El Taller de Fidias en Olimpia, fue el estudio en el que el artista creó la colosal estatua de Zeus. Pausanias lo situaba fuera del Altis del santuario de Olimpia.
El monumento no fue, sin embargo identificado, en las grandes excavaciones de finales del siglo XIX. En la zona donde, según la descripción de Pausanias, debía encontrarse el edificio, los arqueólogos alemanes profundizaron en la zona comprendida ente la Palestra y el Leonideo, hallaron los cimientos de una edificación antigua, cuyos gruesos muros eran de época imperial romana. La planta del edificio originario poseía unas dimensiones de base coincidentes con la cella (sala central) del Templo de Zeus Olímpico (32,18 x 14,50 metros).
En la campaña arqueológica de 1954-1955, los arqueólogos alemanes, dirigidos por Emil Kunze, comenzaron a profundizar las excavaciones de la zona, hasta entonces limitadas a los niveles romanos más tardíos. La confirmación se produjo en 1968: la iglesia bizantina, uno de los monumentos mejor conservados de Olimpia, era el taller de Fidias. Bajo los muros romanos aparecieron los cimientos de piedra labrada del siglo V a. C. El edificio fue fechado hacia el 440 a. C., dato cronológico que permite a su vez situar el comienzo de la gran estatua de Zeus.
Las alteraciones, modificaciones y reparaciones sucesivas, habían desfigurado notoriamente su originaria estructura, cuyos muros elevados sobre una planta rectangular, debieron poseer nueve ventanas en cada lado de los dos más largos, lo que unido a la elevada y espaciosa puerta central, debieron ser elementos suficientes para permitir una adecuada iluminación diurna.
En el interior, un andamiaje de piedra, permitiría la colocación de hasta tres plataformas de distintos niveles que daban acceso directo a las diversas partes de la estatua, que se iría montando sobre el espacio central al que comunicaban los andamios.
La estatua de Zeus, sin embargo, no fue realizada sobre un conjunto unitario, ya que los distintos elementos de que constaba podrían ir siendo sucesivamente montados y ensamblados sobre el armazón central de madera. De ahí, que la elaboración y manipulación de las diversas piezas de reducido volumen, se realizase en otras pequeñas dependencias contiguas al edificio central, que desempeñaban el papel de talleres anexos. También constaba la instalación de dos hornos para fundición y una gran caldera de bronce que estaba colocada sobre un fuste y era usada posiblemente como recipiente de agua, que se extraería de un pozo excavado dentro del taller, con el brocal y la superficie interior recubiertos de piedra.
Dentro del recinto del taller, salieron a la luz numeroso utensilios de diversa índole como grabadores de hueso, cinceles, un yunque pequeño, un pequeño martillo para embutir o engastar, y herramientas de bronce. Se hallaron innumerables «desechos de elaboración» del Zeus: fragmentos de marfil, ornamentos de vidrio, matrices de terracota para las partes doradas y, como confirmación decisiva de la identificación del edificio,
una pequeña jarra de arcilla de superficie acanalada recubierta de barniz negro, en cuya base figuraba la una inscripción ΦEIΔIO EIMI, es decir «Yo soy (la propiedad) de Fidias», con lo que quedaba probada la estancia en Olimpia del gran escultor. En la zona en otra época ocupada por los hornos, se encontraron trozos y recortes de bronce, así como diversos fragmentos de otros metales y en especial escudos, cascos, espinilleras, asas de calderas, y trozos de trípodes y recipientes amontonados.
También en las inmediaciones del edificio central, fueron halladas astillas y escamas de hueros, piezas de obsidiana, fragmentos de cristal de roca y de cristal tallado, y un elevado número de moldes de diversos tamaños y formas, todos de arcilla cocida y alguno de los cuales poseía un varillaje interior de hierro. Los arqueólogos dedujeron que la diversa forma y tamaño de los moldes hallados suponía haber sido aplicados en la construcción de dos estatuas de muy dispar tamaño, la de Zeus y la de la Niké que sostenía sobre su mano derecha. La arcilla blanda ligeramente cocida de que estaban fabricadas las matrices, presupone que estaban destinada a manipular un material fácilmente maleable como el oro.
A todo el variado número de instrumentos y utensilios técnicos así como los restos de materiales precioso que progresivamente fueron apareciendo, se unió el hallazgo de una copiosa cantidad de utillaje doméstico, tal como lámparas, platos, cuencos, jarrones, tapas, tazones, ánforas, etc., prueba de la cotidiana habitabilidad del lugar en otro tiempo.
El gran templo de Zeus y el taller de Fidias son los edificios más importantes erigidos en Olimpia en el curso del siglo V a. C. En el taller, convertido en una construcción permanente, quizá residieron los sacerdotes fedintos o fedrintos, que se ocupaban del mantenimiento de la estatua de Zeus.
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