyecto que él quisiera desarrollar. El director consideró seriamente la oferta, citando el hecho de haber crecido pobre en Los Ángeles y creyendo que elevaría su posición en la industria, pero eligió seguir siendo el director, afirmando en una entrevista de 2014 al semanario Variety: «Puedes seguir aplazando tus sueños a cambio de dinero y morir sin haber hecho lo que te propusiste». Finalmente Reiner ofició como mentor de Darabont en el proyecto. A las dos semanas de presentar el guion en Castle Rock, Darabont contaba con un presupuesto de 25 millones de dólares para realizar su película, cuya preproducción comenzó en enero de 1993.[24]

Morgan Freeman fue elegido por sugerencia de la productora Liz Glotzer ignorando la descripción del personaje en la novela, un irlandés blanco apodado Red. En la película, el personaje de Freeman evita dar mayor información sobre su nombre cuando Andy le pregunta por qué le dicen Red, respondiendo: «Tal vez es porque soy irlandés». El actor decidió no investigar su papel, afirmando que «interpretar el papel de alguien que está encarcelado no requiere ningún conocimiento específico de la encarcelación... los hombres no cambian. Una vez que estás en esa situación, simplemente sigues la línea que tienes que seguir». Darabont ya conocía a Freeman por su papel secundario en otro drama carcelario, Brubaker (1980). Robbins estaba entusiasmado por trabajar con él, ya que creció viéndolo en el programa de televisión infantil The Electric Company.[23]

Inicialmente Darabont se contactó con algunos de sus actores favoritos como Gene Hackman y Robert Duvall para el papel de Andy Dufresne, pero en ese momento no estaban disponibles; Clint Eastwood y Paul Newman también fueron considerados. Tom Cruise, Tom Hanks y Kevin Costner rechazaron el papel —Hanks por su participación en la película de Robert Zemeckis Forrest Gump y Costner porque había logrado el papel principal en Waterworld de Kevin Reynolds—.[25]Johnny Depp, Nicolas Cage y Charlie Sheen también fueron mencionados como posibles protagonistas en diferentes etapas. Cruise se mostró interesado en un principio pero declinó la propuesta por la inexperiencia del director. Darabont asegura que le dio el papel a Robbins después de ver su actuación en el filme de terror psicológico de 1990 Jacob's Ladder. Cuando Robbins fue elegido, convenció al director de contratar al experimentado director de fotografía Roger Deakins, con quien había trabajado recientemente en El gran salto de los hermanos Coen. Para prepararse para el papel, el actor fue a un zoológico a observar el comportamiento de los animales enjaulados, pasó una tarde en aislamiento y se entrevistó con algunos prisioneros y guardias.[26]

El director escogió a Brad Pitt para interpretar el rol del joven convicto Tommy Williams, impresionado por su desempeño en Thelma & Louise de 1991.[27]​ Sin embargo, Pitt abandonó el rodaje para dar prioridad a su recién obtenido papel protagónico en la cinta Entrevista con el vampiro, dándole la oportunidad al debutante Gil Bellows de encarnar a Williams. James Gandolfini, escogido para retratar a Bogs, el violador de la prisión, se decantó por participar en la película de Tony Scott True Romance, alejándose definitivamente del proyecto.[5]Bob Gunton estaba filmando Demolition Man (1993) cuando se presentó a la audición para el papel del alcaide Samuel Norton. Darabont y la productora Niki Marvin organizaron una prueba de pantalla en la que el actor debió usar una peluca, ya que para su papel en Demolition Man debía aparecer completamente rapado. Gunton quería interpretar el papel de Norton con cabello, ya que de esta manera podría transmitir su envejecimiento en la pantalla a medida que la película avanzaba y se mostrara al personaje con canas. Deakins se encargó de filmar la prueba de pantalla de Gunton, en la que también participó Robbins. Cuando fue confirmado para el papel, el actor usó la peluca en las primeras escenas hasta que su pelo volvió a crecer.[28]

