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Ubaque



¿Dónde nació Ubaque?

Ubaque nació en Cundinamarca.


Ubaque es un municipio colombiano del departamento de Cundinamarca, ubicado en la provincia de Oriente, a 50 km al oriente de Bogotá. La cabecera municipal se encuentra a una altitud de 1867 m s. n. m., y la temperatura media anual es de 18 °C.

El topónimo Ubaque, antiguamente también llamado Ebaque o Ubaqui, proviene del muysc cubun y significa «árbol de sangre»; de hyba (sangre)[3]​ y quye (árbol)[4]​, por un arbusto de la región que al cortarse exuda una savia de color rojo[5]​.

Otra versión, planteada por el historiador Joaquín Acosta Ortegón, afirma que Ubaque significa «Bosque de la falda», o «falda cubierta de bosque».[cita requerida]

En la época precolombina, el territorio del actual municipio de Ubaque estaba habitado por los muiscas. Su cacique era el tercero en la sucesión del Zipazgo de Bacatá.

El zipa Saguamanchica aprovechó el hecho de que la batalla contra Hunza no tuviera lugar, y el haber reunido a un ejército numeroso, para someter al Cacique de Ubaque que, rompiendo su antigua sujeción al zipa, pretendía aliarse con el zaque Michúa, y además había atacado los uta (poblados) de Pasca y Usme. Por las tierras de Chipaque y Une, el zipa se dirigió al encuentro del Ubaque, al que halló desprevenido. Sin embargo, este logró escapar a un peñón de muy difícil acceso con todas sus riquezas, con el fin de que el zipa no se apoderara de ellas. Desalentado por la imposibilidad de capturar rápidamente al Ubaque, el zipa tuvo que regresar a Bacatá ante las noticias que un mensajero le había llevado de una segunda rebelión de Guatavita, y de una invasión de los panches.

El zipa Nemequene, luego de haber sometido a Guatavita, marchó con su ejército contra Ubaque, cuyo asedio duró siete meses, durante los cuales hubo continuas batallas y escaramuzas. Al final, el Cacique de Ubaque, preocupado por la penosa situación de su gente ante el hambre y las epidemias provocadas por el asedio, decidió rendirse y pactar la paz con el zipa. El acuerdo consistió en el total sometimiento de Ubaque, el pago de tributos y el derecho del zipa a realizar visitas de inspección cada vez que lo estimara conveniente. Además, el Cacique de Ubaque cedió al zipa a sus dos hijas más hermosas como esposas. Nemequene solo tomó a la mayor, mientras que la menor la dio a su hermano, el nuevo Cacique de Guatavita. Luego estableció una guarnición permanente en Ubaque y se dispuso a regresar a Funza, cargado de un inmenso botín. En Funza se celebraron varios días de fiestas y sacrificios a los dioses, en agradecimiento por las continuas victorias del zipa.

Los Caciques de Ubaté, Simijaca y Susa se habían aliado para hacer frente común contra el zipa. Sin embargo, no se habían puesto de acuerdo sobre quién de ellos lideraría la alianza, por lo que, cuando Nemequene partió para confrontarlos, estos se encontraban en completo desacuerdo.

En camino a Ubaté, las tropas del zipa tenían que pasar por el boquerón de Tausa, donde el Cacique de Ubaté les tenía preparada una emboscada. Sin embargo, Nemequene hizo pregonar que estaba dispuesto a darle muerte a todos los habitantes de Ubaté, sin perdonar la vida a nadie, por lo que estos, presas del miedo, huyeron, dejando paso libre al zipa, quien ocupó la población y obtuvo un cuantioso botín. De inmediato, Nemequene marchó contra Simijaca y Susa, a los que venció sin dificultad, fijando aquellas tierras como frontera con los muzos y anexándolas bajo la jurisdicción de Guatavita. Luego de dejar establecidas guarniciones militares, regresó a la Corte de Bacatá.

