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Almazán



Plaza de la localidad

Almazán es un municipio y villa española de la provincia de Soria, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Con una población de 5477 habitantes (INE, 2020), se trata del segundo término municipal más poblado de la provincia. La localidad es atravesada por el río Duero.

El topónimo deriva del árabe المحصن (al-maḥṣan) «el fortificado», nombre común en la toponimia árabe.[1]​ Según otros autores tendría origen ibero o euskérico y significaría «en el bosque». Por otro lado, Antonio Moya supone que la etimología tendría que ver con «manzano».[2]

El gentilicio adnamantino quiere decir habitante de Adnumantia, nombre inventado de una presunta villa en la época romana que significa «hacia Numancia”, en base a que la localidad está situada en la calzada que conducía a Numancia. Este topónimo no es mencionado en las fuentes clásicas, y carece de veracidad.

Se sitúa a 36 kilómetros al sur de la capital de la provincia con la que está comunicada por la autovía A-15 y la N-111. Almazán es cabecera de dicho municipio, así como de la comarca de Almazán. Es además núcleo de servicios de una extensa comarca rural, fundamentalmente agraria. Desde el punto de vista jerárquico de la Iglesia católica forma parte de la diócesis de Osma, la cual, a su vez, es diócesis sufragánea de la archidiócesis de Burgos, aunque históricamente Almazán estuvo situada, hasta 1955, dentro de los límites de la diócesis de Sigüenza, siendo cabecera del arciprestazgo de Almazán.

El río Duero atraviesa la localidad, si bien la mayor parte de esta se encuentra situada en la margen izquierda.

Su término municipal es extenso, alargado de norte a sur. El municipio se encuentra a 938 metros sobre el nivel del mar, aunque a medida que nos alejamos del río Duero la altura aumenta hasta más de los 1000 metros, sobre todo por el noreste (por donde desciende el Duero) y por el sur.

El año 1068 Almazán es reconquistada por los cristianos por Alfonso VI de León, aunque poco después fue recuperada para al-Ándalus.[3]​ Es a comienzos del siglo XII cuando Almazán es definitivamente repoblada por la acción de Alfonso I el Batallador en 1128. Un diploma del 22 de septiembre de ese año lo documenta, con la referencia temporal «en el tiempo cuando el predicho rey Alfonso poblaba la población de Almazán, que él llamaba Plasencia». Este testimonio informa del nombre que le daba el rey aragonés, que sin embargo no llegó a consolidarse.[3][4]​ Tras la muerte de Alfonso I el Batallador en 1134, la población pasa a manos castellanas y Alfonso VII de León hace donaciones de terrenos de Almazán al obispo de Sigüenza.[3][5]

En 1158 Sancho III de Castilla crea desde Almazán la Orden de Caballería de Calatrava. Entregándola al Abad Raimundo de Fitero y el freire Diego Velázquez, que se encargarán desde Ciruelos (la orden monacal del Císter) y desde el castillo de Calatrava, como castillo fronterizo cercano a Sierra Morena (la orden de los Caballeros) de mantener la frontera sur de Castilla.[3]

A finales del siglo XIII se enfrentan en guerra civil Sancho IV de Castilla, «el Bravo», y quien pretendía el trono de Castilla, el infante Alfonso de la Cerda, que había sido acogido en la corte de Alfonso III de Aragón, el Liberal, y era apoyado en sus aspiraciones reales por este monarca quien, en su enfrentamiento con Sancho el Deseado, tomó Almazán en 1289 estableciéndose allí el infante Alfonso de la Cerda junto con un séquito que hacía las veces de corte a comienzos del siglo XIV. En 1305, tras variadas vicisitudes y la mediación del rey de Portugal Dionisio I y el de Aragón Jaime II el Justo, la plaza es devuelta a la Corona castellana.[3][6]

En 1375 se firmaron en Almazán las paces entre Castilla y Aragón. Pedro IV el Ceremonioso, rey de Aragón, y Enrique II, rey de Castilla. En enero del mismo año moriría el rey Jaime IV de Mallorca, rey consorte de Nápoles tras una corta enfermedad. Su cuerpo fue trasladado a Soria para ser enterrado en el Convento de San Francisco. Juan Hurtado de Mendoza en 1392 era mayordomo mayor de Enrique III de Castilla. El rey Enrique IV de Castilla le regala la villa y le hace señor de la misma. La comarca estaba dividida en dos sexmos (división territorial que comprende cierto número de pueblos asociados para la administración de bienes comunes). Había 40 pueblos entre los dos sexmos; 24 en Tierra Llana y 16 en la Sierra. La villa estaba regida por el alcalde mayor; le ayudaban seis regidores, tres de la clase de hidalgos y tres hombres buenos del pueblo. Almazán era un marquesado del conde de Altamira, siendo este un título entroncado en el linaje de los Hurtado de Mendoza. Los Reyes Católicos visitaron Almazán en varias ocasiones.