Interpretando el papel del guardia principal Byron Hadley, Clancy Brown se rehusó a entrevistarse con los antiguos guardias del reformatorio estatal, manifestando que no pretendía que su brutal personaje estuviera de alguna manera inspirado por los oficiales de la institución penal. William Sadler, quien da vida a Heywood, afirmó que Darabont le ofreció el papel en 1989 durante la filmación de la serie de televisión Tales from the Crypt.[29]​ Alfonso, el hijo de Freeman, realiza un cameo en la película como un joven Red en las fotografías de la ficha policial y como uno de los prisioneros que grita «pescado fresco» cuando Andy llega a Shawshank. Entre los extras utilizados se encuentran el antiguo alcaide, algunos reclusos que pasaron por el reformatorio y guardias activos de un centro penitenciario cercano. El título original de la novela atrajo a varias personas a la audición para el inexistente papel de Rita Hayworth, incluyendo a un transformista.[24]

Con un presupuesto de 25 millones de dólares,[30]​ la fotografía principal se extendió durante tres meses entre junio y agosto de 1993.[31]​ El rodaje requería regularmente hasta 18 horas diarias y seis días a la semana. Freeman describió este proceso como tenso, afirmando: «La mayoría de las veces había tensión era entre el reparto y el director. Recuerdo haber tenido algunos malos momentos con él». El actor se refirió a las múltiples tomas requeridas por Darabont, asegurando que muchas de ellas no presentaban diferencias discernibles. Por ejemplo, la escena en la que Andy se acerca por primera vez a Red para conseguir un martillo de piedra tardó nueve horas en rodarse, y en ella Freeman juega con una pelota de béisbol con otro recluso. El número de tomas que se rodaron hizo que el actor se presentara a la filmación al día siguiente con su brazo en cabestrillo. Según Darabont: «Un director realmente necesita tener un barómetro interno para medir lo que cualquier actor necesita»,[22]​ manifestando además que sus desavenencias más constantes se presentaban con Deakins, quien creía que evitar mostrar el exterior de la prisión añadía una sensación de claustrofobia contrario al deseo del director de realizar una mayor cantidad de tomas panorámicas.[26]

La productora Niki Marvin pasó cinco meses recorriendo prisiones de los Estados Unidos y Canadá en busca de un sitio con una estética atemporal y completamente abandonado, con la esperanza de evitar la complejidad de filmar en una prisión activa con las dificultades de seguridad que ello supondría. Marvin finalmente eligió el Reformatorio del Estado de Ohio en Mansfield para representar a la Penitenciaría Estatal de Shawshank en Maine, especialmente por sus edificios de piedra y ladrillo de estilo gótico. La instalación había sido cerrada en 1990 debido a las inhumanas condiciones de vida de los reclusos.[32]

El reformatorio, que alberga su propia central eléctrica y una granja, fue parcialmente derribado poco tiempo después de finalizada la filmación, conservando el edificio principal de la administración y dos bloques de celdas. Varias de las tomas del interior de las instalaciones especializadas de la prisión, como las salas de admisión y la oficina del alcaide, se filmaron en el reformatorio. El interior de la habitación donde se alojaron Brooks y Red cuando obtuvieron su libertad se encontraba en el edificio de administración. Las escenas interiores de los pabellones de la prisión se filmaron en un escenario construido dentro de una fábrica cerrada de la compañía Westinghouse Electric. Como Darabont quería que las celdas de los reclusos estuvieran enfrentadas, casi todas las escenas de los bloques de celdas se rodaron en un plató construido a tal efecto en la fábrica de Westinghouse, excepto la escena en la que Elmo Blatch admite su culpabilidad por los crímenes por los que Andy fue condenado. Esta escena fue filmada en una de las celdas más confinadas de la prisión. El roble bajo el cual Andy entierra su carta a Red se encontraba cerca del Parque Estatal Malabar, en Lucas, Ohio y fue derribado en 2016 por fuertes vientos.[33]

La escena final de la película, en la que Andy y Red se encuentran en la localidad de Zihuatanejo en el estado de Guerrero, México, fue filmada en un refugio de vida silvestre para las tortugas laúd en Saint Croix, una de las Islas Vírgenes de los Estados Unidos. En la localidad de Upper Sandusky, Ohio se filmó la escena de la carpintería de la prisión donde Red y sus compañeros escuchan Las bodas de Fígaro (el local en la actualidad lleva el nombre de Shawshank Woodshop) y la escena inicial del tribunal, rodada en la casa de la corte del Condado de Wyandot. Otros lugares de filmación fueron la Cabaña Pugh en el Parque Estatal de Malabar, donde la esposa de Andy tiene su aventura extramarital, y el edificio Bissman en Mansfield, que sirvió como el hogar donde Brooks se hospedó después de lograr su liberación.[34]

