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Vuelo TC-48 de la FAA



La desaparición del TC-48 de la Fuerza Aérea Argentina ocurrió el 3 de noviembre de 1965. El avión Douglas C-54 Skymaster matrícula TC-48, que llevaba cadetes egresados de la Escuela de Aviación Militar, había partido de la Base Aérea de Howard en Panamá con rumbo al aeropuerto de San Salvador. Transcurridos 30 o 40 minutos después de despegar, el piloto informó un incendio en uno de los motores y avisó al control de San José en Costa Rica que se dirigirán allí; nunca llegó, y el avión permanece desaparecido, siendo considerado el mayor misterio de la aviación argentina.[2][3]​ Todos los cadetes, miembros de la tripulación y pasajeros se los dio por muertos.[4][5]

El TC-48 despegó desde El Palomar el 31 de octubre de 1965 hacia la Escuela de Aviación Militar, la tripulación estaba integrada por 9 miembros, a los que se sumaban 5 oficiales y 54 cadetes, totalizando así 68 ocupantes. El vuelo de instrucción lo llevaría hasta Estados Unidos y sería acompañado por otro Douglas DC-4, el TC-43 que transportaba el resto de la promoción. Ambas aeronaves partieron al día siguiente, voló hasta la base Cerro Moreno (Chile) donde tras una escala técnica continuó el vuelo hacia la base de La Palmas, en Lima (Perú). Allí pernoctaron e incorporaron dos cadetes de la Fuerza Aérea Peruana, los cuales fueron distribuidos en ambos aviones. El 2 de noviembre vuelan hacia Panamá con escala técnica en Guayaquil (Ecuador); y al otro día, debían cumplir el trayecto entre la base Aérea de Howard y el Aeropuerto de San Salvador (El Salvador), cubriendo una distancia de unos 1.150 km que le insumirían unas 3:45 h de vuelo. [6]

Tras la formación de cadetes y oficiales, se procedió al embarque. Así a las 05:43 despega el TC-43 y a las 05:49 hace lo propio el TC-48. Ambas aeronaves seguirían la misma ruta, conocida como "Mike", habiéndose fijado una altitud de crucero de 6.500 pies (2.145 m). Ambas aeronaves mantienen esporádicos contactos radiales. A las 06:27 el TC-48 reporta a la torre de Panamá que se encuentra sobre la posición "Mike-5" sin novedad con altitud de 6500 y rumbo a San Salvador. Las condiciones meteorológicas para la primera parte de la ruta no eran las mejores. El pronóstico indicaba turbulencia severa, fuertes lluvias y visibilidad de muy limitada a cero.  A partir de este momento comienzan a surgir una gran cantidad de informes cruzados, donde no coinciden horarios, datos supuestamente aportados por los pilotos del TC-48 y muchos comentarios que nunca han podido ser verificados plenamente. Por un lado hay quienes indican que el radio-operador del TC-48 emitió a las 06:36 la siguiente comunicación: “...Tegucigalpa, Tegucigalpa, TC-48, fuego motor tr...tres, a...zaje inmediato...” Esta supuesta comunicación solo permite establecer que había fuego en el motor tres y que procedía al aterrizaje o amerizaje, ya que no se pudo determinar qué palabra se empleó. Si está chequeado que la situación le fue notificada al TC-43. El TC-48 no recibió ninguna respuesta de Tegucigalpa ni de Howard donde aparentemente intentó comunicarse para informar de su situación. Es entonces cuando aparece en escena uno de los testigos principales, el piloto Álvaro Protti quien comandaba un Curtiss C-46 de LACSA (Líneas Aéreas Costarricenses S.A.) rumbo a Miami, el cual a las 06:44 estableció contacto con el TC-48. En un reportaje el piloto mencionó lo siguiente: [7]

Entrevistador: -Recuerda usted, ¿a qué hora se produjo la llamada?

Piloto del Curtiss: -No podría decirlo con exactitud, pero era por la mañana, temprano.

Entrevistador: -Le dijeron si tenían fuego dentro de la cabina?

Piloto del Curtiss: -No, no dentro de la cabina no. Había fuego en un motor y otro estaba parado. Los inconvenientes eran sobre el ala derecha, es decir los motores tres y cuatro.

Entrevistador: -Qué le pedían los pilotos ?

Piloto del Curtiss: -Que les hiciera contacto con el aeropuerto de San José, la intención de ellos era aterrizar en esa pista.

