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Universidad eclesiástica



Una universidad eclesiástica o universidad pontificia eclesiástica es un tipo de universidad que forma parte de la estructura de la Iglesia católica. El Código de Derecho Canónico reconoce la existencia de dos tipos de universidades en el seno de la Iglesia Católica: la eclesiástica y la católica.

El mismo Código de Derecho Canónico, que es la norma universal de la Iglesia, aunque no la define expresamente, no obstante regula la universidad eclesiástica este sus cánones 815 al 821:

"Las universidades y facultades eclesiásticas sólo pueden establecerse por elección de la Sede Apostólica o con aprobación concedida por la misma; a ella compete también la suprema dirección de las mismas [...] Todas las universidades y facultades eclesiásticas han de tener sus propios estatutos y su plan de estudios aprobados por la Sede Apostólica [...] Ninguna universidad o facultad que no haya sido erigida o aprobada por la Sede Apostólica, puede otorgar grados académicos que tengan efectos canónicos en la Iglesia" (c. 816-817).

Se rigen por la Constitución apostólica Veritatis Gaudium, promulgada por el Papa Francisco el 8 de diciembre de 2017.

Para desarrollar de manera eficiente su misión, la Iglesia constituye y establece universidades y facultades eclesiásticas ordenadas a la investigación de las disciplinas sagradas o de aquellas otras. La universidad eclesiástica se dedica al estudio de disciplinas eclesiásticas y las materias con ellas relacionada. Estos estudios se hacen en las tres facultades: las de Teología, Filosofía y Derecho Canónico.

Según el canon 816, las universidades y facultades eclesiásticas sólo pueden establecerse por elección de la Santa Sede. Aunque no están exclusivamente dirigidas a los clérigos, las universidad eclesiástica contribuyen a su preparación ministerial y el valor de sus grados académicos tienen una relevancia principalmente eclesiástica. Es por eso que en la medida en que lo requiera el bien de una diócesis o de un instituto religioso, o incluso de la Iglesia universal, los obispos diocesanos o los superiores competentes de los institutos deben enviar a las universidades o facultades eclesiásticas a jóvenes, a clérigos y a miembros de los institutos que destaquen por su carácter, virtud y talento. Así lo señala el canon 819 del Código de Derecho Canónico.

Debido a la misión que estas universidades realizan estas dependen de la Santa Sede y gozan del título de universidad pontificia.

Las áreas de estudio más importantes de la universidad eclesiástica son las siguientes:

La universidad eclesiástica tiene con frecuencia otras áreas de estudio ofrecidas a otros estudiantes no necesariamente eclesiásticos.

La universidad eclesiástica otorga títulos que, si bien no todos están homologados en el resto de países, sí que tienen validez en la Iglesia Católica y en todas sus facultades y universidades. La universidad eclesiástica, al ser miembro la Santa Sede del Espacio Europeo de Educación Superior de la Declaración de Bolonia, tiene un sistema de graduación de estudiantes similar al de otros centros docentes de educación superior:

Previamente se cursaban los estudios conducentes al Bachillerato en Filosofía y al Bachillerato en Teología, este último reconocido por España como licenciado en Estudios Eclesiásticos. En Francia desde el 2008 y gracias a un acuerdo bilateral con la Santa Sede se reconoce la plena validez civil de todos los títulos eclesiásticos de grado o bachillerato, de máster y de doctorado.

Las personas seleccionadas para el cuerpo docente de la universidad eclesiástica pueden ser sacerdotes y religiosos y laicos. Los sacerdotes que forman parte del cuerpo docente deben tener el doctorado en teología.

Las universidades eclesiásticas más antiguas del mundo son la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino (Angelicum) y la Universidad Pontificia Gregoriana, entre otras.



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