Para la escena del escape de Andy a través de una tubería, Darabont tenía planeado inicialmente que el personaje usara su pequeño martillo de roca para romper el tubo de aguas residuales, pero al final desechó la idea por su falta de realismo y optó por utilizar un gran pedazo de roca.[35]​ Aunque en la película se afirma que Andy escapó a través de un «río de mierda», en la grabación se utilizó una mezcla de agua, jarabe de chocolate y aserrín por la que Tim Robbins tuvo que arrastrarse. El arroyo por el que emerge el personaje debió ser represado para hacerlo más profundo y fue sometido a cloración para descontaminarlo parcialmente. Robbins afirmó al respecto: «Cuando estás haciendo una película quieres ser un buen soldado, no quieres ser el que se interponga en el camino». La escena pretendía ser mucho más larga y dramática, detallando la fuga de Andy a través de un campo y en un tren, pero con una sola noche disponible para filmar la secuencia el equipo tuvo que limitarse a mostrar al protagonista de pie sobre el agua en una actitud triunfante. Deakins afirma que «iluminó en exceso» esa escena, por lo tanto no la considera entre sus favoritas.[36]​ Sobre la premura, en una entrevista de 2019 Darabont declaró que lamentaba no haber podido filmar un primer plano de la cara de Robbins mientras descendía por el agujero de su celda.[35]

En la secuencia en la que Andy se rebela y pone una canción usando el sistema de anuncios de la prisión, fue idea de Robbins que el personaje subiera el volumen en vez de apagar la música.[37]​ Inicialmente se pretendía utilizar un fragmento del filme Días sin huella (1945) de Billy Wilder en la escena en la que se le permite a los reclusos ver una película, pero al ser demasiado costoso para ser adquirido por Paramount Pictures, la productora Niki Marvin se dirigió a Columbia Pictures y recibió una lista de títulos de menor precio, entre los que se encontraba Gilda (1946), cuyo metraje fue utilizado en la secuencia. Debido a que la filmación se realizaba principalmente en la prisión y sus alrededores, las escenas fueron rodadas a menudo en orden casi cronológico, según las diferentes épocas representadas a lo largo de la historia. Esto ayudó a dar naturalidad a las actuaciones, ya que las relaciones de los actores en la vida real evolucionaron junto a las de sus respectivos personajes. Darabont aseguró que la escena en la que Andy le cuenta a Red sus deseo de ir a México fue una de las últimas en filmarse y una de las que más recuerda, elogiando el trabajo de Robbins y Freeman por completarla en sólo unas pocas tomas.[35]

La versión final de la película estrenada en las salas de cine tiene una duración de 142 minutos y está dedicada a Allen Greene, el agente de Darabont que falleció durante el rodaje a causa complicaciones con el VIH. El primer montaje duraba casi dos horas y media y algunas escenas fueron cortadas a petición de Glotzer, incluida una secuencia más larga de Red adaptándose a la vida después de la prisión. Darabont contó que en las proyecciones de prueba el público parecía impaciente con la escena porque ya estaban convencidos de que Red no lo conseguiría. Otra escena suprimida mostraba a un guardia de la prisión investigando el túnel de escape de Andy y fue retirada en beneficio de la continuidad de la acción. Inicialmente se grabó una secuencia destinada a aparecer previo a los créditos de apertura en la que se mostraban los crímenes, con el juicio reproduciéndose a lo largo de los créditos, pero estas escenas fueron agrupadas para crear un inicio más «impactante». La escena favorita de Darabont en el guion, que mostraba a Red ensimismado ante el póster de Rita Hayworth imaginando estar en la costa del Pacífico, no pudo ser rodada debido al apretado calendario. El director expresó su pesar al no haber podido capturar la escena.

En la visión original de Darabont para el final de la película se ve a Red en un autobús dirigiéndose hacia la frontera mexicana, sin especificar su destino. Fue Glotzer quien insistió en incluir la escena de Red y Andy reuniéndose en Zihuatanejo, y aunque Darabont sentía que era un final «comercial y cursi», la productora quería que el público los viera juntos en ese sitio paradisíaco. Castle Rock aceptó financiar el rodaje de la escena sin exigir su inclusión, garantizando al director tomar la decisión final. La escena incluía originalmente una reunión más larga en la que ambos protagonistas recordaban su primer encuentro, pero Darabont decidió recortarla, mostrando simplemente la llegada de Red al lugar. La reunión en la playa se convirtió en la escena favorita del público de prueba y tanto Freeman como Robbins consideraron que proporcionaba el cierre necesario. Darabont aceptó incluirla después de ver las reacciones del público, diciendo: «Creo que es un lugar mágico y edificante para que nuestros personajes lleguen al final de su larga saga».

