La Expedición Punitiva es el nombre de una campaña militar que el gobierno de Estados Unidos llevó a cabo en México para capturar al jefe revolucionario Francisco Villa, quien había atacado el poblado estadounidense de Columbus, Nuevo México, el 9 de marzo de 1916. El gobierno de Estados Unidos autorizó una expedición militar con el fin de atrapar a Villa el 14 de marzo de 1916.
La expedición de 10 000 soldados estuvo al mando del general John J. Pershing, y aunque no tuvo éxito en capturar ni castigar a Villa (fueron derrotados en todas las batallas por las fuerzas Villistas), fue considerada una preparación militar preliminar de la participación estadounidense en la Primera Guerra Mundial. Aunque las tropas se dirigían solo contra Francisco Villa, se dieron algunos incidentes con la población civil -Véase Incidente de Parral (1916)- y combates entre fuerzas constitucionalistas y estadounidenses, las cuales casi desatan el estallido formal de una guerra. La expedición terminó el 7 de febrero de 1917.
Después de su derrota militar ante las fuerzas constitucionalistas, Francisco Villa se replegó a Aguascalientes, posteriormente le sucederían una serie de derrotas en diversos estados de la república que terminarían por retornarlo al estatus que tenía antes de la revolución: prófugo, algunos dirán bandolero, pero aunque lo fue en su juventud, esta vez sería líder de una guerrilla; cosa radicalmente diferente.
A fines de 1915 el presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson reconoció a Venustiano Carranza como gobierno de facto en México, procediendo al intercambio de embajadores y prohibiendo la venta de armas a fuerzas armadas contrarias al constitucionalismo, medida que enfureció a Villa , principal afectado por esta medida. Por ello planeó su represalia.
Al amanecer del 9 de marzo de 1916 un grupo de 589 personas, incluyendo 16 vaqueros que reclutaron forzosamente cerca de Colina de Pacheco, atacaron el pueblo de Columbus, Nuevo México, como respuesta al reconocimiento oficial del régimen carrancista por parte de los Estados Unidos. Otras versiones también mencionan que buscaban a Samuel Ravel y su hermano que tenían dos hoteles, gracias a negocios anteriores con Villa, y dos ferreterías en las cuales vendían armas, entre otras cosas y que había defraudado a los villistas que trataban de comprarle armamento para seguir en lucha contra los carrancistas, pretendían robar al banco local y hacerse con cuantas municiones fuera posible. Incluso se menciona que este ataque fue una treta para evitar que los Estados Unidos no intervinieran en la Primera Guerra Mundial.
Solo atacaron a civiles que disparaban a los invasores y a la guarnición militar que defendía el pueblo. En Columbus los villistas atacaron un destacamento de caballería del ejército estadounidense, capturando 80 caballos, 30 mulas y 300 fusiles. Incendiaron algunos edificios del pueblo, como un hotel desde donde los civiles les disparaban. En realidad, los civiles provocaron muchas más bajas a los villistas que la guarnición que fue tomada desprevenida. Murieron 17 militares estadounidenses y 10 civiles; 73 villistas murieron en el ataque y 7 fueron capturados.
Como represalia ante este ataque en su territorio, el presidente estadounidense Woodrow Wilson envió tropas encabezadas por el General John J. Pershing, alias Black Jack, el mismo que comandaría las fuerzas estadounidenses en la Primera Guerra Mundial. Se dice que la expedición punitiva fue un ensayo y el ataque de Villa un pretexto, dado que hubo otros ataques a diferentes poblaciones (ya sea por parte de villistas o de simples bandoleros) causando mayores bajas que las del ataque a Columbus, imparcialmente este discurso pudo haber surgido como una forma de mantener intacto el patriotismo americano.
La Expedición Punitiva se internó en Chihuahua el 15 de marzo de 1916. Venustiano Carranza protestó contra la intromisión, mientras los villistas practicaban la guerra de guerrillas contra los estadounidenses. En septiembre México retiró su embajador en Washington.
