El Tratado de Villafranca es un tratado internacional entre el Segundo Imperio francés y el Imperio austriaco (Napoleón III Bonaparte y Francisco José I de Austria) firmado el 11 de julio de 1859 en Villafranca di Verona. Este tratado termina la guerra franco-austríaca.
El tratado establecía que la mayoría de Lombardía incluyendo su capital, Milán, pero excluyendo Mantua y Legnago (las dos eran fortalezas austriacas) pasa a formar parte de Francia. El tratado, además, devuelve sus respectivos tronos a los gobernantes de los estados italianos quienes habían sido derrotados anteriormente tras levantamientos y revoluciones.
El emperador francés Napoleón III Bonaparte firmó el tratado sin haberlo acordado previamente con su aliado Reino de Cerdeña, lo cual llevó al primer ministro sardo, Camillo Benso a dimitir de su cargo.
Los acuerdos establecidos en el Tratado no se cumplieron en práctica. Esto se debe a que la parte central de Italia (ducado de Parma, Modena, Gran ducado de Toscana, además de parte de los Estados Pontificios) estaba siendo ocupada por Cerdeña y los sardos no querían devolver a los anteriores gobernantes de estos estados sus tierras; asimismo Francia tampoco quería forzar a su aliado para cumplir los acuerdos del dicho Tratado. Finalmente, en estos estados se hicieron plebiscitos, tras los cuales estas tierras fueron unidas a Cerdeña.
Henry Kissinger, en su obra Diplomacia (1994), declara en relación a la política internacional de Napoleón III. Según Kissinger, Napoleón III en su política internacional se centró en escenarios periféricos, olvidando el centro de Europa, rompiendo así con la tradición iniciada por Richelieu de mantener un centro débil y dividido:
Escribe un comentario o lo que quieras sobre Tratado de Villafranca (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)