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Y las montañas hablaron



Y las montañas hablaron (inglés: And the Mountains Echoed) es la tercera novela escrita en inglés por el estadounidense de origen afgano Khaled Hosseini. Publicada originalmente en mayo de 2013 por Riverhead Books, y traducida por Ediciones Salamandra, la novela se desvía del estilo de Hosseini en sus dos primeras obras, al elegir evitar centrarse en un solo personaje. Más bien, el libro está escrito de manera similar a una colección de historias cortas, en la que cada uno de los nueve capítulos está narrado desde la perspectiva de un personaje diferente. El fondo del libro se basa en la relación entre un niño de diez años de edad, Abdulá, y su hermana de tres años, Pari, y la decisión de su padre de venderla a una pareja sin hijos en Kabul, un hecho que une a los diversos relatos que componen la obra.

Hosseini manifestó sus intenciones de hacer a los personajes más complejos y moralmente ambiguos. Siguiendo con el tema familiar establecida en sus novelas anteriores, Cometas en el Cielo y Mil soles espléndidos, Y las montañas hablaron se centra en la relación entre hermanos. Además de Abdulá y Pari, Hosseini introdujo otra pareja de hermanos (la formada por la madrastra de los niños, Parwana, y su hermana discapacitada, Masuma), así como una pareja de primos (la integrada por un médico afgano-americano, llamado Idris, y su primo Timur).

Como era la tercera novela de Hosseini que se publicaba en seis años, Y las montañas hablaron era un libro muy esperado.[1]​ Recibió críticas favorables previas a la publicación y se prevé que sea otro éxito de ventas. De hecho, ya antes de su publicación se situó entre los diez más reclamados en Amazon.com,[2]​ y más tarde se convirtió en un éxito de ventas.[3]​ Cinco meses después de la publicación de Y las montañas hablaron, se informó de que se habían vendido tres millones de copias.[4]

Khaled Hosseini nació en Afganistán, pero abandonó el país en 1976 a la edad de 11 años. Con el tiempo se trasladó a Estados Unidos, donde trabajó como médico. Escribió su primera novela, Cometas en el Cielo, en 2003 y se convirtió en un escritor a tiempo completo un año y medio más tarde. Publicó su segundo libro, Mil Soles Espléndidos, en 2007. Ambas novelas conocieron un gran éxito, y en el momento de su tercera publicación esas dos primeras obras habían vendido juntas más de 38 millones de copias en 70 países.[5]

Hosseini primero comenzó a considerar la trama de Y las montañas hablaron durante un viaje en el 2007 a Afganistán con la Agencia de Refugiados de la ONU. Una vez allí, oyó historias de varios ancianos de una aldea sobre las muertes de los jóvenes, los niños pobres durante los inviernos, lo que le inspiró el acontecimiento fundamental de la novela: la decisión de unos padres de vender a uno de sus hijos para evitar que muera por el frío invernal.[6]La novela comenzó muy, muy pequeña, y se inició con una sola imagen en mi cabeza que yo simplemente no podía apartar. Era la imagen de un hombre caminando a través del desierto, tirando de un carrito rojo, en el que hay una niña de unos 3 años de edad, y un muchacho que camina detrás de él, y estas tres personas están caminando a través del desierto. Hosseini originalmente lo planeó para ser escrito en una forma lineal similar a sus novelas anteriores pero, durante el proceso de escritura, se amplió para cubrir una serie de historias interconectadas que rodean un gran número de personajes que no están directamente relacionados los unos con los otros. Comparando el proceso con un árbol, declaró que la historia "solo se diversificó" y "se hizo más grande y más grande a medida que avanzaba".[7]

Como es su esquema, Hosseini se basó en sus primeras experiencias en Afganistán para crear la base del libro.[7]​ Afirmó que sus sucesivos viajes a Afganistán influyeron también en su escritura, aunque fuese involuntariamente. Por ejemplo, durante una visita de 2009 conoció a dos jóvenes hermanas en una aldea remota fuera de Kabul. La mayor, a quién calculó unos seis años de edad, actuó como una figura materna para la más joven. Hosseini dijo que su vínculo fue el fundamento de la relación entre Abdulá y Pari en la novela.[8]

Y las montañas hablaron se convirtió en el primer libro del escritor en no tratar directamente de los talibanes, lo cual lo diferencia de sus dos trabajos anteriores. Aunque Hosseini no decidió conscientemente evitar ese tema, expresó que se alegraba de haberse alejado de ese tema con el fin de mantener la historia fresca.[5]​ Las luchas de los personajes fueron muy personales y sin relación con la agitación política en Afganistán. Hosseini añadió: "Espero que llegue un día en el que escribamos sobre Afganistán, en el que podamos hablar de Afganistán en un contexto al margen de las guerras y las luchas de los últimos 30 años. De alguna manera creo que este libro es un intento de hacer eso ".[6]