Si bien durante once meses los 4800 soldados (que luego ascenderían a cerca de 12 000), acompañados de cañones, morteros e inclusive un escuadrón áreoChihuahua, hasta unos 600 km dentro de México, llegando rumbo al sur hasta la ciudad de Parral, no lograron encontrar a Villa. Era evidente que los estadounidenses solo eran dueños del terreno que pisaban, por lo que retrocedieron a sus bases en el norte de México.
recorrieron las montañas del inmenso estado deLa Expedición Punitiva fue la última verdadera acción de la caballería montada del ejército estadounidense, e irónicamente, también fue el primer ensayo militar del empleo de vehículos motorizados. Pershing experimentó en México con el uso de automóviles, camiones y aviones, sin embargo el combustible necesario para aquellas máquinas a menudo tuvo que ser transportado a lomo de mulas.
Pershing tuvo éxito dispersando las fuerzas mexicanas que habían atacado Columbus, pero Pancho Villa, desapareció en el territorio mexicano y nunca fue capturado.
Los estadounidenses decidieron probar en el campo algunos de sus nuevos equipos militares durante la expedición contra Villa, pero solo lograron generar aún más polvo en el camino que permitía a Villa esconderse detrás, mientras él perseguía a la columna estadounidense oculto detrás de la gran nube que generaban.
Además de todos sus camiones, automóviles, motocicletas, y los automóviles blindados, John J. Pershing también empleó dirigibles y aviones en su propósito implacable de encontrar a Villa, con quien fue fotografiado mucho tiempo antes de lo ocurrido en Columbus. La leyenda dice —según está grabado en una canción— que las tropas de Villa confeccionaron una bandera estadounidense y se estacionaron en un lugar estratégico sobre el cual sabían que uno de estos aviones volaría (ellos tenían un excelente servicio de inteligencia, hay quienes dicen que este era financiado por los alemanes, pero la idea cae por sí misma al no haber ningún registro ni ningún testimonio que lo insinúe siquiera; este rumor se da más por la imaginaria conveniencia que tendría Alemania de que los Estados Unidos dejaran de abastecer a los aliados para defenderse de México, cosa que hubiera resultado casi imposible dada la situación política en el país).
El piloto, pensando que estaba viendo una unidad amiga, aterrizó y fue inmediatamente capturado por los villistas. Villa entonces usó el avión para espiar a los estadounidenses. Si bien otra versión dice que este piloto se vio obligado a aterrizar por las circunstancias y que los villistas al verlo lo apresaron.
Se dieron combates entre las fuerzas villistas y los soldados estadounidenses quienes sufrieron muchas bajas en San Isidro, Aguacaliente y Puerto de Varas. En Parral los invasores fueron expulsados. Véase también Incidente de Parral (1916)
El ejército estadounidense, compuesto por tropas negras —conocidos anteriormente como soldados Búfalo— al final terminaron lucharon en contra de las fuerzas de Carranza, fuerzas constitucionalistas combatieron y derrotaron al invasor en Carrizal a 128 kilómetros al sur de Ciudad Juárez el 21 de junio, 14 soldados estadounidenses fueron muertos y se tomaron prisioneros otros 24, una guerra a escala completa parecía inminente entre México y EE. UU.
Pero ninguno de los dos países quería la guerra. Después de conversaciones diplomáticas, Carranza liberó a los prisioneros estadounidenses. Ante el fracaso de Pershing, viendo deterioradas las relaciones e inminente la participación de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, en octubre la Casa Blanca aceptó negociar con los enviados de Carranza quienes en noviembre lograron la firma de un convenio en el cual Estados Unidos se comprometía a retirar las tropas, lo que no se inició hasta el 5 de febrero de 1917 cuando en Querétaro era aprobada la nueva constitución.
Pancho Villa al enterarse de la retirada de los estadounidenses de México, dijo: "Ese Pershing vino aquí como un águila y se fue como una gallina mojada"
A pesar de que la expedición fue un fracaso, la experiencia adquirida por Pershing fue demostrada en su intervención durante la Primera Guerra Mundial. Adicionalmente, muchos de los hombres que acompañaron a Pershing a México, lo siguieron a Francia.
Grandes generales de la Segunda Guerra Mundial como Ike Eisenhower y George Patton tuvieron su bautismo de fuego en esta expedición, en la cual participaron cuando tenían el grado de tenientes.
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