En la villa murió el dramaturgo Tirso de Molina el 12 de marzo de 1648, en el convento de la Merced y se supone yace en el cementerio conventual.[7]​ Durante la Guerra de la Independencia Española, el 10 de julio de 1810, fue incendiada[8]​ esta villa por el general francés Régis Barthélemy Mouton-Duvernet, con motivo de la tenaz resistencia, que dentro de sus muros, hizo Jerónimo Merino, con 1600 hombres.[9]​ A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Castilla la Vieja, partido de Almazán[10]​ que en el censo de 1842 contaba con 484 hogares y 2400 vecinos. A mediados del siglo XIX, entre el censo de 1857 y el anterior, crece el término del municipio porque incorpora a Fuentelcarro y a Tejerizas.

El ferrocarril llegó a Almazán en 1892 con la inauguración de la línea Torralba-Soria, que permitió la conexión del municipio con la red ferroviaria española. Tres años después, en enero de 1895,[11]​ se abrió al tráfico la línea Valladolid-Ariza. A partir de ese momento la población contó con dos estaciones de ferrocarril, Almazán-Villa y Almazán-Dehesa, aunque ambas nunca llegaron a tener correspondencia entre sí. La línea Valladolid-Ariza se mantuvo en servicio hasta su progresiva clausura en 1985 y 1994.[12]

A finales del siglo XX, entre el censo de 1981 y el anterior, crece el término del municipio porque incorpora a Cobertelada, con las localidades de Almántiga, Balluncar, Covarrubias y Lodares del Monte. A comienzos del siglo XXI la localidad contaba con policía local y guardia civil. También cuenta con un servicio de limpieza municipal de las calles.

A 1 de enero de 2020 la población del municipio ascendía a 5477 habitantes, 2785 hombres y 2692 mujeres.[13]

     Población de derecho (1900-1991) o población residente (2001) según los censos de población del INE.      Población según el padrón municipal de 2019 del INE.

Almazán (localidad) contaba a 1 de enero de 2020 con una población de 5477 habitantes, 2785 hombres y 2692 mujeres.

     Población de derecho (2000-2020) según los censos de población del INE a 1 de enero de cada año.[14]

Destaca la industria del mueble. Existe un polígono agro-industrial que en estos momentos[16]​ está siendo ampliado.

Sobresale el conjunto artístico románico, pero sin olvidar muestras de barroco, renacentista y gótico.

Puerta del Mercado

Plaza Mayor

Iglesia de San Miguel

Palacio de los Altamira

Escudo en la fachada del Palacio

La localidad cuenta con varios centros educativos: el CEIP Diego Laínez (infantil y primaria); el IES Gaya Nuño (secundaria y bachillerato), el Colegio Calasancio (infantil, primaria y secundaria), el Centro de Estudios Audiovisuales, una Escuela de capataces (formación profesional) y una Escuela de Capacitación Agraria.

Cuenta con el Cine-Teatro Calderón (c/ Martínez Asenjo, esquina Caballeros), el Centro Cultural Tirso de Molina (Pza. de los Olmos) y el Aula Cultural de San Vicente (c/ Las Monjas).

Las procesiones de Almazán por Semana Santa son organizadas por las cofradías (cofradía del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo y cofradía de la Santa Vera Cruz), la parroquia (con la presencia de los sacerdotes y con el permiso de guardar y de sacar las imágenes de: la iglesia de Santa María de Calatañazor, coloquialmente conocida como Santa María, la iglesia de San Miguel, la iglesia de San Pedro y la iglesia de Nuestra Señora de Campanario) y el ayuntamiento (con el permiso de sacar y guardar las imágenes de la Ermita de Jesús; y de dar estancia una noche en San Vicente, antes de la procesión del encuentro).

Las Fiestas de la Bajada de Jesús son las fiestas patronales de Almazán. Están dedicadas en honor a Jesús Nazareno (patrón de la villa). Estas fiestas se desarrollan entre el último jueves de agosto y el primer domingo de septiembre. Días antes del comienzo de las fiestas, concretamente una semana antes del comienzo de las fiestas, se realiza la procesión de la subida de Jesús Nazareno desde su ermita hasta la iglesia de Nuestra Señora del Campanario, la cual está en lo alto de la villa. El primer domingo de septiembre se realiza la procesión de la Bajada de Jesús, que al pasar por la plaza mayor se realiza una gran traca final que da señal del fin de las fiestas. Entre los días que se comprenden estas procesiones se desarrollan actividades recreativas propias de fiestas, tales como torneos, teatros infantiles y verbenas.[21][22][23]

Las Fiestas de San Pascual están dedicadas a San Pascual. Esta fiesta también es conocida como el zarrón. En 2016 han celebrado el bicentenario de la fundación de la cofradía.

Almazán participa de la rica y variada gastronomía castellana: el cocido con su bola, morcilla, verduras y carnes; las sopas de ajo; el típico somarro de cerdo asado, así como los asados de cordero, los torreznos sorianos, las especialidades de caza y la trucha asada y ahumada, constituyen los platos más característicos de la zona.

En cuanto a repostería, merecen ser destacadas por derecho propio, merced a su reconocida fama, las Yemas de Almazán exquisito dulce para degustar a los postres de una buena comida y las populares paciencias.

Su equipo de fútbol es la Sociedad Deportiva Almazán, que milita actualmente en 3ª división.



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