La lluvia de ideas, también denominada tormenta de ideas, o "brainstorming", es una herramienta de trabajo grupal que facilita el surgimiento de nuevas ideas sobre un tema o problema determinado. La lluvia de ideas es una técnica de grupo para generar ideas originales en un ambiente relajado.
Esta herramienta fue ideada en el año 1939 por Alex Faickney Osborn (fue denominada brainstorming), cuando su búsqueda de ideas creativas se tradujo en un proceso interactivo de grupo no estructurado que generaba más y mejores ideas que las que los individuos podían producir trabajando de forma independiente; dando oportunidad de dar sugerencias sobre un determinado asunto y aprovechando la capacidad creativa de los participantes.
Numerosos estudios recientes demuestran justamente lo contrario, que individualmente se generan más ideas que en grupo, por lo que la utilidad de esta técnica está en entredicho.
Las conclusiones fueron obtenidas de 22 estudios de los cuales 18 corroboraron sus hipótesis. La lluvia de ideas contiene cuatro reglas :
Así, la principal regla del método es suspender o aplazar el juicio, ya que en un principio toda idea es válida y ninguna debe ser rechazada. Habitualmente, en una reunión para la resolución de problemas, muchas ideas tal vez aprovechables mueren precozmente ante una observación "juiciosa" sobre su inutilidad o carácter disparatado. De ese modo se impide que las ideas generen, por analogía, más ideas, y además se inhibe la creatividad de los participantes. En un brainstorming se busca tácticamente la cantidad sin pretensiones de calidad y se valora la originalidad. Cualquier persona del grupo puede aportar cualquier idea de cualquier índole que considere conveniente para el caso tratado. Un análisis ulterior explota estratégicamente la validez cualitativa de lo producido con esta técnica. En la sesión se debe aportar una idea por ronda. Por lo cual se debe ser claro de lo que se expone. Se elige un tema, establece un tiempo y escribe frases o palabras relacionadas con el tema.
Aunque la lluvia de ideas puede realizarse en línea a través de tecnologías comúnmente disponibles, como el correo electrónico o los sitios web interactivos, también se han realizado muchos esfuerzos para desarrollar software informático personalizado que pueda reemplazar o mejorar uno o más elementos manuales del proceso de lluvia de ideas. Algunas técnicas de lluvia de ideas basadas en la web permiten a los contribuyentes publicar sus comentarios de forma anónima mediante el uso de avatares. Esta técnica también permite a los usuarios iniciar sesión durante un período de tiempo extendido, generalmente una o dos semanas, para permitir a los participantes un "tiempo de remojo" antes de publicar sus ideas y comentarios. Esta técnica se ha utilizado particularmente en el campo del desarrollo de nuevos productos, pero se puede aplicar en cualquier cantidad de áreas que requieran la recolección y evaluación de ideas.
El uso de técnicas como la de la lluvia de ideas en la empresa es cada vez mayor. Muchas empresas se apoyan en los resultados de las tormentas de ideas, además del habitual estudio de mercado, a la hora de tomar decisiones estratégicas. Es por esto que cada vez están surgiendo más programas software y herramientas vía Internet que permiten a las empresas realizar sesiones de lluvia de ideas con sus empleados, clientes o con el público en general.
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