Habiendo sabido el nuevo Cacique de Guatavita, hermano de Nemequene, que el cacique de Ubaque poseía un gran tesoro, determinó arrebatárselo, para lo cual fue a Ubaque con el pretexto de realizar una visita de inspección, como el zipa lo había ordenado. Una noche, descubrió el tesoro, que era custodiado por algunos guardias en un peñón junto a la laguna de Ubaque. Al enterarse el Cacique de que le robaban su tesoro, se apresuró con su ejército para sitiar al ladrón. El peñón fue rodeado, y el asedio duró cinco días, hasta que el Cacique de Guatavita, desesperado por el hambre, mandó a los que le acompañaban a arrojar el tesoro a la laguna, y luego se abrió paso por entre los enemigos, resultando muerto, junto con los suyos, al ser acribillados con múltiples disparos de flechas.

El Cacique de Ubaque, temeroso de que el zipa tomara represalias por la muerte de su hermano, envió una comisión de embajadores a Nemequene con el mensaje de que le perdonase por lo ocurrido, al haber actuado en legítima defensa de sus bienes. Junto con los embajadores, envió multitud de esclavos cargados de presentes. El zipa no recibió ninguno de los presentes, sino que mandó que regresasen con ellos a Ubaque, y luego escuchó atentamente el mensaje de los embajadores. Al final mandó comparecer en su presencia al Cacique de Ubaque. Este se puso en camino hacia Funza, esta vez llevando como regalo a veinte de las más hermosas doncellas de su provincia, cien cargas de mantas de algodón y muchas más de esmeraldas, oro y plata.

Al llegar el Cacique de Ubaque a Funza, presentó los regalos que llevaba al zipa, pero este solo aceptó una manta por cortesía. Durante el juicio, el Cacique expuso sus razones, y Nemequene dio como veredicto el encierro del Cacique durante siete meses, luego de los cuales fue puesto en libertad y pudo volver a ejercer su cargo en Ubaque. Antes de irse de Funza, el Cacique de Ubaque le insistió al zipa que aceptara sus presentes, pero este volvió a rechazarlos.[6]

Tras la muerte del zipa Nemequene, el nuevo zipa, Tisquesusa nombró a su hermano, Zaquesazipa, como general de sus ejércitos. Zaquesazipa logró muy pronto someter al cacique de Ubaque, que se quería aliar con el zaque Quemuenchatocha.

Algunos años antes de la llegada de los españoles, un sacerdote muisca de Ubaque, llamado Popón, le había profetizado al zipa Tisquesusa que moriría «ahogado en su propia sangre» a causa de unos extranjeros venidos de tierras lejanas.

En 1594, cuando visitó la región el oidor Miguel de Ibarra, había tres poblados, Ubaque, Quescabita y Santa Ana, de los cuales vino a formarse uno solo con el primer nombre. Su primer encomendero fue el capitán Juan de Céspedes, de quien heredó Lope de Céspedes. El nuevo pueblo de indios fue fundado por el Oidor Luis Enríquez por auto de 23 de octubre de 1600 en Izaquirá y otro en el sitio de Guso por auto de 31 de diciembre del mismo año, luego se trasladaron al llamado de la Señoría de Ubaque actual, por orden del presidente de la Real Audiencia de Santafé, don Juan Fernández de Córdova, mudanza que se hizo en 1649 y en el que se juntaron los de Ubaque, Quescabita y Santa Ana. En la visita del oidor Gabriel de Carvajal de 11 de marzo de 1640 se habla de los tres pueblos citados, donde había 1.921 indios.[7]

Ubaque fue fundado posteriormente por el sacerdote Custodio Lesaca en 1651. El presidente Dionisio Pérez Manrique usó del derecho de patronato, nombró cura doctrinero de Ubaque a Fray Pedro de Solanilla el 21 de abril de 1656.

El 15 de febrero de 1759 el oidor Joaquín Aróstegui y Escoto llegó de visita al pueblo de San Guillermo de Ubaque, donde el padrón de vecinos dio un total de 166 en 55 familias. En la última visita del fiscal Francisco Antonio Moreno y Escandón de 11 de enero de 1779 se empadronaron 910 indios. En el censo de 1814 eran 1.128 indios.

Ubaque se encuentra a 1.867 m s. n. m. con un clima promedio de 18 °C y en las estribaciones de tres cerros: El Guayacundo, el Quinto (Güinto) y el San Pedro. Lo atraviesa los ríos El Palmar y Negro.