El título se obtuvo a partir de un verso de Canción de la Enfermera, del poeta inglés William Blake: Y todas las colinas se hicieron eco[2][9]​ En enero de 2013, Publishers Weekly anunció la fecha de publicación para el 21 de mayo de ese año, y Riverhead Books publicó un comentario, señalando que la novela trataba acerca de cómo nos amamos, cómo nos cuidamos unos a otros, y cómo las elecciones que hacemos resuenan a través de las generaciones.[10]​ en primer lugar fue impreso en tapa dura, y las montañas hablaron estaba valorada en $ 28.95 en los Estados Unidos y £ 14.99 en el Reino Unido. Hosseini se trasladó en un viaje de cinco semanas a 41 ciudades en todo Estados Unidos para promover el libro.[7][11]​ en octubre de 2013, se confirmaron los planes de traducir y las montañas hablaron a 40 idiomas, entre ellos Islandés y Malasia .

La novela comienza en el año 1952. Sabur, un pobre agricultor de la aldea ficticia de Shadbagh, decide vender sus hija de tres años, Pari, a una rica pareja sin hijos en Kabul. La elección devasta a su hijo de diez años, Abdullah, que había criado a Pari tras la muerte de su madre en el parto.

Los capítulos siguientes tratan sobre cómo había surgido esa decisión: en el capítulo dos, se relata la historia de la madrastra de los niños, Parwana. Esta había crecido como la hija menos favorecida, en contraste con su bella hermana melliza Masuma. Parwana era una jovencita tímida y sufría de baja autoestima, en comparación con su hermana Masuma, que era bella y además estaba dotada de una gran simpatía y encanto, algo que atraía a todos los jóvenes varones de la aldea. Ambas estaban enamoradas de un mismo jovencito, vecino de la aldea, Sabur, conocido entre sus amigos como un joven alegre dotado de una gran habilidad para contar cuentos. Pero este, para desgracia de Parwana, se había fijado en Masuma. Un día, en un destello de celos, mientras las dos chicas estaban sentadas en la rama de un alto árbol, Parwana salta a otra rama provocando que la rama donde su hermana estaba sentada se balancee y se termine de romper, cayendo ésta al suelo y quedando gravemente herida, hasta el punto de acabar sufriendo una paraplejía. Sabur se casa años después con otra jovencita (la madre de Abdulá y Pari). Parwana, posteriormente, pasó varios años cuidando a su hermana hasta que ésta le pidió que le ayudara a suicidarse para luego casarse con Sabur, luego que éste perdiera a su esposa en su segundo parto.

Su hermano mayor, Nabi, se va a trabajar para el señor Suleimán Wahdati, un hombre rico en Kabul, y termina enamorándose platónicamente de su esposa, Nila, una mujer joven y bella, aunque de conducta poca ortodoxa para el Afganistán de la época. Nabi pronto se gana la amistad de su patrona Nila, y ésta le confía que desea conocer a la familia de éste. En ese viaje conoce a la familia de Nabi, a su hermana Parwana, embarazada de su segundo hijo (el primero había muerto poco antes a causa del frío del invierno), a su cuñado Sabur y a sus hijos Abdulá y Pari. Nila queda encantada con Pari, pero luego le expresa su desolación a Nabi por su incapacidad para tener hijos, por lo que éste les propone a Sabur y a Nila la venta de la niña Pari. Sabur, luego de tantas dudas, termina aceptando la oferta debido a la dura crisis económica que sufría, sabiendo además del invierno que se avecinaba y la venida de su nuevo hijo. Vendiendo a su hija Pari, el resto de la familia se sostendría un poco con el dinero obtenido y la niña tendría una mejor vida. Pero ni Sabur ni Abdulá superan esta pérdida.

En los años siguientes, Abdulá se marcha de Afganistán. El Sr. Wahdati sufre un derrame cerebral, lo que indujo a Nila tomar a Pari y trasladarse a París, Francia. Nabi, al tiempo que asume el papel de cuidador principal de Suleimán Wahdati, encuentra una serie de cuadernos de bocetos en el armario de Wahdati, llenos de imágenes suyas extraídas antes del golpe. Nervioso por el descubrimiento de la aparente obsesión de su patrón con él, opta en un primer momento por marcharse, pero decide finalmente no hacerlo después de que él es incapaz de encontrar a alguien adecuado para hacerse cargo de él. Posteriormente Nabi pasa los siguientes 50 años trabajando para el señor Wahdati y lo ayuda a morir cuando ya no tiene posibilidades de curarse. Suleimán deja como heredero de su hogar y bienes a su fiel amigo Nabi.