La banda sonora fue compuesta por Thomas Newman, quien aseguró que el filme le provocaba fuertes emociones incluso sin música, por lo que le resultó difícil componer piezas que elevaran las escenas sin crear distracciones. La canción «Shawshank Redemption», utilizada durante la fuga de Andy de Shawshank, originalmente presentaba un motivo de tres notas, pero Darabont sintió que tenía un exceso de «florituras triunfales» y le pidió a Newman que la redujera a un motivo de una sola nota. «So Was Red», interpretada tras la liberación de Red y su posterior hallazgo del alijo que le dejó su amigo, se convirtió en una de las piezas favoritas de Newman. Aunque fue escrita inicialmente para oboe, el compositor aceptó a regañadientes añadir una armónica, en una clara referencia al instrumento que Red recibe de Andy como regalo mientras ambos estaban en la cárcel. Según Darabont, el armonicista Tommy Morgan «hizo un trabajo casi perfecto en la primera toma», por lo que no fue necesario realizar más grabaciones del instrumento.[38]​ La banda sonora de Newman tuvo tanto éxito que desde entonces se han usado extractos de la misma para musicalizar avances cinematográficos.[20]

En el momento de su estreno, The Shawshank Redemption recibió generalmente reseñas positivas.[39][40][41]​ Algunos críticos la compararon con otros populares dramas carcelarios como Birdman of Alcatraz, One Flew Over the Cuckoo's Nest, La leyenda del indomable y Riot in Cell Block 11.[42][43]Gene Siskel afirmó que, al igual que One Flew Over the Cuckoo's Nest, The Shawshank Redemption es un «drama inspirador sobre la autoridad dominante».[43]

Escribiendo para Entertainment Weekly, Owen Gleiberman manifestó que Freeman hace que el personaje de Red se sienta «genuino y vívido».[44]Janet Maslin del New York Times afirmó que Freeman era «silenciosamente impresionante», pero lamentó que su papel en la película tuviera un alcance limitado y estuviera opacado por el protagonismo de Andy, considerando que su actuación fue especialmente conmovedora al expresar que se había acostumbrado a vivir dentro de los muros de la prisión.[45]​ Leonard Klady de Variety sugirió que Freeman tenía el papel «más llamativo», permitiéndole «una gracia y dignidad que venían de forma natural, sin llegar a ser banal».[46]​ Para Desson Howe de The Washington Post, Freeman es «maestro de una cadencia cómica y conmovedora».[47]​ Incluso la reseña de Kenneth Turan en Los Angeles Times, a la que Liz Glotzer atribuyó los malos números de taquilla de la película, elogió a Freeman, asegurando que «su sola presencia en la pantalla le da a Shawshank lo más cercano a la credibilidad que puede llegar a tener».[48]

Sobre la actuación de Robbins, Gleiberman afirmó que «su lacónico papel no permite que Andy conecte con el público». Por el contrario, Maslin manifestó que aunque el papel de Andy es más tenue, Robbins lo interpreta con intensidad y representa eficazmente la transición del personaje de prisionero novato a figura paterna envejecida. Klady se refirió a su actuación como «fascinante, poco elegante, precisa, honesta y sin fisuras» y Howe manifestó que aunque el personaje es «cursi y mesiánico» por encantar fácilmente a todos los que le rodean, Robbins emana el tipo perfecto de inocencia que la historia requiere. Según Duane Byrge de The Hollywood Reporter, tanto Freeman como Robbins brindaron interpretaciones sobresalientes y estratificadas que imbuían a sus personajes de individualidad, y Peter Travers de Rolling Stone dijo que la pareja logró crear «algo innegablemente poderoso y conmovedor». Gunton y Brown fueron considerados por Klady como «extremadamente creíbles en su villanía», algo que Howe contrarrestó al expresar que el personaje del alcaide era un cliché que ensalzaba las virtudes religiosas mientras ordenaba asesinatos.




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