Entrevistador: -Lo consiguió ?

Piloto del Curtiss: -Si pero les aconsejé que aterrizaran en la pista de Puerto Limón. Volaban a 7000 pies y con los problemas que tenían y la carga que llevaban debían bajar a 4000. A esa altura jamás habrían podido aterrizar en San José porque las montañas que rodean la ciudad son muy altas.

Entrevistador: -Cambiaron de rumbo ?

Piloto del Curtiss: -Nunca me lo dijeron. Quien dialogaba conmigo dijo que iba a comunicar mi sugerencia al comandante de la nave, que tomaría la decisión.

Entrevistador: -Reportaron en qué posición se encontraban ?

Piloto del Curtiss: -Si, como a 45 min de la pista de Limón, sobre la isla de Veragua.

Entrevistador: -Le dijeron si estaban ante un inminente peligro de caída ?

Piloto del Curtiss: -No, todo lo contrario. Dijeron que estaban combatiendo el fuego en el motor y que tenían control sobre la máquina. El operador de radio incluso, dijo que el comandante evaluaba proseguir vuelo hacia Managua.

Entrevistador: -Cree que el avión cayó al mar ?

Piloto del Curtiss: -Hay dos posibilidades; si viraron hacia la derecha , sobre el ala que no tenían propulsión cayeron al agua; si siguieron la ruta que los llevaba a Limón, cayeron sobre tierra.


La última comunicación se sucede a las 07:05 cuando el TC-48 informa que sobrevolaba Bocas del Toro, con rumbo hacia la pista de Puerto Limón donde ya se había declarado la emergencia y eran movilizados bomberos y ambulancias a la espera del avión. Un reporte que nunca ha sido reconocido oficialmente, indica que el TC-43 recibió la última comunicación donde se informaba que estaba a 40 millas de la costa, con 500 m de altitud, imposibilitado de mantener la línea de vuelo y que se aprestaba a amerizar. Según otros dichos, también reportaron problemas eléctricos que dificultaban la lectura del radiocompas. Desde entonces no hubo más comunicaciones y allí comenzó el misterio del TC-48.

Existe una hipótesis de que el avión cayó en la selva costarricense.[8]

Numerosas operaciones de búsqueda fueron realizadas desde 1965, todas sin éxito alguno.[9]

La aeronave fue asignada a la I Brigada Aérea con asiento en El Palomar e inmediatamente se comenzó a utilizar para los vuelos STAM. Desde el 20 de octubre al 19 de noviembre de 1964 participó en el Viaje Final de Instrucción de la Promoción XXX de cadetes de la EAM, en compañía del Douglas DC-4 TC-44.

Durante la campaña antártica 1964/65 formó parte de la Fuerza Aérea de Tareas Antárticas (FATA). Entre las misiones en las que participó la máquina durante esa campaña  se destacan las mediciones cósmicas en vuelo, mediante equipos montados a bordo del aparato y distintos lanzamientos de pertrechos sobre la Base Esperanza. El 5 de febrero el TC-48 formó parte de la denominada Operación Matienzo, dando apoyo al legendario C-47 TA-05, en el cruce al continente blanco. El 15 de marzo de 1965 daría el mismo apoyo a la aeronave BS-03 Grumman HU-16B. Existen reportes que indican que en febrero de 1965, el Douglas DC-4 TC-48 alcanzó a sobrevolar el Círculo Polar Antártico. El 7 de mayo de 1965, por disposición del Poder Ejecutivo de la Nación, la Fuerza Aérea Argentina despachó a Santo Domingo dos aviones Douglas DC-4 (TC-48 y TC-42) conduciendo tropas, material sanitario y medicina para atender a las víctimas de los sucesos revolucionarios registrados en República Dominicana.

El 22 de septiembre de 1965 nuevamente brindó apoyo al TA-05 en el cruce realizado desde el continente con destino a la Antártida. El 31 de octubre de 1965 El TC-48 partió junto con la aeronave T-43, conduciendo parte de la Promoción XXXI de la EAM con destino a Lima, Perú. El 3 de noviembre despegó de la pista de Base Aérea de Howard, en la zona del canal de Panamá, con destino al Aeropuerto de San Salvador, etapa del viaje desafortunadamente no tendría un final feliz. Se lo dio por desaparecido cuando sobrevolaba territorio costarricense.[10]



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