Los vecinos de Wahdati, entre ellos los Bashiri, por su parte, se trasladan a los Estados Unidos con sus hijos después de la invasión soviética. Los primos Idris y Timur Bashiri regresan a Afganistán más de dos décadas después, en 2003, para reclamar la propiedad de su familia. Una vez allí, Timur monta un gran espectáculo, al distribuir públicamente dinero a los mendigos de la calle, mientras que en privado Idris apadrina económicamente a Roshi, una niña afgana que sufre de una horrible lesión y cuya familia había sido asesinada por su tío a machetazos. Idris al principio promete preparar a Roshi para someterse a las operaciones necesarias para su recuperación, pero se distancia de ella y de Afganistán al regresar a Estados Unidos. Varios años más tarde, Idris se encuentra con Roshi, cuando ésta está firmando en un acto público sus memorias, convertidas en un superventas mundial. La obra se la ha dedicado a su madre adoptiva, la enfermera Amra Ademovic, y a Timur Bashiri, que es quien al final había pagado su cirugía.

Nila, residente ahora en París, en donde es una poetisa sobresaliente, es infeliz gran parte de su vida, por lo que va tomando una serie de amantes. Allí, en Francia, empieza a referirse a Pari como su "castigo" y, conforme ésta va creciendo, siente cada vez más indiferencia hacia ella. Pari llega a tener un idilio con el amante de su madre, Julien, lo que provoca el distanciamiento definitivo entre ambas. Nila se suicida en 1974 después de haber dado una entrevista detallada sobre sus primeros años de vida. Pari sospecha que ella no es hija biológica de Nila y planea con su amiga Colette un viaje a Afganistán para explorar su herencia, pero lo pospone indefinidamente después de casarse con su compañero de estudios Eric y quedar embarazada. Después de tener tres hijos y tras quedar viuda a la edad de 48, Pari recibe una carta póstuma de Nabi en 2010, en la que se detallan las circunstancias de su adopción por los Wahdati.

Los últimos capítulos se centran en Adel, un niño que descubre que su padre es un criminal de guerra y que su casa está construida sobre los terrenos que anteriormente pertenecía a Sabur, y Markos, un médico voluntario griego en Afganistán y conocido de Nabi. En el capítulo final, narrado por la hija de Abdulá llamada Pari, Abdulá y Pari se reúnen en California. Sin embargo, él está sufriendo de la enfermedad de Alzheimer y es incapaz de recordarla.

Marcela Valdés, del Washington Post, expresó: es difícil hacer justicia a una novela tan rica con un pequeño comentario. Hay una docena de cosas que todavía quiero decir - sobre los pares de rimas de los personajes, las situaciones de eco, la variadas maneras de reflejar la honestidad, la soledad, la belleza y la pobreza, la transformación de las emociones en dolencias físicas. En lugar de tratar de todo esto, voy a añadir lo siguiente: enviad a Hosseini a la lista de superventas de nuevo.

La estructura del libro atrajo reacciones mixtas. Así, Kim Hughs, del Toronto Star, afirmó que la característica más definitoria de la novela es su vanidad más exasperante. Esta crítica literaria pensaba que Pari estaba destinada a ser la protagonista de la historia, pero el cambio de enfoque en las numerosas otras personalidades dejó un chirrido a través del desorden.[12]

Arifa Akbar, de The Independent, señaló: Los puntos cambiantes de vista y los saltos en el tiempo se confunden y se limitan, dejando caracteres bien definidos pero carentes de profundidad. Las décadas galopan a través de ella y es como si la historia de estas vidas interconectadas, una cruzada generacional simplemente sigue haciendo eco del crimen original de Abdulá y la separación de Pari."[13]

Michiko Kakutani, de The New York Times, pensó que la novela, contada en forma de relatos breves, se había sabido narrar de manera acertada y añadió: la nueva novela de Khaled Hosseini pueden tener el título más torpe en el conjunto de sus obras, pero es su historia más segura y apasionante emocionalmente, más fluida y ambiciosa que Cometas en el cielo (2003), más narrativa y compleja que Mil soles espéndidos (2007)."[14]​ Kamal estuvo de acuerdo, diciendo que la estructura era exquisitas.[15]​ Sherine el Banhawy, de Scoop Empire, añadió que el enfoque en múltiples personajes permitió a los lectores obtener una mejor comprensión de la diversidad de la cultura afgana.



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