La topografía de Ubaque, como casi en toda la provincia de Oriente, es montañosa. La circundan los páramos del Parque nacional natural Chingaza y el eje vial que conduce de Bogotá a Villavicencio. Ubaque posee gran riqueza en biodiversidad, gracias a la variedad de climas. Hay problema de deforestación en la zona del páramo, lo que puede tener impacto para el abastecimiento futuro de agua. Hay peligro de rompimiento de la corteza terrestre por una falla geológica: Ubaque está dentro de la Falla Tectónica de Quetame, lo que la ubica dentro de las zonas de alto riesgo y vulnerabilidad.

El principal renglón de la economía se basa en la agricultura, teniendo en cuenta que la población es el 198 % rural, es un municipio que cuenta con los diferentes pisos térmicos desde el páramo hasta caliente y por ello se cultivan diferentes tipos de productos de acuerdo al clima, en las veredas altas el cultivo de la papa es el principal, seguido de zanahoria y otros productos; en la parte media que prevalece el clima medio cultivos como el tomate, cebolla cabezona y habichuela son los más destacados y en la parte baja clima cálido, lo principal son los cereales las frutas y las aromáticas entre otros; que proveen el mercado de Bogotá y Villavicencio. Sin embargo los campesinos dependen de la demanda y oferta de los productos, no poseen manejo técnico de los cultivos y no existe planeación para los mismos además del alto costo de los fertilizantes, lo cual hacen de esta actividad un mal negocio.

La producción agropecuaria del Municipio es minifundista, la mano de obra para el manejo de los cultivos proviene básicamente de la familia. En época de mayor demanda se contrata personal de la región, intercambiando jornales o pagando el diario con o sin alimentación.

La producción pecuaria, se basa principalmente en la avicultura (pollos y gallina ponedora), existe producción bovina, porcicultura y en menor porcentaje la piscicultura; estas se han transformado por medio de los requerimientos del ICA para la construcción y los lineamientos de CORPORINOQUIA y Umata para la protección del medio ambiente.

En Ubaque el ecosistema básico es el Páramo relacionado íntimamente con la red hídrica y las lagunas existentes que revisten importancia en la conservación de la biodiversidad y capacidad hidrológica de toda la cuenca. La zona de Páramo ocupa el área comprendida entre los 3300 m y los 4000 m, correspondiendo a temperaturas medias anuales entre 4 y 9 grados centígrados. En el Páramo de cruz verde la precipitación es de 1215 mm anual (max 3250 mm).

En el bosque andino alto por la estructura de la vegetación se ofrecen condiciones muy favorables (temperatura uniforme, humedad relativa alta, y disponibilidad de alimento) para la implementación de una apreciable diversidad biótica. Se encuentran insectos de los órdenes Collembola, Diplura, Homoptera, Hemiptera, Coleoptera, Diptera, Hymenoptera. además de los taxa acari, isopoda, diplopoda, chilopoda y opiliones.

Entomofauna como entomobrydae, poduridae, sminthuridae, japygidae y campodeidae (las cuales son muy sensibles a las quemas).

A pesar de la intervención sobre el Páramo, al noroccidente del municipio, en las Veredas de San Roque, Cruz Verde Sabanilla, Pueblo Nuevo y Guayacundo se encuentran algunas especies de bosque alto, frailejones(>3000 msnm) y especies de bosque bajo, pastos, bambúes y gramíneas naturales en las veredas de Belén, Puente Amarillo, Cacique, Guayacundo.

En general el municipio presenta una buena comunicación entre cada una de las veredas y la cabecera urbana. Sin embargo ello no implica que la calidad de esta comunicación está asegurada, sobre todo conociendo que la mayoría de estas vías no se encuentran pavimentadas en concreto asfáltico o hidráulico y que los parámetros de trazado de las vías han obedecido al establecimiento de derechos de vía con criterios de camino real.

Ubaque es cuna de Jaime Pardo Leal, exjefe de la Unión Patriótica y excandidato a la presidencia de Colombia.

Ubaque, tesoro del oriente de Cundinamarca, Colombia : revivamos la grandeza histórica de nuestro país Cassiano Ardila, Juan David. / 1. ed. / Morelia, Michoacán, México : J.D. Cassiano Ardila 2003. Disponible en Hardvard: https://hollis.harvard.edu/primo-explore/fulldisplay?docid=01HVD_ALMA212103750810003941&vid=HVD2&lang=en_US&search_scope=everything&query=any,contains,oriente%20cundinamarca



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